sábado, 30 de marzo de 2019

La Maleta.


Esta mañana encontré en la estación de tren a una mujer vestida de oscuro. Llevaba una gran maleta con dos grandes hebillas. En el banco, dos bolsas de plástico anudadas llenas de ropa y un par de bolsos de mano con libros. En la mano, un monedero que agarraba con fuerza.

Tenía la mirada triste. Nos miramos y ella suspiró insinuando que no podría con tanto equipaje y luego encogió los hombros para quitarle importancia y decir que eso era lo de menos. Le sonreí para darle un poco aliento y le dije que no se preocupara, que cuando llegara el tren ya la ayudaría a subir sus enseres.

Me dijo que estaba nerviosa y le respondí que era normal cuando uno emprende viaje. Me explicó entonces que volvía a casa después de seis meses de duro trabajo en un centro porque su madre, que ya era mayor, le había dicho que allí la necesitaban más.
La maleta y el resto del equipaje estaban a rebosar, pero me dijo que sólo era ropa, que lo más importante era el dinero ahorrado que llevaba en el monedero y el cariño que dejaba atrás.

– No me dio tiempo casi de despedirme…Algunos ni siquiera saben que me he ido…-me dijo mientras sus ojos azules intentaban contener las lágrimas.
Subimos al tren, cada una con la mitad de sus enseres. Allí me di cuenta que llevaba un colgante de plata, una artesanía hecha a mano, con un sol, una luna y una estrella perforados. La hacían elegante pero a mi me hicieron pensar que simbolizaban sus largas jornadas de trabajo desde la mañana hasta el anochecer. Probablemente un regalo de los que gracias a ella tuvieron sus días más livianos.
Cuando llegó mi estación, la abracé y le deseé buen viaje y mucha suerte. Me sonrió con tristeza.

Antes de que la puerta del tren se cerrara me giré para mirarla. La vi. de pie, haciendo guardia delante de su gran maleta y sus bolsas. Se llevó la mano al collar y acarició el medallón.

Esta mañana encontré en la estación de tren a una mujer vestida de oscuro. Llevaba una gran maleta con dos grandes hebillas pero dos bolsas a rebosar y un par de bolsos con libros. Viajaba triste, porque todavía no se había dado cuenta que el equipaje más valioso ya lo llevaba consigo, todo el cariño de la gente que había conocido estaba en su corazón.

Fin

Autor: Lydia Giménez Llort





18 comentarios:

  1. Un bonito relato que me ha dejado una sensación de tristeza, pero me ha encantado leerlo Piruja.
    Un abrazo.

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  2. Tiene un deje de tristeza que no le quita mérito alguno.
    Besos.

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  3. Me hiciste pensar que toda nuestra vida coge en un par de maletas ..pero lo más importante en nuestro corazón no se ven las personas que pasan por ella y en este cogen todas las que queramos .
    Un texto muy bueno aunque sea triste ..quizás ese viaje es el paseo hacía la felicidad.
    Un fuerte abrazo ..feliz semana.

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  4. Me ha encantado el relato. Lo que guardamos en el corazón es el verdadero equipaje. Es algo que no pesa y se puede llevar con nosotros a cualquier parte. Un abrazo, Campirela

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    1. Perdón, quiero mucho a Campirela, pero el comentario era para Piruja. Lo siento me he equivocado. Un abrazo a las dos.

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    2. Hola Rita, no te preocupes que no pasa nada:)

      Besos.

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  5. Momentos vividos muy duros y los por encontrar a su regreso, seguramente. Me quedo con el misterio.
    Un abrazo.

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  6. Bonito relato que me ha hecho recordar las veces que he tenido que prparar mi maleta sin poderme llevar lo mejor que dejaba del lugar que dejaba: personas inolvidables y diferentes experiencias pero así es la vida y hay que aceptarlo.Besicos

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  7. Es precioso lo que nos traes,amiguca
    Esa clase de personas abundan en este mundo,aunque sólo nos quedamos mirando lo malo,pero es tan tierno y verdadero,como la vida en sí misma
    Cuánto habrá hecho esa mujer por los demás!!Y ahora sigue su viaje a continuar dándose
    Te diré que es la forma en el que la generosidad se puede descubrir,así
    Me ha impresionado la belleza
    Besucos linda

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  8. Me ha encantado Piruja.... que bonito. Besitos.

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  9. Un precioso mensaje en un hermoso relato. A mi también me pasa que cuando salgo a las calle me encuentro con personas inmensamente cariñosas, sobre todo cuando estoy triste. Eso infunde alegría y fuerza para seguir luchando en la vida. Un gran abrazo!!

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  10. Un relato muy bonito. Triste y hermoso.
    Me ha gustado mucho.
    Un beso.

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  11. Muchas veces en las maletas no cabe lo que tu querías meter, no solo se compones de ropa y enseres, algunas veces querrías encerrar en la maleta, el corazón de la persona amada.
    Un besito ¡guapa!

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  12. Hola Piruja.. Que buen relato, la historia de quien deja atrás todo lo que tiene, porque las amistades, el cariño, las vivencias no caben en una maleta, eso se lleva en el corazón y en la memoria..
    Un abrazo..

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  13. Bonito relato, hay veces que en esta vida, tenemos que dejar atrás demasiadas cosas y aprender a hacer nuevas amistades, olvidando parte de lo que hemos vivido hasta el momento.
    Besos.

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  14. Es cierto, a veces el equipaje se lleva en el interior. No se necesita más.
    Es triste el relato, pero lleno de ternura y sobre todo de toda una lección para aprender.
    Besosssss

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  15. Excelente y conmovedor relato, es cierto que lo mejor lo llevamos en el corazón y en la memoria es el equipaje mas valioso para todos.

    Saludos y abrazos.

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  16. Triste y bello relato amiga. Cierto que lo mejor lo llevamos con nosotros. Saludos y abrazo.

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