sábado, 20 de agosto de 2016

Leyenda de las "Lágrimas de Sirena"


Hubo una vez un joven. Cansado de las batallas entre los clanes, las masacres y las peleas, decidió retirarse a un monasterio para recuperar la paz en su alma atormentada. El monasterio estaba en el valle que había entre dos montañas, oculto a la vida del exterior para no perturbar a los que buscaban paz allí  Estaba construido con piedra, contaba con una torre principal para llamar a la meditación y dos torres dispuestas a cada lado de esta, desde las cuales podía divisarse a los viajeros que se aproximaran. A su lado fluía un arroyo que se había canalizado para que fluyera por el patio del monasterio, para así tener agua. Estaba rodeado de arboles grandes y fuertes, robles, fresnos, encinas, chopos,... Gran diversidad de plantas existían en aquel lugar, entre las cuales los animalillos del bosque se escondían de los extraños y de los viajeros que por allí pasaban.

El lugar reposaba una paz extraordinaria, y por ello el joven decidió ir allí  creía que allí conseguiría la paz que tanto ansiaba para sanar sus pecados. Atrás dejo la vida que llevaba  Atrás dejo la vida de guerrero y de riquezas, las noches de celebración y las hermosas muchachas que deseaban cortejarlo  Fue aceptado como monje, y se pasaba los días pidiendo perdón a los dioses por todo el dolor que había causado. Paseaba por los pasillos, caminaba por el patio y subía a las torres. Siempre pidiendo perdón.

Cierto día  cuando paseaba por el patio una bocecilla le llamo. El joven se giro, pero no vio nada. La bocecilla grito "¡ Aquí, en el agua!". Era una hermosa kelpie que le estaba llamando para que se acercara. El joven se aproximo y observo a la hermosa kelpie, sin dejar de preguntarse porque aquel espíritu del agua le llamaba. La joven kelpie tenia una mirada penetrante, ojos verdes, sus cabellos eran negros como la noche, y lisos como el cielo, sus labios eran rojos y carnosos. Su piel brillaba con los reflejos que el sol producía en el agua.

Finalmente la kelpie le pregunto porque pasaba los días pidiendo perdón  El joven le contó el por que de aquello. Le contó los pecados que había cometido, los excesos en los que había caído y las atrocidades cometidas. La joven kelpie escuchaba atentamente al joven. Le había estado observando todos los días desde su llegada, ya que era muy joven para estar allí  y a la kelpie le había atraído. La kelpie se había encaprichado con el, el joven era guapo y la kelpie, como son de naturaleza todos estos pequeños espíritus  quería tenerlo para ella.

Pasaron los días  y todos los días la kelpie se presentaba ante el joven, hasta que cierto día la hermosa kelpie le confeso lo que sentía  El joven, que no quería negarse abiertamente ante la divinidad temiendo el castigo, le dijo que era imposible lo que le proponía  que el no podía vivir bajo el agua, ya que no podía respirar, y ella no podía vivir en la tierra.

La joven kelpie paso días y semanas buscando una forma para que aquel joven estuviera con ella, pero siempre fracasaba. Ante la evidente verdad la kelpie se entristeció  Comenzó a llorar. Lloro y lloro porque no podía estar con aquel joven al que quería  Mientras se despedía de el seguía llorando. Su pesar era abismal, nunca había sentido nada igual por un mortal. Su corazón rompió de tristeza y dolor. Poco a poco sus lagrimas se convirtieron en pequeñas piedras de color verde grisáceo  Aquellas piedras, que manaban de los ojos de la joven kelpie, quedaron esparcidas por todos los lagos, ríos y arroyos para recordar a todos quienes encontraran sus lagrimas que una vez amo. Amo con esperanza de que se cumpliera su amor, por lo que manaban verdes, y perdió el amor con gran pesar y tristeza en el alma, por lo que manaban también grises.


Autor: Desconocido.


16 comentarios:

  1. Preciosa Leyenda como siempre querida Piruja.

    Me encantó.

    Saludos.

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  2. Que triste es esta vez tu leyenda, triste y hermosa a la vez.
    Besos.

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  3. Si no recuerdo mal esta ya la publicaste, pero de todos modos no importa. Siempre es un placer estar en tu casita un rato y leer estas preciosidades
    Un abrazo para las dos

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  4. Comprobado a las féminas les gustan los pecadores.

    Abrazos

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  5. Hermosa y a la vez triste leyenda, me ha encantado leerla y transportarme en ese hermoso paraje del monasterio,por cierto ya me solventaron los de blogger el problema de seguir blogs ya soy seguidora jeje,besos

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  6. Me he sentido trasportada a ese paraje tan maravilloso que has descrito en esta leyenda.Besicos

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  7. Preciosa leyenda Pili. Muchas gracias. Besetes.

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  8. Es triste pero muy preciosa.

    Me ha gustado mucho.
    Feliz domingo y un besito muy grande

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  9. Pilar, nos dejas una historia cargada de simbolismo...La tristeza y la alegría se materializan en la naturaleza, en este caso las lágrimas de frustración se convierten en piedras verdes y grises...Siempre nos dijeron que las piedras tenían gran magnetismo y poder mágico.
    Mi abrazo y mi cariño por tan bellas historias, amiga.
    Feliz semana.
    M.Jesús

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  10. Como siempre tus leyendas son muy bonitas y la mayoría de las veces tristes, pero a mi no me impresiona, yo también perdí a mi amor hace mucho, los dos éramos muy jóvenes.
    Un besito

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  11. Una leyenda preciosa, entregada a la naturaleza misma, aunque triste es muy hermosa.

    Besos amiga! ^_^

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  12. Preciosa leyenda.
    Llevo tiempo alejada de los blogs, pero ya estoy de vuelta. Me encantan tus historias, salgo encantada de tu lugar.
    Agradezco tu visita y tu generoso comentario.
    Cariños varios, querida Piru.

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  13. Es muy bonita, siempre tienes leyendas preciosas. Besos.

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  14. Hola Piruja, buenas tardes,
    hermosa leyenda, triste, pero hermosa,
    mmmm el amoooooooor y sus vueltas...

    Te deseo un lindo fin de semana
    un beso grande

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  15. ¡Hola Pirujiña!!!

    Me parece que hay una eternidad que no paso a visitarte, bueno se van acabando las vacaciones y aunque el ánimo anda flojito, se acerca septiembre y lo prometido es deuda y entonces habar si a primeros puedo poner una entrada nueva.

    Esta es una preciosa leyenda aún con esa melancolía no le quita ni un ápice de belleza. Así es el amor... A veces inalcanzable.

    Te dejo un fuerte abrazo y mi gratitud siempre.

    Se muy feliz.

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