jueves, 18 de junio de 2015
Leyenda de Hanasaka
Hace mucho, mucho tiempo, en una aldea de Japón, un viejo campesino que vivía con su mujer en una casa humilde se encontró con un perrito blanco. El viejo, que era una persona muy honesta y sincera, acogió al perrito y le dio de comer. Un día, el perro se puso a ladrar en medio del campo en el que estaba labrando el viejo: cavó y empezaron a salir monedas de oro.
El vecino del viejo, un hombre mentiroso y malvado, al verlo, se llevó al perrito, lo llevó al campo y le hizo buscar oro. Cuando el perro se puso a ladrar en un lugar determinado, el mentiroso empezó a cavar, y lo que salió fueron serpientes y sapos. El mentiroso se enfadó y mató al perro.
El viejo labrador estaba tan abatido por la pérdida del perro, que se lo llevó y plantó un arbol junto a su tumba. El arbol brotó rapidamente y con la madera hizo un mortero en el que preparar pastelitos de arroz que eran los favoritos del perro. Pero para su sorpresa, los pastelitos se empezaron a convertir en monedas de oro.
Cuando se enteró el mentiroso, le robó el mortero, sin embargo, en lugar de convertirse en monedas el arroz se convertía en lodo. El mentiroso, enfurecido quemó el mortero, y el viejo labrador, de nuevo apenado, se llevó las cenizas y las tiró sobre un campo de rábanos que también le gustaba al perrito para que crecieran sanos y fuertes, pero una racha de viento se las llevó a un cerezo muerto.
Y sucedió otro milagro, el cerezo cobró vida y empezaron a brotar flores de un rojo intenso. El rumor de que había un viejo que revivía cerezos con unas cenizas mágicas llego hasta el oido del emperador, que mandó llamar al viejo labrador. Cuando el viejo iba a mostrar las cenizas al emperador, el mentiroso apareció y le robó algunas cenizas. Se anticipó al viejo y fue a enseñarle las cenizas al emperador.
Cuando el emperador le dijo que hiciera una demostración, el mentiroso con las prisas se tropezó y le tiró las cenizas al emperador.
El emperador, como castigo de su insolencia le ordenó que lo pagara con su vida.
Leyendas de Japón
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Hermosa leyenda querida Pirujita, no te lo creerás pero me dieron ganas de lloras por el perrito.
ResponderEliminarTe dejo un beso.
La maldad y la envidia son dos de las peores virtudes de ser humano. Nada hay como un envidioso para que intente hacerte la vida imposible, pero claro así les van luego las cosas. Y encima el pobre perro que lo único que quería era corresponder al cariño del anciano va y lo mata. Le estuvo bien merecido la decisión del emperador ejjeje
ResponderEliminarBueno vamos a por el jueves a ver que nos da que no nos diera el miercoles.
Cuidate mucho pequeña saltamontes.
besotessssssssssssss para las dossssssss un saquillo si eso ejjejeje
Mentiroso y envidioso tambien.
ResponderEliminarBesos
Le dieron su propia medicina. Besicos.
ResponderEliminarLeyenda con su enseñanza, que se decía al final "Moraleja"
ResponderEliminarEs bonito y a los "peques algo les queda.
Y porqué no, también a los mayores.
manolo
Una buena leyenda con una moraleja que nos enseña que la verdad siempre vence a la mentira y la envidia.
ResponderEliminarBesos.
Hay que ver la de leyendas que sabes. Una pena que siempre tenga que estar presente el mal cuando el bien está latente.Besicos
ResponderEliminarLa envidia es mala consejera.
ResponderEliminarLa envidia es la peor de las enfermedades que se puede sentir, da igual lo que sea. La envidia mata, y sin hacer nada mueres por ella. Un beso amiga.
ResponderEliminarEs lo que suele pasar con los mentirosos y avaros .Muy bueno el cuento.
ResponderEliminarSaludos
Una gran enseñanza encierra esta bella leyenda.
ResponderEliminarLa mentira y la envidia son muy malas.
Te mando un beso
Muy feliz fin de semana
La envidia y la avaricia son causa de muchos males, debemos aprender a vivir tal como somos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantan este tipo de leyendas. Pobre hombre, lo llevaron a su fin sus bajas pasiones. Muchas gracias, Piruja, aquí me quedo también, será muy agradable frecuentarnos. Yo también te conocía "de vista" en casa de amigos. ¡Mucho gusto de conocerte!
ResponderEliminarBesanises.
La envidia es muy mala consejera. Me encantó la historia.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa leyenda.......como todo lo escrito por ti...
ResponderEliminarUn besito grande....feliz fin de semana...
Hola Piruja,la envidia es esa enfermedad que mas tarde o mas temprano,siempre suele dar la cara.
ResponderEliminarBesos y mas besos!! y muchas gracias por todo:)
Hola amigos, muchísimas gracias por vuestros comentarios y seguir acompañándome:)
ResponderEliminarBesos.
Me la he perdido y lo siento mucho, ésta leyendo nos da una lección para reflexionar, así es, la envidia es un grave y mal defecto que no será feliz el que lo padezca y, sin embargo hace mucho daño al inocente. Pero envidiosos siempre los habrá y son hierbas malas que empobrecen a las buenas.
ResponderEliminarUn abrazo mi niña.
Bonita, sencilla e instructiva leyenda. El mal nunca puede con el bien.
ResponderEliminarUn beso.