Con gran paciencia y precisión. Valiéndose de la pasta que ella misma había fabricado, reconstruyó el ángulo de cielo que faltaba. Luego volvió a bajar a la tierra, y con la concha de una enorme tortuga construyo un nuevo pedestal para el pilar deteriorado.
Mas aunque ahora todo estuviese en su sitio en el cielo, la oscuridad reinaba todavía en el mundo, ni el sol de día ni la luna de noche aparecían en el firmamento.
La emperatriz, extrañada de este hecho, convocó a todos los sabios del imperio y pidió su consejo sobre qué debía hacer en semejante caso. El más anciano de la asamblea, dijo:-Probablemente el sol y la luna, habiéndose encerrado en casa en el momento del desastre, no saben que los caminos del firmamento han sido reparados. Es necesario mandar un embajador que se lo comunique. Todos aplaudieron tan sabias palabras, y la emperatriz decidió enviar inmediatamente un embajador al sol y a la luna, montado en el caballo más veloz que había en sus caballerizas.
Sus majestades la Luna y el Sol concedieron enseguida la audiencia solicitada por el mensajero terrestre, y cuando se enteraron de las reparaciones hechas por Jouka, se mostraron muy satisfechos. Salieron enseguida con sus carrozas de fuego del palacio en que habían permanecido tanto tiempo encerrados y volvieron a surcar el viejo camino, iluminando al mundo.
El cielo, después de los sabios retoques, tenía una luminosidad más suave, una belleza delicada y más nítida. Diéronse cuenta de ello, el sol en su viaje diurno, y la luna en su ronda nocturna, y para demostrar su gratitud a la que había dado un nuevo encanto a su patria celeste, pusieron todo el empeño por dar aún más viva luz de la que se beneficiaban la tierra y sus habitantes.Los hombres se alegraron al volver a ver los dos grandes astros celestes y alzaron cánticos de bendición y alabanza a la sabia emperatriz, a quien tanto debían. Pero los honores y las loas no hicieron soberbia a Jouka. La alegría de su pueblo, el amor y la gratitud de sus súbditos fue para ella el premio más grande y más agradecido que consoló por largos años su corazón bueno y honrado.
Autor: Desconocido.
Superando a la adversidad, reparando con pericia y comunicando el resultado, se obtiene el seguir y mejorar la situación.
ResponderEliminarBuenas palabras para un buen ejemplo.
Besos.
Toda una heroína. Un beso
ResponderEliminarCuando eres capaz de superar las adversidades que la vida te pone en tu camino eres una campeona, todos luchamos con ella , unos las vencemos otros se dejan llevar por la desidia . Una leyenda cn mucha moraleja.
ResponderEliminarAbrazos y mil cuidados por todo, pero con momentos de felicidad.
Me ha encantado esta leyenda por lo profunda que es y que se puede sacar una gran lección de vida.La emperatriz tuvo el mejor de los regalos.Besicos
ResponderEliminarMuy bonita la leyenda, ¡que pena que no se pueda hacer lo mismo con la pandemia!
ResponderEliminarUn beso
Muy bonita leyenda. Feliz semana.
ResponderEliminarUna emperatriz que miraba por su pueblo, lo que no hacen los mandatarios del mundo hoy día.
ResponderEliminarPrecioso cuento Piruja.
Un abrazo y feliz semana.
La fuerte ilusión por reparar y hacer hermoso lo perdido, es un bello ejemplo. Besos
ResponderEliminarCreo que este cuento está narrado con el encanto oriental y con el trasfondo de valorar la utilidad que los pueblos reciben de sus emperadores porque los emperadores hacen -igual que los padres- todo lo que es posible por la felicidad de sus hijos. Es un cuento encantador. Gracias por compartirlo y también por tus últimas palabras en mi "Canto del raitán". Feliz semana.
ResponderEliminarLas reinas y las Emperatrices siempre han sido muy listas...
ResponderEliminarUn besito guapa.
Ojalá hubiera otra emperatriz como la de tu leyenda para anular la guerra y arreglar todos los desastres humanos y económicos que trae consigo, Pilar.
ResponderEliminarMuy buena la historia y disculpa que haya tardado en llegar, voy despacio con todo.
He estado un mes con un vértigo, que me ha desorientado, voy estando mejor.
Mi abrazo entrañable y mi cariño, amiga.
Bella leyenda, nos deja una lección, un ejemplo a seguir por los que gobiernan.
ResponderEliminarMil besos.