sábado, 1 de noviembre de 2025

Samaín, la Fiesta de las Calabazas.

Estos días como todos los años ya tenemos el famoso Halloween entre nosotros, pero lo que no se sabe y yo entre ellos es que esta fiesta no es originaria de EE.UU, a que todos pensabais que era de allí, pero todos estamos muy equivocados, ya que es una festividad de origen Celta y cuyo nombre originario era el de Samhain,  por lo que vais a leer estaba mucho antes que la famosa celebración de EE.UU,  que poco a poco vamos adoptando sus costumbres sin saber que mucho antes ya la teníamos en nuestros países, y lo que es peor no sabemos conservar nuestras tradiciones, os cuento:

Samhain, es la festividad de origen celta  mas importante del periodo pagano que domino Europa hasta que se convirtió al cristianismo, en ella se celebraba el final de las cosechas y se consideraba el "Año Nuevo Celta", la "Fiesta de las Calabazas", se celebra cada año a finales de Octubre y principio de Noviembre sobre todo en Galicia, tradición heredada como ya hemos dicho del mundo celta que se ha conservado hasta nuestros días.

Tribus celtas que ocupaban parte de la actual Europa (en España en lugares como Galicia, el norte de Portugal, algunas zonas de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra) hace mas de 3.000 años consideraron estas fechas como el momento en el que se abrían las puertas que separaban los dos mundos, el de vivos y el de muertos, para que las almas visitaran sus antiguos hogares. Era la noche del Samaín, donde se unían a un tiempo los misterios ontológicos, ritmos de cosechas, el fin de año y estaciones, y que tenia como objetivo la reverencia a los ancestros.

El calendario galo dividia el año en dos mitades, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunacion: Octubre-Noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunacion: Abril-Mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo Celta. Todos los meses comenzaban con la Luna Llena, y la celebración del año nuevo tenia lugar durante las "tres noches de Samonios", la luna llena mas cercana de cada mitad del año durante las cuales se celebraban las fiestas.

La festividad céltica del Samhain se describe como una unión con los difuntos que en esta fecha tenían autorización para caminar entre los vivos, dándole a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evoluciono convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.

Cuando el Emperador Constantino decreto que los habitantes de su imperio se convirtieran al cristianismo, ante la imposibilidad de abolir completamente las fiestas paganas, la Iglesia decidió santificar algunas de ellas, En el siglo IX el Papa declaro el 1 de Noviembre como el día de Todos los Santos, en honor a todos los martirizados.

La misa que se decía en el día de los santos es el All Hallowmas y con los años se convirtió en All Hallows Eve, All Hallowed Eve y finalmente en el famoso Halloween.


sábado, 25 de octubre de 2025

El zorro y el espino ( Fábula )

Esta es la historia de un zorro pelirrojo que vivía en un bosque muy lejano, rodeado de otros animales. El zorro era joven, lleno de juventud y de energía, por lo que pasaba todos los días corriendo de un lado a otro, molestando a los demás sin parar. Uno pudiera pensar que un zorro con tanta energía terminaría por cansarse, o que al despuntar la noche se echaría a dormir en su madriguera, pero este zorro era una excepción.

Tenía tanta energía que, cuando oscurecía, se sentía incluso más activo que durante el día, y en vez de correr de un lado al otro trepaba a los árboles y saltaba de rama en rama, gritando y despertando a los demás animales que buscaban conciliar el sueño dentro de sus madrigueras. Por eso ya no le bastaba con correr por el bosque o con saltar entre los árboles, y quería algo que fuera un reto de verdad para él. Así, un día miró a su alrededor pensando qué podía hacer, cuando su vista captó una gran montaña que se extendía un poco más allá del bosque.

—¡Eso es! Subiré hasta la cima de la montaña y mañana temprano lo haré—Gritó el zorro para que todos los animales le oyeran.

Y así fue, pues la madrugada del día siguiente el zorro se levantó incluso antes de que saliera el sol. Lleno de energía, empezó a correr a toda velocidad, pues quería subir lo más rápido posible aquella montaña. Atravesó el bosque y llegó hasta las faldas de la montaña, aunque se intimidó un poco con la altura, que era imponente.

Sin embargo, no dejó que eso le amilanara y empezó a escalar. Con rapidez y velocidad, subió y subió, de una forma que parecía completamente inaudita para un zorro como él, pues no son animales escaladores. Y cuando el sol comenzó a salir por el horizonte, el zorro ya había llegado a la punta de la montaña. Entonces las cabras, que apenas se despertaban, se sorprendieron de lo lindo al ver un zorro en un lugar como aquel, solo reservado para algunos animales, pero el zorro se sentía el rey del mundo.

—Nada es imposible para mi —dijo con soberbia—, todo lo que quiera hacer lo podré lograr.

Más tarde, un poco aburrido pero aún con mucha energía, se dispuso a bajar, pero como era un zorro y no sabía muy bien cómo bajar desde un lugar tan alto, descendió a toda velocidad. La mala suerte hizo que perdiera el equilibrio, y empezó a rodar montaña abajo como una piedra rodante.

A punto ya de caer a un oscuro abismo, el zorro avistó un arbusto del cuál pensó que se podría sostener, y haciendo acopio de sus reflejos y de todas sus fuerzas logró hacerlo:

—Uff —dijo aliviado—¡Estuve cerca de caer!

Pero pronto se dio cuenta de que algo le estaba molestando en las patas… ¡le dolía enormemente! Y fue entonces cuando se dio cuenta de que se había sujetado a un espino y que le estaba lastimando las manos.

—¿Por qué demonios me estás pinchando? —Preguntó el zorro colérico al espino— Si me he agarrado a ti para poderme salvar.

El espino entonces respondió:

—No se de qué te estás quejando, si soy un espino y todos saben que las plantas como yo pinchamos a quienes se nos acercan, pues es nuestra forma de protegernos de los peligros, y tú fuiste quien decidió salvarse sujetándose a mi.

—¡Sí, pero esa no es razón para lastimarme! —dijo el zorro, sin entender lo que el espino quería decir.

—Pero es que no podría ser de otra forma —replicó entonces el espino—, porque es mi naturaleza, y si tú elegiste salvarte agarrándote a mí, no podías escapar de mis espinas.


Moraleja:

 La vida muchas veces no es como parece, y terminarán presentándose piedras por el camino que nos pongan las cosas difíciles. Por eso es muy importante que seamos personas racionales y pensemos siempre en las consecuencias o en las dificultades de las cosas con pensamiento crítico, pues todo no siempre puede ser posible por más que uno lo quiera.

Todos debemos reconocer nuestras limitaciones y fracasos con honestidad y aprender de ellos, en lugar de engañarnos a nosotros mismos con justificaciones o echándole la culpa a otros, y esa es la lección que debía aprender el zorro. El espino no era el culpable del peligro que él había corrido, sino que era él el responsable de no pensar bien en los posibles resultados de sus imprudentes actos.

sábado, 18 de octubre de 2025

La verdad del elefante ( Leyenda India )

El rajá, no solo era un buen gobernante, era muy querido por su pueblo, ya que su gobierno era justo y en sus dominios se vivía bien, también disponía siempre de tiempo para darle una buena educación a su hijo Ramani.

Un día Ramani le preguntó a su padre:

— Papá, ¿qué es la verdad?”

Esta pregunta tomó al Rajá por sorpresa, respondiéndole a su hijo:

— Te contestaré, pero debes darme algunos días para hacerlo.

Pasadas algunas lunas, el Rajá le dijo a Ramani que lo acompañara, y lo llevó a un ojo de agua. Ahí se encontraban un elefante y cuatro ciegos.

— ¿Qué tienen que ver ellos con la verdad? — preguntó el muchacho.

— “Pues, tu pregunta es difícil, pues la verdad no es algo que todos los hombres conocen, por lo tanto, te voy a mostrar qué es la verdad, y así podrás conocerlo tú también — respondió el Rajá

De manera que él Rajá se acercó a los ciegos, diciéndoles:

—  Vosotros estáis frente a un elefante, y ya que no pueden verlo, os acercaré para que lo toquen y sepan cómo es este animal tan majestuoso.

Agradecidos, los ciegos se dejaron conducir por el Rajá.

El primero de los ciegos, el Rajá lo condujo hacia una de las patas del elefante. —  “Estas patas parecen columnas” —  dijo el ciego.

Luego tomó al segundo, esta vez conduciéndolo a otra parte del animal, la panza. El ciego dijo: —  “Esto es muy redondo, como una gran esfera”.

Al tercer ciego el Rajá lo condujo a que tocara la cola, que es larga, con pelos al final, tan duros como un alambre: —  “Me recuerda a un cepillo” dijo el ciego.

Por último, llevó al cuarto ciego, que era una mujer, hacia la cara del elefante. Y al tocar sus grandes colmillos, la mujer se asustó: —  “Ha de ser un gran depredador, el elefante”.

Rama ni se impacientaba, por lo que le preguntó a su padre: “Bueno, ¿cuándo habrás de decirme qué es la verdad?”

El llamó a los ciegos y les preguntó:

—  Ustedes, que han conocido lo que es un elefante, ¿cómo creen que es?”

—  El elefante tiene grandes patas como unas columnas, por lo que debe ser muy alto” — dijo el primer ciego.

— No, el elefante, en realidad, es un animal redondo, como una gran pelota” — dijo el segundo.

— Más bien. creo que el elefante es un animal delgado, con pelos al final de las extremidades, pues eso sentí —  dijo el tercero

— Se equivocan todos, pues el elefante es un depredador de grandes y aterradores colmillos — dijo la cuarta ciega.

Después de escucharlos, el Rajá preguntó a su hijo: “¿Ya sabes qué es la verdad?”

— Lo único que he aprendido es que ninguno de los ciegos llegó a alcanzar la verdad completa de qué es un elefante. — respondió Ramani

— La verdad es que cada uno de ellos tiene una versión parcial de lo que es un elefante, todos tienen algo de razón y a la vez no lo tienen. Pues, cada uno de ellos conoció una parte del elefante, y hablan en base a lo que conocieron. De esta misma forma ocurre con todos los seres humanos. Cada quien tiene una verdad parcial, basada en lo que conoce, en su propia perspectiva. Esto no significa que la verdad de alguien más no tenga validez, solo significa que conoce algo distinto… y esto, hijo mío, esto es la verdad.



sábado, 11 de octubre de 2025

La Niña, el Sol y la Luna.

Dicen, cuentan, que hubo una vez en que la luna y el sol ocupaban el mismo cielo. Sí, como ahora. Pero en ese tiempo lo hacían a la vez, sol y luna, vivían juntos.

Por ello solo había días, pues el sol brillaba todo el tiempo, y las jornadas eran eternas. La luna pasaba desapercibida y sólo una vez cada 8 años, cuando se interponía entre el sol y la tierra, su sombra mandaba en la tierra oscureciendo el sol, y entonces las gentes descansaban.

Dicen, cuentan, que ocurrió que el sol se enamoró de una campesina que nació un año de fuertes lluvias e inundaciones. El sol, a partir del instante de su nacimiento, brillaba sólo para ella acompañándola en todo momento.

Dicen, cuentan, que esa niña creció y se hizo mujer, y jamás le faltó el sol. De forma que aunque lloviera, siempre había un claro por donde los rayos se colaban y la acariciaban, siempre…, menos una vez cada 8 años.

Dicen, cuentan, que su piel empezó a avejentarse de forma prematura, que sus ojos perdieron visión encandilados permanentemente y que su pelo se volvió frágil y quebradizo.

Dicen, cuentan, que una noche de sombras de luna, la mujer habló con ella y le contó su amor por el sol, que siempre la acompañaba y que nunca la dejaba sola, y que aunque comprendía que su vida se acabaría antes de tiempo por ese motivo, prefería vivir amada.

Dicen, cuentan, que la luna se lo dijo al sol

Y dicen, Cuentan,que desde ese día, el sol se esconde para dejar descansar a su amada.

Dicen,Cuentan,que la primera noche, al ver el efecto de la luna sola en el cielo, la campesina se enamoró de ella.

Y dicen que desde entonces la campesina solo vive las noches, para estar junto a su amada.

Y cuentan que el sol no hace más que dar vueltas a la tierra, buscándola.


Autor: Desconocido.


sábado, 4 de octubre de 2025

La princesa Acafala ( Leyenda de Perú )

Cuenta la leyenda que, hace muchísimo tiempo, en un alejado rincón de Perú, nació una princesa que era tan hermosa como lo son las estrellas y, conforme pasaba el tiempo e iba creciendo, se volvía cada vez más hermosa. Tenía el pelo negro como la noche, los ojos oscuros como el azabache y la piel morena y suave, como los pétalos de una flor.

El nombre de la princesa era Acafala, y daba igual por dónde pasara, pues todas las personas que se cruzaban con ella quedaban rendidas ante su inigualable belleza…Aunque también era muy admirada por su inteligencia y su sagacidad, pues no todo es el exterior de una persona.

Sin embargo, y a pesar de ser tan hermosa y tan inteligente, la princesa Acafala tenía un defecto, un terrible defecto, y es que se veía tan hermosa que trataba de competir con la luna, con el sol, con el arcoíris…y hasta con el mismísimo mar. ¡Era muy presumida! Y no dudaba en caminar por la playa, gritando al mar y al cielo:

—¿Acaso no veis que soy más hermosa que vosotros? ¡Nadie es más hermoso que yo!

Tan enamorada estaba de sí misma, que la princesa Acafala no tenía tiempo para dedicar a ninguno de sus numerosos pretendientes. Y es que Acafala no podía enamorarse de nadie, pues en su corazón no había espacio para amar a nadie que no fuera ella misma.

Así pues, sus padres, muy preocupados, la citaron un día en el salón del trono para hablar con ella sobre su futura boda. Intentaron convencerla de que había muy buenos pretendientes para ella, hombres de buenos valores y gran sabiduría y valía, pero Acafala no quería oír nada de aquello y con un gran berrinche se tapó los oídos y se alejó de sus padres escapando hacia la playa, llena de orgullo y soberbia. Entonces Acafala corrió y corrió hasta llegar al mar, ya de noche. En el cielo oscuro, frente al mar lejano, brillaban cientos y cientos de estrellas como grandes velas en medio de la penumbra que daban color al mundo, y la princesa Acafala las miró y dijo:

—¡Estrellas! ¡Sí, ustedes! ¡Sé que pueden escucharme! ¡Miradme bien, estrellas! ¡Miradme bien! ¡Nadie es más hermoso que yo, ni siquiera ustedes que iluminan la oscura noche! ¿Por qué me obligan mis padres a casarme, si nadie podrá jamás superar toda mi grandeza? ¿Para qué he de amar a alguien que no sea yo misma? ¡Nadie jamás podrá superarme, así que todo lo que quiero es ser admirada!

Dándose cuenta del mal proceder de la princesa, las estrellas decidieron dar una lección que Acafala jamás olvidaría, y así la convirtieron en una estrella, tal y como ella había querido ser. Pero no en una de las que iluminaban el oscuro firmamento, sino en una estrella de mar hermosa y de muy vivos colores, pero oculta en el fondo del océano, donde nadie podría jamás admirar su belleza.

Y de esta forma es como nació la primera de todas las estrellas de mar en el mundo, una estrella preciosa pero que nadie puede admirar ni tocar, pues viven solitas en el fondo del mar. ¡Una dura lección la que tuvo que aprender la princesa Acafala por culpa de su vanidad!



sábado, 27 de septiembre de 2025

La laguna del Cajas ( Leyenda de Ecuador )

Cuenta la leyenda que, antes, muchísimos años antes, toda la zona era propiedad de un rico terrateniente que, justo en el centro de las tierras, tenía una casa muy suntuosa. Muchos eran los campesinos y criados que trabajaban para este terrateniente y su familia, y él los trataba de forma cruel y despótica.

Un día sucedió que una pareja de ancianos apareció en las inmediaciones de aquellas tierras. Ambos eran muy viejos y se encontraban haciendo un largo viaje. Por lo tanto, al ver la ostentosa propiedad, el anciano le dijo a su mujer:

—Hemos caminado mucho y estamos muy cansados, estamos muy viejos para hacer todo el camino sin descansar, vamos a pedir un poco de agua y un lugar donde descansar en aquella casa, y así les advertimos a sus habitantes.

Su mujer estuvo de acuerdo, de manera que se acercaron a la puerta y tocaron hasta que fueron atendidos. El terrateniente en persona fue quien les abrió la puerta. Los ancianos le pidieron agua y un lugar donde descansar, pero este se burló de ellos, diciéndole a su sirvienta:

—Deshazte de ellos, que me molestan y no los quiero ver en mi propiedad.

Y acto seguido desapareció por el interior de la casa, cerrando la puerta de la entrada con un gran estruendo, pues era una puerta grande y pesada. Una vez el terrateniente hubo desaparecido, la sirvienta volvió a abrir la puerta, disculpándose con los ancianos.

—Perdonen a mi señor, que tiene muy mal carácter…pero vengan, que yo les daré lo que piden.

Así los llevó a un cobertizo, lejos del terrateniente y su familia, donde les dio agua, también un poco de pan y un poco de carne para comer, y les hizo un sitio entre la paja para que descansaran.

—Esto es todo lo que puedo ofrecerles, espero que sea suficiente—dijo amablemente la anciana.

 —Has sido muy buena con nosotros—, le dijo el hombre a la anciana—por eso te daremos un regalo. Pero debes saber que el día de mañana en este lugar habrá una catástrofe. Así que no te quedes de brazos cruzados y avisa a todos los campesinos que puedas, recoged vuestras cosas y marcharos antes de que llegue la madrugada, si no, no viviréis para contarlo.

La anciana hizo caso y así avisó a los campesinos. De esta forma, la propiedad quedó vacía, solo permaneciendo ahí el terrateniente, su familia y los animales.

Más tarde, temprano en la mañana, cuando el gallo comenzó a cantar, el terrateniente y los suyos fueron despertados por los gritos desesperados de sus animales. Luego notaron el agua que entraba a borbotones por las ventanas. La familia pudo correr y escapar hasta una montaña cercana, solo para ver cómo su suntuosa casa era tragada por las aguas.

Quedó en el lugar una hermosa laguna cristalina y, en el fondo, la ostentosa casa de un terrateniente que, por malvado y despótico, perdió todo lo que más quería en el mundo: su hogar.



sábado, 20 de septiembre de 2025

Leyenda de la Catarata.

A orillas del Iguazú tenían sus poblados los indios caigangues que vivían felices en las fértiles tierras bañadas por el río en dónde habitaba el dios Mboi, hijo de Tupá. Este dios que tenía aspecto de monstruosa serpiente, sólo les exigía como pago por su protección que una vez al año le fuera entregada una bella joven que debía de ser arrojada al río para que viviera solamente para su culto.

Esta ceremonia era muy importante para la aldea y por eso, el día señalado para la ofrenda, se celebraba una gran fiesta a la que eran invitadas las tribus vecinas. Un año fue elegida para el sacrificio la hija de Igobi, el cacique de la aldea, una hermosa joven llamada Naipí de la que se decía que cuando se asomaba al río éste se detenía para contemplar su belleza, quizás por eso Mboi estaba tan satisfecho con la ofrenda. Pero las cosas se iban a complicar un poco pues al frente de una de las tribus invitadas llegó un apuesto muchacho llamado Tarobá que al ver a la joven quedó prendado de su belleza hasta el punto de que decidió hablar con el padre de Naipí y con los ancianos de la tribu para salvar a la joven. Pero éstos no se dejaron convencer, la ofrenda era digna del dios y sería entregada.

Tarobá no se rindió y pensó que sólo la podría salvar si la raptaba, así que esperó a que la fiesta estuviera en su momento mas intenso y mientas el hechicero y los caciques bebían cauim (bebida hecha con mandioca o maíz fermentado) y los guerreros danzaban, él tomó a Naipí de la mano y la condujo a una canoa que tenía preparada en el río. Nadie se dio cuenta de la desaparición de la pareja, nadie excepto Mboi, que desde el río observaba la fiesta en la que le sería ofrecida la joven.

Tarobá impulsaba la canoa río abajo ayudado por la corriente, pero Mboi que estaba furioso comenzó a perseguirlos y su cólera fue tal que penetró en las profundidades de la tierra logrando que el curso de río se rompiera en dos partes, una se elevó a gran altura y la otra se hundió produciendo que el agua al caer formara una gran catarata que arrastró la canoa en donde viajaban los enamorados.

Pero esto no suavizó la furia de Mboi, no le bastaba con que ambos murieran, deseaba para ellos un gran castigo que durara eternamente, así que transformó a Tarobá en un árbol que nació inclinado sobre las aguas como queriendo alcanza a Naipí que a su vez fue convertida en una roca situada en el centro del río justo en el lugar en donde cae con más fuerza el agua de la cascada, luego él se adentró en una gran cueva para poder vigilarlos e impedir que se unieran de alguna manera.

Pero la fuerza del amor siempre intenta que dos corazones que se aman puedan en algún momento unirse y por eso, en días en que el sol luce con intensidad, surge un arco iris que enlaza al árbol con la roca permitiendo que durante un momento los amantes se encuentren a pesar de la oposición de Mboi.