sábado, 4 de julio de 2020

El Libro del Tesoro.


Hace muchos años, en un reino, vivía una señora viuda con su hijo.
Cuando creyó que estaba cerca el final de su vida, lo llamó y le dijo:

- “Hemos vivido en dificultades porque somos pobres, pero te entrego esta riqueza:

- Este libro me lo regaló un mago poderoso, en sus páginas están todas las indicaciones necesarias para encontrar un gran tesoro; yo no tuve fuerzas ni tiempo para leerlo, pero ahora te lo doy. Sigue las instrucciones y llegarás a ser rico”.

El hijo, tiempo después de la tristeza inmensa por la pérdida de su madre, empezó a leer aquel libro grueso, antiguo y precioso, que comenzaba así:

- “Para llegar al tesoro, debes leer página por página. Si saltas y lees el final, el libro desaparecerá por arte de magia y no podrás hallar el tesoro”.

Luego, describía las riquezas, pero en la segunda página, el texto continuaba en lengua árabe. El joven, que ya se imaginaba rico, pero que no quiso correr el riesgo de que otro se enterara, se puso a estudiar árabe, hasta que pudo leer sin problemas. Más adelante, advirtió con sorpresa, que el libro continuaba en inglés y, después, en chino. Con paciencia, estudió cada idioma.

Mientras tanto, aprovechó el conocimiento de varias lenguas y empezó a ser conocido como el mejor intérprete de su ciudad, con lo que su situación económica ya no era tan difícil.

El libro seguía con instrucciones para administrar el tesoro. El joven, con mucha voluntad, estudió economía y comercio y se capacitó también sobre bienes muebles e inmuebles, para que no lo engañaran cuando tuviera el tesoro. Por sus nuevos conocimientos, su fama se extendió hasta la Corte, donde lo nombraron Administrador General.

Finalmente, el libro indicaba cómo usar instrumentos para llegar al lugar del tesoro, la forma de construir un puente, cómo aplanar una calle, apartar la tierra y abrir las puertas de piedra. Siempre con la idea de que nadie lo ayudara, para no confiar su secreto, el joven, quien había llegado a ser muy culto y respetado, estudió ingeniería y urbanismo.

Al ver el rey su valor y preparación, lo nombró Ministro y Arquitecto de la Corte y, finalmente, Primer Ministro. No existía en el reino alguien tan culto e inteligente como quien había llegado al final de la lectura. El día que se casaba con la hija del Rey, llegó a la última frase y pudo leer:

“la riqueza más grande, es el conocimiento”.


Autor: Desconocido.




19 comentarios:

  1. Una moraleja preciosa en este bello cuento pues el conocimiento nos da poder y la.oportunidad de avanzar. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Preciosa historia, me ha encantado y en verdad ue es muy cierto que el conocimiento enriquece a las personas y las hace más libres.Besicos

    ResponderEliminar
  3. Fantástico cuento y que verdad guarda, no hay más riqueza que nuestro propio conocimiento.Un fuerte abrazo reina mora😘😘😘😘

    ResponderEliminar
  4. Una frase magnífica!!!
    Piruja, no te pierdas el Diario de Noa, si te gustó la que he puesto, la del Diario te va a encantar.
    Buen finde y un abrazoooo.

    ResponderEliminar
  5. Su madre le dejó el libro de la universidad de la vida, fue aprendiendo poco a poco letras y ciencias, hasta que el rey lo encumbró al más alto poder y le dio la mano de su hija. El conocimiento es importante en cualquier profesión o circunstancia. Ese conocimiento mueve la mente y la imaginación para emprender proyectos y avanzar en la vida.
    Mi felicitación y mi abrazo de claveles, Pilar.
    Espero que todo vaya bien. Ahora estoy en el pueblo y en Madrid, voy alternando, amiga.

    ResponderEliminar
  6. Preciosa historia y que gran verdad encierra, saludos amiga.

    ResponderEliminar
  7. Me ha gustado mucho esta historia y estoy totalmente de acuerdo con la frase final sobre la riqueza del conocimiento.
    Muchos besos!!

    ResponderEliminar
  8. Como siempre una historia con su moraleja.
    Muy bonito Piruja. por aquí te seguiré llamando Así.
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Gracias por tal lindo relato
    Un abrazo amiga

    ResponderEliminar
  10. Muy de acuerdo con la historia. Besos.

    ResponderEliminar
  11. Está aquel dicho.El saber no ocupa lugar,muy bueno,cariños.

    ResponderEliminar
  12. Hola Piruja, muy buena
    enseñanza mi amiga.

    Besitos dulces
    Siby

    ResponderEliminar
  13. Es una enseñanza muy valiosa.
    Un relato lleno de certeza.
    Saludos

    ResponderEliminar
  14. La enseñanza y riqueza más valiosa que podía tener, me ha encantado la lectura.

    Abrazos Piruja.

    ResponderEliminar
  15. Una gran enseñanza.
    Un estupendo relato.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  16. Una historia maravillosa. una gran verdad envuelta en una gran enseñanza.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Muy bueno el cuento del libro.
    Así es como uno se va formando y llega a conseguir su sueño.
    Tenía ganas de venir a tu blog para darte las gracias por comentar en el mío cuando escribo algo,de paso,porque llevo un tiempo sin hacer entradas como antes por motivos personales,pero deseo volver cuanto antes.
    Besucos muchos y gracias de nuevo,amiguca linda

    ResponderEliminar