lunes, 6 de octubre de 2014
Leyenda de la Princesa de las Nubes.
Nacido en buena familia, Daye era un niño guapo y muy inteligente. Cuando tenía diecisiete años se convirtió en el joven más solicitado de su pueblo. Venían los casamenteros casi todos los días para recomendarle chicas guapas de buena familia. Pero sus padres los rechazaron tajantemente, porque el padre de Daye había tenido un sueño, en el que un viejo inmortal le anunció que su hijo tenía que casarse con la Princesa de las Nubes. Pasaron dos años, al ver que no venía la anunciada novia de su hijo, los padres se ponían cada vez más nerviosos, porque ningún casamentero volvió a pisar su casa. Se arrepintieron de no haber escogido una chica de buena familia para su hijo.
Un día, cuando Daye estaba leyendo en su estudio, súbitamente una agradable fragancia le llamó la atención. Levantó la cabeza y vio a una joven bellísima entrando por su puerta. Varias criadas vestidas con fina seda y de buen porte le seguían el paso. Enseguida, su estudio se perfumó de un aroma embriagador y se iluminó con la extraordinaria presencia femenina.
El joven quedó totalmente sorprendido de la extraordinaria aparición de la bellísima y elegante dama en su casa. Se puso sonrojado y un poco cohibido, pero acertó a decir algo que podía encajar en esa situación:
—¡Dichosos ojos que ven la hermosura que ennoblece mi casa! La bella visitante sonrió dulcemente, tapándose los dientes de perlas con la larga manga de seda. En eso, una de las criadas dijo:
—La dama es la Princesa de las Nubes. Venimos de la Residencia Celestial.
Daye se quedó casi anonadado con la súbita aparición de la Princesa tan largamente esperada. Hechizado por la belleza de la lindísima mujer, se quedó en el acto enamorado. Pero la emoción le robó las palabras. Por rubor, la joven tampoco encontraba de momento tema de conversación. Los dos se quedaron durante un buen rato, que se interrumpió afortunadamente con la intervención de una criada inteligente, quien puso entre los dos un tablero de damas chinas.
Nunca antes Daye había perdido una partida en el pueblo, pero hoy no podía ganar de ninguna manera a la Princesa de las Nubes. Antes de despedirse, la bella mujer le dejó mil monedas de oro para que construyera una casa, y quedaron en verse cuando estuviese concluida la obra. La Princesa se fue, dejando en el joven enamorado una viva añoranza.
Antes de que pasaran dos meses, la nueva casa quedó construida y amueblada. Esa misma noche se presentó misteriosamente la princesa. El joven le pidió la mano, pero la princesa le dijo:
—Si nos casamos, podemos vivir juntos sólo seis años. En cambio, podemos ser amigos durante treinta años. Tienes que elegir.
—Vamos a casarnos primero dijo Daye—, luego veremos lo que se puede hacer después.
Esa misma noche se casaron. Vivieron seis años juntos impregnados de felicidad. Tuvieron un hijo y una hija. Parecía que iban a vivir toda la vida felices, hasta el punto que Daye perdió la noción del tiempo y olvidó la separación anunciada. Un buen día desapareció misteriosamente la Princesa de las Nubes. Daye se acordó repentinamente de que ese día se cumplía el sexto aniversario de su matrimonio y comprendió que toda opción inevitablemente comporta una renuncia.
Autor: Desconocido.
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Bueno pues para eso están las advertencias ejje Él ya sabía que eso podía pasar pero aún así no quiso renunciar a poder ser feliz al menos durante seis años.
ResponderEliminarPues otra bonita leyenda que nos dejas de nuevo y que mola a estas horas de la mañana.
Venga gaitera escocesa jajaja vamos a ver si vamos a currar
cuidaos mucho y llevaros un saquillo de besotessssssssssssssssssss
Magnífica leyenda con una moraleja final muy aleccionadora y cierta.
ResponderEliminarBesos.
Muy bonito, pero:
ResponderEliminarLo que puede variar segun el momento que te toque vivir.
Si hubiese sido en la actualidad, hubiesen vivido 30 años juntos, como amigos, con derecho a .........
Hubiese estado justificado?
manolo
Pilar, tus bellas historias como siempre nos hacen pensar...El joven eligió casarse, porque era lo que más deseaba en ese momento. Se dejó llevar por la emoción y la pasión...Pero, a veces debemos pensar con calma y prudencia los pros y los contras de lo que elegimos, porque nos hacen perder mejores oportunidades y buenas experiencias...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tus buenas y profundas leyendas e historias, amiga...Son verdadera sabiduría.
Feliz semana, Pilar.
M.Jesús
¡Qué poco sabemos ceñirnos a las renuncias! Por encima de las nubes hay alguien que mueve los hilos, movimientos que no comprendemos, pero que de seguirlo y aceptarlos, nos conducen por la vía de la humildad. Un cuento precioso.
ResponderEliminarBesos
Pero, que le quiten lo bailado, que vale más pájaro en mano que ciento volando.
ResponderEliminarUna bonita y romántica historia aunque al final el pobre Daye se ha quedado sin su amor y con dos hijos a su cargo.......el amor profundo se olvida del tiempo pero no ha ocurrido así con la princesa y eso me hace pensar que su amor no era auténtico.Besicos
ResponderEliminarUna magnífica leyenda que como siempre nos deja una enseñanza.
ResponderEliminarPero cuánto no dejamos pasar de largo en la vida a veces por indecisiones o consejos de terceros.
La realidad es que solamente en el hoy estamos vivos para lograr la felicidad, al menos para intentar construirla, el mañana para todos es tan incierto.
Su amor fué decisión y entrega y tuvo de recompensa seis años de felicidad, quizás de no haberlo hecho toda la vida recordaría el amor que dejó escapar.
En fin...
Abrazotes por dos y que tengas una recontralinda semana
Una bella historia. A veces, es muy difícil tomar una decisión.
ResponderEliminarUn relato lleno de profundidad.
Besitos. Feliz semanita.
Que cuento tan bonito aunque el final sea un poco triste, pero ambos eligieron la opción de amarse intensamente durante seis años y eso tenía un precio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, el amor tiene rosas y espinas.
Besos
Y yo viajando en mi nube y no la he encontrado, mala suerte, y como siempre preciosas las leyendas que nos dejas.
ResponderEliminarBesos,
Fue una mala faena pactar el fin de un idílico romance, pues ellos olvidaron, no así las divinidades.
ResponderEliminarOtra leyenda preciosa...abrazos.
Una preciosidad de cuento.
ResponderEliminarEs cierto; toda opción inevitablemente comporta una renuncia. Él estaba avisado y aún así se comprometió al matrimonio con la Princesa de las Nubes.
¡¡¡Que ganas tenía de volver a este Rincón lleno de Magia y Encanto!!!
¡¡¡Gracias, siempre, por estar ahí con tu Presencia en mi blog!!!
Abrazos y Besines.
Hola Piruja, es cierto que toda opción comporta una renuncia pero a veces no nos paramos a pensar que esa renuncia llegará tarde o temprano.Bueno,yo habría escogido casarme porque mas vale seis años completos que 30 incompletos,no??.
ResponderEliminarBeso mas que grande!!
Deben de tener en cuenta que los pactos son casi siempre para cumplirlos ,por eso tenemos que tener cuidado en sellar unos pactos que en su momento nos arruinen la felicidad.
ResponderEliminarUn cuento muy bonito pero triste.
Saludos
A veces deseamos tenerlo todo tan amarrado y cercano que nos olvidamos que esto lo único que causa es el daño anunciado.
ResponderEliminarUna pastilla mojada de jabón en la ducha, más se escapa cuanto más se aprieta ¿verdad?.
No se puede burlar el destino, es mejor tratar denegociar con él.
Besotes Piru que ya es martes y nos queda ná para el finde.
Más o menos como la pura realidad !!
ResponderEliminarUna bonita leyenda, así son tus entradas, es pasar a leer un cuento bonito y salir después con la magia en la mirada. Encantada de leerte. Un beso.
ResponderEliminarAmiga Piruja, nos traes una leyenda muy grata, con un final un poco trite, aunque tubieron seis años de gran felicidad. ¡¡hay que tener en cuenta las advertencias!!.
ResponderEliminarUn abrazo..
Conchi.
Nos trae una preciosidad de leyenda o cuento.
ResponderEliminarEs dificil tomar decisiones tan importantes. El prefiero 6 años de felicidad a 30 años de amistad.
El final es triston, ya que cuando hay amor, la separacion es dificil.
Un beso Piruja
Isa
En la vida hay que hacer muchas elecciones y una vez hechas hay que ser consecuentes con lo que se ha decidido .El joven Daye prefirió o eligió casarse con ella quizá porque pensó que no se cumpliría lo de los 6 años pero ... se cumplió , eligió 6 años como esposo antes que 30 como amigo y se quedó solo con sus hijos . Como bien dice la historia al final , toda opción conlleva una renuncia .
ResponderEliminarMuy bonita historia, Pili . Gracias siempre por traernos hermosas historias para reflexionar , Un abrazo grande
Muchísimas gracias a todos por venir y comentarme, os lo agradezco de corazón:)
ResponderEliminarBesos a todos.
Esta es preciosa, y la moraleja aun mejor.
ResponderEliminarQue es esta vida si no una elección...
Besos