sábado, 24 de agosto de 2019
La Balanza...
Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.
El dueño no aceptó y le solicitó que abandonar a la tienda. Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:
- “Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda"
El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda. De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia; Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:
- "¿Tiene usted una lista de compras?".
La mujer dijo:
- "Si señor"
- "Esta bien," dijo el dueño.
- “Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles".
La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza. Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.
El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:
- "No lo puedo creer"...
El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza. La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó. El dueño se quedó pasmado de asombro. Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía más asombrado..
¡No era una lista de compra! Era una oración que decía: “QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS" El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio.
La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:
- "Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuánto pesa una oración". ..
Autor: Desconocido.
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Caramba!!! Una oración de 50d que resultan bien baratos.
ResponderEliminarBesos.
En esta ocasión, ya conocía la leyenda.
ResponderEliminarAbrazossssssss
Preciosa y gratificante historia, en ocasiones una oración sentida plenamente hace maravillas.
ResponderEliminarBesos.
Preciosa historia que me ha hecho saltar las lágrimas. El valor de la oración.
ResponderEliminarBesos
Una buena historia,cariños,gracias por compartir.
ResponderEliminarBellísimo relato, me ha emocionado mucho.Besico
ResponderEliminarAmiguca,ya habia leido este relato,cuento metáfora,pero me ha puesto el vello de punta por el amor que se vislumbra en él.
ResponderEliminarEN principio,del cliente que quiso pagar los alimentos de la señora,después la frase que ella escribió.Qué mejor que dejarlo en manos de la voluntad de Dios!!
Y el tendero,imagino, en mi interior ,que aprendería lo que es la generosidad
Gracias preciosa por escribir tantas cosas bonitas que no sólo se quedan ahí:trascienden!!!
Besucos
Gó
Bonita historia. Un beso
ResponderEliminarUna historia que ya había leído pero no por repetida deja de ser bella y aleccionadora, la oración con fe, mueve barreras.
ResponderEliminarAbrazos x dos Piru
La oración desde lo profundo del corazón llega a Dios siempre, la fe mueve montañas, un abrazo.
ResponderEliminarQue bonito pensar que la oración tiene tanto poder, un hermoso relato me encantó leerlo. Un abrazo que tengas una bella semana.
ResponderEliminarEl poder de la oración dicha en su momento pesa mucho....... Reflexiva entrada amiga. saludos a la distancia.
ResponderEliminarNo conocía la historia, pero he de decirle que es la mejor historia que he leído desde hace mucho tiempo. Saludo codial.
ResponderEliminarQue historia más bonita y entrañable, realmente me ha gustado muchísimo, preciosa Piruja, gracias por mostrarla.
ResponderEliminarUn placer volver a tu blog.
Un abrazo.
Bonita historia, pero me temo que las balanzas las engrasa el diablo.
ResponderEliminarBesos.
Bonita historia. Muchos besos.
ResponderEliminarUna bonita y emocionante historia.
ResponderEliminarBesos.
Muy bonita la historia de la balanza. Aunque no todos tengamos tanta fe en en la oración.
ResponderEliminarUn beso.
Una historia preciosa mi estimada Pili, te da que pensar...¿no crees?.
ResponderEliminarBesitos y feliz fin de semana.
Hermoso mensaje, a tomarlo en cuenta y reforzar nuestra confianza en lo divino.
ResponderEliminarFuerte abrazo.