sábado, 31 de agosto de 2019
El Caballo y su Potro.
Cuentan que cierto día, estaban en el bosque un caballo y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo fijo, solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus cabezas.
Padre e hijo disfrutaban mucho de estas carreras y el compartir sus conversaciones que tanto bien hacia a ambos, siempre tenían pláticas de lo más amenas y realmente existía una comunicación constante entre ellos.
Una mañana, salieron como era su costumbre a correr, estaban muy felices porque era un día espléndido, cuando de repente el pequeño caballo tropezó y cayó rodando, su padre se detuvo de inmediato volviendo sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño hijo.
Se acerco a él para averiguar si se encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a su padre: – Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de una pata.
- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has roto algo?- Padre, le dijo el caballito, creo que no me he roto nada, sin embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta sumamente difícil levantarse.
- Hijo, estás equivocado, algunos animales como nosotros caen, pero vuelven a levantarse y tu te levantarás, porque tu no tienes nada roto, tu voluntad hará que te levantes y vuelvas a caminar y a correr como siempre lo has hecho, no permitirás que tu mente te haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has caído no podrás levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo precisaré de tu ayuda, cuando caiga y necesite levantarme igualmente.
- Pero padre, ¿cómo podría yo ayudarte a levantar si soy tan pequeño?
- Hijo no se necesita fuerza física para dar esa clase de ayuda, solo se requiere un gran amor, esa es la clase de ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por nuestros seres más queridos, y yo te amo mucho y por esa razón te digo que te levantes, porque todavía tenemos muchos caminos que recorrer juntos.
Y nuestro pequeño caballito, se levantó, se sacudió el polvo, empezó a caminar junto a su amado padre y pronto empezaron a correr como era su costumbre.
CAERSE no es lo importante, lo importante es LEVANTARSE cuantas veces sea necesario.
Autor: Desconocido.
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Muy buenos días amiga !!...que bonito ejemplo nos has dejado de superación y ayuda , y cierto es , que la ayuda no importa si el otro es más fuerte que tú , o menos . La ayuda viene del interior de las personas las ganas que tengan de seguir adelante con ese amor tan grande como es levantarse y recomponerse de nuevo otra vez .
ResponderEliminarUn precioso cuento y una gran ayuda personal .
Feliz fin de semana un fuerte abrazo de mi parte .
Bien cierto, tras cada caída hay una levantada.
ResponderEliminarBesos.
Un cuento precioso con esa verdad tan evidente si la voluntad es fuerte.
ResponderEliminarUn gusto la lectura Piruja.
Un abrazo
El amor hace milagros. Con él, no hay imposibles.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Gran moraleja. Un beso
ResponderEliminarComo siempre una moraleja digna de aprender.
ResponderEliminarBesos.
Conocìa la moraleja, tan cierta como didáctica, gracias por traerla.
ResponderEliminarUn beso.
Es una buena historia para adornar el carácter resiliente con la ayuda de otro. A veces, la competitividad nos mueve a pensar que estamos solos, pero qué grande sería caer en la cuenta que lo que importa es crecer juntos. Saludos.
ResponderEliminarCierto, no importa cuantas veces te caigas, lo importante es volver a levantarse.
ResponderEliminarMuy bonita
Besos
Que hermosa y tierna historia de amor entre padre e hijo caballos. Eso es lo importante al caer, no pensar que no podemos sino levantarnos y caminar. Saludos amiga.
ResponderEliminarPreciosa historia, el amor es capaz de hacer que nos levantemos una y otra vez.
ResponderEliminarUn besito.
Hola Pilar, un hermoso cuento con una moraleja muy acertada, al caer no es un problema si estás rodeado de gente buena que te ayuda a levantarte y seguir tu camino, como le pasó a tus protagonistas.
ResponderEliminarBesitos.
Puri
Me parece una historia muy bonita. Buen domingo.
ResponderEliminarUna gran historia para reflexionar, totalmente de acuerdo. Si te ayudan y animan, seguro que eres capaz de alcanzar metas impensables, o simplemente volver a levantarte e intentarlo otra vez.
ResponderEliminarBesos.
Si tienes la suerte de tener al lado una mano amiga, protectora, o las calorías afectivas que sólo una madre sabe dar, no hay problema alguno para levantarse y volver a caminar.
ResponderEliminarCaerse es de humanos, levantarse, de valientes.
¡Bonita moraleja se saca de esta historia!
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
Bonito relato con final eliz.Besicos
ResponderEliminarPrecioso!!!
ResponderEliminarGracias por este relato,cariños.
ResponderEliminarQué linda historia!!.
ResponderEliminarY una gran verdad.
Un beso.
Me fascina las preciosas fotos que pones. Hoy caballo y caballito. Por supuesto que el relato está fenomenal, en la vida son muchas las veces que caemos y nos volvemos a levantar.
ResponderEliminarUn besito.
¡Qué relato tan bonito!!!
ResponderEliminarMe encanta... se lo leeré a mi madre que, no se ha caído, pero no puede levantarse, y anda baja de ánimo.
Gracias y besosss
El autor desconocido ha escrito una fábula que llega al alma
ResponderEliminarAsí es,no la fuerza,sino la voluntad y una mano que te agarre.
Aprendamos a entregar la nuestra por si alguien la está necesitando
EL placer de dar es más hermoso que nada
Besucos y te felicito por tener ese corazón tan bello
Besucos
Gó