jueves, 29 de mayo de 2014

Cuerpo de mujer.


Una noche de verano un chino llamado Yang despertó de pronto a causa del insoportable calor. Tumbado boca abajo, la cabeza entre las manos, se había entregado a hilvanar fogosas fantasías cuando se percató de que había un pulga avanzando por el borde de la cama. En la penumbra de la habitación la vio arrastrar su diminuto lomo fulgurando como polvo de plata rumbo al hombro de su mujer que dormía a su lado. Desnuda, yacía profundamente dormida, y oyó que respiraba dulcemente, la cabeza y el cuerpo vueltos hacia su lado.

Observando el avance indolente de la pulga, Yang reflexionó sobre la realidad de aquellas criaturas. "Una pulga necesita una hora para llegar a un sitio que está a dos o tres pasos nuestros, aparte de que todo su espacio se reduce a una cama. Muy tediosa sería mi vida de haber nacido pulga..."

Dominado por estos pensamientos, su conciencia se empezó a oscurecer lentamente y, sin darse cuenta, acabó hundiéndose en el profundo abismo de un extraño trance que no era ni sueño ni realidad. Imperceptiblemente, justo cuando se sintió despierto, vio, asombrado, que su alma había penetrado el cuerpo de la pulga que durante todo aquel tiempo avanzaba sin prisa por la cama, guiada por un acre olor a sudor. Aquello, en cambio, no era lo único que lo confundía, pese a ser una situación tan misteriosa que no conseguía salir de su asombro.

En el camino se alzaba una encumbrada montaña cuya forma más o menos redondeada aparecía suspendida de su cima como una estalactita, alzándose más allá de la vista y descendiendo hacia la cama donde se encontraba. La base medio redonda de la montaña, contigua a la cama, tenía el aspecto de una granada tan encendida que daba la impresión de contener fuego almacenado en su seno. Salvo esta base, el resto de la armoniosa montaña era blancuzco, compuesto de la masa nívea de una sustancia grasa, tierna y pulida. La vasta superficie de la montaña bañada en luz despedía un lustre ligeramente ambarino que se curvaba hacia el cielo como un arco de belleza exquisita, a la par que su ladera oscura refulgía como una nieve azulada bajo la luz de la luna.

Los ojos abiertos de par en par, Yang fijó la mirada atónita en aquella montaña de inusitada belleza. Pero cuál no sería su asombro al comprobar que la montaña era uno de los pechos de su mujer. Poniendo a un lado el amor, el odio y el deseo carnal, Yang contempló aquel pecho enorme que parecía una montaña de marfil. En el colmo de la admiración permaneció un largo rato petrificado y como aturdido ante aquella imagen irresistible, ajeno por completo al acre olor a sudor. No se había dado cuenta, hasta volverse una pulga, de la belleza aparente de su mujer. Tampoco se puede limitar un hombre de temperamento artístico a la belleza aparente de una mujer y contemplarla azorado como hizo la pulga.


Ryunosuke Akutagawa.



domingo, 25 de mayo de 2014

Nosotros teníamos lideres, no gobernantes...


Mi Pueblo reconocía lo que era un Jefe. La gente lo seguía porque era magnífico. Él nunca ganó unas elecciones ni fué nombrado por ningún gobierno. No es así como llegas a ser Jefe. Era un honor que te ganabas. Y lo ganabas porque durante años habías buscado el Silencio y el Espíritu.

Hay Jefes y hay gobernantes. En el Pueblo Tierra estábamos acostumbrados a los Jefes. Cuando dirigían bien, nos quedábamos con ellos. Dirigir era para nosotros no alejarse del Corazón, y seguir los dictados de la Naturaleza.

El sistema de las civilizaciones modernas convierte a las personas en gobernantes por ley, aún cuando no sean líderes. ¿Cómo puede un calendario decirnos cuánto tiempo es Jefe una persona? Eso es absurdo. Un Jefe es un líder mientras la gente crea en él, y mientras sea la mejor persona para guiarnos.

Un líder es quién ha conquistado el Silencio Espiritual. Y la gente al ver que tus actos son movidos por el Amor al Espíritu, te sigue. Tú sólo puedes ser Jefe mientras la gente te siga.

En el pasado, cuando necesitábamos un curandero que nos guiara, él se convertía en nuestro líder. O quizás necesitábamos un pensador profundo. El guerrero sabía cuándo terminaba su tiempo, y no pretendía ser nuestro líder más allá del tiempo que era necesitado. Se sentía orgulloso de servir a su gente, y sabía cuándo era el momento de hacerse a un lado. Él no podía hacerse líder excepto guiando a la gente de la manera como la gente quería ser guiada. La manera del Corazón. Por eso sabíamos ver el que era un líder. La gente lo necesitaba, y la gente lo seguía. Era inteligente. Y entendía lo que el hombre moderno tramaba.

La gente vio que él no podía ser engañado por los hombres que no soportaban reconocer sus verdades, así que lo seguían. Por eso, los que hoy dominan las civilizaciones modernas odian y detestan tanto a los ancestros más sabios. Porque Ellos eran verdaderos líderes y la gente los escuchaban, y Ellos no escuchaban a lo que el mundo de hoy les llaman gobernantes. Él líder siempre escuchaba las necesidades del Pueblo.

Un Jefe es aquél que piensa en su Pueblo antes que en él. Es preocuparse de la gente y ver que no le falte nada. Es el que toma decisiones con la Mente en su Pueblo, su Cuerpo en contacto con la Tierra y su Corazón en el Cielo.

Nosotros teníamos líderes, no gobernantes. El Jefe era el que buscaba el abrazo de las praderas, por que sabía que abrazar la Tierra era abrazar a su Pueblo.

Lakota.


jueves, 22 de mayo de 2014

La Perla del Dragon ( Leyenda China )



Habitaba en la isla de Borneo, en la montaña mas alta de la isla Kinabalu, un pacifico dragón que custodiaba celosamente una preciosa perla. Todos los días jugaba con ella, la lanzaba al aire y la recogía con la boca. Se sentía dichoso con su exquisita perla y no pedía nada mas a sus días. Muchos habían intentado en vano arrebatarle su tesoro, ya que el dragón no estaba dispuesto a perder su única posesión.

No obstante, el Emperador de China estaba dispuesto a retar al pacifico dragón y solicito a su primogénito, el príncipe  heredero, que consiguiera la perla para el tesoro imperial. Tras varios días de travesía, el príncipe diviso la montaña y en su cima, al juguetón dragón. Ideo un plan para arrebatarle la perla sin correr peligro. Ordeno a sus hombres que construyeran una cometa capaz de soportar el peso de un hombre y una linterna de papel.

Tras siete días de arduo trabajo, los hombres del príncipe acabaron la cometa, la mas hermosa jamas vista. Al caer la noche, monto en la cometa y voló a lo alto de la montaña, se adentro sigilosamente en la cueva, el dragón dormía profundamente portando en sus patas la preciada perla, con sumo cuidado, le arrebato la joya y en su lugar dejo la linterna de papel. Hizo una señal a sus hombres para que recogieran la cuerda de la cometa, aterrizo sano y salvo en la cubierta del barco. Rápidamente, mando levar anclas y el barco zarpo a la mar aprovechando una suave brisa.

Cuando el dragón despertó, descubrió que le habían arrebatado la perla dejándole una linterna de papel, estallo en cólera, comenzó a echar fuego y humo por la boca y se lanzo montaña abajo para atrapar a los ladrones, rastreo todos los rincones de la isla hasta que diviso en alta mar un junco chino, se precipito hacia el navío y grito con todas sus fuerzas: "¡ devolverme mi perla !", los marineros estaban aterrorizados.

El príncipe, en un intento desesperado por zafarse del dragón, mando cargar el cañón mas grande y disparo contra su furioso perseguidor, el dragón vio como entre la nube de pólvora salia una bola y pensó que era su perla, abrió la boca para recoger su joya.... y se hundió en las profundidades del mar. El príncipe y sus hombres regresaron triunfantes, y la perla se convirtió en la joya mas preciada del Reino de China.


Autor: Desconocido.


domingo, 18 de mayo de 2014

Arcoiris en la tierra ( Parque Geológico Zhangye Danxia )


Todos conocemos lo que es un arco iris y que tanto nos gusta verlos en el cielo cuando se forman, pero no voy hablar de ellos si no de otro arcoiris y este esta en la misma tierra, para ser mas exactos en las Montañas Danxia, es como si el día que tocaba formar estas montañas el Creador se sintió inspirado y quiso dejar allí toda una gran paleta de colores para disfrutar tanto en el cielo como en la tierra de arcoiris.

Las Montañas Danxia (en chino: 丹霞山, pinyin: danxia shan). Es una de las cuatro montañas sagradas de China en la Cordillera Dayunwu. Las otras son las Montañas Luofu, las Montañas Dinghu y las Montañas Xiqiao, situada en la ciudad de Huizhou en la Provincia de Cantón, República Popular de China.

El Parque Geológico Zhangye Danxia, se manifiesta en una orografia única en el mundo. Danxia es una palabra china y su significado es "nubes rosadas", y esta ligada a la geología característica del país asiático, el cual esta formado por estas inusuales rocas de un color rojizo que con el paso de los tiempos las ha ido moldeando a su antojo, grandes acantilados acompañados de montañas con sus cumbres redondeadas.

Estas montañas de colores se encuentran en la región de Gansu en China cercano al desierto del Golbi. Su paisaje se debe a la orografia que solo existe en el norte de China donde toda clase de vegetación desaparece para dar paso a estas áridas montañas areniscas con estos espectaculares colores. Un verdadero arcoiris pasando por toda una amplia paleta de espectaculares colores.

Este espectáculo de colores se fue formando por los sucesivos depósitos de minerales de diversa pigmentación en las capas rocosas. Algunos millones de años después, la colisión indo-australiana y la placa tectónica de Eurasia se encargaron de provocar las ondulaciones en el relieve que dieron como resultado este impresionante y surrealista paisaje.


Su gran colorido ha causado asombro durante siglos a todos los afortunados que han podido visitar un más que peculiar conjunto de colinas repletas de vistosos pigmentos que se extiende a lo largo de unos 300 kilómetros cuadrados.

La region tiene un clima que cambia mucho, con lluvias caprichosas que hace que se acentúen los colores de las montañas haciéndolos aún más vivos y sorprendentes.

Estas formaciones únicas son el resultado del conglomerado de multitud de capas de roca rojiza con estratos minerales de numerosos colores y diversos sedimentos, algunos de ellos orgánicos que otorgan colores verdosos y anaranjados.

Además la región cuenta con numerosos acantilados y cuevas que se van alternando entre valles y altos picos, que también ofrecen la diversidad de colores.

Existe un autobús para turistas que atraviesa todo el Parque y que lleva hasta la cima de algunos de los muchos miradores que existen en el lugar. Desde lo alto, la vista de este singular caleidoscopio rocoso es simplemente fascinante.

La montaña Danxia se forma de una piedra arenisca rojiza que se ha erosionado con el tiempo en una serie de montañas, rodeada de acantilados y muchas curvas inusuales formaciones rocosas. Hay una serie de templos ubicados en las montañas y muchos paseos escénicos puede llevarse a cabo. También hay un río que serpentea por las montañas donde se pueden hacer viajes en barco para disfrutar del paisaje.

Los colores inusuales de las rocas son el resultado de la piedra arenisca roja y los depósitos minerales que se establecen desde hace miles de años. El viento y la lluvia tallan las sus formas extrañas y maravillosas.

El parque geológico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2010.










Espero os haya gustado esta maravilla para la vista con estas montañas llenas de este colorido tan bonito y magnifico, me lo mando una amiga y lo he querido compartir con vosotros, la información es la que he podido encontrar lo siento, gracias a todos:)




jueves, 15 de mayo de 2014

El Cliente.


Fue en una tarde calurosa de Enero cuando entro por primera vez, camino entre las mesas y se sentó frente a una ventana. Dalmiro le dio las buenas tardes con la sonrisa automática de los camareros, y con gestos mecánicos le pregunto que iba a tomar, el cliente le devolvió la cortesía y le dijo que "ginebra".

Esa fue la primera vez que con la sucesión de los días y pedir siempre lo mismo, buscado o no, creo el misterio.

Con la vista fija sobre la ventana vaya a saber en que, el hielo en la ginebra derritiéndose, el misterio de un atardecer tardío de postal que a veces solo cambiaba por el paso del tiempo, como la evolución de una fotografía que transmuta la luz anaranjada del ocaso, como esas fotos en sepia, hasta resaltar los colores bajo la luz artificial de los fluorescentes, sin cambiar el objetivo de posición, con movimientos imperceptibles, diminutos.

Desde la barra, el misterio del atardecer para los mismos parroquianos que se agrupaban para el ritual del tinto, para compartir las rutinas del día, para mentir y fingir creer, para justificar la jornada magnificando los matices, para mentirse y creerse por conveniencia, por necesidad.

El viejo Dalmiro desde hacia un mes se limitaba a darle las buenas tardes y servirle la ginebra, no era necesario preguntar, desde sus pocas palabras ya conocía sus hábitos, pero solo eso, ni su nombre, ni de donde venia, ni a donde iba ya entrada la noche, solo la ginebra y un "buenas tardes" de voz cascada, las tres monedas sobre la mesa y mañana sera otro día.

Cuando los muchachos llegaban se tejían todo tipo de conjeturas sobre el misterioso cliente, no podían soportar la pregunta, se debía responder, pero esa respuesta cambiaba cada noche, alguien traía siempre algún dato nuevo, una fabulación a veces razonable, generalmente disparatada, aunque siempre aceptada, la norma tacita de esa legión de mentirosos era no descubrirse, ¿ para que romper esa armonía sostenida por hilos débiles, fortalecidos a rigor de complicidad?.

Dalmiro lo miraba desde la cafetera esperando que el vaso se llenase, y nada, decenas de vasos y nada, atardeceres y noches y nada.

¿ Esperaba a alguien ?, para que preguntar, eran tres monadas todas las noches y el vivía de eso, cada día se añadían datos jamas probados, conformando la personalidad del misterioso de la ventana, evadido, pederasta, viudo, homosexual, santón, ex represor, ex cura, ex..., y tantos ex, que no le hubiesen alcanzado una docena de vidas a ese mortal para cumplir con todos los que le habían atribuido.

La única certeza era su soledad, pero siempre había un por que, tenia que haberlo, alguna vez se acercaban a pedirle fuego o la hora, mas que por necesidad, por curiosidad, solo negaba con la cabeza sin emitir sonido, con la vista puesta en la ventana contemplando fijamente la nada.

Los muchacho no necesitaban disimular sus miradas curiosas, el jamas los miro, ya lo tenían como un accesorio mas del café, pero con el misterio de un mueble que se va y vuelve. Cuando el chismorreo subía de volumen, Dalmiro los llamaba al orden:" !son tres monedas diarias joder¡".

Una noche de Octubre, cuando los muchachos ya se habían ido, el misterioso seguía ahí, con la ginebra caliente sobre la mesa, generalmente se retiraba mucho antes, pero esa noche aun estaba allí  Dalmiro poco a poco fue dando muestras de querer retirarse, le pregunto desde el mostrador si iba a tomar café para apagar la cafetera, negó con la cabeza, luego fue apilando las sillas sobre las mesas y empezó a barrer, nada, no se iba, cuando termino de barrer, apoyo los codos sobre el mostrador y espero, por las tres monedas lo hubiese esperado hasta el Apocalipsis, aunque no fue necesario.

El misterioso levanto la copa de ginebra añeja en ese infinito cáliz desde el atardecer, de un sorbo la vació  mirando hacia el mostrador volvió a levantarla vacía:

- Dos mas - pidió
Dalmiro no salia de su asombro, el misterioso había hablado, hasta había esbozado una sonrisa, y ademas con eso eran nueve monedas, puso las copas en una bandeja y se dirigió hasta la mesa, las puso frente al misterioso y cuando se disponía a regresar tras el mostrador lo escucho:
- Siéntese Dalmiro, una es para usted.
Dalmiro lo miro con lastima, creyendo que estaba ante un desairado, un enamorado neciamente esperanzado.

El misterioso alzo la copa e invito con un gesto de chocar las copas al brindis, Dalmiro junto las copas y estas emitieron un tintineo que rompió el silencio de la madrugada.
- Por el viaje - brindo el misterioso y se bebió la ginebra de un trago.
Dalmiro bebió de su copa y le pregunto si se iba de viaje.
- Nos vamos de viaje.
Dalmiro rió con una risa genuina y pregunto adonde:
- Lejos - le contesto.
Rieron los dos, esa risa compartida le hizo ganar confianza, entre risas le pregunto que quien era. Clavo sus ojos en los de Dalmiro profundamente, alzo la ginebra y la bebió de un trago, se paro e invito:
- Vamos, se hace tarde.


Autor: Ricardo Costoia.



lunes, 12 de mayo de 2014

La Moza y el Señor ( Leyenda Cántabra )


Esto pasó cuando había muchas guerras entre cristianos y judíos.

En un palaciu de Barcenaciones estaban de criaos un mozu y una moza, que se jicieron novios de buena ley, como las personas honrás que tienen la conciencia sin mancha. De antes, los mozos y las mozas tenían mejor aquel y eran más formales y más cristianos. Los dos criaos del palaciu de Barcenaciones queríanse con mucha juerza y no podían pasar el unu sin el otru, que es como debe ser el cariñu cabal y verdaeru, pa que dure hasta que Dios nos lleve onde quiera y onde merezcamos.

La moza ayudaba al mozu en los sus trabajos, y el mozu, que veía por los ojos de la su novia, la ayudaba en las sus obligaciones, con güena cara y con güena voluntad. Después que ahorraron algunas soldás pa comprar lo que les hacía falta, pidieron permisu al amu y se casaron pa siempre en la iglesia de Barcenamayor . Al pocu tiempo de casase, los visitó el amu pa deciles que si querían golver de criaos al su palaciu, los daría más soldá y los miraría como si jueran de la su misma familia por lo güenos y lo trabajaores que eran. Agradecíos y muy contentos por lo que les decía el amu, golvieron a ser criaos con güen aquel, onque la moza veía que el amu la miraba con güenos ojos y la echaba flores cuando no lo veía el su hombre.

A los pocos días de golver al palaciu los recién casaos, se armó una guerra y tuvo que ir a ella el amu de los mozos y muchos señores de tos los pueblos de esti valle, que jueron llamaos por el rey. El recién casau jue a la guerra de criau del señor y la su mujer se quedó de encargá del palaciu, mandando a los otros criaos y las otras criás. La guerra duró muchu tiempu, hasta que los cristianos pudieron a los enemigos, despeñándolos por los castros y ajogándolos en los pozos más hondos de los ríos.

Después que se acabó la guerra golvieron el amu y el criau a Barcenamayor, montaos en dos caballos percherones mu majos, tapaos con esas mantas adornás que se apaecen a los mantones que traen los indianos y los sevillanos pa las sus novias o pa las sus hermanas. En el caminu se alcordaba el amu de la guapura que tenía la mujer del su criau y dábale envidia. Los malos pensamientos no le dejaron en paz en tou el caminu. Quería el indinu cortejar a la mujer del criau pa que se entendiera con él como las mujeres endemoniás y los hombres falsos y ruines.

El pecau le tentó en el pensamiento y locu de rabia arrimó el su caballu al del criau y le mató con la espada, enterrándole a la orilla del caminu en un matorral. El probe criau, que había servíu al su amu con tou el corazón y con toa la voluntá en el tiempu que duró la guerra, quedó enterrau como una vaca encarbunclá, sin compasión ni aquel de lástima. El amu indinu siguió andando sin mirar pa tras y llegó al palaciu al anochecer.

Al pocu ratu de llegar, preguntó por la mujer del criau pa decila que lu habían matau en la guerra y que él la quería y que estaba enamorau de ella; pero los otros criaos lu dijeron que la probe moza se había muertu de tristeza por no saber na del su hombre y creer que le habían matau en la guerra. El amu se puso desesperau y quiso matar a toos los criaos con la espada que traía. De na le había valíu matar al criau pa perder a la su mujer. Rutando como un demongrón, se jue al su cuartu dando patás en el suelu como un caballu picao por la mosca.

Cansau y remordíu por la conciencia, se acostó y quedose dormíu como si juera un benditu de Dios. A la media noche, despertose y vio sentá a los pies de la su misma cama a la mujer del su criau, vestía con una vasca encarná y con una saya negra. Tenía la cara blanca como la nieve y unos ojos entristecíos como una corderuca.

El amu asustose como si viera al osu y la moza lu dijo, con una risuca que paecía que era un lloru:
-Le han engañau, porque yo dije a los criaos que lu dijeran que me había muertu pa dale esta sorpresa, pero no me he muertu, y como el mi hombre murió en la guerra, quiero corresponder al cariñu que usté me tien con toa el alma y con tou el corazón. Yo le quiero mesmamente que usté a mí.

El amu, que se había acostau vestíu, levantose corriendo y locu de contentu pa abrazar a la moza, pero la criá echó a correr riendo como una tonta, pa jacele creer que lu quería, y no pararon hasta el jardín, onde el amu alcanzó a la criá. Después, agarraos del brazu, jueron por el caminu por onde había güelto de la guerra el señor del palaciu. Hablaban como dos enamoraos y el amu la decía lo que la quería y los vestíos que iba a comprala pa pagar el cariñu que la tenía.

Asina llegaron al sitiu onde el amu mató al criau. La noche estaba mu güena, pero cuando llegaron al matorral se puso muy oscura y sonaron los truenos y después muchos relámpagos. La moza miró con mucha rabia al amu y le dijo:

-No te engañaron los criaos, no. Yo soy el alma de la mujer del que mataste y que está enterrau en el matorral. Me he apaecíu a ti pa castigate en el mesmu sitiu en que mataste al mi hombre.

El amu echó a correr asustau por el alma de la criá y por los relampaguíos; pero sonó otro troenu más juerte y se abrió una torca en el caminu, tragando al condenau, que cuando se sepultaba en la torca vio el alma de la criá agarrá a la mano del su hombre y de una anjana milagrosa, de esas que viven en las estrellas, subiendo los dos arrimaúcos hacia el cielu, como si tuvieran las alas de los ángeles.


Autor Desconocido.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Hada


Hola queridos amigos, algunos sabéis que de vez en cuando mi querido "maestro" Orthos me pone deberes que a mi me encantan:), pero esta vez no ha sido el quien me los ha puesto, si no mi querido mago Karras, me ha encargado que os diga que esta pachuchejo y es por eso que no puede pasar por nuestros blogs, pero que muy pronto lo hará con el cariño de siempre. Yo desde aquí te digo mago, que te queremos mucho y aquí te esperamos, ponte bien pronto que te echamos mucho de menos, miles de besotes mago:), os dejo una leyenda que a mi querido mago le gusto mucho, gracias a todos:)

Todo el mundo la llama "la mendiga de las hojas", porque en cuanto llega el otoño y los arboles comienzan a quedarse desnudos, se la puede ver por parques y calles recogiéndolas, acunándolas y repitiendo a veces en susurros apagados, a veces a gritos y otras incluso canturreando:

- ¿ Que hoja va con cada árbol ? ¿ De que árbol cayo esta hoja ? ¿ Y esta otra ? ¿ Y aquella de mas allá ? ¿ Que hoja va con cada árbol ? ¿ De que árbol cayo esta hoja ?

Y anda entre los montones de hojas amarillas, con los pies bien hundidos en ellas, haciéndolas crujir bajo sus plantas sintiendo su caricia en los tobillos, las recoge, las observa con detenimiento -por el envés y por el revés- las huele incluso, luego corre de árbol en árbol, mira la hoja de color ocre, mira el árbol, vuelve a mirar la hoja según crea que ha acertado o no, se aproxima con los brazos llenos de hojas a los Álamos, a las Acacias, a los Castaños, a los Arces y habla con ellos:

- Esta, esta es tuya, lo se ¿ ves ?, aun puedo reconocerlas, y las acuna como si de un bebe se tratara y sigue hablando con el árbol.

- Si, si, llego el momento de dejarlas volar ¿ verdad ?. Si, si, es la hora de que bailen con el viento.

 Y girando y danzando suelta las hojas y las entrega al primer torbellino loco que sople en ese momento, luego continua con sus andanzas por parques y calles tras las hojas amarillas y rojas, hablando con los arboles, inclinando la cabeza como si les escuchara, asintiendo o negando, riendo o llorando, como si ellos le hablaran y le contaran sus secretos.

Cuenta su historia a quien quiera escucharla aunque nadie la cree, ¿ quien puede creer las fantasías que dicen los locos ?

Cuenta que es un hada y que se ha quedado atorada a medio camino entre su mundo y el nuestro por culpa del amor. Cuenta que allá en su mundo ayudaba con los preparativos otoñales, que reunía a las nubes como si fueran un rebaño de ovejas y las pastoreaba hasta los lugares en donde debían dejar caer la lluvia, que cabalgaba sobre la espalda del viento y le ayudaba a arrastrar las hojas caídas y las que estaban por caer, que llevaba un cuidadoso inventario de cada hoja que caía y por eso sabia reconocer perfectamente a que árbol pertenecía cada una. Y cuenta que un día cometió dos errores muy, muy graves:

El primer error fue enamorarse, porque a un hada enamorada se le debilitan los poderes. Su segundo error fue aun mas grave, enamorarse de un mortal, porque los mortales son incapaces de comprender a las hadas y acaban siempre rompiéndoles el corazón. Sus hermanas se lo avisaron. Su reina se lo advirtió. Todos en el reino de las hadas intentaron aconsejarla, pero el amor ya se sabe, no entiende de consejos y advertencias.

Cuenta que ella decidió seguir a su amor mortal hasta su mundo mortal, sus ojos brillan y sus labios sonríen al contar que durante un tiempo hasta se creyó feliz, y sus ojos se llenan de nubes tormentosas cuando narra como poco a poco todo se fue hundiendo lentamente, ahogado por la realidad que la rodeaba. El no la comprendía, el no aceptaba sus poderes, ni sus costumbres, ni nada de nada, quería transformarla en una mujer y que dejara de ser un hada. Y aunque ella lo intento con todas sus fuerzas, nunca lo consiguió...no del todo. Y un día finalmente, el la dejo abandonada y sola en este mundo.

 Y cuenta que quiso volver al reino de las hadas pero ya no pudo, su tiempo entre mortales la había debilitado y solo consiguió llegar hasta la mitad del camino, y así vive desde entonces, a medias entre este mundo y el suyo, sin pertenecer del todo a este ni poder regresar del todo al suyo, de modo que aquí era una loca y allá era casi una sombra. Si, ella cuenta su historia a quien quiera escucharla pero es evidente que nadie puede creer las fantasías que cuentan los locos y sin embargo...

Sin embargo corre el rumor de que en noches despejadas de luna llena, te puedes encontrar a la "mendiga de las hojas" bailando y lanzando las hojas al aire, que hay momentos en que su sucia cara parece irradiar luz, que sus bastas ropas parecen hechas de finas telas y que el ajado fular de tul que cuelga siempre sobre su espalda parecen unas titilantes alas de hada.

Pero sea o no verdad, resulta imposible no emocionarse cuando ves a la "mendiga de hojas" mientras susurra sin descanso:

- ¿ Que hoja va con cada árbol ? ¿ De que árbol cayo esta hoja ? ¿ Y esta otra ? ¿ Y aquella de mas allá ? ¿ Que hoja va con cada árbol ? ¿ De que árbol cayo esta hoja ?.....



Autor: Dolores Espinosa.



lunes, 5 de mayo de 2014

Carta de una “ni-ni” para usted, Mónica Oriol


Hola amigos, al principio de tener el blog, bueno el otro, el "viejo" alguna que otra vez me indignaba con cosas de la política o con mis "amigos" de la Iglesia y solía escribir algo sobre el tema, ya hace mucho que no digo nada por que saldrían bichos, culebras y mas cosas desagradables por mi boca, pero hace dos días vi una carta de una chica dirigida a alguien que se ve que la vida la ha tratado muy bien, por eso quiero compartir la carta de esta chica con todos vosotros, para mi esta chica los tiene muy bien puestos y como ella deberíamos hacer todos, os recomiendo que aunque es un poquito larga la leáis hasta el final ya que no tiene desperdicio alguno, gracias amigos y ya me diréis que os parece.


Carta de una “ni-ni” para usted, Mónica Oriol.

Yo me pregunto si usted cobra algo del Gobierno para decir semejante desfachatez y si lo hace me gustaría saber qué cantidad. Qué poquito os quejabais de la gente sin estudios que ocupaba los sectores de la construcción cuando de media trabajaban más de doce horas al día. Qué poco os molestaban los ni-ni antes, cuando alimentaban la burbuja inmobiliaria, y de la que ustedes os llenabais los bolsillos.

No era vuestra preocupación por aquel entonces que la gente tuviese o no estudios. Es más os interesaba crear un prototipo de ciudadano sin estudios, que trabajase mucho y que viese el fútbol para que no fuese consciente de lo que en realidad se estaba forjando. No nos insultabais entonces, por que os servíamos, os servíamos para mucho, para alimentar vuestra insaciable sed de dinero.

Tengo 28 años señora Oriol, soy pedagoga y Máster en Intervención Social y varias especialidades en recursos humanos. Estudié, gracias al esfuerzo de mi familia y gracias a las becas, así como también lo han hecho mis hermanos. De no ser por las becas, esas que ahora están recortando, es posible que ninguno de nosotros hubiésemos podido acceder a estudios superiores. Por eso, señora Oriol, porque están quitando becas, la gente no puede estudiar ni puede acceder a estudios y por la desastrosa saga de reformas laborales y recortes la gente no puede acceder a un trabajo. No porque no queramos.

No soy ninguna ni-ni, y me impresiona que lo pueda decir una persona como usted, que seguramente no habrá tenido que pasar tres carajos de dificultad en su vida. Por lo que le recomiendo, que antes de frivolizar con un sector tan humillado como los parados, le invito a conocer las desigualdades de las personas.

La mayor parte de los días de la semana ocupo mi tiempo en una conocida ONG de mi pueblo, donde aporto mi pequeñísimo granito de arena a un colectivo que está viviendo la injusticia más común en estos tiempos. Quedarse sin trabajo. Lo hago voluntariamente, porque aunque el sistema no quiera darme una oportunidad laboral siempre seré pedagoga y eso no me lo vais a quitar.

A pesar de mi “titulitis” las únicas oportunidades laborales que han merecido la pena me las han dado al otro lado del charco. Sí, América Latina. Esa gente, que vino a levantar el país en plena ebullición económica y a la cual tratasteis como una verdadera escoria. Pues esa gente de América Latina es la que si valora a los profesionales de la educación.

Desde que llegué he ido dando tumbos de un lado a otro y aceptando trabajos en negro, si señora Oriol, en negro, y no me avergüenza reconocerlo, pues los únicos abochornados deberíais ser ustedes. Empresarios como tú que fomentáis el despido fácil y la precarización laboral, pues nos obligáis a ganarnos la vida como buenamente podemos, a comernos las migajas que os sobran. Además, si el partido que hoy gobierna paga con contabilidad en B, ¿por qué no voy yo a hacerlo también?

He hecho cursos de desempleo, cursos, que yo misma podría estar capacitada para dar, y que cualquiera de los alumnos y alumnas que he conocido somos mucho más competentes que el mismo formador que los imparte.

No me diga parásito, no lo soy. No me diga que no sirvo para nada. Sí sirvo, y mucho más que usted.

Estudié Pedagogía, no por las salidas laborales, cosa que el ministro Wert nos quiere ahora obligar a hacer. Estudié porque para mí la educación es el arma más poderosa para forjar un mundo más justo, fue desde mis valores intrínsecos cuando elegí pertenecer al mundo de la educación y ahora, aunque no tenga trabajo, no me arrepiento ni un ápice de haber escogido una profesión a la que el sistema no valora. Porque al sistema, y a empresarios como usted no les interesa tener a gente educada, no os interesa formar ciudadanos con espíritu crítico. No queréis ciudadanos, queréis borregos. Borregos que sean guiados por el camino que vosotros marcáis sin que se salgan del sendero, borregos que acepten cualquier trabajo de mierda en el que nos exploten y encima le tengamos que dar las gracias.

A esa ONG con la que colaboro la mayor parte de mi tiempo, acuden vecinos con los que de pequeña compartía nuestros ratos de juegos por el barrio. Se me cae el alma al suelo cuando les veo llegar y cabizbajos me retiran el saludo porque se avergüenzan de ir a pedir, desesperadamente ayuda económica. Me gustaría, señora Oriol, que deje un día de decir estupideces y venga a visitar esta ONG para que pueda observar que a nadie le resulta agradable pedir ayuda porque con su subsidio de menos de 500 euros no les llega para pagar los recibos. Pero aún así a usted le parece ese subsidio muy generoso.

Se sentó en la mesa del Círculo de Empresarios con su chaqueta diplomática y puso su Martinenco sobre la mesa, y ese Martinenco, seguramente costaría la misma cantidad que el subsidio que cobran muchas familias y que no les llega para comprar comida. Pero a usted le parece mucho y pide que aún se bajen más.

Es usted una miserable, señora Oriol y me valgo del Diccionario de la Real Academia de la Lengua para decírselo.

-       Desdichado, infeliz. Porque se atreve a jugar con los sentimientos de más de seis millones de personas no es posible que conozca lo que es felicidad.

-       Mezquino: (que escatima en gasto)

-       Perverso, abyecto, canalla… Porque se atreve a insultar al colectivo más humillado de la crisis económica

Nos dice usted Ni-Ni´s y la Ni-Ni, es usted. Ni vergüenza ni escrúpulos. Lo que sí que no nos puede negar es que tenemos una extremada capacidad de aguante. Aguantamos a Esperanza Aguirre diciendo “basta ya de mamandurrias”, aguantamos la ampliación de jornada laboral y la reducción de salarios, aguantamos los EREs más escandalosos de la Unión Europea, aguantamos que nos llaméis parásitos y también aguantamos a Andreíta Fabra diciéndonos “que se jodan”.

Pues jódete tú Andrea, porque mi padre es un hombre honrado, y yo no soy una MISERABLE.

Pues claro que sí. “Basta ya de mamandurrias”, como dice el periodista Javier Gallego. Basta ya de dietas a los diputados que tienen más de dos viviendas en Madrid. Basta ya de regalarle cantidades industriales de dinero a la enseñanza privada mientras se recortan los presupuestos de la pública. Basta ya de regalarle concesiones a los de la trama Gürtel. Basta ya de hacer de España vuestro feudo de corrupción y de fundamentalismo católico. Basta ya de parásitos, familiares y amigotes vuestros contratados como asesores del ministerio de economía, donde sobran asesores y faltan soluciones. Basta ya de ustedes.

“No servís para nada” “parásitos”. Un lenguaje propio de los antiguos terratenientes de las plantaciones de algodón del sur de EE.UU. Eso es lo que le decían a sus esclavos. Muy típico de la España profunda que relató Delives en “Los Santos Inocentes”. Y la inocencia nos la estáis quemando, pero nos habéis encendido la revolucionaria y el revolucionario que llevamos dentro.

Por último, tiene señora Oriol, la gran suerte de que no he sido una persona educada en el odio y no le voy a desear nada malo, al contrario le deseo trabajo.

Le deseo a usted que se atreva a venir al pueblo donde nací a conocer la temporada de vendimia. Le deseo que cobre usted lo mínimo por una dura jornada de trabajo de más de ocho horas en las que estás con la boca contra el suelo, literalmente. Le deseo que en esos días de recolección le hagan a usted días muy soleados, tan tan tan soleados que se le quemen las orejas y que luego le escuezan tanto que no pueda ni dormir. Le deseo que su trabajo sea tan tan tan productivo que al llegar al escalón de su casa no pueda ni subirlo debido a las agujetas y que a la mañana siguiente no pueda ni sentarse a mear debido a los brutales dolores que se sufren. Le deseo que le cunda tanto, tanto tantísimo vendimiar que le salgan arañazos en los brazos y que cuando vaya a ducharse le duela cada una de las gotas de agua que caen sobre su cuerpo. Y luego le deseo que cuando vaya intentar usted descansar después de la productivísima jornada laboral, ponga usted la televisión y que vea a una persona sentada en una mesa, con un móvil caro y con un traje de chaqueta y que esa persona le diga que no sirve para nada. Y también le deseo que ese mes, solamente cobre 426 € y que con ese dinero tenga que mantener a toda su familia.

Si mucha de la gente a la que ha insultado hubiese tenido sus oportunidades, seguramente serían mucho más competentes que usted y todo el consejo de ministros juntos y los españoles no tendríamos hoy que aguantar vuestras boberías e impertinencias.

En cierto modo debo darle algo de razón y he de reconocer que, efectivamente, soy una Ni-Ni, porque no tengo Ni miedo Ni ganas de rendirme.


http://www.larepublica.es/2014/04/carta-de-una-ni-ni-para-usted-monica-oriol/



jueves, 1 de mayo de 2014

La Rosa Blanca


En un jardín de matorrales, entre hierbas y maleza, apareció como salida de la nada una rosa blanca. Era blanca como la nieve, sus pétalos parecían de terciopelo y el rocío de la mañana brillaba sobre sus hojas como cristales resplandecientes. Ella no podía verse, por eso no sabía lo bonita que era. Por ello pasó los pocos días que fue flor hasta que empezó a marchitarse sin saber que a su alrededor todos estaban pendientes de ella y de su perfección, su perfume, la suavidad de sus pétalos, su armonía. No se daba cuenta de que todo el que la veía tenia elogios hacia ella. Las malas hierbas que la envolvían estaban fascinadas con su belleza y vivían hechizadas por su aroma y elegancia.

Un día de mucho sol y calor, una muchacha paseaba por el jardín pensando cuántas cosas bonitas nos regala la madre tierra, cuando de pronto vio una rosa blanca en una parte olvidada del jardín, que empezaba a marchitarse.

–Hace días que no llueve, pensó – si se queda aquí mañana ya estará mustia. La llevaré a casa y la pondré en aquel jarrón tan bonito que me regalaron.

Y así lo hizo. Con todo su amor puso la rosa marchita en agua, en un lindo jarrón de cristal de colores, y lo acercó a la ventana.- La dejaré aquí, pensó –porque así le llegará la luz del sol. Lo que la joven no sabía es que su reflejo en la ventana mostraba a la rosa un retrato de ella misma que jamás había llegado a conocer.

-¿Esta soy yo? Pensó. Poco a poco sus hojas inclinadas hacia el suelo se fueron enderezando y miraban de nuevo hacia el sol y así, lentamente, fue recuperando su estilizada silueta. Cuando ya estuvo totalmente restablecida vio, mirándose al cristal, que era una hermosa flor, y pensó: ¡¡Vaya!! Hasta ahora no me he dado cuenta de quién era, ¿cómo he podido estar tan ciega?

La rosa descubrió que había pasado sus días sin apreciar su belleza. Sin mirarse bien a sí misma para saber quién era en realidad. Si quieres saber quién eres de verdad, olvida lo que ves a tu alrededor y mira siempre en tu corazón.



Autor: Rosa María Roé