sábado, 17 de agosto de 2019

El Lago Prestado.


Un joven jefe cortejaba a la hija de otro jefe, cuyo fuerte se hallaba situado en el linde de Loch Ennel en Westmeath.

La damisela era bastante altanera y melindrosa, y le dijo claramente que no aceptaría asumir la condición de dueña de casa mientras no pudiera ver desde su ventana un lago tan hermoso como el que se divisaba frente a la casa de su padre. Eso era algo engorroso.

El valle era adecuado, pero las laderas de las colinas estaban cubiertas de casitas y el arroyuelo que serpenteaba allá en el fondo tardaría quizá muchísimos años en llenar el valle, una vez terminada la represa, para cuya construcción se necesitaría una docena de años.

El galán sería viejo ya en esa época. Su madre adoptiva, una hechicera (esto ocurría en los tiempos de los Danaans), al verlo tirarse del cabello perplejo en un par de ocasiones, lo indujo a desahogarse y le ordenó que respetara hasta el día siguiente sus sueltos bucles.

Luego, la hechicera se dirigió con el medio corriente de transporte de las hechiceras, a la cabaña de una hermana Firbolg en el mágico arte, situada sobre la margen occidental del Shannon. Esta cabaña estaba cómodamente ubicada sobre el filo de una colina, dando sobre un agradable lago, y la mujer Danaan fue hospitalariamente agasajada por la mujer Firbolg.

Después de su sencillo refrigerio, la visitante reveló el motivo de su viaje y le suplicó a su sabia amiga que le prestara su lago hasta el día de la luna siguiente, añadiendo engañosamente entre dientes "después de la semana de eternidad".

Un lago era algo difícil de conseguir, pero finalmente lo obtuvo y se lo llevó triunfalmente debajo de la capa al valle de Leinster. La gente que vivía en las laderas de las colinas despertó esa noche de su sueño al oír el estruendo, digámonos así, de diez mil cascadas. Todos huyeron hacia las tierras altas y fueron hospitalariamente resguardados por los edificios del fuerte, y al alborear de la mañana siguiente, millares de asombrados ojos contemplaron la plácida sabana de agua que cubría sus moradas del día anterior. Así fue conquistada la altanera novia.

La descarriada mujer del Connacht esperó hasta el día de la segunda luna, irritadísima ante el fangoso lecho que exhibía el fondo de su lago bajo la influencia de un sol ardiente y sin aparentes perspectivas de que le devolvieran con gratitud las aguas. Hasta una mujer sabia puede perder la paciencia.

Ésta voló presurosamente a la casa de su embaucadora colega en brujerías, cabalgando sobre su escoba y fue recibida con fingida alegría. -No hay tiempo para cumplidos, comadre -le dijo-. Ha llegado el día de la luna siguiente y hasta el de la luna subsiguiente, y en vez de mi agradable lago, sólo veo rocas, barro y pescado podrido. Devuélveme mi lago, te digo.

-¡Ay, querida hermana! La ira te ha quitado la memoria. Te prometí devolverte tu hermoso pedazo de agua el día de la luna siguiente a la semana de eternidad, no antes, reclámala cuando venza el plazo.

La ira de la bruja traicionada no tuvo límites, pero carecía de recurso alguno, debido a la traicionera reserva de la astuta Danaan.

El resultado fue trágico para la mayor parte de los interesados, pero la incorporación de Loch Owel a las gratas llanuras de Meath es todo lo que nos interesa por ahora.


Leyenda Celta.




13 comentarios:

  1. Pero... ¿Va por capítulos o la bruja que prestó el lago se queda sin venganza? Saludos.

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  2. Hola interesante leyenda y bellas fotos, a veces no vemos la real intención de las personas, triste experiencia para la que confio, un abrazo.

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  3. Una de tus innumerables leyendas, que esta vez nos deja un poco en suspenso...
    Besos.

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  4. Las leyendas me gustaron desde siempre,dejan enseñanzas,cariños.

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  5. Curiosa leyenda que me ha dejado con ganas de leer más.Besicos

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  6. Muy bonita leyenda y es otra que no conocía. Saludos y abrazo amiga.

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  7. Una leyenda muy bonita y dichosa para los que disfrutaron del nuevo lago, pero lo cierto es que la estúpida novia no se lo merecía.
    Un beso

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  8. Siempre se ha dicho que el fin justifica los medios.
    Si fuese hombre, seguro que no me enamoraría jamás de una mujer caprichosa.
    Como siempre, nos mantienes entretenidos mientras dura la lectura de tus estupendas entradas, logras que volvamos a nuestros tiempos de infancia y eso es de mucho agradecer.
    Cariños.
    kasioles

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  9. Muy buena leyenda.
    Y siempre un placer venir a verte.
    Un beso.

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  10. Aquí me siento como la niña que hay dentro de mí leyendo tus entradas tan curiosas y bonitas.También digo que esa novia caprichosa ,era muy egoista.Pero es una leyenda
    Me encantan
    Besucos y gracias por tus comentarios siempre tiernos

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