lunes, 25 de mayo de 2015

El Ocaso (Leyenda rusa)


En las proximidades de los Urales había un pequeño pueblo, y en él una pequeña casa en la que vivía un matrimonio con su hijo llamado Grischa. Pese a que el muchacho había acompañado a sus padres en diversos viajes, aseguraba que ningún lugar se podía comparar en cuanto a belleza con su poblado y sus alrededores, colmados de maravillas naturales.

Ni las grandes estructuras, ni la magnificencia del río Moskva a su paso por Moscú o los suntuosos palacios del zar hacían sombra a la tierra que habitaba Grischa, nada… hasta que conoció y se enamoró perdidamente de Natalyja.

Los dos enamorados pasaban largas tardes planeando sobre su futuro en común y sobre la posibilidad de tener hijos algún día; a veces tomaban Michkas y bebían Kumy o simplemente se tomaban de la mano y se miraban mutuamente durante horas. Incluso en los peores momentos, Grischa sentía que mientras estuviese junto a Natalyja nada podría hacerle daño, pero comenzaba a albergar el temor de que su suerte cambiase de un momento a otro, como finalmente sucedió.

Una tarde, Grischa llevaba como regalo a Natalyja una caja de Michkas mientras pensaba en las más sublimes palabras para dedicarle a su amada. Al verla, le dedicó una amplia sonrisa y un beso, pero cuando sus labios se juntaron Grischa advirtió que algo no marchaba pues aquel beso era tan frío e indiferente como el de un desconocido. Acto seguido Natalyja le confesó que su relación había llegado a su fin, ya que ella debía marcharse lejos.

El desolado Grischa tuvo que enfrentarse a la situación, pero su amor por ella no le dejó pensar en otra cosa y comenzó a buscarla por todas partes: en el campo, en pueblos vecinos, en calles y callejones. Hasta que un día la vio fugazmente y se acercó, pero en su desesperación por recuperarla sus palabras hacia ella fueron torpes e impertinentes, de reproche por su actitud, a lo que Natalyja respondió con desdén. Al ver el error que había cometido por no pensar sus palabras, decidió que ya no la buscaría más y que la había perdido para siempre.

Una tarde, Grischa vio a Natalyja en la distancia, pero en lugar de acercarse se quedó mirándola desde lejos, viendo que los años la habían vuelto incluso más hermosa que antes. Las llamas de su pasión por ella aun ardían con intensidad, pero había decidido dejar que Natalyja fuese libre, así que se marchó. Poco después, Grischa se encontraba a orillas del Mar Negro y lentamente comenzó a adentrarse en sus aguas hasta que desapareció bajo ellas. Se dice que la pasión de su corazón dio a los atardeceres el color rojo del fuego, una llama que ni las aguas pudieron apagar. Natalyja nunca supo que el color carmesí de los atardeceres es un recuerdo de su antiguo y joven amor.


Autor: Desconocido.



jueves, 21 de mayo de 2015

Extrechinato y tu.


Hola amigos, esta entrada ya la compartí en mi antiguo blog, pero viene muy a cuento con lo que estamos viviendo estos días en el país, por eso como muchos de vosotros no la conocéis la vuelvo a compartir, hace un tiempo mi querido maestro al que muchos de vosotros conocéis como Orthos, me hablo de una canción, que le echase un vistazo a ver que me parecía y si me gustaba, me dijo que era una colaboración entre Fito, un poeta y el cantante de Extremoduro, al ver lo de Extremoduro me dije huy huy que sera que estos nunca me han ido mucho, pero el "maestro" no se podía equivocar y al oír la canción me gusto mucho, estoy descubrimiento musicalmente y personalmente muchas cosas buenas en este mundo de los blogs:), os cuento, la canción es " A la Sombra de mi Sombra" y la canta:

Manuel Muñoz Sanchez, mas conocido por Manuel Chinato se define como hijo de Venus (por las mujeres) y de Baco (por el vino), Manuel le viene por su padre, y lo de Chinato lo adopto por su abuelo, ya que es el gentilicio de Malpartida de Plasencia y al lucir siempre un sombrero típico de esa localidad lo llamaban siempre así, es el poeta y autor de la letra, también colabora en el vídeo y aportando su voz a muchas canciones, es uno de los llamados poetas del pueblo, según el mismo es un ganadero que en sus ratos libres ejerce de "bardo asilvestrado", también dice "que no es escritor sino un poeta circunstancial de campo", me ha echo mucha gracia lo que dice de cuando nació, "Nací el día mas borracho del año, la Nochevieja del 52 en la habitación de mi  madre. No di guerra ya que tenia muchas ganas por salir. Me acuerdo cuando mi padre me dio el primer beso porque olía mucho a vino el jodio". A este poeta se le empezó a conocer a partir de que los grupos sobre todo Extremoduro y Platero y tu, empezaron a poner música a sus poemas, tiene publicado el libro de poemas "Amor, rebeldía, libertad y sangre". Esto es un poco de la historia de este poeta que se considera "salmantino-cacereño" ya que no acepta que le impongan frontera alguna, sus fronteras las elije el, totalmente de acuerdo con lo que dice, me gusta la gente así llana y  sencilla.

En la canción también colaboran el cantante de Extremoduro conocido como "Robe", líder del grupo que se formo en 1987, en ese momento tenia la ayuda de "El Sato" y de "Luis Von Fanta",  Robe aprendió música escuchando a grupos como AC/DC y Leño, de su turbulento pasado como yonqui y sus experiencias con la vida, aprende la jerga de la calle que le sirven para componer temas desgarradores, tiene publicado un libro " El viaje intimo de la locura". La otra colaboración de este grupo en esta canción es de Iñaki mas conocido por "Uoho"su guitarrista, Uoho perteneció anteriormente a la banda "Platero y Tu" junto a "Fito" con la que saltarían a la fama, creo su propia discográfica "Muxik", aparte de productor, ha trabajado para bandas como Fito & Fitipaldis, Marea, Despistados, La Gripe..

El ultimo colaborador en la canción es Fito, mas conocido para muchos como "Fito & Fitipaldis", fue también el cantante, guitarrista y compositor de "Platero y tu" donde compartió con Uoho de Extremoduro, en su juventud trabajo en un prostíbulo de camarero y donde su padre era su jefe, todas estas experiencias le han servido como referencias para componer sus canciones, también tubo sus problemas con las drogas aunque asegura que ya esta limpio.

A grandes rasgos aunque faltan muchos datos, esta es la pequeña historia de las personas que colaboran en esta canción, canción que esta en el único albun que existe de este proyecto llamado " Extrechinato y Tu", el albún se llama "Poesía Básica"  fue editado en el año 2001, y estaba destinado a ensalzar y promocionar la figura de este poeta Manuel Chinato amigo de Robe (Extremoduro), que ya había colaborado anteriormente muchas veces con el grupo, sus poemas componen casi la totalidad del albún.



Bueno pues os dejo ya con la canción "A la Sombra de mi Sombra", mirar bien lo que dice la letra, que con lo que nos viene encima....



A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero;
sombrero de largas pajas
que he recogido del suelo.
Lo haré con el ala ancha, 
que casi llegue hasta el cielo
pa' muchas veces no ver
las cosas que ver no quiero.

No quiero ver injusticias ni miserias;
no quiero ver militares ni princesas;
no quiero ver dictaduras ni pobrezas;
no quiero ver religiones ricas, ni reinas.
Quiero solo quiero yo ver a los pobres sin miseria;
a los ricos sin dinero desnudos en esta tierra;
a infinitos corazones unidos por el amor
y unidos contra la guerra.

A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero
pero voy a dejar de hacerlo
para luchar con dos güevos.



Ya sabes maestro, muchas de las que no te gustan:)




lunes, 18 de mayo de 2015

La Tejedora de Sueños.


Hace mucho tiempo, en un lugar muy lejano, había una pequeña villa en el valle que se formaba entre dos altas montañas. Era éste un lugar recóndito, apartado del mundo, donde parecía que incluso el mismísimo Padre Tiempo jamás hubiera puesto un pie en él. De hierba verde y arroyos cantarines que descendían de los montes colindantes, olor a azucena y madreselva, la aldea vivía una perpetua primavera.

Así como el lugar era confortable, los habitantes también eran generosos y amables los unos con los otros. No había trifulcas, todo era concordia y paz... conformaban una gran familia en la que cada miembro destacaba en una función: estaba Gerand, el leñador y su esposa Joanne, la curandera; Barbarás el panadero, Tobías el agricultor... y, sí, en éste sitio también había una hilandera y tejedora, llamada Dalia.

Dalia era una anciana amable que se entretenía en tejer todo tipo de cosas para sus convecinos, las cuales cambiaba por comida y demás utensilios para ella. Desde una simple bufanda para cuando la temperatura era algo más fresca, hasta una alfombra, no había objeto que sus hábiles dedos no pudieran confeccionar. Un buen día, mientras Dalia permanecía despierta dándole los últimos retoques a un gorro para Gerand, se quedó dormida junto al fuego en su cómoda mecedora.

En sueños, se le apareció lo que no pudo catalogar más que como un hada. - No temas, sabia tejedora, no he venido a hacerte ningún mal- le dijo- Es más, he visitado tu sueño para encargarte un trabajo digno de una reina. Nuestra soberana, el hada Carmín, desea que seas la creadora de un tapiz para decorar el salón del trono. - Más, yo soy una anciana de aldea y no he visto mundo en toda mi vida. Nací aquí y moriré aquí, no sé el que podría ser del agrado de tan nobles gentes- replicó ella, opinando que los paisajes que bordaba comúnmente podían no ser del agrado de la reina de las hadas. - No te preocupes, pues es deseo de mi señora el dotarte de un extraño don para que puedas representar algo digno de nuestro mundo.

Durante un año soñarás todas las noches con nuestro mundo. Volarás junto a nosotras, visitarás cuevas llenas de riquezas, bosques exuberantes y lagos donde jamás deja de manar un agua tan pura como el cristal. Así conseguirás los motivos para tejer tu tapiz de día. Tras estas palabras, la tejedora despertó y supo al instante que no había sido un sueño, pues junto al gorro a medio acabar había unas huellas tan diminutas sobre el mantel que sólo podían corresponder a un hada. Así pues, durante todo un año la anciana se puso manos a la obra.

Por las noches soñaba estar volando junto a majestuosos dragones, mientras recorría un mundo de ensueño bajo su vista. Soñaba bucear por las profundidades marinas convertida en una sirena, entre enormes castillos de coral y perlas, y adentrarse bajo la tierra descubriendo vetas de piedras preciosas del tamaño de castillos. Durante todos sus oníricos viajes, unas hadas la acompañaban e instruían en qué aspectos debería destacar de cada lugar, enseñándole las más preciosas puestas de sol y amaneceres de su mundo.

Mientras que por el día, Dalia se limitaba a reflejar todo aquello en un enorme tapiz lleno de color y tan realista que los vecinos, al contemplar como iba quedando su obra, se maravillaban por el simple hecho de que todas aquellas figuras fantásticas no saltaran de la tela y se pusieran a corretear por la aldea. Así pues, al cabo de un año exactamente, Dalia podía examinar su obra completa rematando las almenas del lugar que había visitado en su último sueño: un castillo hecho de tal forma que parecía fundirse con el bosque que lo rodeaba, desbordando un aura de magia y misticismo en él.

Finalizada su obra, aguardó el sueño en el cual el hada que le encargó aquello volvió a aparecer  mirando todo lo que los dedos de la anciana habían tejido. - En verdad éste es un regalo digno de reyes, sabia tejedora. Mi reina en persona, Carmín, desea felicitarte por tu excelente obra.

Y Dalia acompañó al hada hasta el castillo que había visto la noche anterior, con el que había finalizado el tapiz. Pues éste no era otro que el hogar de la reina de todas las hadas, la cual recibió a la anciana con toda suerte de honores y festejos. - Has hecho un excelente trabajo- comentó Carmín mientras contemplaba su tapiz, situado tras el trono- Y por ello, en pago a tan diligente esfuerzo, mis hermanas y yo hemos decidido condecorarte con el mayor honor que podemos darle a un ser humano. A partir de hoy, tejedora Dalia, abandonarás tu cuerpo mortal y serás una de nosotras.

Y fue así como Dalia rejuveneció y empequeñeció, brotándole dos alas translúcidas de la espalda mientras reía y bailaba feliz junto a sus hermanas, las hadas.

En la aldea encontraron que la anciana tejedora había fallecido durante la noche, metida en su cama con una sonrisa de paz, como si se hubiera quedado dormida para no despertar. Tras el funeral, los vecinos de la aldea buscaron el maravilloso tapiz por todas partes pero no lo encontraron, puesto que la obra había pasado al mundo de la magia, donde colgaría por siempre tras el trono de Carmín, la reina de las hadas. ¿Y qué decir de Dalia? Pues que fue la encargada de uno de los trabajos más importantes del mundo mágico: las hadas la nombraron tejedora de los sueños.

Y desde entonces, ella es la encargada de visitar las mentes de todos los humanos mientras duermen y, con sus hábiles manos e hilos de oro y nácar, tejer nuestras fantasías para provocarnos los más placenteros descansos y poder soñar, así, con ése mundo mágico que siempre nos espera al otro lado.


Autor: Desconocido.




jueves, 14 de mayo de 2015

Leyenda del Arpa misteriosa.


Dice la leyenda que en un palacio, el administrador encontró un día un documento en el que se decía que en el desván del edificio existía un arpa misteriosa y todos los que la escuchaban entraban en éxtasis. Esto le llamó tanto la atención que  subió al desván  del enorme palacio y buscando y rebuscando encontró un arpa allá en un rincón.

 Orgulloso de su hallazgo se presentó ante el rey con el documento y el arpa y le explicó todo lo que había averiguado. El rey no creía mucho todo lo que le estaba contando su administrador pero, como había puesto tanto empeño, le dijo:

 – “Muy bien, veamos, organiza un concierto”.

 El administrador buscó el mejor músico del reino y organizó un concierto. El auditorio se llenó de gente y cuando el músico comenzó a tocar el instrumento …  ¡nadie entró en éxtasis!.

¡Qué gran frustración! pero, a pesar de ello, nuestro administrador, que estaba convencido de lo que había leído, no se dio por vencido y volvió a insistir al rey, que volvió a darle una oportunidad, que volvió a resultar fallida. Seguía nuestro administrador sin darse por vencido y preguntando e indagando cómo podría hacerse realidad el documento encontrado.

Un día, hablando con un vecino de la comarca, volvió a preguntar si conocía a alguien capaz de tocar el arpa. El vecino le  dijo que, en la montaña, había un ermitaño que podría ser su hombre.

 Nuestro administrador, incansable, le comunicó al rey lo que había averiguado  y éste, resistiéndose mucho, le autorizó a organizar otro concierto.

–  ¡Nunca bajaba a la ciudad pero … era una invitación real! así que, accedió.

 Organizado el concierto, el auditorio se volvió a llenar de la gente más importante del lugar, ataviada de sus mejores galas.

El ermitaño llegó de forma natural, tal cual vestía en la montaña, y se sentó junto al instrumento en silencio, entonces empezó a tocar el  arpa y, según iba saliendo la melodía de su cuerdas, el auditorio fue quedándose extasiado.

 Al terminar el concierto, todos preguntaban a nuestro ermitaño:

 – Pero… ¿cómo lo has conseguido? ¡otros grandes músicos antes lo habían intentado y no lo hicieron!

El sencillo ermitaño sólo podía dar una respuesta:

 – ¡Sólo la dejé sonar!






domingo, 10 de mayo de 2015

Flores de Hielo.


Hola amigos, hace mucho tiempo en mi otro blog, compartí una entrada que son esos fenomenos que da la naturaleza y que es tan bonita y curiosa que no deja indiferente a nadie, por eso como tengo nuevos seguidores y quizás no lo conozcan lo quiero compartir de nuevo con todos vosotros:), el fenómeno o curiosidad es el llamado Flores de Hielo:


El curioso fenómeno de las “flores de hielo” que crecen sobre el océano Ártico.

Estas hermosas fotografías, que parecen como de otro mundo, fueron tomadas por el estudiante graduado Jeff Bowman y su profesora Jody Deming, de la Universidad de Washington, mientras trabajaban en un estudio oceanográfico y microbiológico en el centro del océano Ártico.

Su objetivo era el análisis de las llamadas “flores de escarcha” (o flores de hielo), un curioso fenómeno por el que el hielo crece a partir de pequeñas imperfecciones de su superficie, a temperaturas bajo cero próximas a – 22Cº. Estas flores se formaron alrededor del barco rompehielos que trasladaba a estos investigadores, pues crecen en las largas grietas abiertas durante su navegación.

De pronto, la superficie de este nuevo hielo que se forma en el agua cambia de textura por la congelación. El aire frío y húmedo por encima de las grietas abiertas se satura con vapor de agua (lo que significa que el aire tiene demasiado agua), así que cuando el aire sobresaturado toca a otro cristal de hielo, ese vapor de agua rápidamente se convierte de nuevo en hielo gracias a la sublimación (paso de un estado a otro sin pasar por el intermedio; en este caso deposición o sublimación regresiva).

Este proceso concreto se denomina nucleación, y la escarcha empieza a formarse en las imperfecciones presentes sobre la superficie del nuevo hielo. A partir de estos puntos de nucleación, las estructuras de las flores de hielo crecen verticalmente, aumentando rápidamente centímetros de altura mientras absorben la humedad de la superficie.

Este tipo de “flores” pueden crecer en el Ártico, en la Antártida e incluso en un estanque de agua dulce. Y aunque son difíciles de ver en nuestra naturaleza más cercana, las tenemos a la vez muy presentes, pues si miramos en detalle dentro de nuestra nevera es el mismo proceso por el que se forma la famosa escarcha que cubre sus paredes.

Pero en el océano, estas flores tienen una característica muy especial. A diferencia del hielo normal, las “flores de escarcha” son saladas. El mar de hielo poroso en el que se forman las flores exprime el agua salada en un proceso conocido como rechazo de salmuera. Y estas flores recogen esta salmuera sobre los cristales, haciendo que su salinidad alcance casi tres veces la salinidad del agua de mar. ¡Perfecto para las conservas!

Pero, además de la sal, las flores también recogen bacterias marinas y otras sustancias a medida que crecen, convirtiéndose en un ecosistema temporal impagable para el estudio de microorganismos amantes del frío, un escenario helado y salado tan difícil de habitar que sirve para comprender los límites de la vida y cómo se puede resistir condiciones extremas en otras regiones del universo.

Así son las flores de hielo, un fenómeno tan bello como importante para descubrir a dónde vamos o, directamente, de dónde venimos, pues estas flores también producen sustancias químicas (como formaldehídos) que pueden dar pistas sobre el origen de la vida en la Tierra primitiva.



Espero que a los que no lo conocíais os haya gustado, gracias a todos:)







jueves, 7 de mayo de 2015

Carta de una simple Ama de Casa.


Querida familia:

Me voy.

Volveré cuando sepan dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de ustedes, cuando sea capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logren reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico.

Volveré cuando estén dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesites, más que para compartir.

Ya sé que me echarán de menos, estoy segura. También yo a ustedes, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que el cariño hacia ustedes me produce..

Sólo podré estar segura de que verdaderamente me quieren cuando no tengan necesidad de mí para comer o para vestir o para lavarse o para encontrar las tijeras.

Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan grande responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcarles más que una mentalidad de súbditos. Y yo los quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.

Ya sé que su comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré poniendo todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para que me quieran más.

Sí, para que me quiera más.!!! Me he dado cuenta de que todo lo que hago es para que me quieran más, y eso me parece tan peligroso para ustedes como para mí. Es una trampa para todos.

Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea desgastante dormirse todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer las compras a los saltos cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el sofá, y la perenne atracción hacia la escoba y el trapeador.

Pero no es sólo por eso. No.!!

Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi trabajo.

No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al trabajo profesional con la lista de la compra. Me voy para enseñarles a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.

Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquen notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga la ropa planchada que ponerse.

La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días, se darán cuenta de que la monarquía doméstica es fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más entre la plebe.

Cuando encuentren la naftalina no dejen de avisarme. Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Sólo soy un simple ser humano, como ustedes.

Puede ser que ese día no nos querramos más, pero seguro que nos querremos mejor.

Besos.

Mamá.

 Anónimo.




lunes, 4 de mayo de 2015

Las Manos del Abuelo.


Nunca volveré a ver mis manos de la misma manera…

El abuelo, con noventa y tantos años, sentado débilmente en la banca del patio, no se movía, sólo estaba sentado cabizbajo mirando sus manos. Cuando me senté a su lado no se dio por enterado y entre más tiempo pasaba, me pregunté si estaba bien. Finalmente, no queriendo realmente estorbarle sino verificar que estuviese bien, le pregunté cómo se sentía.

Levantó su cabeza, me miró y sonrió. "Sí, estoy bien, gracias por preguntar", dijo en una fuerte y clara voz. "No quise molestarte, abuelo, pero estabas sentado aquí simplemente mirando tus manos y quise estar seguro de que estuvieses bien", le expliqué.

¿Te has mirado alguna vez tus manos?" preguntó. "Quiero decir, ¿realmente te has mirado tus manos?"

Solté mis manos de las de mi abuelo, las abrí y me quedé contemplándolas.  Les di la vuelta, palmas hacia arriba y luego hacia abajo. No, creo que realmente nunca las había observado mientras intentaba averiguar qué quería decirme. El abuelo sonrió y me contó esta historia:

"Detente y piensa por un momento acerca de tus manos, cómo te han servido bien a través de los años. Estas manos, aunque arrugadas, secas y débiles han sido las herramientas que he usado toda mi vida para alcanzar, agarrar y abrazar la vida.

Ellas pusieron comida en mi boca y ropa en mi cuerpo. Cuando niño, mi madre me enseñó a juntarlas en oración. Ellas ataron los cordones de mis zapatos y me ayudaron a ponerme mis botas. Han estado sucias, raspadas y ásperas, hinchadas, cortadas, secas y dobladas. Se mostraron torpes cuando intenté sostener a mi hijo recién nacido. Adornadas con mi anillo de bodas, le mostraron al mundo que estaba casado y que amaba a alguien muy  especial.

Ellas temblaron cuando enterré a mis padres y esposa y cuando caminé hacia el altar con mi hija en su boda. Han cubierto mi rostro, peinado mi cabello y lavado y limpiado el resto de mi cuerpo. Y hasta el día de hoy, cuando casi nada más en mí sigue trabajando bien, estas manos me ayudan a levantarme y a sentarme, y se siguen uniendo para orar.

Estas manos son la marca de dónde he estado y la rudeza de mi vida. Pero más importante aún, es que son ellas las que Dios tomará en las Suyas cuando me lleve a casa.


Desde entonces, nunca he podido ver mis manos de la misma manera…
Y aún recuerdo cuando Dios estiró las Suyas y tomó las de mi abuelo y se lo llevó a casa.

Cada vez que voy a usar mis manos pienso en mi abuelo… es cierto que nuestras manos son una bendición.
Hoy me pregunto… ¿qué estoy haciendo con mis manos? ¿Las estaré usando para abrazar y expresar cariño o las estaré esgrimiendo para expresar ira y rechazo hacia los demás?.

Anónimo.