El Hojarasquín tiene copas verdes que aparentan ser cabezas zoomorfas: una de cocodrilo, una de oso, una de cóndor, una de danta, una de jabalí, una de tigre y una de caballo y en todas tiene cuerno. Del tronco del Hojarasquín se desprenden ocho inmensos brazos, de sus ramas cuelgan frutos de múltiples variedades y colores, que le sirven de ojos; cuando unos duermen otros vigilan.
El Hojarasquín tiene raíces de marfil incorruptible, camina por la selva persigue a los taladores de árboles, a los cazadores, a los saqueadores y los convierte en muertos vivientes.
El Hojarasquín puede hacerse invisible, canta, baila y vuela, a veces está de buen genio, otras veces iracundo y vomita fuego como un dragón. Él puede atravesar las llamas sin quemarse, como una salamandra virginal y todas las partes de su ser son acorazadas y blindadas. La humanidad del Hojarasquín está perfeccionada con múltiples vegetales, con roble sólido, con pino inmortal, con trébol de buen augurio, con cedro majestuoso, con olmo que dignifica la vida, con ópalo de confianza y con olivo de victoria.El Hojarasquín tiene adherido a su corpulencia flores míticas: azahares puros para adornar a la novia el día de su boda, azucenas virginales, jazmines elegantes, violetas inocentes, lirios puros, loto para olvidar mala vida y sus pesares, margaritas proféticas, girasoles de oro, rosas amorosas, claveles de matrimonio, tulipanes de amor desgraciado y amapolas narcóticas.Hojarasquín también tiene pegado a su maravillosa vestidura, frutas lujuriosas, limones fieles en el alma, manzanas del bien y del mal, peras eróticas, melones estúpidos y sabios, uvas embriagantes y cerezas dulces del paraíso."
El Hojarasquín se enaltece con diadema de reyes: laureles de victoria, mirto de prosperidad, espigas de fecundidad, hongos de longevidad, higueras de la ciencia, heno de riqueza, espinas de pasión y musgo para protegerse.El Hojarasquín carga en su botiquín bebidas de inmortalidad, medicamentos prodigiosos, la panacea, llantén pan del camino, mandrágora erótica, alpiste para la esperanza, almendro para la dulzura, sauce para la melancolía, magnolia para el gran amor, junco para ser flexible, encina para la fuerza, espino para la prudencia, durazno para la felicidad prohibida, cítiso para el disimulo, ciprés para el duelo, boj para la resistencia, aliso para la estimación, y albaricoque de insensibilidad.
Además de eso al Hojarasquín la Madre Gaia y el Gran Arquitecto del Universo lo bendijo con dones divinos, sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, prudencia y temor a la naturaleza. Gracias a eso el portentoso Hojarasquín domina los cuatro elementos de la naturaleza, agua, aire, tierra y fuego. Cuando el gigantesco Hojarasquín camina, tiene cuidado para no aplastar a sus primos del reino animal y vegetal y cuando vuela, contempla las estrellas, el sol y la luna.El Hojarasquín es poeta, encantador, sabio y adivino, lee los astros y es inmortal. El Hojarasquín disfruta la presencia de las amazonas y de los indígenas, ve con recelo a los colonos, enfrenta a los que quieren robar sus secretos medicinales, extravía y amarra con lianas y bejucos a los intrusos y luego los devuelve.El Hojarasquín es fascinante, complejo y mágico, protege a los animales, vegetales y tesoros de la “Madre Gaia”.
Autor: Desconocido.