sábado, 1 de abril de 2017

Irena Sendler ( La madre de los niños del Holocausto )


Hola amigos, hace mucho tiempo publique la labor que hizo esta gran mujer en su vida, la vuelvo a publicar de nuevo, por si alguno de vosotros no lo vio en mi anterior blog y así saber la gran humanidad que tenia Irena Sendler, y que hoy en día poco se ve en la gente y mas aun en los que pueden y no lo hacen.

Irena Sendler nació con el nombre de Irena Krzyzanowska, un 15 de febrero de 1910, en Otwock una ciudad a unos 15 kilómetros al sudeste de Varsovia, en el antiguo Imperio Ruso. Su padre, Stanisław Krzyżanowski, era un médico reconocido y uno de los primeros socialistas polacos. Desde su infancia, Irena sintió simpatía por los judíos. Su padre falleció en 1917 a causa del tifus enfermedad contraída al tratar a varios pacientes judíos rechazados por sus colegas. “Aunque no sepas nadar, si ves a alguien que se ahoga, lánzate a salvarlo”, le dijo poco antes de morir. Así, aprendió que lo más importante es el amor y la compasión por el ser humano, sin distinciones. En sus propias palabras, «la razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.»Tras la muerte de su padre, los líderes de la comunidad judía ofrecieron pagar los estudios de Irena.

Desde joven en una Polonia amenazada por la política de pre-guerra, ya Irena mostraba su carácter beligerante al oponerse al sistema de discriminación adoptado por algunas universidades, como resultado fue suspendida en la Universidad de Varsovia durante tres años.

Irena Sendler se convirtió en una notable heroína que desafió a los nazis y salvó a 2.500 niños judíos, sacándolos de contrabando fuera del gueto de Varsovia. Gracias a su trabajo como trabajadora social y profesional de la salud, colocó a niños en escondites seguros entre 1942 y 1943, encontrando a familias no judías para adoptarlos.

Cuando Alemania invadió  Polonia en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, que llevaba los comedores comunitarios de la ciudad. Allí trabajó incansablemente para aliviar el sufrimiento de miles de personas tanto judías como católicas. Gracias a ella, estos comedores no sólo proporcionaban comida para huérfanos, ancianos y pobres sino que además entregaban ropa, medicinas y dinero.

En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia e Irene, horrorizada por las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, Zegota. Ella misma cuenta: “Conseguí, para mí y mi compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más tarde tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controláramos el recinto.”

Cuando Irena caminaba por las calles del gueto, llevaba un brazalete con la Estrella de David, como signo de solidaridad y para no llamar la atención sobre sí misma. Pronto se puso en contacto con familias a las que les ofreció llevar a sus hijos fuera del gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito. Era un momento horroroso, debía convencer a los padres de que le entregaran a sus hijos y ellos le preguntaban: “¿Puedes prometerme que mi niño vivirá?”. ¿Qué se podía prometer cuándo ni siquiera se sabía si lograrían salir del gueto? Lo único cierto era que los niños morirían si permanecían en él. Las madres y las abuelas eran muy reticentes a entregar a sus niños, algo absolutamente comprensible pero que resultó fatal para todos. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerles cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte.

A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano del 42, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos, ella y sus colaboradoras (casi todas eran mujeres) sacaban a los niños, a veces de meses, escondidos en sacos, en cajas, bajo la camilla de las ambulancias, hasta en ataúdes. Los mayores salían por las alcantarillas, por agujeros en los muros o aprovechando una iglesia que quedaba mitad en el gueto y mitad en la “zona aria”. Les enseñaba unas plegarias católicas, y entraban por una puerta como niños judíos, y salían por la principal como chavales católicos.

Irena vivía los tiempos de la guerra pensando en los tiempos de la paz. Por eso no le alcanzaba con mantener con vida a esos pequeños. Quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales, sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades.

Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampita ajada de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en vos confío”, la conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.

Aunque era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos, soportó la tortura y se negó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos. Le quebraron los pies y las piernas. Pero nadie pudo quebrar su voluntad. Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un “interrogatorio adicional”. Al salir, le gritó en polaco “¡Corra!” Al día siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes. Irena continuó trabajando con una identidad falsa.

En 1944, durante el Levantamiento de Varsovia, colocó sus listas en dos frascos de vidrio y los enterró en el jardín de su vecina para asegurarse que de llegarían a las manos indicadas si ella moría. Al finalizar la guerra, Irena misma los desenterró y le entregó las notas al Doctor Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento de los judíos sobrevivientes. Lamentablemente la mayor parte de las familias de los niños había muerto en los campos de concentración nazis. En un principio los chicos que no tenían una familia adoptiva fueron cuidados en diferentes orfanatos y poco a poco se los envió a Palestina.

Los niños conocían a Irena sólo por su nombre clave “Jolanta”. Pero años más tarde cuando su foto salió en un periódico tras ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra, un hombre, un pintor, la llamó por teléfono y le dijo: “Recuerdo su cara. Usted es quien me sacó del gueto.” Y así comenzó a recibir muchas llamadas y reconocimientos.

En 1965 la organización Yad Vashem en Jerusalén le otorgó el título de Justa entre las Naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel. El comunismo silenció su labor porque, además de antinazi, también era anticomunista. Pero en noviembre de 2003 el Presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Órden del Águila Blanca.

Murió el  12 de mayo de 2008 en Varsovia (Polonia), a los 98 años de edad, después de haber sido propuesta para el Premio Nobel de la Paz, galardón que finalmente obtuvo Al Gore. Se rodó una película sobre su vida “Los niños de Irena Sendler”, también titulada como “El corazón valiente de Irena Sendler”.  El guión está basado en el libro de Anna Mieszkovskoy “Madre de los niños del Holocausto – la historia de Irena Sendler” .

Siempre renunció a verse como una heroína, y se sentía mal por ser la última superviviente de los pocos católicos polacos que ayudaron a los judíos en la invasión nazi: “Merecían los homenajes tanto o más que yo”.





16 comentarios:

  1. Qué quieres...a mi las historias como ésta me emocionan hasta la médula. Son de gente real, valiente, luchadora, honesta y buena como pocos.
    Admiro a la gente así y doy gracias, sobre todo las darán a quienes salvó, pero yo también de que existieran y existan.
    Bravo por ella.
    Besos.

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  2. Una admirable historia de Amor de Irene hacia los más necesitados que no dudó en arriesgar su propia vida para entregarla a los demás.Personas así son las que hacen un mundo mejor y más bueno y que a pesar de la gran maldad que existe nos hace que confiemos en la bondad humana.Seguro que ahora está disfrutando junto a Dios.Besicos

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  3. Una gran mujer que vivió con el propósito del cual nos has hablado. No en vano a quedado su legado de su heroica lucha. Un beso Pili acaba de pasar un lindo fin de semana.

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  4. La conocía. Qué gran mujer. Quiero decir que conocía su nombre.
    BEsos.

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  5. Pilar, esta bella e inolvidable historia también la publiqué en mi blog hace tiempo...Realmente Jolanta fue una heroína, no dudó en ayudar a los niños, por encima del miedo y las circunstancias...Será recordada por siempre en su país y en muchas partes del mundo. Gracias por traerla de nuevo, es bueno no olvidar a estas grandes personas, que nos dejan su valentía y generosidad como ejemplo.
    Mi abrazo y mi cariño, amiga...(no te pierdas mi último poema)
    Feliz fin de semana.

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  6. Hermosa historia de la vida real. Una heroína que hubiera merecido ese Nóbel.
    Me alegra que hayas solucionado tu problema creando este nuevo blog, además veo que has recobrado las viejas y tan valiosas entradas.

    Un beso :)

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  7. Hola mi niña
    Una mujer fuera de serie y una gran heroina. Se tiene que tener mucho valor y fortaleza para hacer todo lo que ella hizo. Una gran mujer
    Besitos para las dos

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  8. Una gran mujer. Una historia muy bella que bien merece ser recordada.

    Un besito. Feliz comienzo de semana.

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  9. Hola Piru, muy buenas tardes,
    98 años de historia y ejemplo.
    si si si, tus seguidores recordamos tu post =)


    Un abrazo a la distancia
    ten una gran semana

    (No fue que me olvidé del rincón de Piru, simplemente estuve tres meses fuera)

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  10. Maravillosa e increible mujer, fue un ángel para velar y salvar a tantos niños judíos, que sin ella hubiesen muerto en los campos de concentración.
    Escribí en mi blog hace tiempo, sobre Jolanta, cuando ella fue propuesta para el PREMIO NOBEL DE LA PAZ, el mundo fue mejor en esa etapa de terror, porque ella lo hizo posible. Nuestra admiracion por esta heroína es un leve homenaje a lo que ella se mereció con su labor en la segunda guerra mundial.

    Un abrazo con cariño.
    Ángeles

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  11. Hola Piruja, hoy nos presentas a una gran mujer, una heroína, luchadora incansable.
    Este tema siempre me conmueve de forma muy especial.
    Gracias por compartirlo.
    Feliz semana Piruja.
    Besos.

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  12. Esta maravillosa mujer fue el equivalente femenino de Oskar Schindler, hizo tanto o más que él, pero nunca se ha reconocido su labor del mismo modo, mujer al fin y al cabo, siempre ha existido la discriminación.
    Besos

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  13. ¡Hola, Piruja!!!

    Nos dejas una entrada preciosa, súper interesante y también reflexiva: de estos/as heroínas no quedan. Y como tú bien dices y dices bien, los que pueden no lo hacen, se sientan a ver si todo pasa…
    He leído hace unos cinco años toda la historia toda su biografía y su admirable trayectoria.
    ¡Pienso qué, no sé como no está en los altares como Teresa de Calcuta! Lo merece Ojalá que nunca -nunca vuelva a repetirse la historia en ningún país del mundo, con lo que se está viendo. Roguemos por la paz en el mundo tan necesaria.


    Visitaban a ésta valiente y gran mujer de casi noventa años y se sucedían las visitas con frecuencia bajo la advertencia de su hija, Janka, decía que quien entraba a su habitación salía llorando.
    Era una persona prudente, amable, heroína, sabia, y elegante, así se recuerda a esta mujer polaca que terminó sus últimos años postrada en una silla de ruedas en un asilo de Varsovia y, creo firmemente que fue merecedora de algo mejor.

    Así es la vida, reina: unos disfrutan haciendo todo el bien que pueden y a veces más… Y otros miran para otro lado…

    Un abrazo inmenso, mi gratitud y toda mi estima.
    Feliz fin de semana.

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  14. Qué gusto da leer historias así. Estas personas no deberían marcharse jamás. Buen finde Piruja. Un abrazoooo.

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  15. Dentro de los momentos más oscuros de la historia, surgen las personas con mayor luz. Es impresionante. Gracias por compartirla, no la conocía.
    Muchos besos.

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  16. Sin duda, la historia de esta gran mujer, es la historia de una heroína, de un alma buena y libre que luchó por salvar de la barbarie a muchos niños. Las guerras muestran la miseria más cruenta de la que es capaz el ser humano. Pero también, entre tanta maldad y como rayos de luz de inagotable fuerza, aparecen ángeles salvadores que dan esperanza a esta nuestra especie humana.
    Una historia increíble que no conocía. Un fuerte abrazo amiga.

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