No obstante, el Emperador de China estaba dispuesto a retar al pacifico dragón y solicito a su primogénito, el príncipe heredero, que consiguiera la perla para el tesoro imperial. Tras varios días de travesía, el príncipe diviso la montaña y en su cima, al juguetón dragón. Ideo un plan para arrebatarle la perla sin correr peligro. Ordeno a sus hombres que construyeran una cometa capaz de soportar el peso de un hombre y una linterna de papel.
Tras siete días de arduo trabajo, los hombres del príncipe acabaron la cometa, la mas hermosa jamas vista. Al caer la noche, monto en la cometa y voló a lo alto de la montaña, se adentro sigilosamente en la cueva, el dragón dormía profundamente portando en sus patas la preciada perla, con sumo cuidado, le arrebato la joya y en su lugar dejo la linterna de papel. Hizo una señal a sus hombres para que recogieran la cuerda de la cometa, aterrizo sano y salvo en la cubierta del barco. Rápidamente, mando levar anclas y el barco zarpo a la mar aprovechando una suave brisa.Cuando el dragón despertó, descubrió que le habían arrebatado la perla dejándole una linterna de papel, estallo en cólera, comenzó a echar fuego y humo por la boca y se lanzo montaña abajo para atrapar a los ladrones, rastreo todos los rincones de la isla hasta que diviso en alta mar un junco chino, se precipito hacia el navío y grito con todas sus fuerzas: "¡ devolverme mi perla !", los marineros estaban aterrorizados.
El príncipe, en un intento desesperado por zafarse del dragón, mando cargar el cañón mas grande y disparo contra su furioso perseguidor, el dragón vio como entre la nube de pólvora salia una bola y pensó que era su perla, abrió la boca para recoger su joya.... y se hundió en las profundidades del mar. El príncipe y sus hombres regresaron triunfantes, y la perla se convirtió en la joya mas preciada del Reino de China.Autor: Desconocido.
Pobre dragón, para una perla que tiene, se la han de quitar los hombres ambiciosos cargados de tesoros.
ResponderEliminarBesos.
La ambición no tiene límites, hasta en las leyendas más antiguas siempre esta presente. Otra linda historia,
ResponderEliminarUn besote , feliz fin de semana.
Me ha dado pena el dragón que encima que le quitan lo suyo se lo cargan... Que mala puede llegar a ser la ambición.Besicos
ResponderEliminarUn final feliz para el rey y sus vasallos. El dragón ya no volvió a echar fuego.
ResponderEliminarUn abrazo..
Bonita leyenda, pero pobre dragón. Besos.
ResponderEliminarLos tesoros siempre codiciados por el hombre, que es capaz de todo por tenerlos...Y se olvida del tesoro espiritual, que tiene dentro de si, su propia alma, Pilar.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz domingo, amiga.
Es mala la ambición!!.
ResponderEliminarHermosa leyenda.
Besos.
Pues que me pena me ha dado el dragón. Como siempre las ambiciones matan.
ResponderEliminarMe ha encantado esta leyenda.
Un abrazo y buena semana.
Un relato que no tiene final feliz, sinceramente, no lo esperaba.
ResponderEliminarLa ambición humana no tiene límites y no importan los medios que sean necesarios utilizar hasta conseguir lo que se hayan propuesto. Lo siento por el dragón, era como un niño que juega con su jueguete sin meterse con nadie.
Te deseo una buena semana.
Cariños.
Kasioles
Hola Piruja, pobre dragón, que dañino puede ser el hombre, por ambición.
ResponderEliminarCon un poco de retraso, te deseo todo lo mejor para este 2023.
Un abrazo, feliz semana.
Pobre dragón. Por eso siempre echa fuego por su boca.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo
Bonita leyenda, pero demasiado grande la "perla", incluso para el dragón.
ResponderEliminarUn abrazo
Era un dragón pacifico, me ha dado pena del final que tubo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estos chinos son la leche... Pobre dragón, que final tan crudo. Me ha gustado la leyenda, como todo lo que compartes, gracias.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo fraterno colma do bendiciones, que tengas siempre un motivo para sonreír y una ilusión para vivir.
Se muy muy feliz.
Bonita leyenda, pero no por los hombres, sino por el dragón.
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