sábado, 30 de diciembre de 2017

Deseos Cumplidos ( Navidad )

Hola amigos, bueno siempre digo que no se escribir como hacéis muchos de los que me visitáis y sigo diciendo lo mismo :), hace unos años me atrevi y escribí este cuento que ya lo publique en el antiguo blog,  hoy lo publico de nuevo en este, espero no haceros sufrir mucho leyendolo, gracias :)

Anny era una niña muy dulce tenía 11 años y pertenecía a una familia acaudalada, su padre era un hombre de negocios que aparentemente le ha ido muy bien, su madre una señora muy recta que no aguantaba a los niños, por eso Anny y sus hermanos, tenía una hermana Lucy de 8 años y un hermano Tony de 6 años, desde que nacieron estuvieron al cuidado de niñeras, no les faltaba nada material, pero solo conocían el cariño que les daban las niñeras y cuando se lo daban que no era siempre.

Una noche Anny se despertó sobresalta, se oía mucho ruido, salió fuera de su habitación y vio al personal de servicio correr y llorar, le pregunto a una de las doncellas que paso por su lado que pasaba, esta la miro llorando y no le dijo nada marchándose corriendo, Anny fue a buscar a sus padres y al llegar a la habitación de ellos fue cuando vio que estaban todos en la puerta, al entrar en la habitación vio a su madre toda seria de pie junto a la cama, entonces fue su madre cuando le dijo que su padre había muerto.

Después del entierro de su padre, al día siguiente se presentaron en la casa muchos acreedores ya que su padre les debía mucho dinero, se dieron cuenta entonces que estaban completamente arruinados y tenían que abandonar la casa, sin dinero y con lo justo de ropa salieron en busca de alguna casa para poder cobijarse, ya que los amigos les dieron la espalda, fueron a parar a uno de los barrios más humildes de la ciudad, encontraron una casa casi en ruinas pero no había otra cosa mejor, como pudieron se acomodaron en ella.

Pasaban los días y los pocos alimentos que se llevaron ya empezaban a terminarse, la madre de Anny cayó enferma del frío que hacía en la casa, sus hermanos estaban pasando hambre y Anny no sabía que hacer, salía todas las mañanas y recogía los trozos de carbón que se les caía a los carros cuando lo llevaban para venderlo, pasaba por los mercados y recogía lo que tiraban y se podía aprovechar, pero todo eso no hacía nada para quitar el hambre de todos y calentarles.

Anny se dormía todas las noches llorando pidiendo alguna ayuda, su madre cada vez estaba más enferma, se acercaba la Navidad y sus hermanos pequeños cada vez se les veía más tristes y con aspecto enfermizo, los vecinos que tenían aun siendo pobres cuando les podían ayudar en algo les ayudaban, compartían lo poco que tenían.

Un día al ir a salir de la casa se encontró con un caballero que estaba a punto de llamar a la puerta, ella se asusto mucho pensando que era un nuevo acreedor que había dado con ellos y venia a pedirles lo que no tenían, le pregunto al señor que quería y este le contesto preguntándole si era  Anny Lamfort.

Ella le dijo que sí, que que quería, entonces la cara del caballero se ilumino con una gran sonrisa, Anny le dijo que de que se reía ya que no tenia gracia ninguna, entonces este le dijo que era su tío Tony, hermano de su padre que había pasado muchos años en América donde había acumulado una gran fortuna con sus negocios, que al enterarse de la muerte de su hermano por medio de los abogados y saber la situación en que habían quedado decidió regresar y ayudarles, que su hermano pequeño llevaba el mismo nombre por el,
Anny no daba crédito a lo que estaba oyendo, por fin se cumpliría el sueño que tenia y era recibir esa ayuda que tanto necesitaban.

Al cabo de unos días todos residían en la casa que su tío había comprado, su madre iba mejorando y sus hermanos tendrían una bonita Navidad, pero para que Anny tuviese esa bonita Navidad le faltaba una cosa, con ayuda de su tío fue casa por casa de sus vecinos que les ayudaron sin tener nada, y les fueron dando toda clase de alimentos, juguetes para los niños, también regalos para los mayores, a partir de entonces entre la niña y su tío se encargaron de que a aquellas personas no les faltase nada y les dieron trabajo en las empresas que su tío había abierto en la ciudad.

Llego el día de Navidad y lo iban a celebrar todos juntos incluidos los antiguos vecinos, la madre de Anny ya recuperada se acerco a sus hijos y les dio por primera vez un beso, comprendió llorando que se había perdido mucho cariño de ellos por ser como era. Otro deseo cumplido pensó Anny con lagrimas en los ojos, entonces cogió a su madre de la mano y le dijo ven conmigo, fueron entonces donde estaban todos y así celebraron esa bonita Navidad.


Pili F.






sábado, 23 de diciembre de 2017

El muñeco de nieve sastre.


Erase que se era
un muñeco muy blanco,
era un muñeco de nieve,
era un muñeco muy guapo.

Trabajaba en su taller.
Cosía gorros y lazos,
a veces incluso también,
cosía pantalones largos

El día de Navidad,
marchó al supermercado
a comprar telas e hilos
para hacer un bonito brocado.

Recogía entre los estantes
los materiales ansiados,
cuando de pronto un hombre
se desesperó a su lado

Aquel hombre de barba,
vestido de rojo y de pelo cano
tenía su pantalón
completamente destrozado.

Nuestro muñeco de nieve
se le ofreció a arreglarlo
pero sin estar en su habitación
le era imposible lograrlo.

El muñeco y el señor
que tenía calcetines blancos,
se acercaron entre si
y salieron muy pegados.

¿Era aquel Papa Noel,
un Papa Noel despistado?
Lo era el muñeco también,
pues salió sin pagar lo comprado.

Los hilos y el cinturón
que en el estante había encontrado,
viajaban en su zurrón
sin que él se hubiese percatado.



Autor: Desconocido.








sábado, 16 de diciembre de 2017

El hombre de los Crisantemos ( Leyenda Japonesa )


Vivía hace tiempo en el Japón un hombre llamado Kkikuo, al que gustaban muchísimo las flores y sobre todo los crisantemos. Los cultivaba en su jardín, los cuidaba con cariño, les decía palabras tiernas y los trataba como si hubiesen sido sus propios hijos.
Los crisantemos, fuese que el hombre poseía algún secreto sobre el modo de cultivarlos, fuese que se sintieran estimulados y vivificados por el amor del jardinero, crecían hermosísimos y según los rumores de la gente, eran los crisantemos más bellos de todo el Japón.

Pasaron los años. Kikuo se hizo viejo y decrépito, y un mal día cayó enfermo. Yacía solo y abandonado en su pobre cama, pensando con añoranza en su hermoso jardín, que en aquella época del año estaba florido, y en sus amados crisantemos.

-¡Si muero, tendré que abandonaros!-murmuró, mientras una lágrima resbalaba por sus marchitas mejillas.

En aquel momento oyó un rumor de voces y un ruido de pisadas. La puerta se abrió y entraron en la estancia numerosos muchachos, pintorescamente vestidos de muchos colores, y todos ellos hermosísimos. Los visitantes rodearon el lecho, se inclinaron sobre el moribundo y dijeron:

-Somos los espíritus de los crisantemos que has plantado. Nos apena muchísimo verte en este estado y por eso hemos venido a hacerte compañía.

El anciano sintiose confortado, una sonrisa  apareció en su rostro pálido y casi a pesar suyo, murmuró estas palabras:

-¡Cómo me apena dejaros florecitas mías! Mas ¿Cómo es posible que me acompañéis?

-Kikuo, dijeron a una voz los muchachos, has sido un gran amigo para nosotros, más que un amigo un padre, nos has dado toda la ternura de tu corazón y nosotros no somos ingratos. En el mismo momento en que mueras, también nosotros moriremos y te seguiremos al cielo. Te lo prometemos solemnemente.

Al cabo de unos días. Kikuo murió, cuando llegaron los vecinos a rendir los honores póstumos a sus restos mortales, vieron con asombro que todos los crisantemos que el muerto había plantado, yacían en el  suelo marchitos.




sábado, 9 de diciembre de 2017

El Hada de los Pájaros.


Cuando llega el frío al bosque corren grandes peligros los pájaros y demás animales. No hay mucha comida y tienen que hacer largos recorridos para encontrarla. Tan largos que algunos se pierden, o caen agotados al suelo, sin fuerzas para seguir volando.

Es por eso que en este tiempo invernal, las Hadas se preocupan mucho por ellos y cuando el sol empieza a ocultarse, recorren el bosque y las orillas de los lagos en busca de pajaritos perdidos o cansados para darles cobijo.

Pero hay un Hada, a quien las mamas pájaro quieren de forma especial, porque siempre esta dispuesta a cuidar de los pequeños mientras los mayores buscan el alimento que necesitan.

Ella los acomoda entre sus cabellos, adornados con flores y pequeñas ramas, y deja que duerman o jueguen hasta que sus papas regresan. Y si por alguna desgracia no lo hacen, cuida de ellos hasta que son lo bastante mayores para cuidarse por si mismos.

Es mucho trabajo, pero nunca, nunca, el Hada se ha quejado.

No es seguro de cual es su nombre, pero los pájaros la llaman Alita.


Autor: Desconocido.




sábado, 2 de diciembre de 2017

La Ventana y el Espejo.


Un joven muy rico fue a ver a un rabino y le pidió consejo para orientar su vida. Este lo condujo hacia la ventana y le preguntó:

- ¿Qué ves a través de los vidrios?

- Veo hombres que van y vienen y un ciego que pide limosna en la calle.

Entonces el rabino le mostró un gran espejo y nuevamente lo interrogó:


- Mira este espejo y dime ahora qué ves.
- Me veo a mí mismo.
- ¡Y ya no ves a los otros!

Repara en que la ventana y el espejo están hechos ambos de la misma materia prima, el vidrio. Pero en el espejo, porque tiene una fina lámina de plata pegada al vidrio, no ves más que tu persona. Debes compararte con estas dos especies de vidrio.

Pobre, veías a los otros y sentías compasión por ellos. Cubierto de plata -rico-, apenas te ves a ti mismo.

Sólo valdrás algo cuando tengas el coraje de arrancar el revestimiento de plata que te cubre los ojos y puedas nuevamente ver y amar a los demás.


Autor: Paulo Coelho.