Los baches son el mal que aqueja a conductores de todas las metrópolis del mundo, muchas veces a vista y paciencia de las autoridades municipales.El artista estadounidense Jim Bachor utiliza sus habilidades para tomar el asunto entre sus manos y no solo para rellenar los agujeros, sino también convertirlos en obras de arte con mosaicos.
Bachelor, radicado en Chicago (Estados Unidos), señala que su elección de trabajar en mosaicos tiene que ver con su fascinación por “tratar de dejar una marca en el mundo” y por la historia antigua.“En el mundo antiguo, los mosaicos eran utilizados para capturar imágenes de la vida diaria. Estas coloridas piezas de piedra y vidrio colocadas en mortero eran fotografías de imperios que pasaron hace mucho tiempo”, señala Bachor en su página web personal.
Inicialmente Bachelor realizaba mosaicos de flores, pero ahora ha cambiado el motivo a helados.
Empezó a rellenar los agujeros en las calles de Chicago después de ver cómo uno cerca de su casa no era tomado en cuenta por las autoridades. Jim Bachor, artista callejero y diseñador gráfico, no se limita a reparar los baches con cemento. Él le agrega arte y sentido del humor al rellenarlos con mosaicos que incluyen los números de teléfonos de talleres mecánicos, de la cantidad de agujeros que existen en las calles de Chicago o de coloridas figuras de helados y flores.
“Los baches son odiados por todos y el mundo está cada vez más agresivo. Creo que es divertido añadir una cuota de humor a un asunto del que todos se quejan. Caminar por la calle y toparte con uno relleno de arte genera sonrisas inesperadas en la gente y eso me gusta. Ahora, estoy diseñando 14 piezas de mosaicos con figuras de basura que la gente arroja en la calle como latas de soda, tickets del parquímetro o cigarros”, cuenta Jim Bachor, en entrevista con Univision Trends.
El artista desarrolló su afición por los mosaicos en los años 90, después de unas vacaciones por Europa. Estas piezas de arte con historia y de larga duración sobre el asfalto lo intrigaron a aprender la técnica y dar un paso al costado en su carrera de diseñador gráfico para marcas de publicidad. “Si tuviera que definir quién soy ahora, sería un artista de mosaicos contemporáneos. Lo que hago es arreglar con arte el problema de los baches en Chicago, Detroit y también Finlandia. También iré pronto a Los Ángeles, Filadelfia e Italia”.
Se tarda 8 horas para crear el diseño que convertirá en mosaico y son sus seguidores en Instagram quienes lo ayudan a buscar el bache perfecto por rellenar. Sobre el bache ideal, él prefiere que sean estables, poco profundos, alejados de la pista y que la gente los pueda ver. Pero Jim no está solo en su misión, siempre va acompañado de unos conos industriales de seguridad y traje naranja que compró en EBay hace unos años.
“Aprendí que debía proteger el mosaico con los conos de seguridad; antes lo hacía con los conos de soccer de mis hijos. Pésima idea. Se volaban siempre. El poder de los conos naranja es sorprendente. Puedes cerrar una calle con ellos y nadie dice nada. ¿Pedir permiso? Si lo hiciera seguro me dirían que no.
El artista realiza una curiosa forma de intervencionismo urbano que a la vez es un servicio a la comunidad, ya que rellena baches de la calle, creando a la vez mosaicos. Cada una de esas obras no está pensada para ser eterna, sino que con el paso de los automóviles, el clima y la repavimentación se pierden, pero no sin dejar su huella en la memoria de quienes las han visto. Jim se declara un apasionado por la historia antigua y el mosaico, intereses que lo llevaron a trabajar como voluntario en una exploración arqueológica en Pompei.
Para Jim Bachor, a quien varias empresas se le han acercado para solicitarle que cree arte con mosaicos en espacios públicos, su trabajo es positivo y no siente que alguien tenga el derecho o el poder de impedírselo.