sábado, 30 de junio de 2018

Pies de Loto.


En la antigua China, las mujeres sufrían un dolor intenso en la búsqueda de la belleza ya que vendaban sus pies desde niñas para hacerlos más pequeños, una cualidad muy valorada por los hombres de la época.

"Cuenta la leyenda que todo comenzó en el palacio del emperador Li Yu de la dinastía Tang (618–907), cuando una cortesana muy bella que destacaba en el arte del baile vendó sus pies para que estos adoptaran la forma de la media luna y así poder bailar grácilmente sobre el pequeño escenario con forma de una flor de loto, fabricado en oro, joyas y perlas que adornaba el salón del emperador.

Al hacerlo, la cortesana pudo bailar con bellos movimientos y el emperador se enamoró locamente de ella y la colmó de regalos y gozos. Inmediatamente, todas las mujeres del palacio quisieron imitarla, comenzando a vendar sus pies para moverse más elegantemente y enamorar a los hombres, quienes parecían enloquecer ante tan diminutos atributos."

La carrera por conseguir los llamados “pies de loto” institucionalizó la práctica del vendado de pies, un doloroso proceso que podía llevar años con el objetivo de deformar y empequeñecer los pies femeninos.

Aunque el súmmum era conseguir tener unos “pies de loto dorado”, unos pies diminutos que debían medir sólo siete centímetros y reunir las siguientes características: ser delgados, pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos.

Trescientos años más tarde, la cultura había asumido este rasgo de tal forma que las mujeres de pies grandes no estaban bien consideradas. En cambio, las mujeres con los pies pequeños tenían las mejores perspectivas de casamiento y o de prostituirse con los clientes más ricos.

Los “pies de loto” se habían convertido en sinónimo de elegancia, feminidad y alto estatus, un oscuro objeto de deseo que podía cambiarte la vida.

Ese duro trabajo empezaba a la edad de cinco o seis años, cuando las madres de las pequeñas iniciaban el ritual del vendado, siempre que la familia pudiera permitirse mantener a una hija sin trabajar.

Vendar los pies a una hija suponían una importante perdida económica, ya que las niñas quedaban impedidas para trabajar, por lo que las familias menos pudientes no podían permitírselo.

Un pequeño ritual astrológico revelaba la fecha propicia para dar inicio a esta tortura. Llegado el día, la familia ofrecía a los dioses pasteles de arroz para que éstos permitiesen que los pies de su hija fuesen tan suaves como esos delicados dulces.

En primer lugar, la madre cortaba las uñas de su hija al máximo y procedía a poner los pies en un baño de hierbas aromáticas, sangre animal y agua caliente, con la intención de desinfectar, ablandar y suavizar la piel.

Después la madre comenzaría con un masaje, durante el cual le rompería los cuatro dedos pequeños del pie. Acto seguido y entre gritos de dolor, replegaría los dedos bajo el pulgar con la ayuda de un vendaje de algodón blanco.

Luego utilizaría un segundo vendaje para replegar el empeine hacia el talón arqueando el pie. Por último colocaría un pequeño botín puntiagudo que la niña llevaba durante todo el día. Este ritual se repetía cada dos días con vendas limpias y durante 2 años, pasados estos, los pies no debían medir más de 10 centímetros.

Durante los siguientes 10 años, los pies se mantenían aun vendados, aunque cada vez que se repetía el vendaje, las vendas se apretaban menos.

Desde el momento del ritual y durante los primeros seis meses a dos años, la hija sentiría un dolor insoportable, hasta que el nervio del pie se atrofiara y muriese. Llegado ese momento, parte del sufrimiento cesaría, aunque las dolores y molestias de espalda asociadas a esta práctica la acompañarían toda la vida.

La razón de que las mujeres soportaran semejante dolor era la promesa de una vida mejor junto a un marido satisfecho, ya que en realidad quienes sentían verdadera admiración por los pies eran ellos.

El fetichismo y la erótica de los “pies de loto” era tal, que algunos hombres llegaban a mojar los pies vendados en una tetera con el objetivo de endulzar el té y otros utilizaban los zapatos para beberlo.

Los pies vendados eran por tanto la parte más intima de la mujer, por encima de las nalgas o el pecho. Cuando un hombre quería seducir a una dama, dejaba caer su pañuelo al suelo con la intención de rozar sus pies al recogerlo. Si la mujer no se enfadaba, el pretendiente podía pasar al siguiente paso, cogerla en brazos o besarla.

Al fin y al cabo, la práctica estaba destinada a estimular el deseo sexual de los hombres que, al tocarlos, experimentaban, al parecer, el mismo placer que un occidental al acariciar unos senos.

Algunos estudiosos de la época llegaron incluso a buscar razones fisiológicas que justificaran esta atracción sexual, estableciendo que las mujeres con los pies vendados tenían los muslos más redondeados. Sin embargo los estudios de hoy en día defienden una postura más basada en en razones fetichistas.

Tuvieron que pasar más de 10 siglos para que el símbolo más característico de la identidad femenina en la China tradicional, fuera prohibido en 1911.

El cambio de pensamiento, el gobierno comunista y la influencia extranjera comenzaron considerar la costumbre de vendar los pies como algo insano y bárbaro, y como obstáculo para la modernización del país.

Poco a poco las mujeres de las regiones costeras, identificándose con las posturas europeas, rechazaron esta tradición hasta que en 1957 se vendaron por última vez los pies de una niña china, extinguiendo por completo, tan cruel práctica.

Hoy quedan muy pocas mujeres con los pies deformados por el vendado. La mayoría de ellas son muy ancianas y casi todas sienten vergüenza.



Fuente: Wikipedia.



sábado, 23 de junio de 2018

Noche de San Juan.


Los Celtas llamaban Alban Heruin a esta fiesta y su significado primordial era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando estaba mas tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, era el día que alcanzaba su mayor plenitud, al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer hacia su casi muerte en el Solsticio de Invierno. Se encendían hogueras para conmemorar ese poder del Sol y para compartir su fuerza con el, para alabarlo y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos. Resulta muy característica la asociación de esta fiesta a las corrientes de amor y a pequeños rituales destinados a obtener pareja o conservarla.

Muchos son los rituales propios de la noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. De hecho esta es la fiesta del fuego por antonomasia,  hasta el extremo de que el culto pagano al fuego y las hogueras, se han conservado mas que en otras fiestas, la costumbre popular ha mantenido su practica incluso dentro del mismo cristianismo, aunque este no ha podido dar una explicación religiosa convincente de dicho habito, Realmente la noche del Solsticio es la del 21 de Junio, aunque la Iglesia la ha adaptado a la festividad de San Juan.

Las plantas y las flores, así como el que lo cultivasen en exclusiva las mujeres, evoca fácilmente la presencia de una tradición femenina de culto a la madre tierra. Igualmente la presencia del agua nos lleva a uno de los grandes símbolos de las celebraciones de San Juan que parece no tenerse en tanta consideración y que sin embargo, forma parte esencial de numerosos ritos de esta festividad, el agua, llevándonos nuevamente a la presencia del poder femenino en esta festividad.

Otra de las costumbres que dio a esta fiesta el apelativo de "Verbena", era la practica en algunos lugares por las mozas casaderas de ir a recoger verbena a las doce de la noche la víspera de San Juan, creyendo que con ello conseguirían al amor deseado por su corazón. Igualmente existían numerosos ritos y filtros de amor en torno a dicha planta.

La pareja que saltaba unida la hoguera se decía que se procuraba asi la felicidad y la buena fortuna.
Otra costumbre es aquella en que las mozas arrojaban guirnaldas trenzadas por ellas a sus amados a través de las llamas y ellos tenían que cogerlas antes de caer en el fuego. Las guirnaldas se guardaban como talismanes de buena fortuna, ocasionalmente se quemaba alguna cinta en el hogar para procurar protección a sus habitantes y animales.

Algunos grupos se meten entre las olas, tras sus ceremonias comulgando por un tiempo con el mar, recibiendo de el toda su fuerza.


Ritual de los deseos.

Materiales:
Una vela celeste.
Una hoja de hiedra común.
Un trocito de papel.


Procedimiento:
El 23 de Junio a las 12 de la noche, se enciende la vela celeste y se deja que se consuma completamente en un lugar seguro, luego se coloca debajo de la almohada la hoja de Hiedra y el trocito de papel en el que se habrá escrito nuestro deseo.
Al día siguiente se quema el trocito de papel, las cenizas se entierran en algún jardín o maceta si se tiene.
Suerte!!

¡¡ Feliz noche de San Juan a todos, que se cumplan todos vuestros deseos !!




sábado, 16 de junio de 2018

El Olivo de las Brujas.


Hay un viejo olivo en Mangliano, en la Toscana, donde las personas con supersticiones han mantenido a lo largo del tiempo ciertas creencias.

Parece que en los días en los que el olivo era vigoroso y exuberante, éste fue muy generoso y dio cientos y cientos de kilos de olivas, fue un olivo que en toda la Maremma no se podía encontrar uno igual.

Un día, un pobre hombre que estaba a los pies del árbol, bajo las ramas que se doblaban hacia el suelo por el peso de sus maduras olivas, le pidió al dueño del árbol una pequeña cantidad de aceitunas para poder llenar su estomago vacío. El dueño del olivo estaba negociando el inicio de la cosecha, que podría ser a la mañana siguiente, era ambicioso y egoísta, así que de manera ruda mandó alejarse al pobre hombre.

A la mañana siguiente, los hombres y mujeres que venían a recoger la cosecha con sus grandes cestas comenzaron por el gran árbol, pero al verlo se quedaron sin palabras: el árbol que el día anterior crecía fuerte ahora estaba retorcido como por un remordimiento y entre su follaje no estaban los preciosos frutos, sólo algunas vulgares habas.

Una mujer desconcertada corrió a darle la noticia al dueño, pero el dueño incrédulo le contestó de malas maneras:

-"Vuelve derecha a tu trabajo, no tengo tiempo de escuchar tonterías".

Pero como la mujer insistía, finalmente fue a ver el olivo. Frente a sus ojos el olivo apareció con sus ramas llenas de habas. El hombre, que había sido duramente castigado salió corriendo y desapareció. Se dice que el olivo nunca más volvió a tener olivas, sólo habas.

Las brujas tomaron posesión de este extraño árbol, y ciertas noches puedes oír sus siniestros gritos y el sonido de sus danzas alrededor del retorcido tronco.

Ahora la gente pasa lejos del árbol, que en sus tiempos fue el honor de la Maremma y ha llegado a ser llamado: "El Olivo de las Brujas".




sábado, 9 de junio de 2018

Leyenda del Arpa misteriosa.


Dice la leyenda que en un palacio, el administrador encontró un día un documento en el que se decía que en el desván del edificio existía un arpa misteriosa y todos los que la escuchaban entraban en éxtasis. Esto le llamó tanto la atención que  subió al desván  del enorme palacio y buscando y rebuscando encontró un arpa allá en un rincón.

 Orgulloso de su hallazgo se presentó ante el rey con el documento y el arpa y le explicó todo lo que había averiguado. El rey no creía mucho todo lo que le estaba contando su administrador pero, como había puesto tanto empeño, le dijo:

 – “Muy bien, veamos, organiza un concierto”.

 El administrador buscó el mejor músico del reino y organizó un concierto. El auditorio se llenó de gente y cuando el músico comenzó a tocar el instrumento …  ¡nadie entró en éxtasis!.

¡Qué gran frustración! pero, a pesar de ello, nuestro administrador, que estaba convencido de lo que había leído, no se dio por vencido y volvió a insistir al rey, que volvió a darle una oportunidad, que volvió a resultar fallida. Seguía nuestro administrador sin darse por vencido y preguntando e indagando cómo podría hacerse realidad el documento encontrado.

Un día, hablando con un vecino de la comarca, volvió a preguntar si conocía a alguien capaz de tocar el arpa. El vecino le  dijo que, en la montaña, había un ermitaño que podría ser su hombre.

 Nuestro administrador, incansable, le comunicó al rey lo que había averiguado  y éste, resistiéndose mucho, le autorizó a organizar otro concierto.

–  ¡Nunca bajaba a la ciudad pero … era una invitación real! así que, accedió.

Organizado el concierto, el auditorio se volvió a llenar de la gente más importante del lugar, ataviada de sus mejores galas.

El ermitaño llegó de forma natural, tal cual vestía en la montaña, y se sentó junto al instrumento en silencio, entonces empezó a tocar el  arpa y, según iba saliendo la melodía de su cuerdas, el auditorio fue quedándose extasiado.

 Al terminar el concierto, todos preguntaban a nuestro ermitaño:

 – Pero… ¿cómo lo has conseguido? ¡otros grandes músicos antes lo habían intentado y no lo hicieron!

El sencillo ermitaño sólo podía dar una respuesta:

 – ¡Sólo la dejé sonar!






sábado, 2 de junio de 2018

La Sonrisa del Lobo.


En las lejanas tierras nevadas de Canadá, tuvo lugar la historia de cómo un lobo se convirtió en el mejor amigo del ser humano.
Cuenta la leyenda que en aquellas montañas vivía Skan (el cielo), el gran lobo gris plata junto a su manada de lobos árticos.
En aquellas tierras el viento soplaba con un cálido aroma de libertad, la luz dorada del sol bañaba un paisaje donde el equilibrio natural hacía que todas y cada una de las especies convivieran en paz y armonía.
Pero un día, con la llegada del hombre, la hermosura de aquellas tierras vírgenes y la pureza de sus aguas cristalinas empezó a desvanecerse, mientras el hombre avanzaba haciendo suyo todo lugar por el que pasaba.

Una mañana temprano, Skan se hallaba buscando una presa para poder llevar a su familia como desayuno, cayó mal herido en una de las trampas que los humanos habían colocado en el bosque. Y cuando pensó que ya no tendría salida, alguien le cogió del cuello lo montó en su mustang negro y lo salvó. Sí, un humano lo había salvado, pero aquel,...aquel era diferente, se trataba de un joven indio de la tribu de los Lakota, de piel rojiza y cabellos largos color negro azabache. Aquel muchacho lo rescató de una muerte segura en manos del depredador más temible de todos, el ser humano, el cual odiaba a los lobos.

Skan quedó completamente agradecido con aquel joven por su hospitalidad y cuidados..Al fin y al cabo, no era tan diferente a él, ambos luchaban por la libertad de los suyos y cruelmente eran rechazados y perseguidos.
Skan sentía de corazón que algún día no muy lejano podría devolverle el favor...

Así que por la noche, aulló a la luna en llamada a la Diosa Nokomi,(hija de la luna), para que le concediera el deseo de poder devolver el favor a aquel muchacho.

Ella le dijo que para protegerle debería aprender a sonreír....sólo así podría convivir en una comunidad de humanos sin que le tuvieran miedo...Skan aceptó y al día siguiente despertó diferente...su mirada de ojos pardos había retomado un brillo dulce color miel que emanaba ternura y sus dientes, ya no eran los de un lobo fiero y salvaje. Ahora en su rostro se dibujaba una hermosa sonrisa que desprendía simpatía y confianza...

Así pues, Skan se encaminó hacia la aldea de los Lakota y una vez allí algo mágico ocurrió...La gente lo trataba como a un Dios, ¡Es nuestro salvador! Gritaban llenos de júbilo y alegría, era curioso porque todas aquellas gentes le sonreían!.

El hermano lobo gris que sonríe ha venido al fin para proteger a nuestro pueblo, es Nordic, el legendario lobo gris que según la profecía vendría para salvarnos...
Y así fue, Skan se convirtió en el fiel compañero y protector de la tribu de los Lakota, pasó de ser un lobo gris a un perro con una bonita sonrisa, siendo así el pionero de las generaciones de nuestros actuales nórdicos.
A partir de entonces, se dice que los perros nórdicos son poseedores de la más hermosa y sencilla de las sonrisas, ....la sonrisa nórdica!


Autor: Miriam Perera.