sábado, 27 de agosto de 2016

Jim Bachor ( Arte en el asfalto )

Hola amigos, hoy quiero compartir con vosotros el arte de este artista que de un simple bache lo convierte en una obra de arte, ojala cundiese el ejemplo en todas las ciudades verdad?, el es Jim Bachor, espero que os guste.

Los baches son el mal que aqueja a conductores de todas las metrópolis del mundo, muchas veces a vista y paciencia de las autoridades municipales.El artista estadounidense Jim Bachor utiliza sus habilidades para tomar el asunto entre sus manos y no solo para rellenar los agujeros, sino también convertirlos en obras de arte con mosaicos.

Bachelor, radicado en Chicago (Estados Unidos), señala que su elección de trabajar en mosaicos tiene que ver con su fascinación por “tratar de dejar una marca en el mundo” y por la historia antigua.“En el mundo antiguo, los mosaicos eran utilizados para capturar imágenes de la vida diaria. Estas coloridas piezas de piedra y vidrio colocadas en mortero eran fotografías de imperios que pasaron hace mucho tiempo”, señala Bachor en su página web personal.

Inicialmente Bachelor realizaba mosaicos de flores, pero ahora ha cambiado el motivo a helados.


Empezó a rellenar los agujeros en las calles de Chicago después de ver cómo uno cerca de su casa no era tomado en cuenta por las autoridades. Jim Bachor, artista callejero y diseñador gráfico, no se limita a reparar los baches con cemento. Él le agrega arte y sentido del humor al rellenarlos con mosaicos que incluyen los números de teléfonos de talleres mecánicos, de la cantidad de agujeros que existen en las calles de Chicago o de coloridas figuras de helados y flores.

“Los baches son odiados por todos y el mundo está cada vez más agresivo. Creo que es divertido añadir una cuota de humor a un asunto del que todos se quejan. Caminar por la calle y toparte con uno relleno de arte genera sonrisas inesperadas en la gente y eso me gusta. Ahora, estoy diseñando 14 piezas de mosaicos con figuras de basura que la gente arroja en la calle como latas de soda, tickets del parquímetro o cigarros”, cuenta Jim Bachor, en entrevista con Univision Trends.


El artista desarrolló su afición por los mosaicos en los años 90, después de unas vacaciones por Europa. Estas piezas de arte con historia y de larga duración sobre el asfalto lo intrigaron a aprender la técnica y dar un paso al costado en su carrera de diseñador gráfico para marcas de publicidad. “Si tuviera que definir quién soy ahora, sería un artista de mosaicos contemporáneos. Lo que hago es arreglar con arte el problema de los baches en Chicago, Detroit y también Finlandia. También iré pronto a Los Ángeles, Filadelfia e Italia”.


Se tarda 8 horas para crear el diseño que convertirá en mosaico y son sus seguidores en Instagram quienes lo ayudan a buscar el bache perfecto por rellenar. Sobre el bache ideal, él prefiere que sean estables, poco profundos, alejados de la pista y que la gente los pueda ver. Pero Jim no está solo en su misión, siempre va acompañado de unos conos industriales de seguridad y traje naranja que compró en EBay hace unos años.

“Aprendí que debía proteger el mosaico con los conos de seguridad; antes lo hacía con los conos de soccer de mis hijos. Pésima idea. Se volaban siempre. El poder de los conos naranja es sorprendente. Puedes cerrar una calle con ellos y nadie dice nada. ¿Pedir permiso? Si lo hiciera seguro me dirían que no. 


El artista realiza una curiosa forma de intervencionismo urbano que a la vez es un servicio a la comunidad, ya que rellena baches de la calle, creando a la vez mosaicos. Cada una de esas obras no está pensada para ser eterna, sino que con el paso de los automóviles, el clima y la repavimentación se pierden, pero no sin dejar su huella en la memoria de quienes las han visto. Jim se declara un apasionado por la historia antigua y el mosaico, intereses que lo llevaron a trabajar como voluntario en una exploración arqueológica en Pompei.


Para Jim Bachor, a quien varias empresas se le han acercado para solicitarle que cree arte con mosaicos en espacios públicos, su trabajo es positivo y no siente que alguien tenga el derecho o el poder de impedírselo. 





sábado, 20 de agosto de 2016

Leyenda de las "Lágrimas de Sirena"


Hubo una vez un joven. Cansado de las batallas entre los clanes, las masacres y las peleas, decidió retirarse a un monasterio para recuperar la paz en su alma atormentada. El monasterio estaba en el valle que había entre dos montañas, oculto a la vida del exterior para no perturbar a los que buscaban paz allí  Estaba construido con piedra, contaba con una torre principal para llamar a la meditación y dos torres dispuestas a cada lado de esta, desde las cuales podía divisarse a los viajeros que se aproximaran. A su lado fluía un arroyo que se había canalizado para que fluyera por el patio del monasterio, para así tener agua. Estaba rodeado de arboles grandes y fuertes, robles, fresnos, encinas, chopos,... Gran diversidad de plantas existían en aquel lugar, entre las cuales los animalillos del bosque se escondían de los extraños y de los viajeros que por allí pasaban.

El lugar reposaba una paz extraordinaria, y por ello el joven decidió ir allí  creía que allí conseguiría la paz que tanto ansiaba para sanar sus pecados. Atrás dejo la vida que llevaba  Atrás dejo la vida de guerrero y de riquezas, las noches de celebración y las hermosas muchachas que deseaban cortejarlo  Fue aceptado como monje, y se pasaba los días pidiendo perdón a los dioses por todo el dolor que había causado. Paseaba por los pasillos, caminaba por el patio y subía a las torres. Siempre pidiendo perdón.

Cierto día  cuando paseaba por el patio una bocecilla le llamo. El joven se giro, pero no vio nada. La bocecilla grito "¡ Aquí, en el agua!". Era una hermosa kelpie que le estaba llamando para que se acercara. El joven se aproximo y observo a la hermosa kelpie, sin dejar de preguntarse porque aquel espíritu del agua le llamaba. La joven kelpie tenia una mirada penetrante, ojos verdes, sus cabellos eran negros como la noche, y lisos como el cielo, sus labios eran rojos y carnosos. Su piel brillaba con los reflejos que el sol producía en el agua.

Finalmente la kelpie le pregunto porque pasaba los días pidiendo perdón  El joven le contó el por que de aquello. Le contó los pecados que había cometido, los excesos en los que había caído y las atrocidades cometidas. La joven kelpie escuchaba atentamente al joven. Le había estado observando todos los días desde su llegada, ya que era muy joven para estar allí  y a la kelpie le había atraído. La kelpie se había encaprichado con el, el joven era guapo y la kelpie, como son de naturaleza todos estos pequeños espíritus  quería tenerlo para ella.

Pasaron los días  y todos los días la kelpie se presentaba ante el joven, hasta que cierto día la hermosa kelpie le confeso lo que sentía  El joven, que no quería negarse abiertamente ante la divinidad temiendo el castigo, le dijo que era imposible lo que le proponía  que el no podía vivir bajo el agua, ya que no podía respirar, y ella no podía vivir en la tierra.

La joven kelpie paso días y semanas buscando una forma para que aquel joven estuviera con ella, pero siempre fracasaba. Ante la evidente verdad la kelpie se entristeció  Comenzó a llorar. Lloro y lloro porque no podía estar con aquel joven al que quería  Mientras se despedía de el seguía llorando. Su pesar era abismal, nunca había sentido nada igual por un mortal. Su corazón rompió de tristeza y dolor. Poco a poco sus lagrimas se convirtieron en pequeñas piedras de color verde grisáceo  Aquellas piedras, que manaban de los ojos de la joven kelpie, quedaron esparcidas por todos los lagos, ríos y arroyos para recordar a todos quienes encontraran sus lagrimas que una vez amo. Amo con esperanza de que se cumpliera su amor, por lo que manaban verdes, y perdió el amor con gran pesar y tristeza en el alma, por lo que manaban también grises.


Autor: Desconocido.


sábado, 13 de agosto de 2016

El Libro del Tesoro.


Hace muchos años, en un reino, vivía una señora viuda con su hijo. Cuando creyó que estaba cerca el final de su vida, lo llamó y le dijo:
- “Hemos vivido en dificultades porque somos pobres, pero te entrego esta riqueza: Este libro me lo regaló un mago poderoso, en sus páginas están todas las indicaciones necesarias para encontrar un gran tesoro; yo no tuve fuerzas ni tiempo para leerlo, pero ahora te lo doy. Sigue las instrucciones y llegarás a ser rico”.

El hijo, tiempo después de la tristeza inmensa por la pérdida de su madre, empezó a leer aquel libro grueso, antiguo y precioso, que comenzaba así: “Para llegar al tesoro, debes leer página por página. Si saltas y lees el final, el libro desaparecerá por arte de magia y no podrás hallar el tesoro”.

Luego, describía las riquezas, pero en la segunda página, el texto continuaba en lengua árabe. El joven, que ya se imaginaba rico, pero que no quiso correr el riesgo de que otro se enterara, se puso a estudiar árabe, hasta que pudo leer sin problemas. Más adelante, advirtió con sorpresa, que el libro continuaba en inglés y, después, en chino. Con paciencia, estudió cada idioma.

Mientras tanto, aprovechó el conocimiento de varias lenguas y empezó a ser conocido como el mejor intérprete de su ciudad, con lo que su situación económica ya no era tan difícil.


El libro seguía con instrucciones para administrar el tesoro. El joven, con mucha voluntad, estudió economía y comercio y se capacitó también sobre bienes muebles e inmuebles, para que no lo engañaran cuando tuviera el tesoro. Por sus nuevos conocimientos, su fama se extendió hasta la Corte, donde lo nombraron administrador general.

Finalmente, el libro indicaba cómo usar instrumentos para llegar al lugar del tesoro, la forma de construir un puente, cómo aplanar una calle, apartar la tierra y abrir las puertas de piedra. Siempre con la idea de que nadie lo ayudara, para no confiar su secreto, el joven, quien había llegado a ser muy culto y respetado, estudió ingeniería y urbanismo.

Al ver el rey su valor y preparación, lo nombró Ministro y Arquitecto de la Corte y, finalmente, Primer Ministro. No existía en el reino alguien tan culto e inteligente como quien había llegado al final de la lectura. El día que se casaba con la hija del Rey, llegó a la última frase y pudo leer:
“la riqueza más grande, es el conocimiento”.


Autor: Desconocido.



sábado, 6 de agosto de 2016

La Tijereta ( Leyenda Guaraní )


Sucedió hace muchísimos años.Tupá había decidido que las almas de los que morían y que debían llegar al cielo, lo hicieran volando con unas alas que Él enviaba a la tierra por medio de sus emisarios. Claro que para los mortales esas alas eran invisibles. Una vez que el alma llegaba al Ibaga, Tupá destinaba esa alma a un ave que Él creaba con tal objeto, de acuerdo a las características que hubiera tenido en vida la persona a quien pertenecía.

En un pueblecito guaraní vivía Eira con su madre, esta que había quedado imposibilitada, dependía para todo de su hija, que a su vez se dedicaba a atenderla y cuidarla, ganándose la vida con su trabajo. Eira era costurera, y para tener a mano la yetapá (tijeras) que tantas veces necesitaba, la llevaba colgada a la cintura, sobre su blanco delantal, por medio de un cordón oscuro.

Muy trabajadora y diligente, a Eira nunca le faltaba vestidos para confeccionar, de manera que era muy común verla con tela y tijera cortando nuevos trabajos. Se hubiera dicho que la tijera formaba parte de ella misma, por la mañana, al levantarse y luego de haberse vestido, lo primero que hacia era atarla a la cintura teniéndola pronta para usarla en cualquier momento.

Viejecita y enferma como estaba, y a pesar de los cuidados que le prodigaba, la madre de la laboriosa Eina murió una noche de invierno, cuando el frío era muy intenso y el viento soplaba con fuerza, grande fue la pena de esta hija buena, dedicada siempre y únicamente a su madre y su trabajo, desde ese momento quedo solo con su tarea, a la que se entrego con mas ahínco que nunca tratando de distraerse, porque su pena era muy intensa y la desgracia sufrida la había abatido de tal forma que perdió el deseo de vivir.

La tijera así suspendida acompañaba el ritmo de su paso y brillaba al reflejo de la luz, cuando la costurera se movía de un lugar a otro, no mucho tiempo después de la muerte de su madre, la dulce y sufrida costurera enfermo de tristeza y de dolor, tan gravemente que no fue posible salvarla. Eira había sido siempre buena, excelente hija, laboriosa y diligente en sus tareas, por lo que Tupá llevo su alma al cielo.

Allí creo para albergarla un pájaro de plumaje negro, con la garganta, el pecho y el vientre blanco, omitió los matices alegres y brillantes considerando que su vida había sido humilde, opaca y oscura, aunque llena de bondad y sacrificio.

Cuando Tupá hubo terminado su obra, Eira se miro, después miro a Tupá como intentando pedirle algo, el Dios bueno que conoció su intención, dijo animándola:
- ¿ Que deseas Eira ? ¿ Que quieres pedirme ?
Conociendo la amplia bondad de Tupá, comenzó humilde y avergonzada a pedir...¡ ella nunca había pedido nada !
- Tupá...Dios bueno que complaces a los que te aman y respetan...yo desearía...
- ¿ Que es lo que desearías Eira ?
- Tú sabes que durante toda mi vida solo al trabajo me dedique, quisiera tener un recuerdo de lo que me ayudo a vivir...
- Dime entonces...¿ que es lo que deseas ?
- Yo desearía tener una tijereta que me recordara la que tanto use en mi vida en la tierra y que contribuyo a que sostuviera a mi madre...

Encontró Tupá muy de su agrado el pedido de la muchacha por la intención que lo inspiraba, tomando las plumas laterales de la cola las estiro hasta dar a la misma la apariencia de una Yetapá (tijeras), como lo deseara la costurera, otorgándole ademas la propiedad de abrirla y cerrarla a su voluntad, tal como lo hiciera durante tanto tiempo con la de metal con que cortara las telas.

Por la semejanza precisamente que tiene la cola de este ave con la tijera, se le llama Tijereta.

Los guaranís la llaman Jhuguay-Yetapá (Jhuguay: Cola - Yetapá: Tijera).