Por ello solo había días, pues el sol brillaba todo el tiempo, y las jornadas eran eternas. La luna pasaba desapercibida y sólo una vez cada 8 años, cuando se interponía entre el sol y la tierra, su sombra mandaba en la tierra oscureciendo el sol, y entonces las gentes descansaban.
Dicen, cuentan, que esa niña creció y se hizo mujer, y jamás le faltó el sol. De forma que aunque lloviera, siempre había un claro por donde los rayos se colaban y la acariciaban, siempre…, menos una vez cada 8 años.
Dicen, cuentan, que su piel empezó a avejentarse de forma prematura, que sus ojos perdieron visión encandilados permanentemente y que su pelo se volvió frágil y quebradizo.
Dicen, cuentan, que una noche de sombras de luna, la mujer habló con ella y le contó su amor por el sol, que siempre la acompañaba y que nunca la dejaba sola, y que aunque comprendía que su vida se acabaría antes de tiempo por ese motivo, prefería vivir amada.
Dicen, cuentan, que la luna se lo dijo al sol.Y dicen, cuentan, que desde ese día, el sol se esconde para dejar descansar a su amada.
Dicen, cuentan, que la primera noche, al ver el efecto de la luna sola en el cielo, la campesina se enamoró de ella.
Y dicen que desde entonces la campesina solo vive las noches, para estar junto a su amada.
Y cuentan que el sol no hace más que dar vueltas a la tierra, buscándola.
Autor: Desconocido.