sábado, 22 de julio de 2017

La Vainilla.


Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas y muy celebre por su belleza, vivía en un palacio cercano al centro ceremonial de Tajín sede de su pueblo.

Cierto día en que la joven acudió a depositar una ofrenda sobre el plato colocado en el abdomen de Chac-Mool (Mensajero Divino), encontró casualmente a Tzarahuin (Jilguero), un alegre doncel al que le agradaba silbar, y surgió entre ambos amor a primera vista.

Sin embargo el romance tubo dificultades para prosperar, porque Tzarahuin era pobre y vivía en una choza humilde rodeada de tierra fértil en que abundaban las anonas (fruto), las piñas y calabazas. A pesar de la diferencia de clases, los enamorados se reunían casi a diario de manera fugaz, cuando el mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus siembras, y en poco tiempo una sincera pasión se apodero de sus corazones.

Una tarde en que Xanath paso junto al templo sagrado de los nichos, le sorprendió la mirada penetrante del dios gordo que se caracterizaba por su vientre abultado, la frente rapada y su tiple penacho, desde entonces el señor de la felicidad se dedico a cortejarla.

La doncella logro esquivarlo en un principio, mas el astuto dios encontró la forma de revelarle sus sentimientos, pero al ser rechazado, su alegría habitual se torno en cólera y amenazo a la joven con desatar la furia sobre Tajín si no accedía a sus reclamos amorosos. La advertencia hizo temblar de miedo a Xanath, pero no traiciono a Tzarahuin.

El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza del padre de la joven para que influyera en el animo de Xanath, lo invito a su palacio, le revelo secretos divinos y cuando manifestó interés por la linda muchacha, recibió completo apoyo para casarse con ella.

Xanath hubo de soportar un mayor acoso del testarudo dios y su padre la obligo a aceptar una nueva cita que resultaría fatal, pues luego de haber dado otra negativa al señor de la felicidad, este irritado lanzo un conjuro sobre la doncella y la trasformo en una planta frágil de flores blancas y exquisito aroma: la Vainilla.

Si bien el dios creyó vengarse, lo cierto es que mientras de el existen solo vagos recuerdos, en cambio tenemos muy presente en nuestros días a la planta orquidácea, cuya esencia es muy apreciada en la cocina,  la pastelería, y perfumería de muchas partes del mundo.

Las plantas que producen la vainilla poseen ellas mismas el nombre de vainilla, son las únicas Orquideas cultivadas por razones que no sean meramente ornamentales.

Para obtener una especie realmente rica en aromas, el cultivo y la preparación de la vainilla necesitan largos y minuciosos cuidados. Eso hace que sea en proporción al peso, uno de los productos agrícolas mas caros del mundo. Se presenta en forma de palos negros y brillantes, comúnmente se les llama vainas de vainilla, sin embargo en botánica se trata de capsulas.





10 comentarios:

  1. Jolines.... pobretica, eso no se hace, sino te quiere.... ajo y agua.
    Ahíiiii qué rabia me ha dado.
    Buen findeeee y un abrazooooo.

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  2. Vaya tela, no hay derecho la verdad, pero en fin son cosas que pasan. La vainilla tiene una esencia especial que hace al paladar un exquisito toque exótico. Besitos guapa.

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  3. La vainilla, esa delicia que acaricia nuestro paladar. Ignoraba esta bella aunque triste historia, con todo y que conozco a una chica llamada Xanath.
    Un abrazo grande.

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  4. De nuevo el amor se frustró aunque a cambio tengamos la vainilla.Besicos

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  5. Muy bonita historia. Feliz semana y besitos.

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  6. Interesante. Me miraré la vainilla de otra manera, a partir de ahora. ;)
    Besos.

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  7. Bella historia.

    Te mando un beso grande.

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  8. Además de ser una planta muy apreciada, creo que a todos nos gusta. Uno de mis hijos solo toma helados de vainilla, compra aromas de vainilla que me pone por toda la casa y a mi me marea, jajaja.
    Ya he vuelto de mis vacaciones. estoy encasa.
    Un besito.

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  9. Me encanta la vainilla y me ha encantado esto.

    Un gran abrazo

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