sábado, 31 de diciembre de 2016

Las doce uvas de Nochevieja.


En España, la tradición de Nochevieja más extendida es la de las doce uvas de la suerte cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XX aunque algunos lo datan a finales del anterior. Según la tradición, en la mesa se colocan 12 uvas delante de cada comensal que simbolizan los 12 meses del año y que deben comerse con cada una de las campanadas del reloj.

Las doce uvas "de la suerte" comenzaron a tomarse de manera masiva en España en la Nochevieja de 1909, debido a un excedente de la cosecha en Alicante. Sin embargo ya en el siglo XIX existía la costumbre entre los burgueses españoles de comer uvas y brindar con champán para despedir el año.

El primer testimonio escrito que la constata es de la prensa madrileña en enero de 1897, donde se comenta que "Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante", lo cual quiere decir que al menos en 1896 así se hizo, y probablemente algún año atrás.

Resulta que en 1882 el alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, decidió imponer una tasa de un duro a todos aquellos que quisieran salir a recibir a los Reyes Magos la noche del día 5 de enero. El fin de esta otra tradición no era tal --no confundir con la cabalgata de Reyes-- sino más bien el de pasar una noche de fiesta, borrachera y armando jaleo.

Así, privados los madrileños de esta noche de farra --salvo para aquellos que dispusieran de tal fortuna-- algunos se animaron a celebrar la Nochevieja en la Puerta del Sol, comiendo uvas con las campanadas, tal vez como protesta o como mofa de la tradición burguesa de comer uvas y champán en la cena de Nochevieja, una tradición que reflejan los periódicos de la época y que dicen importada de Francia y Alemania.

Este comportamiento se extendió y popularizó rápidamente en la capital, hasta el punto de que en 1897 los comerciantes de la ciudad ya publicitaban las uvas de la suerte, y en poco años se conocía en lugares tan lejanos como Tenerife. Ahí es donde entran nuestros agricultores levantinos, que aprovechando su excedente de producción de 1909, realizaron una campaña para promulgar y potenciar la costumbre por todo el país, y así poder colocar su mercancía.

Está claro que les salió bien, y hoy pocos son los que no dan la bienvenida al Año Nuevo con 12 uvas en la mano para ir comiéndolas al son de cada campanada, o al menos intentándolo. La superstición dice que da buena suerte,

Conviene saber que las uvas de Nochevieja es una tradición exclusivamente hispana, que también se exportó a otros países hispanoamericanos. En otros países también existen alimentos típicos para dar la bienvenida al nuevo año. En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que se avecina. Y en Italia y algunos países sudamericanos es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas de media noche para atraer la prosperidad y la fortuna en el año entrante.

Por supuesto esta noche no pueden faltar prendas de ropa interior roja, otra tradición incorporada a la de las doce uvas en Nochevieja. La gran mayoría de los españoles celebran la Nochevieja junto a sus seres queridos y siguen la retransmisión de las uvas desde sus casas.




Queridos amig@s, os deseo mucha felicidad y que el año nuevo os depare lo mejor de lo mejor, que todos vuestros sueños se cumplan y sobre todo que tengamos salud y seguir contando con vuestra amistad, FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S. Pili.





sábado, 24 de diciembre de 2016

La Niña de los Fósforos.


¡ Que frío tan atroz !, caía la nieve y la noche se venia encima. Era el día de Nochebuena, en medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña paso por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.

Tenia en verdad zapatos cuando salio de su casa, pero no le habían servido mucho tiempo, eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado, tan grandes que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.

Y así la pobrecilla andaba descalza con los desnudos piececitos completamente amoratados por el frío, en un viejo delantal llevaba algunas cajas de fósforos llevando en la mano una de ellas como muestra, en todo el día nadie le había comprado nada, ni le habían dado un misero Chelín, se volvía a casa hambrienta y medio helada, ¡ parecía tan abatida la pobrecilla!, los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos rizos le cubrían al cuello, pero no estaba ella para presumir.

En un angulo que formaban dos casa -una mas saliente que la otra-, se sentó en el suelo y se acurruco hecha un ovillo, encogía los piececitos todo lo posible, pero el frío la iba invadiendo, y por otra parte, no se atrevía a volver a casa, pues no había vendido ni un fósforo, ni recogido un triste céntimo, su padre le pegaría, ademas que en casa hacia frío también, solo los cobijaba el tejado y el viento entraba por todas partes, pese a la paja y los trapos viejos con que habían procurado tapar las rendijas.

Tenia las manos casi ateridas de frío, ¡ay, un fósforo le calentaría seguramente! ¡si se atreviese a encender uno solo, frotarlo contra la pared y calentarse los dedos!, saco uno: ¡rich!, ¡como chispeo y como quemaba!, dio una llama clara, cálida, como una lucecita, cuando la resguardo con la mano, una luz maravillosa. Le pareció a la pequeña que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro, con pies y campana de latón, el fuego ardia magníficamente en su interior, ¡y calentaba tan bien!, la niña alargo los pies para calentárselos a su vez, pero se extinguió la llama, se esfumo la estufa y ella se quedo sentada con el resto de la consumida cerilla en la mano.

Encendió otra, que al arder y proyectar su luz sobre la pared, volvió esta transparente como si fuera de gasa, la niña pudo ver el interior de una habitación donde estaba la mesa puesta, cubierta con un blanquisimo mantel y fina porcelana, un pato asado humeaba deliciosamente, relleno de ciruelas y manzanas, lo mejor del caso fue que el pato salto fuera de la fuente al suelo con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta sus piececillos, pero en aquel momento se apago el fósforo, dejando visible tan solo la gruesa y fría pared.

Encendió la niña un tercer fósforo y se encontró sentada debajo de un hermosisimo árbol de Navidad, era aun mas alto y bonito que el que viera la ultima Nochebuena a través de la puerta de cristales en casa de un rico comerciante. Millares de velitas ardían en las ramas verdes y de estas colgaban estampas pintadas, semejantes a las que adornaban los escaparates, la pequeña levanto los dos brazitos.... y entonces se apago el fósforo.

Todas las lucecitas se remontaron en el cielo, ella se dio cuenta de que eran las rutilantes estrellas del cielo, una de ellas se desprendió y trazo en el firmamento una larga estela de fuego.

"Alguien se esta muriendo" -pensó la niña, pues su abuela, la unica persona que le había querido, pero que ya había muerto, le había dicho-, "Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia el cielo".

Froto una nueva cerilla contra la pared, se ilumino el espacio de inmediato, apareció la anciana radiante, dulce y cariñosa.

-¡Abuelita! -exclamo la pequeña-, ¡ llévame contigo!, se que te iras también cuando se apague la cerilla, del mismo modo que se esfumaron la estufa, el asado y el árbol de Navidad.

Se apresuro a encender las cerillas que le quedaban por miedo a perder a su abuela, la luz de las cerillas brillo mas clara que la del pleno día, nunca su abuelita había sido tan alta y tan hermosa, tomo a la niña en brazos y envueltas las dos en un gran resplandor, henchidas de gozo, emprendieron el vuelo hacia las alturas, sin que la pequeña sintiera ya frío, hambre ni miedo.

Cuando llego el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y una sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena!, el sol ilumino a aquel tierno ser sentado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.
- ¡ Ha querido calentarse la pobrecita !- dijo alguien.

Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de que resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.


Autor: Hans Christian Andersen.


Feliz Nochebuena y día de Navidad a todos, un beso muy fuerte  de mi parte.  Pili.




sábado, 17 de diciembre de 2016

Leyenda del Muérdago.

Con la llegada del Cristianismo esta planta y sus leyendas fueron consideradas simbologías paganas y cayeron en desuso, salvo en lo que se refiere a la tradición romántica, que desde el mundo angloparlante se extendió, de besarse bajo las ramas colgantes del muérdago para hacer una declaración de amor y que con su influencia mágica prospere y no se sea rechazado. En el siglo XVIII, la joven que recibía un apasionado beso iniciaba un romance, mientras que si una mujer no era besada por ningún joven bajo el muérdago significaba que no se casaría ni encontraría el amor durante todo aquel año.

Esta tradición viene a través de una antigua leyenda de la mitología nórdica sobre el dios Balder (Baldr, en nórdico antiguo) segundo hijo de Odín, que dice así:

Cuando Balder era apenas un niño comenzó a soñar cosas oscuras, de modo que su madre Frigg, que sabía leer los sueños, vio que su hijo iba a morir. Preocupada ante esta amenaza, Frigg convocó una reunión en el Gladsheim de los dioses y allí hicieron una lista de los medios posibles que podrían matar a Balder. Terminada la lista, Frigg fue a todos los rincones de los nueve mundos haciendo prometer a cada uno de los que estaban en la lista que no le harían daño a su hijo, a todos menos al múerdago que era muy joven y que consideró inofensivo.

El malvado dios Loki logró descubrir quién era el único ser vivo que no había jurado no hacerle daño a Balder y lo utilizó contra él. Balder, por su parte, creyéndose invulnerable a todo mal, ideó un juego pidiendo que los dioses le arrojaran objetos dañinos y así fue como, durante el juego, Loki le dio con su lanza o flecha hecha con muérdago atravesándole el pecho y Balder murió en el acto, cumpliéndose así la profecía.

Frigg, en el intento de recuperar a su hijo, fue a ver a Hela, la diosa del inframundo y ésta la informó que si todas las cosas lloraban por Balder ella le dejaría volver.

Y así lo hicieron, todas las cosas lloraron excepto una giganta llamada Thok, que resultó ser el malvado Loki que se había disfrazado y al que después los dioses dieron caza y castigaron, como también castigaron a la planta del muérdago haciéndola parásita y dependiente de otras para vivir.

El pequeño Balder volvió a la vida en brazos de su madre mientras lo besaba amorosamente y así fue como se ordenó que cada vez que una pareja pasase bajo la rama del muérdago, debía besarse para perpetuar el amor verdadero en la tierra”.

Así nació la tradición que ha llegado hasta nuestros días, y por ello siempre hay muérdago en nuestras casas por Navidad, para protegernos y ayudarnos a salir de los trances de la vida, así como a besarse cuando se pasa bajo el muérdago.




sábado, 10 de diciembre de 2016

Leyenda del Río Hablador


Añadir leyenda
Hace mucho, pero mucho tiempo, vivía en la cima celestial el dios sol, conocido también como Inti. Un joven de gran postura y sumamente bondadoso llamado Rimac, quien de cuando en cuando bajaba al mundo de los humanos a contarles bellas historias, por lo que era muy querido y reverenciado.

Un día que acompañado de los demás dioses miraba hacia la tierra por las ventanas del palacio dorado, vio que los llanos junto al mar eran azotados por una grave sequía, las hierbas, las flores y los árboles se marchitaban y los hombres y animales morían de sed.

Los dioses se alarmaron y acudieron al dios Inti, su padre, a pedirle que librase a los hombres de la costa, de aquella horrenda sequía. Pero el Inti les dijo que era imposible, pues según las leyes celestiales solo sacrificando a uno de ellos en el altar de fuego podrían conseguir agua.

Los dioses callaron, sin embargo ante la sorpresa de todos, Chaclla, la mas bella y virtuosa de las hijas del sol, poniéndose delante de su padre se ofreció valientemente ante el sacrificio. Rimac que adoraba a su hermana, se arrodilló implorandole y pidió a Inti que lo sacrificase a él en vez de ella, pero Chaclla, aun cuando agradecía su gesto, no aceptó aduciendo que los hombres echarían de menos las bellas historias que aquel sabía contarles.

Mas Rímac insistió, finalmente a ruego de ambos y ante la resignación de Inti, los dos se dirigieron al altar de fuego para el sacrificio. El dios sol pudo así hacer llover la tierra. Agradeciendo a los cielos, los yungas, así llamados antiguos hombres de la costa, recibieron el agua jubilosos.

Rimac y Chaclla, envueltos en infinidad de gotas caían sobre las montañas cercanas al gran valle de Lima, y convertidos en un tormentoso río corrían, jugando y riendo, hacia el mar. Una vez allí, elevándose en forma de nubes, persiguiéndose, llegaban al cielo para vaciarse de nuevo. Pero eso duró solo cuarenta noches, al cabo de los cuales, Chaclla quedó convertida para siempre en lluvia y Rimac en el mas bullicioso río de la costa peruana.

Cuenta la leyenda que quienes suelen sentarse a orillas del río Rimac y se ponen a escuchar con atención perciben claramente el murmullo de sus aguas como se disuelve en una voz humana que cuenta bellísimas historias de este y de antiguos tiempos, por eso se le llama “Río hablador”.

Seamos amigos, conóceme y será tuyo mi saber, cuidemos la naturaleza y el agua que es fuente de vida y alegría en el mundo.


Autor: Desconocido.



sábado, 3 de diciembre de 2016

El muelle de San Blas (Historia de la canción)


Hola amigos, hoy quiero compartir con vosotros una historia a la vez bonita como triste, es una historia real, y es la historia de una canción muy bonita, que aunque a mi el grupo no me dice mucho, la canción como ya he dicho no deja de tener su encanto, la canción es "El muelle de San Blas" y la canta Maná.

Rebeca Méndez Jiménez, mas conocida como la "loca del muelle de San Blas", murio en Septiembre del 2012, Rebeca una mujer de 63 años que desde 1971 esperaba en el puerto el regreso de su novio, un joven que salió a pescar y jamás regresó. La mujer fue homenajeada por los pobladores de Puerto Vallarta, donde se convirtió en un símbolo por la espera de su amor. Fueron más de 41 años que esperó a su amado Manuel, quien salió de pesca.

Sin embargo, quedó atrapado por un huracán que azotó el mar. Nunca más se supo de él y tampoco se encontró su cuerpo. Estaban a una semana de casarse. El golpe fue tan fuerte para Rebeca que desde el día que desapareció Manuel, lo esperó con su traje blanco. Bien fina ella. Con esa elegancia vendió dulce a los turistas en el Muelle de San Blas.

Allí fue que el líder de la banda, Fher, la conoció en la década de los noventa. Se interesó por su historia y la convirtió en una de las más hermosas canciones de Maná. El cuerpo de Rebeca fue incinerado y sus cenizas arrojadas al mar en búsqueda de su gran amor por las autoridades de Puerto Vallarta, quienes piensan levantar un monumento donde la mujer esperaba a su amado con el fin de recordar por siempre esta maravillosa historia.

Imagen de Karras

Y aquí os dejo el vídeo con la canción, si no la conocéis espero os guste:)





sábado, 26 de noviembre de 2016

El nacimiento del Arco Iris.


Hace mucho, mucho tiempo, en la espesa selva verde esmeralda habitaban unos pequeños animalitos que provocaban la admiración de todos aquellos que tenían la suerte de poder verlos. Eran siete magnificas mariposas, todas diferentes, pero cada una con sus alas pintadas de un color brillante y único. Su belleza era tal, que las flores de la selva se sentían apocadas cada vez que las mariposas revoloteaban a su alrededor.

Eran inseparables, y cuando recorrían la selva parecían una nube de colores deslumbrante y movediza. Pero un día, una de ellas se hirió con una aguda espina y ya no pudo volar con sus amigas. El resto de las mariposas la rodeo, y pronto comprendieron que la profunda herida era mortal. Volaron hasta el cielo para estar cerca de los dioses, y sin dudarlo, ofrecieron realizar cualquier sacrificio con tal de que la muerte de su amiga no las separara. Una voz grave y profunda quebró el silencio de los cielos y les pregunto si estaban dispuestas a dar sus propias vidas con tal de permanecer juntas, a lo que todas contestaron afirmativamente.

En ese mismo instante fuertes vientos cruzaron los cielos, las nubes se volvieron negras, y la lluvia y los rayos formaron una tormenta como nunca se había conocido. Un remolino envolvió a las siete mariposas y las elevo mas allá de las nubes. Cuando todo se calmo y el sol se disponía a comenzar su trabajo para secar la tierra, una imponente curva luminosa cruzo el cielo, un arco que estaba pintado con los colores de las siete mariposas, y que brillaba gracias a las almas de estas siete amigas que no temieron a la muerte con tal de permanecer juntas.



Autor: Desconocido.




sábado, 19 de noviembre de 2016

Leyenda del Chocolate.


La leyenda del origen del cacao, es la que encontramos en el Tonalámatl, el libro de los augurios de los sacerdotes de la diosa Xochiquetzal, la historia de cuando los dioses, compadecidos de los trabajos que pasaba el pueblo tolteca, resolvieron que uno bajara a la tierra para ayudarles enseñándoles las ciencias y las artes. Decidieron que fuera Quetzalcóatl, que hacía tiempo se empeñaba en ayudar a los toltecas, quien tomara forma humana y descendiera sobre Tollan, la ciudad de los hombres buenos y trabajadores.

Y así se hizo, Quetzalcóatl descendió por un rayo de la estrella de la mañana, dejando asombrados a los toltecas con su aparición, particularmente por su indumentaria hecha toda de una materia luminosa, y por su blanca y rizada barba, luminosa también. Todo el pueblo comprendió que aquel aparecido no era un simple mortal y  desde luego, le rindió adoración, rompiendo sus feos y oscuros dioses de barro.

Junto con Quetzalcóatl, dominaba el dios Tláloc “el señor que está dentro de la tierra” el dueño de las lluvias, dador de la vida y dueño de las almas separadas de los cuerpos. Reinaba también Xochiquetzal “flor emplumada” la diosa de la alegría y el amor, esposa de Tláloc y descubridora del pulque. Todos los dioses eran buenos, y dirigidos por Quetzalcóatl enseñaron al pueblo tolteca el saber, hasta hacerlo sabio y artista, conocedor de la marcha de los astros, lo que le permitió medir el tiempo y señalar en el calendario el cambio de las estaciones para aprovechar las lluvias y levantar las cosechas.

Quetzalcóatl les dio además a los toltecas el don de una planta que había robado a los dioses, sus hermanos, quienes la guardaban celosamente, porque de ella obtenían una bebida que, pensaban, sólo les estaba destinada a ellos. Quetzalcóatl sustrajo el pequeño arbusto de flores rojas, prendidas a largas ramas de hojas alargadas, inclinadas hacia la tierra, a la que ofrecía sus oscuros frutos. Plantó en los campos de Tula el arbolito y pidió a Tláloc que lo alimentara con la lluvia, y a Xochiquetzal que lo adornara con flores. El arbolillo dio sus frutos y Quetzalcóatl recogió las vainas, hizo tostar el fruto, enseñó a molerlo a las mujeres que seguían los trabajos de los hombres, y a batirlo con agua en las jícaras, obteniendo así el chocolate, que en el principio sólo tomaban los sacerdotes y los nobles.

Fue licor sagrado y lo tomaban agrio o amargo. Más tarde se le mezcló con miel, y a la llegada de los españoles, éstos le agregaron azúcar y leche, tomándolo caliente y haciéndolo la bebida de lujo de la época colonial.

Así pues, Quetzalcóatl fue dador del cacao en sus cuatro clases: el cauhcacahuatl, el mecacahuatl, el xochicacahuatl y el tlalcacahuatl, que era el que tostaban, reservando los otros tres para moneda, pues el fruto se consideraba símbolo de riqueza. Los toltecas fueron ricos y sabios, artistas y constructores; gozaban del rico chocolate y eran felices, lo cual despertó la envidia de los dioses, más aún cuando descubrieron que tomaban la bebida destinada únicamente a ellos.

Juraron venganza, contra Quetzalcóatl primero y contra el pueblo tolteca después. Para eso llamaron a Tezcatlipoca “espejo humeante”, dios de la noche y de las tinieblas. Este dios, enemigo de Quetzalcóatl, el dios luminoso, bajó a la Tierra por el hilo de una araña y disfrazándose de mercader se acercó a Quetzalcóatl para ofrecerle la bebida que Xochiquetzal había descubierto.

El dios luminoso se hallaba en su palacio inmensamente triste, pues un sueño le había hecho saber que los dioses preparaban su venganza y temía por el pueblo al que había hecho rico, sabio y feliz.

Quetzalcóatl bebió del jugo que se le ofrecía, que era el octli , el jugo fermentado del metl, el maguey, llamado por el pueblo tlachiuhtli, o sea, el pulque. Quetzalcóatl lo bebió y se embriagó, con gran regocijo del malvado Tezcatlipoca, y bailó y gritó ante el escándalo del pueblo que lo miraba hacer gestos ridículos. Después se durmió, y, al despertar, con la boca amarga y en la cabeza un dolor profundo, se dio cuenta de que los dioses lo habían deshonrado y que se preparaba la ruina del pueblo tolteca y la caída de la gloriosa Tollan.

Al sentir Quetzalcóatl que ya nunca podría ver a los que había enseñado a ser buenos y honrados sin tener una gran vergüenza, decidió marchar hacia el rumbo de la estrella vespertina, su casa. A su partida se dio cuenta que todas las plantas de cacao se habían secado, sin embargo, arrojó las ultimas semillas de cacao en Neonalco (Tabasco), las cuales florecieron bajo su mano y subsistieron hasta nuestros días. Después entró en el mar y, aprovechando un rayo de luz de la estrella de la tarde, se volvió a su morada de luz.




sábado, 12 de noviembre de 2016

Leonard Cohen.


Hola amigos, hace unos días que nos dejo Leonard Cohen, cantautor que aunque no me gustan todas sus canciones, si que tiene algunas que me gustan mucho, hace un tiempo en mi otro blog publique algo de su biografía ya que una amiga me lo pidió, sobre todo para mencionar una de sus canciones, en concreto la canción "The Partisan", haciéndole un pequeño homenaje, la vuelvo a publicar desde este humilde blog, aquí os dejo algo de la historia sobre Cohen y luego sobre la mencionada canción.

Leonard Cohen nació en Montreal (Canada) en 1934, su familia era judía de clase media y procedían de Polonia. Su padre tenia una tienda de corte y confección, muriendo este cuando Leonard contaba nueve años. Antes de músico, Leonard Cohen fue poeta y escritor, dicen que tubo mucha importancia en su vida personal y artística la obra de Federico Garcia Lorca.

Con dieciséis años ingreso en la universidad de McGill en Montreal, donde estudio Literatura Inglesa, al tercer año de carrera abandono el hogar familiar para independizarse. En el 56 con 21 años termino su carrera, es entonces cuando publica su primer libro de poemas que dedica a su padre y lo titula "Les Us to Compare Mythologies" (Vamos a Comparar Mitologías), también es autor de su obra no cantada como suelen decir: Flores para Hitler, Los hermosos vencidos, la novela El juego favorito, etc...

Su carrera musical comienza en los sesenta instalado ya en Estados Unidos, cuando acompañado de su guitarra, comienza a recurrir a temas que hablan principalmente de las relaciones de pareja, la religión o el fascismo irradiando tristeza, aunque por otro lado, también trasmiten romanticismo y un cierto toque de cinismo y sarcasmo, gracias a sus letras y su voz ronca y monótona tan característica, es calificado como el músico de la tristeza y depresión, su primer éxito llego con el tema "Suzanne".

En 1968 publica "Songs of Leonard Cohen", que en años posteriores es seguido por "Songs from a Room" y "Songs of Love and Hate", compuestos por el mismo en su totalidad, ayudado solamente por su voz y su guitarra. Estos discos tuvieron una gran acogida en ciertos círculos sociales y musicales, ya que sus canciones a diferencia de otros cantantes folk, se alejaban de la canción protesta y acercándose mas al lado de lo existencial, humanista y romántico.

En la década de los setenta, Cohen paso con mas pena que gloria, teniendo algunos fracasos comerciales y creativos en los trabajos que compuso.

En la década de los ochenta Leonard Cohen en cierto modo resurge con discos como "Various Positions" en el 84, y "I'm your man" en el 88, en los que se ve a un Cohen mas maduro y con un estilo mas rockero.

En 1992 publica "The Future", el cual le sigue poco después un albun en directo titulado "Leonard Cohen: Live". Después de esto decide dedicar su vida a la religión Zen, llegando a ser ordenado monje, pero después de un largo periodo de calma en su vida reaparece en 2001 con un nuevo trabajo de estudio titulado "The New Songs"


En el 2009 publica "Live in London", el cual es un recorrido por todas sus grandes canciones a lo largo de los 40 años de su carrera como cantante y autor, el albun fue grabado en directo en el concierto que ofreció en 2008 en el O2 Arena de Londres, lo que significo su regreso a los escenarios despues de 15 años.

En el 2011, le fue concedido el Principe de Asturias de las letras.

Leonard Cohen, cantautor y poeta canadiense que sedujo a varias generaciones con canciones como Suzanne o I'm your man, falleció este lunes 7 de Noviembre 2016 a los 82 años, aunque hasta el jueves 10 su familia no dio el anuncio en su página de Facebook. El poeta y cantautor canadiense acababa de publicar un disco en el que se declaraba preparado para el final de su vida.

Y hasta aquí un poquillo de su historia, se que faltan cosas pero si no se hace muy largo:)

Os cuento de la canción que me pidió una amiga, es como dije "The Partisan", esta canción originariamente no es de Leonard Cohen, el lo que hizo fue una adaptación de otra que se escribió en 1943 durante la II Gerra Mundial en Londres, la canción fue escrita por dos franceses que estaban allí por la guerra y su titulo original era "La Complainte du Partisan" (El Romance del Partisano), sus autores fueron Emmanuel D'Astier que era partisano de verdad y actuaba en la resistencia francesa con el nombre de Bernard,  escribió la letra y Anna Marly que compuso la música.

Después de la guerra, la canción se hizo muy popular sobre todo en los países de habla francesa en los años 50, entre estos países Canadá, que fue donde Cohen de joven la escucho, ya que se cantaba mucho en los campamentos juveniles a los que solía acudir, el la versiono haciéndola famosa en su disco "Songs from a room" en el 69, Joan Baez también canto esta canción, muy bonita la canción desde luego, os dejo con ella.


The Partisan

Cuando atravesaron la frontera
me avisaron de que me rindiera,
no pude hacerlo.

Cogí mi pistola y me escape.
He cambiado mi nombre tantas veces,
he perdido mujer e hijos,
pero tengo muchos amigos,
y algunos de ellos están conmigo.

Una anciana mujer nos dio refugio,
nos escondimos en la buhardilla,
entonces vinieron los soldados,
ella murió sin un susurro.

Eramos tres esta mañana
soy el único esta noche
pero debo continuar, 
las fronteras son mi cárcel.

Oh, el viento, el viento sopla,
a través de las tumbas el viento sopla, 
la libertad pronto vendrá,
entonces saldremos de las sombras.

Los alemanes vinieron a mi casa,
me dijeron, identificate,
pero no tengo miedo, 
retome mi arma.

He cambiado cien veces de nombre,
he perdido mujer e hijos,
pero tengo muchos amigos.
Tengo Francia entera.

Un anciano en un granero
por la noche nos escondió,
los alemanes le capturaron,
murió sin sorpresa alguna.

Oh, el viento, el viento sopla,
a través de las tumbas el viento sopla, 
la libertad pronto vendrá,
entonces saldremos de las sombras.





sábado, 5 de noviembre de 2016

Macías... El Trovador Enamorado.


Existen muchas versiones sobre la historia y la leyenda de este personaje. Por algunos poetas y escritores, contemporáneos suyos, sabemos que murió a manos del esposo de su amada, después de sufrir cautiverio, muchos le definieron como "el mártir de Cupido", y el ejemplo del enamorado fiel hasta la muerte. El caso es que Macías pertenecía a la escuela galaico-portuguesa del Cancionero de Baena y fue autor de hermosos poemas de temática amorosa. Era originario de Padrón en Galicia, aunque vivió en Castilla en el siglo XV.

Una de las leyendas más conocidas en torno a él y a sus amores, es la siguiente:

Enrique de Villena, personaje ya de por sí bastante extraño y también legendario, estaba casado con María de Albornoz, ambos pertenecían a familias de la nobleza castellana del momento, que matrimoniaron por cuestiones de interés dinástico o económico. Como en la mayoría de estas uniones no existía el más mínimo cariño, sino que más bien se despreciaban el uno al otro. Sin embargo, al servicio de la casa Villena-Albornoz estaba Macías, enamorado desde siempre de doña María, a la que siguió después de su boda, logrando ganarse la confianza del esposo que le tenía en gran estima. Doña María correspondía a la adoración del trovador, que le dedicaba ardientes rimas hablándole de amor, menudeaban los encuentros secretos entre ambos, lo que vino a desembocar en un sentimiento mutuo y compartido.

Y sucedió que don Enrique estaba empeñado en conseguir el maestrazgo de la Orden de Calatrava, cuyo poder era muy grande en Castilla, pero para obtener tal dignidad, debía ser soltero o viudo y ninguna de estas dos circunstancias se daban en el estado de Enrique. Lo mejor era deshacerse de la esposa, lo cual no era fácil, pues el linaje de los Albornoz era poderoso y un divorcio le habría ocasionado numerosos problemas. También podía recurrirse al asesinato, pero para ello se necesitaba alguien lo suficientemente discreto y afecto a su causa. Pensó en Macías, y así se lo comunicó, ante el espanto del enamorado trovador que se negó en redondo.

No obstante, Enrique persistió en su empeño y sobornó a seis sicarios para que secuestrasen a María, haciendo público al cabo de unos días, que en bosque cercano se habían encontrado las ropas ensangrentadas de su esposa, lo que bien a las claras demostraba que había muerto. Él podía considerarse oficialmente viudo y libre para acceder al puesto deseado. Los rumores que existían sobre los amores de Macías y de María,  así como la necesidad de silenciar a alguien que conocía sus propósitos, hicieron que el trovador fuese apresado y encarcelado en un castillo de Arjonilla, cerca de Jaén, propiedad de don Enrique. Allí estaba también encerrada doña María de Albornoz.

En celdas separadas y encerrados de por vida, los amantes no tardaron en saber el uno del otro, y Macías seguía cantándole dulces sonatas de amor a su amada. Se dice que hasta los duros carceleros sentían pena de aquellas dos almas, hundidas en la miseria y en el hambre, y lo que es todavía peor, ¡tan cerca y tan lejos el uno del otro! Don Enrique, al cabo de algún tiempo, fue a Arjonilla para asegurarse de que sus dos presas yacían sepultados en aquel lóbrego lugar que pronto acabaría con ellos. Cuando supo que, a pesar de tanta desgracia, Maclas y María seguían amándose, él mismo penetró en la celda de Macías y lo mató a lanzazos.

Esta muerte parece que afectó a la mente de Enrique, que siempre fue bastante extraña. Logró el maestrazgo de Calatrava, pero lo perdió por sus rarezas, se dio a la bebida y al juego llegando a perder cuanto poseía. El rey Juan II, viendo al estado que había llegado, le otorgó el señorío de Iniesta, compadecido de su miseria y extravío.

Doña María, según algunos, regresó a sus posesiones de Cuenca, pero el decir popular da otra versión. Durante varios años, se vio a una mujer, una mendiga, rondando por el castillo de Arjonilla. Pasaba días enteros junto a sus muros, mientras la chiquillería le tiraba piedras y le hacía burla. Otras veces entraba en la iglesia en la que estaba enterrado Macías y durante horas se postraba sobre la lápida que cerraba el sepulcro, hasta que un día, cuando el sacristán la fue a echar de la iglesia porque era la hora de cerrar el templo, se encontró con que la mujer estaba muerta, con los labios pegados sobre la inscripción en la que podía leerse: "Aquí yace Macías el enamorado".


A muchos no les cupo duda de que aquella pobre mujer, aquel despojo humano, era doña María que nunca pudo superar la trágica muerte de su amor. Se arrastró por la vida, ausente de la realidad, esperando que la muerte misericordiosa se acordase de ella y la llevase a reunirse con el poeta enamorado.


Autor: Desconocido.




sábado, 29 de octubre de 2016

Leyenda de Jack O'lantern.


El origen de las famosas calabazas talladas viene de una leyenda de origen celta (a caballo entre irlanda y escocia) sobre jack "el tacaño" (stingy jack en el original inglés), un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos, esta conducta le granjeó toda clase de enemistades pero también una reputación de persona tan malvada que rivalizaría con el mismísimo satanás.

Hace muchos años, en la noche de brujas, un hombre conocido como Jack el tacaño, tuvo la mala fortuna de encontrarse cara a cara con el mismísimo diablo en una taberna. el diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre.

Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. cuando lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad ofreciéndole su alma, el diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. El diablo aceptó y se convirtió en una moneda para pagar al camarero, pero Jack decidió rápidamente quedarse la moneda guardándola en su bolsillo junto a una cruz de plata y así impedir que el diablo se liberara y que adoptase de nuevo su forma original hasta que prometiera no pedir su alma en diez años. El diablo no tuvo más remedio que aceptar.

Diez años más tarde, Jack y el diablo se encontraron en un bosque para saldar su deuda. El diablo estaba dispuesto a llevarse consigo su alma, pero Jack pensó rápido y dijo: "Como último deseo... ¿Podrías bajarme aquella manzana situada en lo alto del árbol?, para así tener su última comida antes de su tormento. El diablo pensó que no perdía nada, y de un salto llegó a la copa del árbol, pero antes de que el diablo se diese cuenta, Jack marcó rápidamente una cruz en la corteza del árbol. entonces el diablo no pudo bajar. Jack le obligó, una vez más, a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. El diablo no tuvo más remedio que aceptar y jack se vio libre de su amenaza.

Murió unos años más tarde, Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al infierno. para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el diablo, y éste le expulsó de su reino "¿Adónde iré ahora?", preguntó Jack, y el diablo le contestó: "Vuelve por donde viniste", le condenó a deambular un eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. El camino de regreso era oscuro y frío, no se podía ver nada, el diablo le lanzó a Jack un trozo de carbón encendido desde el mismísimo infierno, para que pudiera guiarse en la oscuridad, Jack lo puso en un nabo que había vaciado para que no se apagara con el viento.

Con el paso del tiempo jack el tacaño fue conocido como jack el de la linterna o "jack of the lantern", nombre que se abrevió al definitivo "jack o'lantern". esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que jack llamase a la puerta de las casas y proponer truco o trato)

Ahora Jack vaga sin rumbo con su linterna para toda la eternidad.


Los irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack", pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de tallar calabazas para la noche de Halloween y transformarlas en faroles introduciendo una brasa o una vela en su interior. El farol no tenía como objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las personas y sus hogares.



Autor: Desconocido.






sábado, 22 de octubre de 2016

Leyenda del Café.


Cuenta la leyenda ….

Por el año seiscientos vivió en Etiopía un pastor llamado Kaldi. Cierto día que cuidaba su rebaño de cabras notó que los animales desarrollaban una conducta extraña. Nerviosamente iban y venían, subían y bajaban, en un estado de agitación que se prolongó todo el camino de regreso y persistió durante una noche, que se volvió interminable.

Sólo a la mañana siguiente el rebaño pareció calmarse y fue así como siguió con mansedumbre al amodorrado pastor hasta las zonas de pastura. Hasta que unas cerezas tentadoras detuvieron su paso, y luego de mordisquearlas, las cabras retomaron su conducta nerviosa del día anterior.

Kaldi observó las plantas que aparentemente habían causado el cambio en su rebaño y probó con cautela una hojita y un fruto. Lo primero que percibió fue que no se trataba de un arbusto de cerezas, y que el sabor no era tan agradable como el que esperaba. Pero también sintió que el cansancio producido por la larga noche de insomnio se había desvanecido y era remplazado por una energía que lo impulsaba a la acción.

Kaldi tomó consigo unas ramas florecidas y encabezó la marcha hacia un monasterio que se encontraba a pocos kilómetros. A paso vivo lo seguía su rebaño. Al llegar a la casa religiosa, el pastor fue introducido a presencia del Abad, mientras sus animales quedaban al cuidado de unos desorientados monjes.

Informado del descubrimiento, el Abad llevó a Kaldi a la cocina, y prudentemente hirvió una rama con algunos frutos rojos. Pero cuando probó el gusto de ambos, le pareció tan desagradable que en un impulso arrojó el atado entero sobre el fuego. La cocina se vio invadida de un aroma delicioso
que indujo al Abad a hacer una nueva prueba. Tomó el fruto tostado y preparó una infusión que, con su perfume cálido atrajo a un grupo de monjes a la cocina.

Así nació el café, de Etiopía al mundo, probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por un Abad, celebrado por unos monjes, que nunca pudieron imaginar que ese enérgico sabor se seguiría prolongando durante siglos.











sábado, 15 de octubre de 2016

Leyenda del arroz. ( Leyenda Hindú )


Cuenta una leyenda que el dios Shivá, tras proponerse crear un ser distinto a los demás en perfecciones, dio forma y espíritu a una inigualable doncella, a la que puso por nombre Retua-Dumila, que significa “joya esplendorosa“.

Observo Shivá su magnífica obra y se sintió tan complacido que decidió tomarla como su esposa, así no se separaría de ella jamás. Retua-Dumila se resistió en principio a llevar a cabo aquel proyecto y ante tan penosa situación fue solicitado el juicio y sabiduría de los dioses, quienes se reunieron en consejo y aprobaron aquel matrimonio.

La doncella le solicitó entonces a Shivá una condición y era que le hiciera llegar a ella un alimento de tal clase y deleite que jamás pudiera resistirse a él.

Shivá se dispuso a complacerla, y envió emisarios por todo el mundo para que buscaran tan preciado manjar, transcurrió el tiempo ninguno de ellos regresó.

Shivá se convenció entonces de la imposibilidad de complacer a Retua-Dumila y ésta empezó a entristecerse cada día más, hasta que por fin falleció en sus brazos impotentes, que no pudo hacer nada para evitarlo.

Shiva mandó entonces enterrar el cadáver con gran pompa ordenando a un prìncipe que montara guardia alrededor de la tumba.

A los cuarenta dìas de enterrada la joven, vieron los guardias con asombro aparecer una viva luz sobre la tumba y como brotaban varias plantas desconocidas.

Al ver aquellas hermosas y exóticas plantas que nadie habìa visto antes, Shivá comprendió que aquél sería el exquisito manjar que habría necesitado Retua-Dumila para vivir y su espíritu bondadoso lo había elaborado para felicidad de los mortales, entonces dijo:

– En estas plantas reside el alma de Retua-Dumila, y de aquí en adelante las llamaremos “pari” que significa arroz. Repartid sus semillas entre los hombres, porque con el tiempo constituirán uno de sus màs preciosos alimentos y les traerá felicidad.

Los primeros que usaron las semillas se llamaban Diaka Puring y Kiava-Tuwa, desde entonces se les honra como padres de los arrozales.