sábado, 31 de diciembre de 2022

La Niña de los Fósforos.

¡ Que frío tan atroz !, caía la nieve y la noche se venia encima. Era el día de Nochebuena, en medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña paso por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.

Tenia en verdad zapatos cuando salió de su casa, pero no le habían servido mucho tiempo, eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado, tan grandes que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.

Y así la pobrecilla andaba descalza con los desnudos piececitos completamente amoratados por el frío, en un viejo delantal llevaba algunas cajas de fósforos llevando en la mano una de ellas como muestra, en todo el día nadie le había comprado nada, ni le habían dado un mísero Chelín, se volvía a casa hambrienta y medio helada, ¡ parecía tan abatida la pobrecilla!, los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos rizos le cubrían al cuello, pero no estaba ella para presumir.

En un ángulo que formaban dos casa -una mas saliente que la otra-, se sentó en el suelo y se acurruco hecha un ovillo, encogía los piececitos todo lo posible, pero el frío la iba invadiendo, y por otra parte, no se atrevía a volver a casa, pues no había vendido ni un fósforo, ni recogido un triste céntimo, su padre le pegaría, además que en casa hacia frío también, solo los cobijaba el tejado y el viento entraba por todas partes, pese a la paja y los trapos viejos con que habían procurado tapar las rendijas.

Tenia las manos casi ateridas de frío, ¡ay, un fósforo le calentaría seguramente! ¡si se atreviese a encender uno solo, frotarlo contra la pared y calentarse los dedos!, saco uno: ¡rich!, ¡como chispeo y como quemaba!, dio una llama clara, cálida, como una lucecita, cuando la resguardo con la mano, una luz maravillosa. Le pareció a la pequeña que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro, con pies y campana de latón, el fuego ardía magníficamente en su interior, ¡y calentaba tan bien!, la niña alargo los pies para calentárselos a su vez, pero se extinguió la llama, se esfumo la estufa y ella se quedo sentada con el resto de la consumida cerilla en la mano.

Encendió otra, que al arder y proyectar su luz sobre la pared, volvió esta transparente como si fuera de gasa, la niña pudo ver el interior de una habitación donde estaba la mesa puesta, cubierta con un blanquísimo mantel y fina porcelana, un pato asado humeaba deliciosamente, relleno de ciruelas y manzanas, lo mejor del caso fue que el pato salto fuera de la fuente al suelo con el tenedor y el cuchillo clavados en a pechuga, y rodaba hasta sus piececillos, pero en aquel momento se apago el fósforo, dejando visible tan solo la gruesa y fría pared.

Encendió la niña un tercer fósforo y se encontró sentada debajo de un hermosisimo árbol de Navidad, era aun mas alto y bonito que el que viera la ultima Nochebuena a través de la puerta de cristales en casa de un rico comerciante. Millares de velitas ardían en las ramas verdes y de estas colgaban estampas pintadas, semejantes a las que adornaban los escaparates, la pequeña levanto los dos brazitos.... y entonces se apago el fósforo.

Todas las lucecitas se remontaron en el cielo, ella se dio cuenta de que eran las rutilantes estrellas del cielo, una de ellas se desprendió y trazo en el firmamento una larga estela de fuego.

"Alguien se esta muriendo" -pensó la niña, pues su abuela, la única persona que le había querido, pero que ya había muerto, le había dicho-, "Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia el cielo".

Froto una nueva cerilla contra la pared, se ilumino el espacio de inmediato, apareció la anciana radiante, dulce y cariñosa.

-¡Abuelita! -exclamo la pequeña-, ¡ llévame contigo!, se que te iras también cuando se apague la cerilla, del mismo modo que se esfumaron la estufa, el asado y el árbol de Navidad.

Se apresuro a encender las cerillas que le quedaban por miedo a perder a su abuela, la luz de las cerillas brillo mas clara que la del pleno día, nunca su abuelita había sido tan alta y tan hermosa, tomo a la niña en brazos y envueltas las dos en un gran resplandor, henchidas de gozo, emprendieron el vuelo hacia las alturas, sin que la pequeña sintiera ya frío, hambre ni miedo.

Cuando llego el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y una sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena!, el sol ilumino a aquel tierno ser sentado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.

- ¡ Ha querido calentarse la pobrecita !- dijo alguien.

Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de que resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.


Autor: Hans Christian Andersen.


sábado, 24 de diciembre de 2022

Leyenda de la flor de Pascua.

Cuenta la leyenda que “cuando el Creador hizo la tierra quiso que las plantas entregaran sus mejores flores a los hombres. Un día, observó que un pequeño arbusto se esforzaba sinceramente por cumplirlo, sin embargo, nadie se fijaba en sus pequeños capullos amarillos que quedaban ocultos por sus enormes hojas.

Con el tiempo, Dios comprobó que aquella planta procuraba ser mejor cada día a pesar de que la gente siguiera sin prestarle atención. Entonces, se acercó a ella y le dijo: “Veo que eres muy hermosa y que realizas tu misión con mucho amor, aun cuando tu belleza no es valorada y sin embargo luchas por ser feliz dando tu amor incondicional a tus hermanos pues sabes que lo necesitan. Por eso te voy a dar mi sangre”.

Cuando la depositó en sus hojas, estas se tiñeron inmediatamente del color rojo más hermoso que existía, y así se convirtió en la flor más bella, que florecería en la época más importante de la Tierra, en Navidad.

Desde aquel momento la planta de flor pequeña y de grandes hojas se transformó en la bella Flor de Nochebuena, haciéndola la más representativa de la Navidad”.


Ella, contenta y sintiendo en su savia los dones que Dios le había otorgado, decidió mostrar todo su esplendor en una época donde no lo hacían muchas otras flores y plantas, por Pascua, tomando también así su nombre y dando esa tonalidad roja y verde a la Navidad, dos colores, el rojo y el verde, que significan la sangre siempre renovadora de Dios y la esperanza que siempre trae la fe.



Autor: Desconocido.





sábado, 17 de diciembre de 2022

Don Roldán y la Princesa (Leyenda Celta)

Cuando los árabes arrasaron España, los gallegos fueron los únicos que se mantuvieron en parte libres de ellos gracias a que pelearon reciamente.

Había veces que los árabes se metían en algunos rincones de su tierra, pero rápidamente eran echados nuevamente de ella y también de las tierras vecinas como Asturias y León.

Pero los árabes eran muchos y muy potentes y los gallegos pocos, por lo que después de muchos años de luchas, que unas veces iban a su favor y otras a la de los gallegos, reinando Alfonso II que tenia la corte en Asturias, acordaron pedir ayuda a otro gran rey de mucho renombre que había en Francia.

Este rey se llamaba Carlomagno y vino a ayudar a los españoles, trayendo con el muchos guerreros comandados por unos jefes que dicen que eran doce Pares de Francia, que no había quien pudiera con ellos, todos venían a luchar contra los árabes.

Los árabes cuando vieron venir a tanta gente encima de ellos, tuvieron miedo y retrocedieron, mas de la rabia que llevaban, comenzaron a echar mano de cuanto podían, sorprendiendo algunas villas y castillos sobre los que cayeron como una tormenta quemándolo todo, lucharon con algunos condes que se llevaron prisioneros y hasta se dice que cogieron tres princesas para que les sirvieran de rehenes en su defensa.

El gran ejercito que se formo, se extendió por Navarra y Aragón, por Asturias y Castilla, a Galicia fueron pocos franceses, ya que los gallegos se bastaban por ellos mismos, pero un grupo de aquellos franceses que llego hasta Galicia venia comandado por Don Roldan, que era uno de los mas valientes de los doce Pares.

Los árabes fueron retrocediendo hasta llegar a Val de Orras, pasaron el río Sil en barcas y pontones que después quemaron, se afincaron en la otra orilla, por las montañas, cuidándose muy bien de hacerse fuertes, pues el terreno invitaba a ello y el río era difícil de cruzar.

Pero como Don Roldan supo que los árabes tenían presas a aquellas princesas, quiso liberarlas, temiendo que los mahometanos se las llevaran a un castillo en la cumbre de un monte, en un lugar que llaman el Castro, de la feligresía de San Bernabé de Valenza, tentó pasar el río con algunos caballeros arriesgados y sin miedo, pero las aguas eran muy turbulentas y profundas, por lo que tuvieron que volver a tierra con la perdida de algunos que la corriente arrastro y que se ahogaron.

Entonces Don Roldan obro lo que parece ser un milagro, ya que lo que hizo no lo podía haber echo nadie, fue con su caballo por la ribera del río, busco el lugar mas apropiado para cruzarlo frente al castillo, pico espuelas a su caballo que dio un salto enorme y el caballo fue a quedar al otro lado del rio justo enfrente del castillo.

Los árabes, cuando vieron tal acción tuvieron miedo y escaparon, pero era imposible llevarse con ellos a los prisioneros y mucho menos a las doncellas princesas, por lo que los magos de los árabes  para vengarse decidieron convertir a las princesas en piedras.

Y allí están aun los tres cuarzos blancos clavados en el suelo, como si mirasen con nostalgia hacia su tierra.

¿ Quien podrá desencantarlas ?

Chi lo sa....



sábado, 10 de diciembre de 2022

Leyenda del Atrapasueños.

Hace mucho tiempo, cuando el mundo era joven, un viejo líder espiritual Lakota estaba meditando en una alta montaña cuando tuvo una visión. En esta visión, Iktomi, el gran maestro bromista de la sabiduría, apareció con la forma de una araña. Iktomi le habló en un lenguaje sagrado, que sólo los líderes espirituales de los Lakotas podían entender. Mientras le hablaba, la araña cogió un trozo del sauce más viejo que había, le dió forma redonda y con algunas plumas, pelos de caballo y adornos de cuentas, comenzó a tejer una telaraña.

Y mientras lo hacía, el hablaba acerca de los círculos de la vida, de cómo evolucionamos a través del tiempo, desde que nacemos hasta que envejecemos, hasta que el círculo se cierra. Entonces, Iktomi dijo mientras continuaba tejiendo su red: 

- " En cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas, otras malas. Si te encuentras con las buenas fuerzas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si tú escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada ". Y continuaba expresando: "Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones, que pueden ayudar a interferir con la armonía de la naturaleza. También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas".

Mientras la araña hablaba, continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro. Cuando Iktomi terminó de hablar, le entregó al anciano Lakota la red y le dijo: 

-¿Ves? La telaraña es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero. Usa la telaraña para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas, sueños y visiones de los demás. Si tú crees en el gran espíritu, la telaraña atrapará tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero. 


El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente, y los indios Sioux usaron el atrapasueños como la red de su vida. Éste se colgaba encima de la cama para escudriñar los sueños y visiones. Lo bueno de sus sueños era capturado en la telaraña de vida y enviado con ellos, lo malo de sus sueños escapaba a través del agujero en el centro de la red. Ellos creían que el atrapasueños sostenía el futuro de su destino.   

    



Autor: Desconocido.




sábado, 3 de diciembre de 2022

Invierno.

Esta mañana, al abrir la puerta me encontré con el Sr. Invierno recién llegado a la ciudad. Buenos días le dije, buenos días tenga usted, el me respondió.

Venia como cada año a invitarme a pasear. El Sr, Invierno es alto y delgado, afilado, casi puntiagudo y muy atildado. Es muy friolero por eso viste siempre como mínimo con quince abrigos, diez bufandas, cinco gorras, varios pares de guantes, ocho calcetines y solo usa un par de botas, por que si se pone mas, anda como un pato.

El Sr. Invierno es bastante taciturno, reservado, circunspecto.... vamos, que es muy callado, y hay quien piensa que es muy seco, adusto y bastante agrio. El se queja, es normal, de que nadie parece quererle, de que todos le vienen a protestar, que si hace mucho frío, que si no se puede ver el sol, que si las flores, que si las plantas, que cuando vuelve el calor....

Y yo dejo que proteste porque no tiene con quien hablar, y lo dejo que se queje, por que no tiene con quien charlar.


Me cuenta que todo el mundo le pregunta por la Primavera y todos suspiran por ella -¡ Ay, cuando llegara !-, y el pobre no lo comprende por que a el, el invierno, le parece ella la primavera, una cabeza a pájaros sin un gramo de seriedad.


Y con el Verano - se lamenta -, ya es una locura, que si el sol, que si la playa, que si los helados, que si la alegría..., ¡ menuda chaladura !. El pobre no lo comprende por que a el, el invierno, le parece el verano, un cabeza loca sin un gramo de formalidad.


Hasta al Otoño, su hermano mas cercano, me cuenta lo prefieren antes que a el, por que dicen que es romántico, bufa desdeñoso, y nostálgico y... otras zarandajas, el pobre no lo comprende por que a el, el invierno, le parece que el otoño, es un cabeza loca sin un gramo de gravedad.

Y yo dejo que proteste por que no tiene con quien hablar, y lo dejo que se queje por que no tiene con quien charlar.

Y seguimos paseando mientras el se sigue lamentando sin parar, en el fondo es su modo de disfrutar, y poquito a poquito, pasito a pasito, a casa regresamos charlando sin parar.

Llegamos a casa, sirvo un chocolate bien caliente y el Sr. Invierno da un suspiro satisfecho y guarda silencio, no se quita abrigos, ni bufandas, ni guantes ni nada, es muy friolero, sentado cerca del radiador me pide una manta y contempla con aire triston la nieve que cae en el exterior.

Es un poco huraño el Sr. Invierno, un tanto taciturno, algo melancólico y bastante quejica no lo voy a negar, pero en cuanto le conoces -créeme, es la verdad-, es bastante agradable sentarse en silencio junto al fuego mientras allá fuera, el frío, la lluvia, el viento, la nieve, la niebla y el hielo llegan tras el.

Cuando la noche cae el Sr. Invierno se despide ya que su trabajo debe continuar. Buenas noches le digo, vuelva por Navidad, buenas noches me responde, aquí estaré sin faltar. Y mientras cierro la puerta y le veo marchar, pienso en que me gusta el Invierno, no lo puedo evitar.



Texto de Internet.


sábado, 26 de noviembre de 2022

La Azucena del bosque ( Leyenda )

Hace muchos, muchos años, había una región de la tierra donde el hombre aun no había llegado. Cierta vez paso por allí I-Yará (dueño de las aguas) uno de los principales ayudantes de Tupá (dios bueno). Se sorprendió mucho al ver despoblado un lugar tan hermoso, y decidió llevar a Tupá un trozo de tierra de ese lugar. Con ella, amasándola y dándole forma humana, el dios bueno creo dos hombres destinados a poblar la región.

Como uno era blanco lo llamo Morotí, y al otro Pitá, pues era de color rojizo. Estos hombres necesitaban esposas para formar sus familias, y Tupá encargo a I-Yará que amasase dos mujeres.

Así lo hizo el Dueño de las aguas y al poco tiempo, felices y contentas vivían las dos parejas en el bosque, gozando de las bellezas del lugar, alimentándose de raíces y de frutas, dando hijos que aumentaban la población de ese sitio, amándose todos y ayudándose unos a otros. Asi hubieran continuado si un hecho casual no hubiese cambiado su modo de vivir.

Un día que se encontraba Pitá recogiendo frutos de Tacú (algarrobo) apareció junto a una roca un animal que parecía querer atacarlo, para defenderse, Pitá tomo una gran piedra y se la arrojo con fuerza, pero en lugar de alcanzarlo, la piedra dio contra la roca y al chocar saltaron algunas chispas.

Este era un fenómeno desconocido hasta entonces, Pitá al notar el hermoso efecto producido por el choque de las piedras volvió a repetir muchas veces la operación, de esa forma cuando vio que siempre se producía lo mismo, fue como descubrió el fuego.

Cierta vez, Morotí para defenderse tuvo que dar muerte a un Pecarí (jabalí) y como no estaban acostumbrados a comer carne, no supo que hacer con el, al ver que Pitá había encendido un hermoso fuego, se le ocurrió arrojar en el al animal muerto, al rato se desprendió de la carne un olor que a Morotí le pareció apetitoso y lo probo, el gusto era tan agradable como el olor, lo dio a probar a Pitá, a las mujeres y a todos les resulto muy sabrosa.

Desde ese día desdeñaron las raíces y las frutas a las que habían sido tan afectos hasta entonces, y se dedicaron a cazar animales para comer, la fuerza y destreza de muchos de ellos, los obligaron a aguzar su inteligencia, construyeron armas que les sirvieron para defenderse y vencer a estos animales, así inventaron el arco, la flecha y la lanza. Entre las dos familias nació una rivalidad que nadie hubiera creído posible, la cantidad de animales cazados, quien era mas hábil en el manejo de las armas, la mejor puntería...todo esto fue motivo de envidia y discusión entre los hermanos.

Tan grande fue el rencor y odio que llegaron a tenerse unos contra otros, que decidieron separarse, Morotí con su familia se alejo del hermoso lugar donde habían vivido unidos los hermanos, hasta que la codicia se encargo de separarlos, eligió para vivir el otro extremo del bosque, donde no tendría noticias de Pitá y familia.

Tupá decidió entonces castigarlos, el los había creado para que vivieran amándose y gozando de tranquilidad y bienestar, pero ellos no supieron corresponder a favor tan grande y tenían que sufrir las consecuencias, el castigo tenia que servir de ejemplo para todos los que en adelante olvidaran que Tupá los había puesto en el mundo para vivir en paz y amarse los unos a los otros.

Al día siguiente de la separación amaneció tormentoso, nubes negras se recortaban entre arboles y los truenos hacían estremecer con su sordo rezongo, los relámpagos cruzaban el cielo como víboras de fuego, llovió copiosamente durante varios días, todos vieron en esto un mal presagio. Después de tres días vividos con espanto la tormenta paso, cuando hubo aclarado, vieron bajar de un Tacú (algarrobo) un enano de enorme cabeza y larga barba blanca, era I-Yará que había tomado esa forma para cumplir el mandato de Tupá, llamo a todos y los reunió en un claro del bosque, allí les dijo lo siguiente:

Tupá nuestro creador me envía, la cólera se ha apoderado de el al conocer la ingratitud de vosotros, el os creo hermanos para estar en paz y el amor guiara vuestras vidas... pero la codicia pudo mas que vuestros buenos sentimientos y os dejasteis llevar por el odio y envidia. Tupá me manda para que hagáis las paces entre vosotros, arrepentidos y avergonzados los dos hermanos se fundieron en un abrazo, los que presenciaron la escena vieron que poco a poco iban perdiendo su forma humana y cada vez mas unidos, se convertían en un tallo que crecía y crecía....

Este tallo se convirtió en una planta que dio hermosas azucenas moradas. A medida que el tiempo transcurría, las flores iban perdiendo su color, aclarándose hasta llegar a ser blancas por completo. Eran Pitá (rojo) y Morotí (blanco), que convertidos en flores simbolizaban la unión y la paz entre los hermanos.

Ese arbusto fue creado por Tupá para recordar a los hombres que deben vivir unidos por el amor  fraternal, es la " Azucena del Bosque ".



sábado, 19 de noviembre de 2022

La Tijereta ( Leyenda Guaraní ).

Sucedió hace muchísimos años.

Tupá había decidido que las almas de los que morían y que debían llegar al cielo, lo hicieran volando con unas alitas que Él enviaba a la tierra por medio de sus emisarios. Claro que para los mortales esas alitas eran invisibles.

Una vez que el alma llegaba al Ibaga, Tupá destinaba esa alma a un ave que Él creaba con tal objeto, de acuerdo a las características que hubiera tenido en vida la persona a quien pertenecía.

En un pueblecito guaraní vivía Eira con su madre, esta que había quedado imposibilitada, dependía para todo de su hija, que a su vez se dedicaba a atenderla y cuidarla, ganándose la vida con su trabajo.

Eira era costurera, y para tener a mano la yetapá (tijeras) que tantas veces necesitaba, la llevaba colgada a la cintura, sobre su blanco delantal, por medio de un cordón oscuro.

Muy trabajadora y diligente, a Eira nunca le faltaba vestidos para confeccionar, de manera que era muy común verla con tela y tijera cortando nuevos trabajos. Se hubiera dicho que la tijera formaba parte de ella misma, por la mañana, al levantarse y luego de haberse vestido, lo primero que hacia era atarla a la cintura teniéndola pronta para usarla en cualquier momento.

Viejecita y enferma como estaba, y a pesar de los cuidados que le prodigaba, la madre de la laboriosa Eina murió una noche de invierno, cuando el frío era muy intenso y el viento soplaba con fuerza, grande fue la pena de esta hija buena, dedicada siempre y únicamente a su madre y su trabajo, desde ese momento quedo solo con su tarea, a la que se entrego con mas ahínco que nunca tratando de distraerse, porque su pena era muy intensa y la desgracia sufrida la había abatido de tal forma que perdió el deseo de vivir.

La tijera así suspendida acompañaba el ritmo de su paso y brillaba al reflejo de la luz, cuando la costurera se movía de un lugar a otro, no mucho tiempo después de la muerte de su madre, la dulce y sufrida costurera enfermo de tristeza y de dolor, tan gravemente que no fue posible salvarla.

Eira había sido siempre buena, excelente hija,  laboriosa y diligente en sus tareas, por lo que Tupá llevo su alma al cielo.

Allí creo para albergarla un pájaro de plumaje negro, con la garganta, el pecho y el vientre blanco, omitió los matices alegres y brillantes considerando que su vida había sido humilde, opaca y oscura, aunque llena de bondad y sacrificio.

Cuando Tupá hubo terminado su obra, Eira se miro, después miro a Tupá como intentando pedirle algo, el Dios bueno que conoció su intención, dijo animándola:

- ¿ Que deseas Eira ? ¿ Que quieres pedirme ?

Conociendo la amplia bondad de Tupá, comenzó humilde y avergonzada a pedir...¡ ella nunca había pedido nada !

- Tupá...Dios bueno que complaces a los que te aman y respetan...yo desearía...

- ¿ Que es lo que desearías Eira ?

- Tú sabes que durante toda mi vida solo al trabajo me dedique, quisiera tener un recuerdo de lo que me ayudo a vivir...

- Dime entonces...¿ que es lo que deseas ?

- Yo desearía tener una tijereta que me recordara la que tanto use en mi vida en la tierra y que contribuyo a que sostuviera a mi madre...


Encontró Tuá muy de su agrado el pedido de la muchacha por la intención que lo inspiraba,  tomando las plumas laterales de la cola las estiro hasta dar a la misma la apariencia de una Yetapá (tijeras), como lo deseara la costurera, otorgándole ademas la propiedad de abrirla y cerrarla a su voluntad, tal como lo hiciera durante tanto tiempo con la de metal con que cortara las telas.

Por la semejanza precisamente que tiene la cola de este ave con la tijera, se le llama Tijereta.


Los guaranís la llaman Jhuguay-Yetapá (Jhuguay: Cola - Yetapá: Tijera).




sábado, 12 de noviembre de 2022

Fiesta del Medio Otoño ( Leyenda )

"En la antigüedad había diez soles en el cielo. Cuando todos los soles salían juntos, el calor quemaba los cultivos y la vida del pueblo se hacía imposible.

Un héroe llamado Hou Yi, de una fuerza incomparable, se apiadó del pueblo y subió a la cumbre de la montaña Kunlun, desde donde aniquiló con sus flechas a nueve soles. Luego ordenó al último salir y ponerse cada día siguiendo un horario para beneficiar a los humanos. Así, Hou Yi se ganó el respeto y el amor del pueblo.

La hermosa Chang E se enamoró de él, y más tarde se casaron. Además de salir a cazar y enseñar a la gente las técnicas de lanzar flechas, Hou Yi dedicaba su tiempo a estar junto a su amada esposa. Entre sus discípulos se contaba Peng Meng, una muy mala persona.

Un día, Hou Yi fue a visitar a sus viejos amigos a la montaña Kunlun y coincidió con la Diosa Wang Mu, quien le entregó una píldora y le dijo que si se la tomaba, lograría la juventud eterna, se convertiría en ser celestial y subiría al cielo. Pero él no quería subir solo al cielo dejando a su amada esposa por lo que no tomó la píldora. Se la entregó a Chang E para que la guardara.

Al conocer el lugar en que Chang E guardaba la píldora, Peng Meng planeó robarla para convertirse en inmortal. Tres días después, Hou Yi encabezó a sus discípulos para salir a cazar. Peng Meng fingió estar enfermo y se quedó. Aprovechando la ausencia de Hou Yi, Peng Meng forzó la entrada del dormitorio de Chang E y la obligó a entregarle la píldora.

Sabiendo que no podía enfrentarlo, ella decidió buscar la píldora y tragársela. Al instante, el cuerpo de Chang E comenzó a flotar y voló hacia el cielo. Debido a la gran preocupación que tenía por su esposo, eligió la Luna como residencia por encontrarse más cerca de la Tierra.

Cuando Hou Yi regresó a casa, la doncella de Chang E le contó llorando todo lo ocurrido. Muy enojado, Hou Yi fue a buscar a Peng Meng, quien había huido. Triste y afligido, Hou Yi gritaba al cielo estrellado, una y otra vez, el nombre de su querida esposa. De repente, descubrió que la Luna de aquel día era extraordinariamente brillante y en ella había una figura muy parecida a la de Chang E. Con todas sus fuerzas corrió hacia la Luna que se alejaba cada vez más. Por más que lo intentó no pudo alcanzarla.

Al ver que no podía hacer nada y por lo mucho que extrañaba a su esposa, Hou Yi mandó colocar una mesa en el jardín trasero que Chang E tanto frecuentaba para ofrendarle sus frutas favoritas, expresando así su nostalgia. Al saber que Chang E se había convertido en inmortal, el pueblo imitó a Hou Yi para pedir paz y felicidad a la bondosa muchacha. Así se popularizaron entre el pueblo las costumbres de rendir culto a la luna durante la Fiesta del Medio Otoño "


Anónimo.


sábado, 5 de noviembre de 2022

El Cocay.

Quizás alguna noche en el campo hayáis visto una lucecita que brilla y se mueve de un laso a otro, esa lucecita la hace el Cocay, que es el nombre que le dan los Mayas a la Luciérnaga. Ellos saben como este insecto creo su luz, y esta es la historia que cuentan:

Había una vez un Señor muy querido por todos los habitantes de el Mayab, porque era el único que podía curar todas las enfermedades, cuando los enfermos iban a rogarle que los aliviara, el sacaba una piedra verde de su bolsillo, después la tenia entre sus manos y susurraba algunas palabras, eso era suficiente para sanar cualquier mal.

Pero una mañana, el Señor salió a pasear a la selva, allí quiso acostarse un rato y se entretuvo horas y horas escuchando el canto de los pájaros, de pronto unas nubes negras aparecieron en el cielo y empezó a caer un gran aguacero, el Señor se levanto y corrió a refugiarse de la lluvia, pero con la prisa, no se dio cuenta que su piedra verde se le salió del bolsillo. Al llegar a su casa lo esperaba una mujer para pedirle que sanara a su hijo, entonces el Señor busco su piedra y se dio cuenta que no la tenia, muy preocupado quiso salir a buscarla, pero pensó que tardaría demasiado en hallarla, asique mando reunir a varios animales.

Enseguida llegaron el Venado, la Liebre, el Zopilote y el Cocay, muy serio el Señor les dijo:

- Necesito vuestra ayuda, perdí mi piedra verde en la selva y sin ella no puedo curar, vosotros conocéis mejor que nadie los caminos, las cuevas y cada rincón de la selva, necesito que la encontréis, quien lo haga sera bien recompensado.

Al oír esas ultimas palabras, los animales corrieron en busca de la piedra verde, mientras el Cocay, que era insecto muy tranquilo, volaba despacio y se preguntaba una y otra vez:

-¿ Donde estará la piedra ?, tengo que encontrarla, solo así el Señor podrá curar de nuevo.

Y aunque el Cocay fue desde el inicio quien mas se ocupo de la búsqueda, el Venado encontró primero la piedra, al verla tan bonita, no quiso compartirla con nadie y se la trago.

- Aquí nadie la descubrirá - se dijo -, a partir de hoy yo haré las curaciones y los enfermos tendrán que pagarme por ellas.

Pero en cuanto pensó esas palabras el Venado se sintió enfermo, le dio un dolor de panza tan fuerte que devolvió la piedra, luego huyo asustado.

Entre tanto el Cocay daba vueltas por toda la selva, se metía en los huecos mas pequeños, revisaba todos los rincones y las hojas de las plantas, no hablaba con nadie, solo pensaba en que lugar estaría la piedra verde.

Entre tanto los demás animales que iniciaron la búsqueda ya se habían cansado. El Zopilote volaba demasiado alto y no alcanzaba a ver el suelo, la Liebre corría muy deprisa sin ver a su alrededor y el Venado no quería saber nada de la piedra, así, el único en estar buscándola era el Cocay. Un día, después de horas enteras de meditar sobre el paradero de la piedra, el Cocay sintió un chispazo de luz en su cabeza:

-¡ Ya se donde esta !-, grito feliz, pues había visto en su mente el lugar en que estaba la piedra, voló de inmediato hacia allí y aunque al principio no se dio cuenta, luego sintió como una luz salia de su cuerpo e iluminaba su camino, muy pronto hallo la piedra y mas pronto se la llevo a su dueño.

- Señor, busque en todos los rincones de la selva y por fin hoy di con tu piedra- le dijo el Cocay muy contento, al tiempo que su cuerpo se encendía.

- Gracias Cocay- le contesto el Señor -veo que tu mismo has logrado una recompensa, esa luz que sale de ti, representa la nobleza de tus sentimientos y lo brillante de tu inteligencia, desde hoy te acompañara siempre para guiar tu vida.

El Cocay se despidió muy contento y fue a contarles a los animales lo que había pasado, todos lo felicitaron por su nuevo don, menos la Libre, que sintió envidia de la luz del Cocay y quiso robársela.

- Esa chispa me quedaría mejor a mi, ¿que tal se me vería en un collar?- pensó la liebre.

Así, para lograr su deseo, espero a que el Cocay se despidiera y comenzó a seguirlo por el monte.

-¡ Cocay ! Ven, enséñame tu luz- le grito al insecto cuando estuvo seguro de que nadie los veía.

- Claro que si- dijo el Cocay y detuvo su vuelo. Entonces la Liebre aprovecho y ¡zas!, le salto encima, el Cocay quedo aplastado bajo su cuerpo y casi no podía respirar, cuando la Liebre empezó a saltar de un lado a otro, creyendo que el Cocay se le había escapado.

El Cocay empezó a volar despacio para esconderse de la Liebre, ahora era el quien la perseguía y en cuanto la vio distraída quiso desquitarse. Entonces voló encima de ella y se puso en su frente al mismo tiempo que se iluminaba, la Liebre se llevo un gran susto, pues creyó que la había caído un rayo en la cabeza, y aunque daba brincos no podía apagar el fuego, pues el Cocay seguía volando sobre ella.

En eso, llego hasta un lago y en su desesperación creyó que lo mejor era echarse al agua, así evitaría que se le quemase la cabeza, pero en cuanto salto, el Cocay voló lejos y desde lo alto se rió mucho de la Liebre, que trataba de salir del lago toda empapada.

Desde entonces, hasta los animales mas grandes respetan al Cocay, no vaya a ser que un día los engañe con su luz.



sábado, 29 de octubre de 2022

Leyenda de Jack O'lantern.

El origen de las famosas calabazas talladas viene de una leyenda de origen celta (a caballo entre Irlanda y Escocia) sobre jack "el tacaño" (stingy jack en el original inglés), un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos, esta conducta le granjeó toda clase de enemistades pero también una reputación de persona tan malvada que rivalizaría con el mismísimo satanás.

Hace muchos años, en la noche de brujas, un hombre conocido como Jack el tacaño, tuvo la mala fortuna de encontrarse cara a cara con el mismísimo diablo en una taberna. el diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre.

Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. cuando lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad ofreciéndole su alma, el diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. El diablo aceptó y se convirtió en una moneda para pagar al camarero, pero Jack decidió rápidamente quedarse la moneda guardándola en su bolsillo junto a una cruz de plata y así impedir que el diablo se liberara y que adoptase de nuevo su forma original hasta que prometiera no pedir su alma en diez años. El diablo no tuvo más remedio que aceptar.

Diez años más tarde, Jack y el diablo se encontraron en un bosque para saldar su deuda. El diablo estaba dispuesto a llevarse consigo su alma, pero Jack pensó rápido y dijo: "Como último deseo... ¿Podrías bajarme aquella manzana situada en lo alto del árbol?, para así tener su última comida antes de su tormento. El diablo pensó que no perdía nada, y de un salto llegó a la copa del árbol, pero antes de que el diablo se diese cuenta, Jack marcó rápidamente una cruz en la corteza del árbol. entonces el diablo no pudo bajar. Jack le obligó, una vez más, a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. El diablo no tuvo más remedio que aceptar y jack se vio libre de su amenaza.

Murió unos años más tarde, Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al infierno. para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el diablo, y éste le expulsó de su reino "¿Adónde iré ahora?", preguntó Jack, y el diablo le contestó: "Vuelve por donde viniste", le condenó a deambular un eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. El camino de regreso era oscuro y frío, no se podía ver nada, el diablo le lanzó a Jack un trozo de carbón encendido desde el mismísimo infierno, para que pudiera guiarse en la oscuridad, Jack lo puso en un nabo que había vaciado para que no se apagara con el viento.

Con el paso del tiempo jack el tacaño fue conocido como jack el de la linterna o "jack of the lantern", nombre que se abrevió al definitivo "jack o'lantern". esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que jack llamase a la puerta de las casas y proponer truco o trato)

Ahora Jack vaga sin rumbo con su linterna para toda la eternidad.

Los irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack", pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de tallar calabazas para la noche de Halloween y transformarlas en faroles introduciendo una brasa o una vela en su interior. El farol no tenía como objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las personas y sus hogares.




Autor: Desconocido. 



sábado, 22 de octubre de 2022

Leyenda del Azahar.

Cuenta la leyenda que el sultán de la medina de Granada, Alkabul el Privilegiado, posó sus ojos en la incipiente gracia de la hija de una pareja de sus esclavos, Al- Azhar. El sultán, prendado de los luminosos encantos de la doncella, mató a sus padres y la llevó a vivir con él, con el propósito de desposarla el mismo día que la joven cumpliría trece años.

Semanas antes de celebrarse el casamiento, Xurán, un joven calígrafo y arquitecto de la Granada nazarí, recibió de Alkabul el encargo de decorar la cámara nupcial. Apenas traspasó el dintel de la puerta y se encontró con la princesa, descubrió en sus grandes ojos negros el misterio del amor y del deseo.

Una tarde poco después, cuando los señores y los esclavos dormitaban al placido descanso de la tarde, se encontraron a solas y Xurán le declaró su amor. Xurán también le contó a Al-Azhar que una vez hubiera acabado el encargo del sultán sus ojos serían cegados para que no volviera a crear una obra similar.

Esa misma noche se volvieron a encontrar y los amantes abrasaron sus deseos entre las palmeras de la medina. Justo eran los días en los que los naranjos amargos estaban en flor. Entre jadeo y jadeo, la Alhambra se iba llenando del perfume de la flor del naranjo. Sería su última noche. Al amanecer se despidieron entre lágrimas.

Ciego de ira y loco de dolor cómo sólo un déspota es capaz de estarlo, el sultán Alkabul mató a la bella Al-Azhar y después de quemar su fino cuerpo dispersó sus cenizas entre los rosales del palacio. A pesar del olor de las cenizas y de la fragancia de los rosales no consiguió aplacar el aroma que los amantes habían dejado la noche anterior ni el rastro que en el aire permanecía de la fragancia amorosa creada con la mezcla de sus cuerpos.

Arkabul, guiado por el perfume que Al-Azhar había impregnado en Xurán, le persiguió y persiguió hasta acorralarlo en el promontorio del Veleta, donde se quitó la vida. Desde entonces, acaba la leyenda, cuando la brisa sopla sobre los jardines de la Alhambra, un aroma penetrante e inolvidable se extiende por Granada.



Autor: Desconocido.



sábado, 15 de octubre de 2022

Leyenda de la Playa de las Catedrales.

 Si alguna vez llegas hasta esa puerta, hasta ese lugar de mi costa, que marca la división de los dos mundos, descubrirás que el tiempo no tiene más medida que el ritmo de las mareas, o el color del horizonte.


Si alguna vez te quedas con los pies anclados en la arena contemplando cómo se abren y se cierran los pasadizos secretos donde, según se dice, duermen los hombres que el mar retiene  hechizados en su abrazo de espuma, recuerda que estás bordeando el mayor de los misterios.


Cada día, o cada noche, nunca a la hora prevista, nunca a la hora exacta, las aristas del umbral se iluminan de Soles o de Lunas. Ese es un momento mágico en el que, según la leyenda, se podría predecir el futuro y recuperar el pasado.


Y dicen los viejos marineros que en los horas más oscuras, en las noches en las que la Luna desaparece para renacer, unos puntos brillantes marcan los límites y el centro de esa puerta y que son los ojos verdes de las sirenas que iluminan desde siempre, desde todos los tiempos, los senderos del mar de regreso a casa.


Y cuentan que si, cuando el limite más bajo de la marea coincide con el momento en que el sol  empieza a descender por el horizonte estas frente a esa puerta, puedes pedir un deseo por que ese es un momento en que los Dioses están mas cerca de ti y mas atentos a lo que puedas pedirles.


Eso se dice de ese lugar. La catedral mas misteriosa, mágica y bella del mundo…


Autor: Cosas de Meiga.