sábado, 28 de septiembre de 2019
La flor de Peonia.
La princesa Aya debía casarse con el príncipe Ako. Las familias de los dos jóvenes habían decidido el matrimonio y todos los preparativos necesarios estaban hechos.
La tarde del día anterior a la boda, la princesa paseaba por su jardín, mirando melancólicamente aquellos lugares tan amados y familiares que debía abandonar para siempre, y amargas lágrimas brotaban de sus ojos y resbalaban por sus rosadas mejillas.
Al llegar a un rincón del jardín oyó un suspiro que respondía al suyo. Se volvió, e imaginad el asombro que sentiría al ver detrás de una planta de peonías, que eran sus flores predilectas, a un hermosísimo príncipe envuelto en un manto de terciopelo, salpicado de peonías recamadas en oro.
El joven miró a la muchacha con ojos dulcísimos y entreabrió sus labios con una sonrisa triste que penetró hasta el fondo del corazón de Aya, luego desapareció en forma misteriosa.
Profundamente turbada por aquel encuentro, Aya regresó muy despacio al palacio y dijo a su padre que por nada del mundo se casaría con el príncipe Ako, ya que solamente amaba al misterioso joven del jardín. El anciano príncipe, que adoraba a su hijita, mando suspender la boda y mando por todo el mundo caballeros y servidores en busca del desconocido joven, del cual se había enamorado su hija.
Los mensajeros escalaron montes escarpados, recorrieron inmensas llanuras, atravesaron ríos caudalosos y áridos desiertos, pero todo fue en vano, el misterioso joven no aparecía por ninguna parte. Todos tuvieron que regresar al castillo con las manos vacías.
Entonces el anciano príncipe, que era muy sabio, dijo a su hija:
-Querida niña, el joven que vieron tus ojos no es una criatura de este mundo, ya que si así fuera mis hombres lo habrían encontrado. Debe de ser el espíritu de la peonía, desde el momento que se apareció precisamente detrás de una planta de estas flores. Por eso, tu deseo es irrealizable, comprende que no puedes casarte con un espíritu.
Mañana estará aquí el príncipe Ako y celebraremos la boda. He dicho.
Aya inclinó la cabeza en señal de obediencia, comprendía que su padre tenía razón y que no podía seguir obstinándose en aquel capricho.
Empero, corrió al jardín para saludar por última vez a sus flores preferidas y arrodillada junto a la planta de peonías, estalló en sollozos.
Las lágrimas manaban a raudales de sus ojos y regaban la tierra. Bajo aquella tierra rociada de lagrimas, una flor bellísima floreció, una flor como jamás viose otra igual.
A la mañana siguiente los invitados a la boda, al pasar junto a la plante de peonías, no podían dejar de detenerse y admirar aquella flor magnífica.
Pero cuando, después de la ceremonia nupcial, volvieron a pasar por allí, vieron la espléndida peonía que yacía en el suelo marchita.
El corazón de la flor no soportó el dolor de ver a la princesa Aya esposa de otro, y se había roto.
Autor: Desconocido.
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Un cuento lleno de magia , nos descubre que el amor no solo se da entre personas sino en todo lo vivo que nos da la tierra ..
ResponderEliminarEsta flor me recuerda a mi abuela paterna pues ella se llamaba así ..
Un abrazo Piruja y un bonito sábado .
¡Qué bonita historia! Está llena de magia. Muchas gracias por traerla. Un besito, Piruja
ResponderEliminarSupongo que trás la boda la princesa llegaría a amar a su esposo el principe Ako y las peonías seguirían florecindo para alegrar el jardín.Besicos
ResponderEliminarUn cuento muy bonito de esos de antes cuando las niñas creíamos en príncipes y princesas muy bello. Abrazos feliz fin de semana.
ResponderEliminarMe encantó!!!!besos
ResponderEliminarOtra leyenda bonita. Un beso.
ResponderEliminarEs linda la leyenda-historia .EL amor cuando no es elegido ,se convierte en tortura,se marchita y muere
ResponderEliminarPrecioso!
La peonía me parece una flor especial y su aroma penetrante .Me gustan mucho,como los cuadros de
John William Waterhouse-Hace tiempo copié el primero de tu entrada.
Besucos
Gó
Hola amiga, que bonita leyenda y que no conocía, me gusto mucho. Saludos.
ResponderEliminarPreciosa leyenda, no la conocía.
ResponderEliminarBesos
Lástima que acabe mal. un beso
ResponderEliminarUna mágica y preciosa leyenda.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un beso.
Pilar, tu historia nos demuestra que la naturaleza es mágica,en ella habitan seres que no conocemos y en este caso se hicieron visibles para la princesa. Pero, el destino está ahí cumpliendo su cometido. Espero que la princesa fuera feliz con su príncipe y no se olvidara de la belleza y amor de las peonias.
ResponderEliminarMe alegro de leerte de nuevo.
Mi abrazo y feliz otoño, amiga.
¡Qué bella historia de amor y delicadeza!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besitos.
Un cuento muy bonito y con un triste final. Las flores también sienten las penas de quien las cuida.
ResponderEliminarMuy agradable de leer.
Besos Pili
Puri
Una leyenda preciosa, me suena haberla leído antes, y no estoy segura si la publicaste hace tiempo Pili. De todos modos me ha encantado volver a disfrutar de la magia que tiene viva en la naturaleza.
ResponderEliminarBesitos amiga pasa una linda noche.
Con tu cuento me has recordado a unas preciosas peonías que tenía en mi jardín y brotaban, con un color muy parecido al de tu foto,en primavera.
ResponderEliminarUn día, uno de mis hijos cavó el jardín y rompió en trocitos el bulbo que aún no había brotado, hoy tengo plantados los trozos y cada primavera brotan hojas, pero todavía no me han dado ni una sola flor, esperaré.
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
Que leyenda más triste Piruja, pobre princesa casándose con un hombre al que no amaba.
ResponderEliminarBesos.
Preciosa leyenda, aunque la tristeza está presente por el amor no cumplido.
ResponderEliminarMe encantó leerla Piruja, me ha recordado los tebeos de hadas de mis tiempos.
Un abrazo y buena semana.
Ayyyyy que penita Piruja ¿Y no pudo venir un hada buena que con las lágrimas de la princesa resucitase al principe de las peonias? Me encantan las leyendas, cuando era más pequeña me las inventaba, y hoy me pierdo entre las palabras de una buena leyenda como es esta que has puesto en tu entrada.
ResponderEliminarUN abrazo con cariño.
Me encanta la historia y esta labor que estás haciendo trayéndonos historias continuamente. Saludos.
ResponderEliminar¡Ay, Pirujiña! Que cosa tan bonita esta leyenda, reina, bueno todo lo que pasa por tu mano lo es.
ResponderEliminarEnamora y se pasa un delicioso rato leyéndote, amiga. Gracias.
Un abrazo y mi inmensa gratitud por tu huella.
Se muy, muy feliz.
¡Ohhhh!
ResponderEliminarQué historia!!! Voy a empezr una mañana de ensueño con tus historias.
Gracias.
Besosss
Me han gustado mucho tus historias. Me alegro de haber encontrado tu blog.
ResponderEliminarhttps://micocinayotrascosas.com