viernes, 27 de junio de 2025

Leyenda de la margarita.

Cuentan que una flor muy bella crecía en el campo en primavera, su nombre era margarita y vivía rodeada de otras margaritas. Era orgullosa y coqueta, presumiendo por doquier de sus blancos e inmaculados pétalos más bonitos que los de sus compañeras.

Las mariposas y abejas que la sobrevolaban se quedaban extasiados contemplándola, cantando de alegría. Ella se balanceaba, presumida ante tales zumbidos de admiración. Incluso dejaba que los insectos se posaran sobre ella con la condición de que no estropeasen sus hermosos pétalos.

Así vivía feliz la margarita hasta que, un día, una familia acudió al campo a comer, y los niños, asombrados ante la bella margarita, la cogieron para mostrársela a sus padres. Ella, en su inocencia, estaba orgullosa de haber sido la elegida. 

Pero, la madre les propuso un juego: deshojar la margarita jugando a alternar un «te quiero» y «no te quiero» en cada pétalo que arrancaban.


La margarita, horrorizada al ver que le estaban arrebatando su bellos pétalos comenzó a llorar desconsoladamente hasta que murió de pena. 

Pero el último pétalo fue un «te quiero» dicho por la madre a sus hijos, y pudo ver unas dulces sonrisas antes de morir.

Desde entonces, este juego de pétalos se ha hecho popular en todo el mundo.



Autor: Anonimo.

sábado, 21 de junio de 2025

Leyenda de Tanabata.

Había una vez un joven labrador. Un día, cuando estaba caminando hacia su casa se encontró una tela colgada en un árbol. ¡Era una tela maravillosa! La más bonita que el joven había visto en su vida. Así, pensando que alguien la había tirado allí cogió la tela y se la metió en su cesto. Había acabado de poner la tela en en el cesto, cuando alguien le llamó, y al girarse se sorprendió mucho al ver aparecer a una mujer muy hermosa que le dijo: Me llamo Tanabata. Por favor devuélveme mi 'hagoromo'.

El joven le preguntó: ¿Hagoromo? ¿Qué es un hagoromo?

Ella le dijo: El hagoromo es una tela que uso para volar. Vivo en el cielo. No soy humana. Descendí para jugar en aquella laguna, pero sin mi hagoromo no podré regresar. Por eso le pido que me la devuelva.

El joven avergonzado no pudo decir que él la había ocultado y le dijo que no sabía nada de esa tela.

Así, como no tenía el hagoromo Tanabata no pudo volver al cielo y no tuvo más remedio que quedarse en la tierra. Sin embargo, al cabo de un tiempo ella y el joven labrador se enamoraron y se casaron.

Al cabo de unos años, Tanabata, cuando hacía la limpieza de la casa, encontró el hagoromo, y entonces le dijo a su marido que tenía que regresar al cielo, pero también le dijo que había una manera de estar juntos. Si hacía mil pares de sandalias de paja y las enterraba en torno a un bambú podría subir al cielo. Tanabata le estaría esperando.

El joven se quedó muy triste y empezó a hacer las sandalias de paja.

Cuando había hecho 999 estaba tan impaciente fue a enterrarlas al lado de un bambú. En ese momento el bambú se alargó muy alto hasta el cielo.

El joven labrador subió por el bambú hasta el cielo, pero le faltaba sólo un poco para llegar. Era el par de sandalias que no había hecho, pero empezó a llamar a Tanabata. Y ésta le ayudó a subir.

Su felicidad no duró mucho porque en ese momento apareció el padre de Tanabata, al que no le había gustado que ella se casara con un simple mortal. El padre pidió al joven labrador que cuidara durante tres días sus tierras.

"Entendido.", respondió el joven.

Tanabata le dijo a su marido que su padre le estaba haciendo una trampa y que aunque tuviese sed no comiese ninguna fruta pues le ocurriría algo malo.

El joven se puso a cuidar las tierras. Pero la mañana del tercer día ya no podía aguantar la sed y sus manos se fueron hacia la fruta. En ese momento, del melocotón que había tocado empezó salir mucha agua convirtiéndose en el río "Amanogawa"

El joven y Tanabata quedaron separados por Amanogawa y ambos se convirtieron en estrellas, las estrellas Vega y Altaír. Desde entonces, la pareja con el permiso del padre, puede encontrarse sólo un día al año, el siete de julio.


Autor: Desconocido.


sábado, 14 de junio de 2025

Carta de la Abuela....

Querido nieto.

El otro día tuve una experiencia religiosa increíble que quiero compartir contigo.

Fui a la biblioteca cristiana y allí encontré una pegatina para el auto que decía: " TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS ".

Como había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegue a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos vehículos.

La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quede parada ( porque la luz estaba roja ), pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado.

No me di cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor, porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas....Fue maravilloso!!

La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba:" Dale, por el amor de Dios,,,!!! Dirigidos por el, todos hacían sonar la bocina, yo les sonreía y los saludaba con la mano a través de la ventanilla, totalmente emocionada.

Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano, le pregunte a Betito, mi otro nieto que estaba conmigo:

-¿ Que quiere decir ese saludo ?

Me contesto que era " un saludo hawaiano " de buena suerte, entonces yo, saque mi mano por la ventana y salude a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.

Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy. Pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde, entonces salude a todos mis hermanos y hermanas y pase el semáforo.

Después de cruzar, note que el único auto que había podido pasar era el mio, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, me sentí triste por dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido.

Por lo tanto, pare el coche, me baje, salude a todos con el saludo hawaiano por ultima vez y me fui.

Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.

Besos.

Tu abuela.



Autor: Desconocido.




sábado, 7 de junio de 2025

El Hada y la Sombra ( Leyenda )

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el Hada del Lago. Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal, la única salvación posible para todos.

El Hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que seria aguantar todo el viaje, pero ninguno se asusto. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta y aquel mismo día, el Hada y sus 50 mas leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aun mas terrible y duro que lo que había dicho el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche, vagaron perdidos por el desierto sufriendo hambre y sed. Ante tantas adversidades, muchos se desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino hasta que solo quedo uno llamado Sombra. 

No era el mas valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el mas listo o divertido, pero continuo junto al hada hasta el final. Cuando esta le preguntaba que por que no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y eso es lo que hago. No voy a dar media vuelta solo por que haya sido verdad que iba a ser duro".

Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruo Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un ultimo gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la Piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus días...

La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor mas fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el compromiso, regalo a cada ser de la tierra su propia "Sombra" durante el día, pero al llegar la noche, todas las sombras acuden al lago, donde consuelan y acompañan a su tristre hada.


Autor: Desconocido.



sábado, 31 de mayo de 2025

El espíritu del árbol ( Leyenda )

Hoy me he sentado a los pies de un árbol viejo como el mas anciano de los ancianos de Tula. El cansancio me ha vencido y me he dormido bajo sus ramas. Entre las cortinas del sueño he visto al espíritu del árbol, que sin hablar, me decía:

- Hermano, sensibiliza los corazones de tus otros hermanos para que nos comprendan. Ellos creen que no sentimos sus golpes, ni sentimos cuando una mano corta nuestros tallos aun maduros por el tiempo. Piensan que no vemos con dolor como los padres mal aconsejan a sus hijos y les permiten hacernos atrocidades.

-¿ Que daño puede hacer un arbol ?

-¿ Que daño les puede hacer una flor, para que la corten en la plenitud de su vida ?

- Tenemos entendido que regalar una flor es muestra de cortesia y amor entre muchos de ustedes, pero, ¿ acaso no comprenden que esa muestra de amor la realizan con la muerte de una vida que no les pertenece?.

No fueron puestos sobre la Tierra para destruirla poco a poco con su egoismo, sino para transformarla con el Amor.

Han logrado que casi todo en la Naturaleza les tenga miedo, y sin embargo todavia los seguimos manteniendo y les devolvemos bien por mal.

Los pajarillos huyen de ustedes y no desean su amistad. Para mantenerlos a su lado es necesario que construyan jaulas y los priven de libertad tras barrotes.

Las flores se marchitan en sus casas porque creen que tan solo las alimenta el agua y la tierra, y no comprenden que necesitan amor.

Cortan terrenos, los cercan, y separan a un árbol hermano de otro árbol hermano. Levantan las tierras a su antojo, solo para el beneficio de ustedes. Toman lo que no es de nadie y dicen: Esto es mio, su vida y su muerte me pertenecen. Creen que por sembrar una semilla, ya han creado el fruto, y dicen: Es mio y haré de el lo que crea conveniente.

Piensen que muchos hermanos míos se sentirían gustosos de morir para contribuir al bienestar de ustedes, mas no para contribuir a su ceguera devastadora y sin sentido. Muchos hermanos míos del aire se matarían a si mismos para ofrecerse a una boca que tiene hambre, mas no a una boca que tiene gula.

Tan solo les pedimos hermanos, un poco de Amor.


Autor: Desconocido.


sábado, 24 de mayo de 2025

En la vida nada sucede porque si....

Un día, un joven que vendía seguros de puerta en puerta para pagar sus estudios, vio que solo le quedaba una simple moneda de diez centavos y tenia hambre. decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, los nervios lo traicionaron cuando se abrió la puerta y apareció una encantadora joven. En vez de comida, le pidió un vaso de agua, ella pensó que el joven tendría hambre y le dio un gran vaso de leche, el muchacho bebió despacito y después pregunto:

-¿ Cuanto te debo ?

- No me debes nada - respondió ella. A lo que el le contesto:

- Te lo agradezco de corazón, muchas gracias.

Cuando el joven salio de aquella casa, no solo se sintió mas fuerte físicamente, sino que también su fe en Dios y en los hombres era mas fuerte, porque estaba a punto de rendirse y dejarlo todo.

Años después, esa joven mujer enfermo gravemente, los médicos de su pueblo estaban confundidos, finalmente la enviaron a la ciudad mas cercana, donde llamaron a un especialista para estudiar su extraña enfermedad. Llamaron al Dr. Howard Nelly, cuando el medico escucho el nombre del pueblo de donde era ella, una extraña luz ilumino sus ojos, inmediatamente, vestido con su bata de medico, fue a ver a la paciente y reconoció a aquella mujer. El doctor Kelly dedico especial atención para salvar aquella vida, después de una dura lucha, se gano la batalla. E doctor pidió a la administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos, el la pago, después anoto algo en ella y mando que se la entregaran a la paciente. Ella tenia mucho miedo de leer el documento, porque sabia que tendría que pagar durante el resto de su vida todos los gastos. Finalmente leyó la factura y algo llamo su atención, decía lo siguiente: " Totalmente pagada hace muchos años con un vaso de leche, Dr. Howard Kelly ". Lagrimas de alegría corrieron por los ojos de esta mujer, y feliz pensó:

" En la vida nada sucede porque si. Lo que haces hoy, puede hacer la diferencia en tu vida mañana ".


sábado, 17 de mayo de 2025

Las Tres Gotas de Agua.

El Alba pasó una mañana cerca de una camelia y oyó pronunciar su nombre por tres gotas cristalinas.

Se aproximo, luego posándose en el corazón de la flor, preguntó cariñosa:

-¿Qué desean de mí, gotas brillantes?

-¿Que vengas a decidir una cuestión- dijo la primera-.Somos tres gotas diferentes reunidas en diversos puntos. Queremos que digas cuál de nosotras vale más y cual es la más pura.

-Acepto, habla tú gota brillante. Y la primera gota trémula habló así:

-Yo vengo de las altas nubes; soy hija de los grandes mares; nací en el ancho océano. Después de andar por mil borrascas, una nube me absorbió. Fui a las alturas, donde brillan las estrellas, y de allá, rodando entre rayos, caí en la flor en la que descanso ahora. Yo represento al océano.

-Habla tú, gota brillante-dijo el Alba a la segunda.

-Yo soy el rocío que tiembla sobre los lirios; soy hermana de la Luna; soy hermana de las tinieblas que se forman en cuanto llega la noche. Yo represento al amanecer del día.

-¿Y tú? Preguntó el Alba a la más pequeña.

-Yo nada valgo.

-Habla: ¿de donde vienes?

-De los ojos de una madre. Soy una lágrima.

-Esta es la de más valor, es la más pura.

-Pero yo fui océano...

-¡Yo atmósfera!...

-Sí, trémulas gotas; mas esta fue corazón...

Y el Alba desapareció por la región azul, llevando a la gota humilde ...


Autor: Desconocido.



sábado, 10 de mayo de 2025

La Anciana.

A la entrada del gran bazar se reunían toda clase de mendigos, me llamo especialmente la atención una anciana llena de andrajos que parecía la mas pobre de todos ellos.

- Por favor -gemía-, llevo tres días sin comer.

Rebusque en mis bolsillos y le di dos monedas, espere escondido en un zaguán hasta que se levanto, con el propósito de seguirla y ver en que invertía la parca limosna que le había dado.

Despacio y cansina, la anciana avanzo lentamente entre la multitud que abarrotaba el mercado, durante unos momentos la perdí de vista, y cuando volví a verla, caminaba ya mucho mas alegre, apretando con cuidado un bulto bajo la túnica.

Tomo un callejón lateral que salia del mercado y desembocaba en una especie de plaza calurosa y polvorienta.

Allí, sentada a la sombra del único árbol que había sobrevivido al terrible viento del desierto, la mujer levanto la túnica y saco un mendrugo de pan y una magnifica rosa roja.

Hizo una mueca que debía ser una sonrisa, al tiempo que comenzó a ablandar el pan con sus encías desdentadas.

La contemple mientras deshizo el mendrugo lentamente, poco a poco, se fue comiendo hasta la ultima migaja mientras observaba la rosa con ojos brillantes.

Después, una expresión de paz se reflejo en su rostro. Me acerque junto a ella y le pregunte:

- Anciana, ¿como es posible que alguien tan pobre como tu haya derrochado una de las dos monedas que le di en esa extraña flor?

La anciana me miro desde sus cien años de sabiduría y dijo:

- Tenia dos monedas, con una compre con que vivir, la otra la gaste para tener por que vivir....


Autor: Desconocido.


sábado, 3 de mayo de 2025

Leyenda del Clavel del Aire.

Corre por todo el noroeste argentino una hermosa y triste leyenda sobre el clavel del aire, planta que vive pendiendo de los troncos o ramas de viejos algarrobos o entre los  peñascos.

Refiere la misma que durante una reunión de amigos, un joven oficial español se enamoró de una indiecita conocida por Shullca, la que en ningún momento correspondió al apasionado amor de aquel. Juró entonces vengarse de la que así despreciaba su cariño, y una tarde en la que la halló sola en la sierra comenzó a perseguirla.

La niña en su desesperación, trepó a la rama más alta de un gran algarrobo que el viento balanceaba amenazando derribarla. El joven le solicitó con buenas palabras que bajara, prometiéndose respetarla si así lo hacía. Como la niña se negara a ello, le amenazó con su puñal. Lo que no pudo la súplica, menos logró la amenaza. Y entre despechado y furioso arrojó el arma que fue a clavarse en el pecho de la pobre niña.

Como un pájaro cayó el cuerpo de Shullca en el vacío y tras él, el del oficial hispano.

Una gota de sangre alcanzó, a humedecer el tronco del árbol. Y allí nació el clavel del aire, que antes de una flor es, según dicen, un rayo de luz modelado en la forma de los lirios místicos, con tres pétalos de suavísimo y casi volátil tejido con la blancura y el aroma de la virginidad seráfica, porque es el alma de la tierra, y encarnada en tan delicioso cuerpo, vive encima de ella, impregnándola de su aliento que es gracia y amor.


Autor: Raul Antonio.



sábado, 26 de abril de 2025

Leyenda de Hanasaka.

Hace mucho, mucho tiempo, en una aldea de Japón, un viejo campesino que vivía con su mujer en una casa humilde se encontró con un perrito blanco. El viejo, que era una persona muy honesta y sincera, acogió al perrito y le dio de comer. Un día, el perro se puso a ladrar en medio del campo en el que estaba labrando el viejo: cavó y empezaron a salir monedas de oro.

El vecino del viejo, un hombre mentiroso y malvado, al verlo, se llevó al perrito, lo llevó al campo y le hizo buscar oro. Cuando el perro se puso a ladrar en un lugar determinado, el mentiroso empezó a cavar, y lo que salió fueron serpientes y sapos. El mentiroso se enfadó y mató al perro.

El viejo labrador estaba tan abatido por la pérdida del perro, que se lo llevó y plantó un arbol junto a su tumba. El arbol brotó rapidamente y con la madera hizo un mortero en el que preparar pastelitos de arroz que eran los favoritos del perro. Pero para su sorpresa, los pastelitos se empezaron a convertir en monedas de oro.

Cuando se enteró el mentiroso, le robó el mortero, sin embargo, en lugar de convertirse en monedas el arroz se convertía en lodo. El mentiroso, enfurecido quemó el mortero, y el viejo labrador, de nuevo apenado, se llevó las cenizas y las tiró sobre un campo de rábanos que también le gustaba al perrito para que crecieran sanos y fuertes, pero una racha de viento se las llevó a un cerezo muerto.

Y sucedió otro milagro, el cerezo cobró vida y empezaron a brotar flores de un rojo intenso. El rumor de que había un viejo que revivía cerezos con unas cenizas mágicas llego hasta el oido del emperador, que mandó llamar al viejo labrador. Cuando el viejo iba a mostrar las cenizas al emperador, el mentiroso apareció y le robó algunas cenizas. Se anticipó al viejo y fue a enseñarle las cenizas al emperador.

Cuando el emperador le dijo que hiciera una demostración, el mentiroso con las prisas se tropezó y le tiró las cenizas al emperador.

El emperador, como castigo de su insolencia le ordenó que lo pagara con su vida.


Autor: Desconocido.



sábado, 19 de abril de 2025

La hija de la Luna.

Hace muchos, muchísimos siglos , vivía un anciano leñador , el cual estaba muy triste porque los dioses no le habían mandado un hijo. El y su mujer habitan solos en una mísera cabaña , sin otra esperanza que la de trabajar de sol a sol, hasta que les llegara su última hora.

Un día, como de costumbre, se hallaba en el bosque y estaba derribando un árbol de bambú con su hacha, cuando vio una luz blanca y diáfana desprenderse del tronco. Asombrado se quedó ante tal fenómeno, y más aún cuando la parte superior del árbol cayo al suelo y en la cavidad del tronco apareció en medio de una luz intensa, una niña bellísima que le tendió los brazos.

-Será mi hija- dijo el hombre, estrechándola contra su corazón. El cielo me la envía.

Y con aquella dulce carga regresó a su casa. La alegría de la mujer fue indescriptible, de tan grande, y los dos ancianos cuyas vidas tenían finalmente un objeto y podían dar salida a la ternura y el amor que encerraban sus corazones, adoptaron a la milagrosa niña. Desde aquel día el anciano, cada vez que derribaba un árbol, hallaba dentro del tronco piedras preciosas y oro en abundancia. Tanto que en tres meses se hizo riquísimo. Adquirió un magnifico coche y unos caballos estupendos e inició una nueva vida de comodidades y lujos.

Entre tanto, la misteriosa niña crecía y cada día era más hermosa. Su rostro emanaba una claridad que inundaba la casa de una suave luz , tanto que aún en el corazón de la noche , allá donde la niña aparecía , hubiérase dicho que reinaba el día. Por esta extraordinaria virtud fue llamada rayo de Luna.

La fama de la belleza de la muchacha habíase esparcido por todo el pais y llegaban de todas partes caballeros, gentilhombres, príncipes, pretendientes a su mano. Pero rayo de Luna no quería siquiera verlos y declaraba a sus padres adoptivos que se sentía tan feliz a su lado que por todo el oro del mundo no les dejaría para seguir a un hombre. Mas entre tanto, poco a poco, Rayo de Luna se hacía cada vez más diáfana estaba cada vez más triste, y una noche el padre la encontró junto a la ventana mirando fijamente la luna que resplandecía en el cielo, y llorando.

¿Qué te pasa, hijita mía?- díjole el anciano con ansiedad. ¿No eres feliz aquí con nosotros ? ¿Deseas algo?

-No, padre mío; soy muy feliz y lloro precisamente porque debo decir adiós a tanta felicidad. Habéis de saber que yo soy hija de la luna y un tiempo habité allá arriba, en el plateado planeta que ilumina vuestras noches. Pero cometí un grave pecado, y entonces me condenaron a vivir durante veinte años en la tierra. He aquí por qué me encontrasteis en la cavidad de un tronco. Ahora los veinte años han pasado y desgraciadamente mañana por la noche vendrán a recogerme. Al oír tales palabras , al anciano leñador se le oprimió el corazón. ¿Cómo podría vivir ahora sin rayo de luna? Comunicó la triste noticia a su mujer, y ambos lloraron amargas lágrimas durante toda la noche y el día siguiente.

Llegó la noche fatal. La luna llena se alzó en el cielo, iluminando el mundo adormecido bajo su diáfana luz. Un solemne silencio reinaba en la naturaleza. De pronto, una nube se desprendió del disco de plata y aproximose rápidamente a la tierra, agrandándose a sus vistas. En poco tiempo el cielo se oscureció completamente, y la inmensa nube fue a posarse sobre la casa donde habitaba rayo de Luna. En medio de la nube había una carroza de plata tirada por espléndidos caballos alados; en la carroza se sentaban numerosos caballeros suntuosamente vestidos. Uno de ellos se apeó del carruaje y quedando suspendido en el aire, gritó con estentórea voz:

-Hija de la luna, ha llegado el momento de subir de nuevo a tu reino.

Al conjuro de estas palabras, las puertas de la casa se abrieron solas, y apareció Rayo de Luna en todo el esplendor de su belleza. Abrazó a su padre, y a su madre, que la seguían sollozando, luego subió rápidamente a la carroza. Esta se puso en marcha, dejando tras de sí una estela luminosa, y subió rauda hacia el cielo, donde pronto desapareció.


Autor: Desconocido.


sábado, 12 de abril de 2025

El Ermitaño y los Animales ( Leyenda Cántabra )

Una vez había un ermitaño muy viejo que tenía unas barbas muy largas y un hábito de sayal lo mismo que el sayal de los escarpines. El ermitañu bajaba a los pueblos una vez cada semana a pedir limosna ya regalar a la gente el agua bendita de la pila de la ermita y las ramas de laurel pasás por la frente del santu, que diz que valían pa aplacar las malas tentaciones, las angustias y los malos pensamientos.También regalaba las flores de la malva y la manzanilla y muchas yerbas güenas que nacían en el monte onde estaba la ermita.

Un día al levantase, el ermitañu notó que habían despedazau el campanariu de la ermita. Otru día encontró rota la paré del pórticu. Otro día, cuando golvía de pedir la limosna, vio que habían llevau toas las tejas del tejau. Por la marca de los pies conoció que había síu el ojáncanu.

El ermitañu hacía tiempu que había encontrau en el monte a una comadreja con una pata partía. La cogió, la llevó a la ermita y la curó con toa la paciencia.Otro día encontró a una raposa casi aterecía en la nieve. También la cogió y la llevó a la ermita onde la calentó a la lumbre y la hizo revivir con el calor. Otro día encontró a un lobu casi muertu de hambre, acostau debaju de un árbol sin poder moverse de necesidá. El ermitañu cargó con el lobu en las espaldas y le llevó a la ermita, onde le dio de comer y le quitó la necesidá.

La comadreja, la raposa y el lobo, agradecíos, se quedaban por la noche en las sus cuevas y por la mañana iban a la ermita y lambían los pies y las manos del ermitañu. Después se iban y golvían al atardecer pa golver a lamber las manos y los pies del ermitañu. Un atardecer cuando la raposa, la comadreja y ellobu llegaron a la ermita, el ermitañu no estaba allí. Por la mañana golvieron y tampocu encontraron al ermitañu.

Entonces la raposa toa entristecía contó a toas las raposas del monte que el ermitañu había desaparecíu de la ermita. El lobu también muy entristecíu se lo contó a toos los lobos. y la comadreja también se lo contó a toas las comadrejas.Se juntaron tos los lobos, toas las comadrejas y toas las raposas y corrieron por el monte pa buscar al ermitañu. Al cabu de unos cuantos días una raposa alcontró un peazu de sayal y una sandalia al pie de una lastra.

Cogió la sandalia y el peazu de sayal con los dientes y se lo enseñó a toas las sus compañeras, a tos los lobos ya toas las comadrejas que echaron a correr hacia la lastra onde la raposa había encontrau el peazu de hábitu y la sandalia. A la parte de allá de la lastra estaba la cueva del ojáncano, y los animales agradecíos barruntaron que el ermitañu estaba presu en la cueva.

La raposa que había encontrau el peazu de sayal que era la más vieja de toas, se tumbó en la braña que había delante de la lastra, haciéndose la muerta, y lo mismu hicieron toas las sus compañeras, tos los 1obos y toas las comadrejas. Toa la braña estaba sembrá de lobos, de comadrejas y de raposas que paecían muertas.

Cuando el ojáncanu abrió la puerta al ser de día y se encontró con tantu animal muertu, se rió con la su risa que paez un rute de truenu y jue cogiendo a los animales y los metió en .la cueva que era muy larga, y muy ancha, y muy oscura. El villanu los metió en la cueva pa que al descomponerse molestaran al pobre ermitañu con el olor. A un gañío que dio la raposa vieja se levantaron tos los lobos, toas las raposas y toas las comadrejas y se echaron tos encima del ojáncanu que creía que estaban muertas. Al pocu ratu el ojáncanu estaba muertu en la misma puerta.

Y como el ojáncanu era muy grande y tapaba toa la puerta y no podían arrastrale de allí, los lobos empezaron a comele hasta que quedó un huecu entre el cuellu y la cintura pa poder pasar. El ermitañu salió con tos los animales y como no podía andar de los malos tratos del ojáncanu, los lobos se ajuntaron en ringlera de derecha a la izquierda y los unos detrás de los otros y el ermitañu se acostó encima de ellos y así le llevaron hasta la ermita.



sábado, 5 de abril de 2025

Leyenda del Cardón.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, aunque ya se practicaba la agricultura en los valles, la vida seguía siendo dura en los cerros y las punas, porque allí los pastorcitos sufrían la sed cuando marchaban tras sus rebaños. Uno de esos pastorcitos se había enamorado de una joven como el,  pero hija del curaca, el jefe de la comunidad. Cada vez que regresaba a la aldea-después de una larga jornada en los cerros-, la saludaba desde lejos, y ella le sonreía. El curaca no quería ni oír del amor entre los jóvenes. Soñaba con otro destino para su hija (seguro el hijo de otro jefe), y odiaba al pastorcito. Quizás esa prohibición los acerco.

El chico, un día, junto coraje y le hablo. La quería con toda su alma y no se resignaba a vivir sin ella. La joven también le confeso sus sentimientos, y sabiendo de antemano la oposición que encontrarían, escaparon hacia la montaña. A la mañana siguiente muy temprano, cuando el muchacho debió marchar con los animales y el grupo de pastores, sus compañeros notaron su falta, pero partieron igual. Rato después, el jefe se levanto para iniciar la labor del día. Advirtió la ausencia de su hija y se sorprendió, porque ella nunca faltaba a esa hora. Intuyendo algo,  mandó un chaski al cerro para saber si el pastorcito había marchado con las llamas. A la vuelta,y trás la respuesta, ¡ no le cupo duda!, los dos amantes habían huido. Convoco entonces a sus guerreros para salir en busca de los enamorados, apresarlos y darles su merecido.

Los jóvenes sospecharon que el airado curaca andaría tras ellos. Llevaban horas de delantera, pero conocían la firmeza y la capacidad del jefe y sus guerreros. Asustados ante la represalia que el curaca pudiera infligirles, apelaron  a la Pachamama, la Madre de los Cerros, la protectora de los cultivos de maíz y de quinoa, la que ampara siempre a quienes le manifiestan su respeto. Tras lo cual, en lo más alto del cerro cavaron un hoyito, depositaron en él los alimentos que llevaban y los cubrieron con piedras, allí mismo hicieron una apacheta, uno de estos altares a cielo abierto que en plena montaña reverenciaban a la madre generosa. Y cuando la apacheta había tomado forma y el curaca y sus guerreros trepaban la cuesta acercándose a los fugitivos, la apacheta se abrió como un manto protector y recogió en su regazo a los dos enamorados.

El airado jefe y sus hombres llegaron jadeantes a la cumbre, pero solo encontraron una apacheta recién hecha ¡Y ni rastros de los fugitivos! Tuvieron que volver a la aldea, y cuando el curaca finalmente se resigno, junto a la apacheta broto una nueva planta, hasta entonces desconocida, que en la sequedad de esas alturas formo un tronco grueso, espinoso, alto y recto y con sus brazos al cielo: ¡era el pastorcito convertido en cardón, agradeciendo para siempre a la Pachamama! Desde entonces, los que marchan por el cerro solo tienen que voltear un cardón para encontrar en su esponjosa y jugosa madera que parece de papel, el agua que saciara la sed de hombres y animales.

Y cuando las nubes se amontonan y las montañas resuenan con el trueno que anuncia la tormenta, sobre el pecho verde del cardón nace una flor blanca para anunciar la lluvia que bendecirá la tierra, es ella, la enamorada, convertida en flor por la Pachamama.


Autor: Desconocido.


sábado, 29 de marzo de 2025

La leyenda de Citli.

Transcurrían los días felices en la tribu india del bosque llamado El Amanecer. Todos los días salían los guerreros cazadores para abastecer a sus familias con lo que conseguían cazar. Uno de ellos, llamado Águila de las tinieblas, salía por primera vez. Adentrándose en el bosque llegó a un lago y quedó sorprendido al encontrar en la orilla del lago a una hermosa joven. Decidió esconderse para que no le viera.

Desde su escondite, tras la maleza pudo observar su belleza. Era muy blanca de piel y tenía el pelo largo y rizado y muy rubio.

El se enamoró al instante y decidió ir todos los días a verla pero siempre escondido. Pero ella se dio cuenta de que alguien la observaba y un buen día le sorprendió por detrás. El, asombrado por su osadía, todavía la quiso más. No hubo nadie en la tierra que se amara más que ellos dos. Pero él cada día tenía que regresar a su tribu y no podía llevarla porque los demás no la aceptarían. Al poco tiempo ella quedó embarazada y él decidió escapar de la tribu para quedarse junto a ella y cuidarla. Tuvieron un bebé precioso, una niña. Eran increíblemente felices.

Mientras tanto los guerreros de la tribu estaban enfurecidos por la partida del joven guerrero. Decidieron ir en su busca y traerlo de vuelta con los suyos. Un buen día asaltaron la pequeña cabaña donde vivían ellos. Ella al darse cuenta escondió a su bebé tras la maleza, junto al lago. Los guerreros la mataron y se llevaron su cabellera. Águila que ya volvía de su cacería no dio crédito a lo que veían sus ojos cuando llegó al lugar.

Sus llantos y lamentos llegaron más allá de las estrellas y todo el firmamento. Al rato escuchó a su bebé llorar y fue en su busca. Se sentó con su bebé a la orilla del lago mientras miles de lágrimas rodaban por sus mejillas. Observando a su niña bajo la luz de las estrellas, cayó en la cuenta que era igual a su madre. Su pelo era suave, rubio y rizado y era de piel blanca y ojos verdes. Te llamaré Citli, dijo Águila, que significa lucero nocturno, ESTRELLA. Y te prometo que cuidare de ti todos los días de mi vida. Citli creció y se convirtió en una jovencita preciosa y muy dulce. Un día su padre no volvió de cazar y ella se sentó a la orilla del río a esperarle.

Pasaban los años y ella seguía esperando sentada en la orilla.

Curiosamente no envejecía y estaba cada vez más bella. Un buen día apareció por allí un joven cazador guerrero que se quedó sorprendido por su belleza, y decidió esconderse tras la maleza para observarla... Y la historia se repite...


Autor: Desconocido.


sábado, 22 de marzo de 2025

El hombre de los Crisantemos ( Leyenda Japonesa )

Vivía hace tiempo en Japón un hombre llamado Kkikuo, al que gustaban muchísimo las flores y sobre todo los crisantemos. Los cultivaba en su jardín, los cuidaba con cariño, les decía palabras tiernas y los trataba como si hubiesen sido sus propios hijos.

Los crisantemos, fuese que el hombre poseía algún secreto sobre el modo de cultivarlos, fuese que se sintieran estimulados y vivificados por el amor del jardinero, crecían hermosísimos y según los rumores de la gente, eran los crisantemos más bellos de todo el Japón.

Pasaron los años. Kikuo se hizo viejo y decrépito, y un mal día cayó enfermo. Yacía solo y abandonado en su pobre cama, pensando con añoranza en su hermoso jardín, que en aquella época del año estaba florido, y en sus amados crisantemos.

-¡Si muero, tendré que abandonaros!-murmuró, mientras una lágrima resbalaba por sus marchitas mejillas.

En aquel momento oyó un rumor de voces y un ruido de pisadas. La puerta se abrió y entraron en la estancia numerosos muchachos, pintorescamente vestidos de muchos colores, y todos ellos hermosísimos. Los visitantes rodearon el lecho, se inclinaron sobre el moribundo y dijeron:

-Somos los espíritus de los crisantemos que has plantado. Nos apena muchísimo verte en este estado y por eso hemos venido a hacerte compañía.

El anciano sintiose confortado, una sonrisa  apareció en su rostro pálido y casi a pesar suyo, murmuró estas palabras:

-¡Cómo me apena dejaros florecitas mías! Mas ¿Cómo es posible que me acompañéis?

-Kikuo, dijeron a una voz los muchachos, has sido un gran amigo para nosotros, más que un amigo un padre, nos has dado toda la ternura de tu corazón y nosotros no somos ingratos. En el mismo momento en que mueras, también nosotros moriremos y te seguiremos al cielo. Te lo prometemos solemnemente.

Al cabo de unos días. Kikuo murió, cuando llegaron los vecinos a rendir los honores póstumos a sus restos mortales, vieron con asombro que todos los crisantemos que el muerto había plantado, yacían en el  suelo marchitos.