Un precioso relato irlandés nos describe las colinas en las que vivía un rey elfo.
Hace muchos años un rey elfo se quedó prendado de la joven Ethna, según decían todos la muchacha más hermosa de la tierra. La muchacha vivía feliz en Irlanda, donde preparaba con ilusión su boda con un elegante noble. Todos los amigos y conocidos de la joven acudieron a la fiesta que celebraron la noche de su boda y contaron que ella y su marido bailaban en el salón regalándose tiernas miradas. La casa estaba adornada con guirnaldas de colores y miles de luces iluminaban el salón. Ethna sonreía a su marido mientras bailaba, pero de pronto, un torpe traspiés dio con la joven al suelo. Se formó un gran revuelo y todos rodearon a la novia, pero ésta no volvía en sí. Su marido, muy preocupado, la tomó en sus brazos y se la llevó a su alcoba, donde pasó toda la noche poniéndole paños mojados en su frente.
A la mañana siguiente, con el primer rayo de sol, la joven despertó.
- ¡Qué extraño sueño he tenido! Vivía en un hermoso palacio donde era muy, muy feliz. Muchas personas me rodeaban y yo era la dama de un importante rey.
Ethna intentó levantarse, pero no pudo. Intentó hablar, pero tampoco pudo. Ante los ojos atónitos del marido cayó en un profundo trance del que nadie lograba despertarla.
Su marido llamó a los mejores médicos y pronto acudieron a su alcoba, pero ninguno consiguió dar con la cura. La joven respiraba bien, incluso parecía en paz, pero nunca despertaba.
Una noche, en un descuido del marido, Ethna desapareció. El joven noble estaba como loco y no paraba de viajar buscándola por todas partes. Un mes después de su desaparición, camino de un pueblo cercano en el que se decía que había un bosque milagroso, escuchó un rumor entre las hojas:
- Finvarra parece que ha encontrado pareja. Dicen que ha raptado a la joven mortal más hermosa que ha encontrado y que sólo ha dejado su cuerpo. Si su marido supiera que podría liberarla cavando la tierra hacia el interior hasta dar con el palacio de Finvarra, que se esconde en el interior de esta colina, seguro que Finvarra no estaría tan contento como está.
El marido no podía caber en sí de gozo. Regresó a casa y llamó a algunos amigos suyos. Les contó lo que había oído y les pidió que le ayudaran a rescatar a su esposa. Una hora después cinco hombres cavaban la tierra hasta hacer un enorme agujero. Luego llegó la noche, y el cansancio, y tuvieron que dejarlo para continuar a la mañana siguiente. Pero la mañana guardaba una sorpresa: la tierra estaba intacta, como si nunca hubieran cavado. De nuevo empezaron los cinco amigos a cavar, y de nuevo llegó la noche, y el cansancio, y descansaron. A la mañana siguiente la tierra volvía a estar intacta, como si nunca nadie hubiera cavado. Todos estaban desanimados, y el marido más triste que ninguno, ¿para qué cavar si no servía de nada? Agotados por el esfuerzo se echaron sobre la hierba para descansar. Un rumor sonó de nuevo entre las hojas:
- Escucha, aquí ya no hay tierra, golpeo con mi pala y suena como si retumbara, creo que estamos a punto de llegar a su castillo.
En ese momento una voz grave rugió en la colina, aunque ninguno pudo ver de dónde salía la voz.
- Deteneos, coged vuestras palas y volved a vuestras casas. Os prometo que si no continuáis cavando, esta noche Ethna regresará a su casa.
Los hombres asintieron. Sabían que Finvarra les decía la verdad, porque si una pala humana tocaba con su hierro el palacio, éste se destruiría.
Todos esperaban que oscureciera. Cuando se puso por fin el último rayo de sol vieron a lo lejos que se aproximaba un caballo. Era Ethna, más hermosa que nunca, más radiante aún que la noche de su boda. Su marido la abrazaba y la besaba, pero Ethna no hablaba, y el joven pensó que sería del cansancio. Pasaron los días, y los meses, y hasta un año, y Ethna seguía sin hablar.
Un año y un día después de su regreso, cuando los dos paseaban alegres por el campo, el marido escuchaba un nuevo rumor: Finvarra devolvió a la muchacha, pero se quedó su corazón. En su vestido oculta un pasador encantado que la une todavía a Finvarra. Si logran encontrar el pasador, desatarlo, prenderle fuego y arrojar las cenizas ante su puerta, se romperá el encantamiento y Ethna volverá a ser de nuevo mortal.
Y así lo hizo. Cuando se hizo de noche y su mujer dormía, miró el vestido de su mujer y encontró escondido entre sus pliegues un hermoso pasador de oro. Le quitó el pasador, le prendió fuego y arrojó las cenizas ante su puerta. A la mañana siguiente la hermosa Ethna despertó, sonrió a su marido y le dijo:
- Me siento como si hubiera dormido durante muchísimos meses.
- ¿Estás bien? - le preguntó su marido.
- Sí, ¿por qué me miras así de extrañado?
Había olvidado todo lo que había vivido en el otro mundo. Cuentan que Ethna y su marido siempre fueron felices y que nunca más Ethna volvió a sufrir nada extraño.
Autor: Desconocido.
Menuda leyenda! Pero con buen final ;)
ResponderEliminarExcelente este cuento, y con el final que a mi me gusta.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Besos.
Precioso relato y además con final feliz cómo a mí me gusta.Besicos
ResponderEliminarQue bonito el final.
ResponderEliminarSaludos
Que precioso!!!! Me encantan estas cosas encantadas y mágicas.
ResponderEliminarMuchos besos.
Es muy bonita. Me encanta estas leyendas. Besos.
ResponderEliminarque bonita leyenda, donde el amor esta por encima de todo, un besazo
ResponderEliminarMe encantan las historias con final feliz. Un beso
ResponderEliminarBonita leyenda y buen final.
ResponderEliminarBesos. Feliz semana.
Menos mal que se lo quitó.
ResponderEliminarUn abrazoooo.
Un relato verdaderamente precioso y lleno de magia que me ha encantado leer. Al final las cosas volvieron a su entorno normal.
ResponderEliminarBesos
Bonito con final feliz
ResponderEliminarun abrazo
¡Hola Pirujiña!
ResponderEliminarEs preciosa e interesante.
Vaya historia leyenda o como queramos llamarla, pero mágica realmente, con un final muy feliz y me encantan los finales felices; leerla ha sido todo un placer. Gracia reina.
Bueno pues hoy quiero felicitarte doblemente, por esta bonita entrada y por ser el día de los enamorados. Aunque para mí, es todos los días de la vida, simplemente cuando abrimos los ojos y vemos el sol nacer.
Te dejo mi gratitud y mi gran estima.
Un abrazo grande y se muy =muy feliz.
Hola Piruja,así,así me gustan a mi las leyendas !con un bonito final.Me ha encantado esta leyenda Pili,por el Amor y la magia que conlleva.
ResponderEliminarMuchos besos querida amiga,,feliz día de la Amistad:)
¡Hola Piruja!
ResponderEliminarAqui me tienes, visitandote con la esperanza de que me puedas acoger en este hermoso rincon de cuentos y fantasias encantadas.
Me ha encantado esta bella leyenda. Algo que no leia hace mucho tiempo, pero que me deja con un dulce sabor a magia.
Muy hermos.
Te dejo un beso.
Hola Jose Luis, por supuesto que eres bien acogido en este riconcito y me alegro mucho que te haya gustado, muchas gracias por venir y seguirme, estas en tu casa:)
EliminarBesos.
Al fin triunfa el verdadero amor, la real lucha del que ama de verdad
ResponderEliminaren busca de lo que era suyo con propiedad y que por muy poderoso que sea otro
no se lo arrebata así sin más...
linda historia.