sábado, 26 de julio de 2025

El calambre de la Princesa ( Leyenda )

Había una vez un rey que se creía el más inteligente del mundo y así le hacía saber a todo el mundo.

Todo el día se pasaba diciéndole a las gentes que no había nacido nadie que pudiera engañarle. Un día en la plaza mayor de aquel reino, apareció un pregonero anunciando que se daría en matrimonio a la princesa heredera a aquél que lograra engañar al rey más listo del mundo.

A nadie se le ocurrió como engañar al rey, unos creían que tenía que tener truco, otros que su majestad realmente era listísimo, otros ni siquiera los pensaron......

Pero un joven que pasaba por allí, si le interesó aquel reto ya que conocía de vista a la bella dama y estaba profundamente enamorado de ella.

Lo primero en lo que pensó, fue en entrar en el palacio y permanecer allí sin levantar sospechas. Se presentó allí vestida de mujer y rogó que la dieran algún trabajo.

La dieron trabajo de criada y como su trabajo fue impecable, el rey la mandó llamar y la hizo señorita de compañía de la princesa.

Cuando se presentó ante la princesa, ella le preguntó su nombre y él recordando que la vez que la había visto había sido un día que ella había caído de una escalera por un calambre le dijo:

- Calambres, mis amigos me llaman Calambres.

Y así transcurrió su día, acompañándola a todos los sitios y cuando llegó la noche la princesa, le pidió que durmiera en su habitación por miedo a las tormentas. En un rato se oyó:

- Padre, ven corriendo que ye el calambre!


El padre un poco enojado por haberle despertado en la noche por un simple calambre contestó:

- Pues si ye el calambre que te espurrie (estirar a una persona cualquiera de sus miembros, alargar) la doncella.

Y así la doncella "espurrió" a la princesa, y a la mañana siguiente cuando el rey que se creía muy listo fue a saludar a su hija, se la encontró perfectamente estirada junto a un joven que le dijo:

_ Su alteza, debería llamar al obispo para que nos case.

Y tuvo que tragarse su orgullo y su palabrería el listísimo rey y a partir de entonces fue mas comedido en sus palabras.



sábado, 19 de julio de 2025

El Callejón del Diamante ( Leyenda de Xalapa )

Desde la época colonial y hasta nuestros días, existe en Xalapa un callejón estrecho y largo como serpiente. Tan angosto, que casi se tocan sus costados. Todos lo llaman el Callejón del Diamante.

Cuenta la leyenda que en una casona del callejón vivía un matrimonio:

Ella, era una criolla hermosa, esbelta, blanca, garbosa y joven, lucia una larga cabellera color azabache, labios rojos como rosas y mejillas sonrosadas. Sobresalían dos esmeraldas entre las largas pestañas y unas cejas bien perfiladas. Moralmente era un modelo de virtud y ejemplo de esposa enamorada de su marido.

Éste era un caballero español, físicamente bien formado, que amaba a su dulce compañera con toda el alma. A esto hay que agregar que gozaban de una desahogada posición económica.

Cuando la pareja se prometió, él dio a su futura esposa un anillo con un hermoso diamante negro. Éste era de lo más extraño y en el blanquísimo anular derecho de la dama parecía un ojo diabólico.

Esta piedra según cierta superstición, "tiene la rara virtud de aumentar el amor del matrimonio y descubrir la infidelidad de la esposa".

Cuando la dama recibió la joya juró a su galán jamás separarse de ella... pero los juramentos no siempre son muy firmes y durables.

El recio íbero tenía un amigo, a quien consideraba como hermano. Un día que el esposo salió de viaje ella fue a visitar al amigo y... sucedió lo inevitable. Por razones que se ignoran, ella se quitó el anillo y lo dejó en el buró, junto al lecho. Por motivos también desconocidos, el apresuramiento, la zozobra, la dama olvidó la alhaja.

A su regresó a Xalapa el esposo no se dirigió a su casa, sino fue primero a la del amigo. Entró y lo encontró en su alcoba durmiendo la siesta y, ¡Oh sorpresa!, lo primero que vio en la mesilla de noche fue el diamante negro de su esposa. Disimuladamente se apoderó de la joya y se dirigió a su casa.

Llamó a su bella compañera y al besarle la mano, comprobó que no lucía el anillo. Como el destello del relámpago salió a lucir la daga de empuñadura de oro, incrustada de rubíes, que se clavó en el pecho de la infiel.

El caballero dejó sobre el cadáver de la esposa el anillo del diamante negro y desapareció para siempre.

La gente de los alrededores, exclamaba: ¡Vamos a ver "el cadáver del diamante"! Poco a poco la expresión cambió y solo decían...

¡Vamos al Callejón del Diamante!. Nombre que la tradición ha mantenido a través del tiempo.



sábado, 12 de julio de 2025

Leyenda de la Paz Perfecta.

Había una vez, un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intentaron, y el rey observó y admiró todas las pinturas que le presentaron pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos aquellos que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido…

Paz perfecta… ¿Cual crees que fue la pintura ganadora?

El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por que?

“Porque,” explicaba el Rey, “Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas,sin trabajo duro o sin dolor.

Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.


Autor: Desconocido.


sábado, 5 de julio de 2025

El Emperador y la Bruja ( Leyenda )

Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el joven emperador nipón le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su futura esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo por todo el reino.

Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, donde se encontraron con una pobre campesina con una bebé en los brazos que ofrecía sus productos. La bruja, al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja.

Entonces, el emperador empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse. Su corte le recomendó que lo mejor era desposar a la hija de un general muy poderoso. El emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería su esposa, totalmente desconocida para él.

En la boda, llegó el momento más especial: ver por primera vez la cara de su esposa. Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que le cubría totalmente el rostro. Al levantarle el velo, vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su destino años antes.

Un destino que la bruja había puesto frente al suyo y que había decidido no creer.