sábado, 30 de septiembre de 2023

Leyenda del Hornero.

Cuentan que en las tribus que habitaban a orillas del río Paraguay, cuando los muchachos llegaban a cierta edad tenían que pasar tres pruebas. La primera consistía en correr muy rápido, mas rápido que el viento veloz.

Para superar la segunda tenían que nadar de un lado al otro del río. Por ultimo tenían que cumplir con un extraño ritual: tenían que quedarse acostados sin moverse muy quietos, tan quietos que no podían ni siquiera pestañear, durante un largo tiempo. Todos los jóvenes de esa tribu se entrenaban con gran dedicación, para poder pasar esa prueba. Aprobarla, significaba pasar a ser adultos.

Una vez existió un joven llamado Jahé que sorprendió a todos con su destreza, cuando le toco realizar la primera prueba, muy pronto dejo atrás a los demás participantes, cuando cruzo el río, mientras los otros luchaban para que la corriente no los llevara, el recogía piedrecitas de colores que encontraba en el fondo, cuando debió permanecer acostado, el se mantuvo tan quieto, que por mas que saltaban y hacían bromas a su alrededor, el permanecía inmóvil como una piedra. Así Jahé, paso la prueba y para todos ya era un adulto, lo que nadie sabia era que mientras el joven corría, en las alas del viento escucho la voz de una mujer como el canto de un ave, esa misma voz fue la que le alentó mientras cruzaba el río Paraguay y la que le permitió concentrarse cuando debió permanecer quieto.

Como era costumbre en esa época, el jefe de la tribu premio a Jahé concediéndole la mano de su hija. Jahé no podía aceptar ese ofrecimiento, pues la melodía que escucho durante la prueba lo acompañaba día y noche, Jahé se había enamorado de ella. El jefe de la tribu comenzaba a impacientarse por la falta de decisión del joven.

Una mañana el muchacho elevo sus brazos al cielo pidiendo a su amada que lo ayudara a decidir, entonces volvió a escuchar su voz. Las manos de Jahé comenzaron a moverse al compás de una suave música, hasta que hicieron el movimiento de las alas de un pájaro.

Los que observaban la escena vieron con asombro como el cuerpo del joven comenzaba a transformarse en un pájaro y se perdía volando en el aire. El ave era de color pardo y desapareció en los bosques que bordeaban el río  Paraguay, busco entre los arboles a su amada pero no la encontró, construyo una casita de barro para resguardarse de los rayos, los vientos y las lluvias. Por fin una mañana la dulce cantora se poso en su nido y desde entonces es su compañera.


Autor: Desconocido.


sábado, 23 de septiembre de 2023

El hilo rojo del destino.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, un emperador se entero de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenia la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.leyenda_emperador

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que seria su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo :

– “Aquí termina tu hilo”.

Pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja, empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa.

Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente su rostro. Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su propio destino años antes. Un destino que la bruja lo había puesto frente suyo y que decidió descreer.


¨La antigua cultura japonesa contempla la idea de que el futuro de cada una de las personas está predestinado desde el momento en que inicia su camino. Explicación que toma fuerza con el dogma de que todo ser humano está “atado” al destino de alguien por medio de un intangible hilo color rojo que se encuentra amarrado al dedo meñique. Entonces, todos están predestinados a conocer a su otra mitad, la parte de la naranja restante, aquello que falta para que se complemente¨.



Leyenda oriental.



sábado, 16 de septiembre de 2023

El músico del rey .

Manohar era un musico que tocaba el Sitar en el palacio real. El rey hindu siempre quería tener en palacio al mejor músico, por lo que Manohar tenía cierto temor de que el rey descubriera que había otro mejor que él y lo sustituyera.

Un día le confesó, que el que había sido su maestro, era mejor que él. Y el rey se interesó preguntándole quién era y dónde se encontraba su maestro, a lo que Manohar respondió:

– Es un músico que sólo toca el sitar a las tres de la madrugada, pero cuando toca, lo hace tan bien que se pueden oír vibrar todos los Sitares de la zona. Así que, si su majestad desea oírlo, debemos ir a su casa a esa hora.

Y así lo hicieron, a las tres de la madrugada fueron a casa del maestro Markandeya a oirlo tocar. El rey llevaba otro Sitar para comprobar que era cierto lo que Manohar le decía.

Puntualmente, a las tres de la mañana, empezó Markandeya a tocar, y cual no sería la sorpresa del rey que … el instrumento que él llevaba empezó también a vibrar. Dice la leyenda, que el rey lloraba de alegría. Y volvieron silenciosos al palacio.

Cuando volvieron al palacio le dijo al Manohar:

– Yo creo que debes irte con tu maestro, porque en la lejanía he podido oír esta maravilla.. qué no hará contigo si estás junto a él. Vete. Vete y vive junto a él.

Manohar fue entonces a vivir con su maestro, y cuando tocaban el rey podía disfrutar del sonido de su Sitar.


Leyenda hindú.


sábado, 9 de septiembre de 2023

La Sonrisa del Lobo.

En las lejanas tierras nevadas de Canadá, tuvo lugar la historia de cómo un lobo se convirtió en el mejor amigo del ser humano.

Cuenta la leyenda que en aquellas montañas vivía Skan (el cielo), el gran lobo gris plata junto a su manada de lobos árticos.

En aquellas tierras el viento soplaba con un cálido aroma de libertad, la luz dorada del sol bañaba un paisaje donde el equilibrio natural hacía que todas y cada una de las especies convivieran en paz y armonía.

Pero un día, con la llegada del hombre, la hermosura de aquellas tierras vírgenes y la pureza de sus aguas cristalinas empezó a desvanecerse, mientras el hombre avanzaba haciendo suyo todo lugar por el que pasaba.

Una mañana temprano, Skan se hallaba buscando una presa para poder llevar a su familia como desayuno, cayó mal herido en una de las trampas que los humanos habían colocado en el bosque. Y cuando pensó que ya no tendría salida, alguien le cogió del cuello lo montó en su mustang negro y lo salvó. Sí, un humano lo había salvado, pero aquel,...aquel era diferente, se trataba de un joven indio de la tribu de los Lakota, de piel rojiza y cabellos largos color negro azabache. Aquel muchacho lo rescató de una muerte segura en manos del depredador más temible de todos, el ser humano, el cual odiaba a los lobos.

Skan quedó completamente agradecido con aquel joven por su hospitalidad y cuidados..Al fin y al cabo, no era tan diferente a él, ambos luchaban por la libertad de los suyos y cruelmente eran rechazados y perseguidos.

Skan sentía de corazón que algún día no muy lejano podría devolverle el favor...

Así que por la noche, aulló a la luna en llamada a la Diosa Nokomi,(hija de la luna), para que le concediera el deseo de poder devolver el favor a aquel muchacho.

Ella le dijo que para protegerle debería aprender a sonreír....sólo así podría convivir en una comunidad de humanos sin que le tuvieran miedo...Skan aceptó y al día siguiente despertó diferente...su mirada de ojos pardos había retomado un brillo dulce color miel que emanaba ternura y sus dientes, ya no eran los de un lobo fiero y salvaje. Ahora en su rostro se dibujaba una hermosa sonrisa que desprendía simpatía y confianza...

Así pues, Skan se encaminó hacia la aldea de los Lakota y una vez allí algo mágico ocurrió...La gente lo trataba como a un Dios, ¡Es nuestro salvador! Gritaban llenos de júbilo y alegría, era curioso porque todas aquellas gentes le sonreían!. El hermano lobo gris que sonríe ha venido al fin para proteger a nuestro pueblo, es Nordic, el legendario lobo gris que según la profecía vendría para salvarnos...

Y así fue, Skan se convirtió en el fiel compañero y protector de la tribu de los Lakota, pasó de ser un lobo gris a un perro con una bonita sonrisa, siendo así el pionero de las generaciones de nuestros actuales nórdicos.

A partir de entonces, se dice que los perros nórdicos son poseedores de la más hermosa y sencilla de las sonrisas, ....la sonrisa nórdica!


Autor: Miriam Perera



sábado, 2 de septiembre de 2023

El Hada y el Leñador.

Su nombre era "Hoshi", ella era el hada mas hermosa de las montañas de cristal, su magia era extraordinaria y en sus ojos llevaba el brillo de las estrellas, vivía muy feliz con sus hadas hermanas entre seres increíbles como salidos de un cuento, cierto día por la mañana Hoshi despertó como siempre en su cama de cristal pero algo había cambiado en ella, pronto se dio cuenta que su magia ya no estaba!, sus alas se habían caído, ahora no podía volar y el polvo de estrellas que salía de sus manos cada vez que las movía había desaparecido, al darse cuenta de esto, sus hermanas empezaron a reír y a burlarse de ella, Hoshi se escondía en los rincones y lloraba día tras día, sentía como poco a poco iba dejando de pertenecer a ese lugar tan mágico donde a ella le encantaba vivir!

Un día Hoshi salio del castillo mientras todos dormían, y tomo el camino del bosque, tras varios días de caminar sin descanso y aun con lagrimas en sus ojos, la pequeña hada desfalleció y callo al suelo al pie de un gran árbol...

"Sora" era un joven leñador que vivía en lo mas profundo del bosque, por las mañanas iba a recolectar leña y recoger frutos silvestres, Sora caminaba como siempre por el camino cuando de pronto vio a una joven inconsciente debajo de un árbol que le daba sombra y la cuidaba, el leñador la tomo entre sus brazos y corrió a su pequeña casa al lado del rió, la recostó sobre su cama de paja y le dio de beber un poco de agua, el leñador que do inmóvil al pie de la cama tan solo observando, el no podía creer lo bella que era, al cabo de varias horas ella despertó asustada y Sora le dijo..

"No tienes porque temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque y esta es mi vida, yo cuidare de la tuya y velare tu sueño hasta que las estrellas un día dejen de brillar"

Así paso mucho tiempo, Sora cuido a Hoshi y día tras día le iba enseñando el mundo donde el había crecido, le mostró la belleza de las cosas simples como los colores de las flores y la tranquilidad de su aroma, el brillo de las estrellas y soñar en poder alcanzar alguna de ellas, la sensación de escuchar los corazones latir muy fuerte cuando se acercaba uno al otro y sentir como despegaban los pies del suelo cada vez que el la tomaba entre sus brazos.

Un día por la mañana Hoshi despertó y se llevo una gran sorpresa cuando se dio cuenta que su magia había vuelto, ahora sus alas estaban en su lugar y podía sentir que era mas fuerte!, mas especial, el hada salio por la ventana olvidando a Sora que aun dormía, Hoshi regreso inmediatamente a su castillo, sus hermanas le hicieron una gran bienvenida, un grupo de elfos tocaba la trompeta mientras luces de colores iluminaban las montañas de cristal y los enanos servían ricos manjares, ella se sentía feliz, era un hada de nuevo y estaba otra vez en su hermoso castillo de cristal.

Pero Hoshi un día miro al cielo y recordó a "Sora", una extraña sensación recorrió su cuerpo cuando pudo observar que los cristales de su castillo no podían brillar mas que las estrellas cuando estaba en esa vieja cabaña al lado del río, luego miro a su alrededor y pudo darse cuenta que la verdadera magia no estaba en sus manos de hada y que no necesitaba sus alas para poder volar mas alto que los demás, Hoshi inmediatamente salio del castillo otra vez hacia el camino del bosque para buscar a Sora pero mientras avanzaba podía sentir como iba dejando a su paso el polvo de estrellas que quedaba en el camino y como sus alas se iban quebrando y cayendo poco a poco detrás de ella, una vez mas la pequeña hada desfalleció al pie del mismo árbol donde un día Sora la encontró.

Por la mañana Hoshi despertó y cuando abrió los ojos ahí estaba Sora sonriendo al pie de su cama de paja, el la abrazo muy fuerte y le dijo...

"No tienes por que temer, tan solo soy un leñador pero esta es mi casa, este es mi bosque, estos son mis sueños y te prometo que estarás en cada uno de ellos hasta que las estrellas un día dejen de brillar"

Hoshi y Sora vivieron felices para siempre, ella renuncio a ser un hada y el cumplió su promesa cuidándola y haciéndola parte de todos y cada uno de sus sueños


FIN



sábado, 26 de agosto de 2023

La Tostada..

Después de un largo día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá. Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba.... Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.

No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo. Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.

Nunca voy a olvidar lo que dijo:

"Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados."

Más tarde esa noche fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados. Él me abrazó y me dijo estas reflexiones:

Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además, un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie.....

La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta; aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera.

Un pan tostado quemado no debe romper un corazón.

La comprensión y la tolerancia es la base de cualquier relación.

Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en este momento, están librando algún tipo de batalla.

Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario.

El camino de la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS, luces de precaución llamada FAMILIA, y todo se logra si tienes:

Una llanta de repuesto llamada DECISIÓN, un potente motor llamado AMOR,un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero, sobre todo, un experto conductor llamado Universo...


Autor: Desconocido.



sábado, 19 de agosto de 2023

Leyenda del Bisonte.

Hace mucho tiempo, cuando el mundo era muy joven, el bisonte no tenía joroba. Él obtuvo su joroba un verano, por su crueldad con los pájaros. Al bisonte le gustaba correr por las praderas por placer. Los zorros corrían delante de él y avisaban a los animales pequeños que su jefe, el bisonte venía.

Un día, cuando el bisonte corría por las praderas, se dirigió hacia donde viven los pequeños pájaros que anidan en el suelo. Los pájaros avisaron al bisonte y a los zorros que iban en la dirección donde tenían sus nidos, pero nadie, ni los zorros, ni el bisonte, les pusieron atención. El bisonte corrió y pisoteó bajo sus pesadas patas los nidos de los pájaros, incluso cuando escuchó a los pájaros llorando, siguió corriendo sin parar.

Nadie sabía que Nanabozho estaba cerca. Pero Nanabozho se enteró de la desgracia sucedida con los nidos de los pájaros y sintió pena por ellos. Corrió, se plantó delante del bisonte y los zorros y los hizo parar. Con su bastón golpeó fuertemente al bisonte en los hombros. El bisonte, temiendo recibir otro golpe, escondió la cabeza entre sus hombros. Pero Nanabozho solamente dijo: "Tú, a partir de hoy, siempre llevarás una joroba sobre tus hombros. Y llevarás la cabeza gacha por vergüenza."

Los zorros corrieron para escapar de Nanabozho, escarbaron agujeros en el suelo y se escondieron dentro. Pero Nanabozho los encontró y les castigó: "Por ser crueles con los pájaros, siempre viviréis en el frío suelo".

Desde entonces, los zorros tienen sus madrigueras en agujeros en el suelo y los bisontes tienen joroba.


Autor: Desconocido.



sábado, 12 de agosto de 2023

El increíble Ki (Grito)

Un Maestro de combate a mano desnuda enseñaba su arte en una ciudad de provincia. Su reputación era tal en la región que nadie podía competir con el. Los demás profesores de artes marciales se encontraban sin discípulos.Un joven experto que había decidido establecerse y enseñar en los alrededores quiso ir un día a provocar a este famoso Maestro con el fin de terminar con su reinado.El experto se presento en la escuela del Maestro. Un anciano le abrió la puerta y le pregunto que deseaba.

El joven anunció sin dudar su intención. El anciano visiblemente contrariado, le explicó que esa idea era un suicidio ya que la eficacia del Maestro era temible.El experto, con el fin de impresionar a este viejo medio chocho que dudaba de su fuerza, cogió una plancha de madera que andaba por allí y de un rodillazo la partió en dos. El anciano permaneció imperturbable. El visitante insistió de nuevo en combatir con el Maestro, amenazando con romperlo todo para demostrar su determinación y sus capacidades. El buen hombre le rogó que esperara un momento y desapareció.

Poco tiempo después volvió con un enorme trozo de bambú en la mano. Se lo dio al joven y le dijo: El Maestro tiene la costumbre de romper con un puñetazo los bambúes de este grosor. No puedo tomar en serio su petición si usted no es capaz de hacer lo mismo.El joven presuntuoso se esforzó en hacer con el bambú lo mismo que había hecho con la plancha de madera, pero finalmente renunció, exhausto y con los miembros doloridos. Dijo que ningún hombre podía romper ese bambú con la mano desnuda.

El anciano replicó que el Maestro podía hacerlo. Aconsejó al visitante que abandonara su proyecto hasta el momento que fuera capaz de hacer lo mismo. Abrumado, el experto juró volver y superar la prueba. Durante dos años se entrenó intensivamente rompiendo bambúes. Sus músculos y su cuerpo se endurecían día a día.Sus esfuerzos tuvieron sus frutos y un día se presentó de nuevo en la puerta de la escuela, seguro de sí. Fue recibido por el mismo anciano.

Exigió que le trajeran uno de esos famosos bambúes de la prueba y no tardo en calarlo entre dos piedras. Se concentró durante algunos segundos, levanto la mano y lanzando un terrible grito rompió el bambú. Con una gran sonrisa de satisfacción en los labios se volvió hacía el frágil anciano. Este le declaró un poco molesto: Decididamente soy imperdonable. Creo que he olvidado precisar un detalle: el Maestro rompe el bambú… sin tocarlo.

El joven, fuera de sí, contestó que no creía en las promesas de este Maestro cuya simple existencia no había podido verificar. En ese momento, el anciano cogió un bambú y lo ató a una cuerda que colgaba del techo.  Después de haber respirado profundamente, sin quitar los ojos de bambú, lanzó un terrible grito que surgió de lo más profundo de su ser, al mismo tiempo que su mano, igual que un sable, hendió el aire y se detuvo a 5 centímetros del bambú… que saltó en pedazos.

Subyugado por el choque que acababa de recibir, el experto se quedó durante varios minutos sin poder decir un palabra, estaba petrificado. Por último pidió humildemente perdón al anciano Maestro por su odioso comportamiento y le rogó que lo aceptara como discípulo.


Autor: Desconocido.



sábado, 5 de agosto de 2023

Leyenda del Colibrí ( Leyenda guaraní )

Desde hace tiempo, los más viejos de la tribu cuentan la trágica historia del amor de dos jóvenes.

La bella Flor, morena, esbelta y de grandes ojos negros, estaba enamorada de Ágil, un joven inquieto, apasionado, juntos solían pasear al atardecer por un bosquecillo cercano, a la orilla de un arroyo impetuoso y juguetón. Pero como los enamorados pertenecían a dos tribus enemigas, se veían poco, pues debían mantener su amor en secreto.

Un día, sucedió lo que tanto temían: unos familiares de la joven descubrieron el romance y lo comentaron al jefe de la tribu. Desde esa tarde, Flor tuvo prohibido volver al lugar de los encuentros.

Pasaron los días. Una y otra vez, Ágil la buscó sin hallarla en la penumbra suave y tibia del bosque hasta que la Luna, apenada por su dolor, le contó lo que había sucedido y agregó:

–Ayer he visto otra vez a Flor, muy angustiada, lloraba amargamente pues está desesperada.

Quieren que se case con un hombre de su tribu y ella se ha negado. El dios Tupá escuchó su lamento y se apiadó de su dolor, mi amigo el Viento me contó que Tupá la transformó en una flor.

–¿En una flor? Dime, ¿en qué clase de flor? ¿Cómo puedo encontrarla?

–¡Ay, amigo! No puedo decírtelo porque no lo sé… –respondió la Luna.

El muchacho palideció y solicitó la ayuda de su dios:

–¡Tupá, tengo que encontrarla! Sé que en los pétalos de Flor reconoceré el sabor de sus besos. ¡Ayúdame a dar con ella!

Ante el asombro de la Luna, el cuerpo de Ágil fue disminuyendo cada vez más. Se hizo pequeño, pequeño, hasta quedar convertido en un pájaro delicado y frágil de muchos colores, que salió volando rápidamente. Era un colibrí.

Desde entonces, el novio triste pasa sus días recorriendo las ramas floridas y besa apresuradamente los labios de las flores, buscando una, sólo una.

Desde hace tiempo, los más viejos de la tribu cuentan también que todavía no la ha encontrado…



sábado, 29 de julio de 2023

La flor de Peonia.

La princesa Aya debía casarse con el príncipe Ako. Las familias de los dos jóvenes habían decidido el matrimonio y todos los preparativos necesarios estaban hechos.

La tarde del día anterior a la boda, la princesa paseaba por su jardín, mirando melancólicamente aquellos lugares tan amados y familiares que debía abandonar para siempre, y amargas lágrimas brotaban de sus ojos y resbalaban por sus rosadas mejillas.

Al llegar a un rincón del jardín oyó un suspiro que respondía al suyo. Se volvió, e imaginad el asombro que sentiría al ver detrás de una planta de peonías, que eran sus flores predilectas, a un hermosísimo príncipe envuelto en un manto de terciopelo, salpicado de peonías recamadas en oro.

El joven miró a la muchacha con ojos dulcísimos y entreabrió sus labios con una sonrisa triste que penetró hasta el fondo del corazón de Aya, luego desapareció en forma misteriosa.

Profundamente turbada por aquel encuentro, Aya regresó muy despacio al palacio y dijo a su padre que por nada del mundo se casaría con el príncipe Ako, ya que solamente amaba al misterioso joven del jardín. El anciano príncipe, que adoraba a su hijita, mando suspender la boda y mando por todo el mundo caballeros y servidores en busca del desconocido joven, del cual se había enamorado su hija.

Los mensajeros escalaron montes escarpados, recorrieron inmensas llanuras, atravesaron ríos caudalosos y áridos desiertos, pero todo fue en vano, el misterioso joven no aparecía por ninguna parte. Todos tuvieron que regresar al castillo con las manos vacías.

Entonces el anciano príncipe, que era muy sabio, dijo a su hija:

-Querida niña, el joven que vieron tus ojos no es una criatura de este mundo, ya que si así fuera mis hombres lo habrían encontrado. Debe de ser el espíritu de la peonía, desde el momento que se apareció precisamente detrás de una planta de estas flores. Por eso, tu deseo es irrealizable, comprende que no puedes casarte con un espíritu.

Mañana estará aquí el príncipe Ako y celebraremos la boda. He dicho.

Aya inclinó la cabeza en señal de obediencia, comprendía que su padre tenía razón y que no podía seguir obstinándose en aquel capricho.

Empero, corrió al jardín para saludar por última vez a sus flores preferidas y  arrodillada junto a la planta de peonías, estalló en sollozos.

Las lágrimas manaban a raudales de sus ojos y regaban la tierra. Bajo aquella tierra rociada de lagrimas, una flor bellísima floreció, una flor como jamás viose otra igual.

A la mañana siguiente los invitados a la boda, al pasar junto a la plante de peonías, no podían dejar de detenerse y admirar aquella flor magnífica.

Pero cuando, después de la ceremonia nupcial, volvieron a pasar por allí, vieron la espléndida peonía que yacía en el suelo marchita.

El corazón de la flor no soportó el dolor de ver a la princesa Aya esposa de otro, y se había roto.



Autor: Desconocido.


sábado, 22 de julio de 2023

Leyenda de la Paz Perfecta.

Había una vez, un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intentaron, y el rey observó y admiró todas las pinturas que le presentaron pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos aquellos que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido…

Paz perfecta… ¿Cual crees que fue la pintura ganadora?

El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por que?

“Porque,” explicaba el Rey, “Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas,sin trabajo duro o sin dolor.

Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.


Autor: Desconocido.


sábado, 15 de julio de 2023

La Mariposa Blanca ( Leyenda Japonesa)

Un anciano llamado Takahama vivía en una casita detrás del cementerio del templo de Sozanji, él era extremadamente amable y querido por sus vecinos, aunque la mayoría de ellos lo consideraban un poco loco, ya que su locura al parecer se basaba en el hecho de que nunca se había casado o tenido contacto íntimo con una mujer.

Un día de verano se puso muy enfermo, tan enfermo que envió en busca de su hermana y su hijo, ambos llegaron e hicieron todo lo posible para brindarle comodidad durante sus últimas horas, pero mientras observaban a Takahama que se quedaba dormido, una gran mariposa blanca voló en la habitación y se apoyó en la almohada del anciano.

El hijo trató de alejarla con un ventilador, pero regresó tres veces, como resistiéndose a dejar al enfermo, luego la mariposa perseguida por el niño se alejo al jardín y de allí al cementerio, para posarse sobre la tumba de una mujer y luego desaparecer misteriosamente.

Al examinar la tumba el joven leyó el nombre de "Akiko" escrito en ella, junto con una descripción que narraba cómo había muerto cuando tenía dieciocho años y a pesar de que la tumba estaba cubierta de musgo ya que tenía cincuenta años, el muchacho observó que estaba rodeada de flores.

Cuando el joven regresó a la casa se encontró con que Takahama había fallecido, se dirigió a su madre y le contó lo que había visto en el cementerio, "Akiko?" murmuró su madre y le dijo; "cuando su tío era joven se iba a desposar con ella, pero Akiko murió de tuberculosis poco antes de su boda, por ello tu tío nunca quiso casarse y decidió vivir siempre cerca de su tumba”.

Durante todos estos años se había mantenido fiel a su voto, manteniendo en su corazón todos los dulces recuerdos de su único amor, por ello cada día Takahama fue al cementerio y oraba por su felicidad, dejando flores en su tumba, pero cuando Takahama enfermó y ya no podía realizar su tarea amorosa, Akiko en forma de una mariposa blanca se hacia presente para acompañarlo y ahora han vuelto a reunirse, para estar juntos por toda la eternidad.




sábado, 8 de julio de 2023

Una simpática Dama.

Una simpática dama de la tercera edad decidió regalarse para su cumpleaños una noche en uno de los hoteles más caros de su ciudad.  

Cuando a la mañana siguiente se acercó a pagar la cuenta , el recepcionista le entregó una factura de...  350 dólares!!!

Ella explotó de ira y exigió saber por qué la cuenta era tan alta. "Es un buen hotel pero las habitaciones sin duda no valen 350 dólares por pasar una noche y sin desayuno."

 El empleado le dijo que $ 350 era la "tarifa estándar", por lo que insistió en hablar con el gerente.

El gerente apareció y advertido por el empleado de recepción anunció: “El hotel tiene una piscina de tamaño olímpico y un gran centro de conferencias, que están disponibles para su uso".

"Pero yo no los usé", dijo.

''Bueno, ellos están aquí, y usted pudo usarlos ", explicó el gerente.

Luego pasó a explicar que ella también podría haber visto uno de los espectáculos internacionales del hotel por lo cual  es famoso. "Los mejores artistas internacionales se presentan aquí", dijo el gerente.

"Pero yo no fui a ninguno de esos shows", dijo.

"Bueno, nosotros los tenemos, y usted los hubiera podido ver", contestó el gerente.

El gerente no se inmutó, por lo que la viejecita decidió pagar con un cheque y se lo entregó.

El gerente se sorprendió cuando vio el cheque.

"Pero señora, este cheque sólo está hecho por $ 50."

''Eso es correcto. Yo le he descontado $ 300 por acostarse conmigo...", respondió ella.

"¡¡¡Pero no lo hice!!!", exclamó el gerente muy sorprendido.

"Bueno, pero... yo estaba aquí, y usted podría haberlo hecho."  


Autor: Desconocido.


sábado, 1 de julio de 2023

Una calle en silencio.

Tuvo la extraña sensación de conocer ya aquel pueblo en el que jamás había estado. Quizá eran sus calles angostas, empinadas y empedradas, bordeadas de casas grises con balcones vacíos. Tal vez porque la plaza tenía un kiosco como tantos otros, rodeado de árboles, y una fuente seca junto al monumento. Probablemente fue por la gente paseando en círculos por el centro, saludándose sin detenerse porque nada tenían que decirse o ya lo habían hecho. O fue por la melancolía de la tarde, cuando el ocaso anuncia el pronto descanso; o porque comenzaron a dibujarse sombras y éstas le trajeron recuerdos. Pero sintió que conocía el pueblo, si bien era la primera vez que lo visitaba y de ello estaba muy seguro.

Supo que era por aquella calle, una en la que sonaba el silencio. Lo leyó en los árboles tristes, las casas viejas con abolengo, la hiedra que cubría las paredes y en la sensación de un recuerdo. Se detuvo ante una puerta y dejó volar sus pensamientos. Se parecía la entrada, con tres escalones, una reja forjada y una imagen de algún santo. Se parecía a otra casa, a una casi borrada en su mente, aunque no había olvidado lo que hubo dentro. Y se parecía a otras, a miles en calles con árboles y silencio.

Observó la ventana y la cortina que se separaba. Vio durante segundos unos ojos y luego volvió a su estado el velo.

Se apoyó en un árbol, encendió un cigarrillo y lanzó el humo al viento. Un nudo le tapó la garganta y algo se le movió en el cuerpo. Era como aquélla la casa de sus recuerdos. Así como la cortina y los ojos. Y en la sala había un piano, cuadros rancios en las paredes y un gato dormilón en las rodillas del anciano. Y ella en la ventana, espiando sus movimientos, aguardando verle en el árbol, con el cigarrillo encendido y la sonrisa en los labios. Luego salía al porche y ambos se sentaban en los sillones de mimbre, oliendo el azahar de la tarde, escuchando el murmullo de la brisa, leyendo sus pensamientos.

Así fue aquella tarde sin mañana, cuando el ocaso se tiñó de luto y el llanto empañó sus ojos. Se cerró para siempre la cortina, él olvidó el camino y esperó que el tiempo borrase sus recuerdos. Pero regresaba en cada pueblo, en cada calle en silencio, en cada pared con hiedra, en cada árbol gris de la tarde, en cada crepúsculo melancólico.

Se abrió la puerta y la mujer salió al porche. Se sentó en el banco ornado de azulejos. Miró hacia el árbol, el hombre y lo que había a lo lejos. Él subió los tres peldaños y apoyó la espalda en la pared. Observó a la mujer, sin verle ni el rostro o el cuerpo. Intentó ver en ella a otra, como mimbre en los azulejos.

—¿Tiene un piano en la sala? —preguntó en tono quedo.

—No —dijo ella con una sonrisa para forasteros.

—¿Y cuadros viejos en las paredes, un gato y un abuelo?

—No —respondió ella, perpleja—, no tengo nada de eso. Vivo con mi hermana y su esposo.

Ella sonreía invitante, deseosa de conversación. El atardecer motivaba a un rato en el porche, incluso al lado de un forastero.

Él descendió los escalones y encaminó sus pasos por la calle, dentro del silencio. No, no conocía aquel pueblo, ni la calle sombría, ni la hiedra sobre los muros de piedra, ni el kiosco y la fuente seca. Se parecía a uno de sus recuerdos, a uno al que sólo volvería en sueños.



Autor: Erlantz Gamboa.