Su nombre era "Hoshi", ella era el hada mas hermosa de las montañas de cristal, su magia era extraordinaria y en sus ojos llevaba el brillo de las estrellas, vivía muy feliz con sus hadas hermanas entre seres increíbles como salidos de un cuento, cierto día por la mañana Hoshi despertó como siempre en su cama de cristal pero algo había cambiado en ella, pronto se dio cuenta que su magia ya no estaba!, sus alas se habían caído, ahora no podía volar y el polvo de estrellas que salía de sus manos cada vez que las movía había desaparecido, al darse cuenta de esto, sus hermanas empezaron a reír y a burlarse de ella, Hoshi se escondía en los rincones y lloraba día tras día, sentía como poco a poco iba dejando de pertenecer a ese lugar tan mágico donde a ella le encantaba vivir!
Un día Hoshi salio del castillo mientras todos dormían, y tomo el camino del bosque, tras varios días de caminar sin descanso y aun con lagrimas en sus ojos, la pequeña hada desfalleció y callo al suelo al pie de un gran árbol...
"Sora" era un joven leñador que vivía en lo mas profundo del bosque, por las mañanas iba a recolectar leña y recoger frutos silvestres, Sora caminaba como siempre por el camino cuando de pronto vio a una joven inconsciente debajo de un árbol que le daba sombra y la cuidaba, el leñador la tomo entre sus brazos y corrió a su pequeña casa al lado del rió, la recostó sobre su cama de paja y le dio de beber un poco de agua, el leñador que do inmóvil al pie de la cama tan solo observando, el no podía creer lo bella que era, al cabo de varias horas ella despertó asustada y Sora le dijo..
"No tienes porque temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque y esta es mi vida, yo cuidare de la tuya y velare tu sueño hasta que las estrellas un día dejen de brillar"
Así paso mucho tiempo, Sora cuido a Hoshi y día tras día le iba enseñando el mundo donde el había crecido, le mostró la belleza de las cosas simples como los colores de las flores y la tranquilidad de su aroma, el brillo de las estrellas y soñar en poder alcanzar alguna de ellas, la sensación de escuchar los corazones latir muy fuerte cuando se acercaba uno al otro y sentir como despegaban los pies del suelo cada vez que el la tomaba entre sus brazos.
Un día por la mañana Hoshi despertó y se llevo una gran sorpresa cuando se dio cuenta que su magia había vuelto, ahora sus alas estaban en su lugar y podía sentir que era mas fuerte!, mas especial, el hada salio por la ventana olvidando a Sora que aun dormía, Hoshi regreso inmediatamente a su castillo, sus hermanas le hicieron una gran bienvenida, un grupo de elfos tocaba la trompeta mientras luces de colores iluminaban las montañas de cristal y los enanos servían ricos manjares, ella se sentía feliz, era un hada de nuevo y estaba otra vez en su hermoso castillo de cristal.
Pero Hoshi un día miro al cielo y recordó a "Sora", una extraña sensación recorrió su cuerpo cuando pudo observar que los cristales de su castillo no podían brillar mas que las estrellas cuando estaba en esa vieja cabaña al lado del río, luego miro a su alrededor y pudo darse cuenta que la verdadera magia no estaba en sus manos de hada y que no necesitaba sus alas para poder volar mas alto que los demás, Hoshi inmediatamente salio del castillo otra vez hacia el camino del bosque para buscar a Sora pero mientras avanzaba podía sentir como iba dejando a su paso el polvo de estrellas que quedaba en el camino y como sus alas se iban quebrando y cayendo poco a poco detrás de ella, una vez mas la pequeña hada desfalleció al pie del mismo árbol donde un día Sora la encontró.
Por la mañana Hoshi despertó y cuando abrió los ojos ahí estaba Sora sonriendo al pie de su cama de paja, el la abrazo muy fuerte y le dijo...
"No tienes por que temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque, estos son mis sueños y te prometo que estarás en cada uno de ellos hasta que las estrellas un día dejen de brillar"
Hoshi y Sora vivieron felices para siempre, ella renuncio a ser un hada y el cumplió su promesa cuidándola y haciéndola parte de todos y cada uno de sus sueños
FIN