sábado, 2 de julio de 2022

Leyenda del Árbol de la Morera.

En tiempos de Semíramis no había en toda Babilonia joven más apuesto que Píramo ni doncella más hermosa que Tisbe. Vivían con sus padres en casas contiguas y la vecindad fue uniendo a los jóvenes hasta que la amistad se tornó en amor.

Ellos deseaban casarse y aunque sus familias se opusieron, nadie pudo evitar que el amor ardiera con igual intensidad en el pecho de ambos. Ellos hablaban con miradas y señas.

En el muro que separaba las dos casas había una grieta en la que nadie se había fijado antes, pero que los amantes pronto descubrieron. Tan solo la voz atravesaba tan estrecha vía y los tiernos mensajes pasaban de un lado a otro por la hendidura.

A la mañana siguiente se encontraban en el lugar de costumbre. Un día  después de lamentar su triste suerte, acordaron que a la noche siguiente, cuando todo quedara en silencio, huirían sin que los vieran, quedaron en un famoso edificio que se alzaba fuera de los limites de la ciudad, la tumba de nino. El que llegara primero esperaría al otro al pie de una morera que estaba junto a una fuente.

Cuando llego la noche, Tisbe, sin que su familia se diera cuenta, se escabulló cautelosamente, se cubrió la cabeza con un velo, llego hasta el monumento y se sentó bajo el árbol  Mientras estaba allí sola, distinguió a la tenue luz de la Luna, una leona que con sus fauces aún exhalando el vaho de la reciente caza, se dirigía a la fuente para saciar su sed.

Tisbe huyó al verla, busco refugio en el hueco de una roca, y en su huida, dejo caer el velo. La leona, después de beber en la fuente, se volvió hacia el bosque, el velo caído en la hierba llamo su atención  lo sacudió y desgarro con su boca ensangrentada.

Píramo, que se había retrasado, llego entonces al lugar de encuentro. Cuando vio las huellas del león en la arena, palideció creyó que su amada había muerto en las garras del león, recogió el velo y lo cubrió de besos y lagrimas. "Cambien mi sangre manchara esta tela", dijo, saco su espada y se la clavo en el corazón.

La sangre que broto de la herida, penetro en la tierra y alcanzo las raíces de la morera, de forma que el color rojo ascendió por el tronco hasta llegar a los frutos, tiñendo así de rojo las blancas moras del árbol.

En ese momento, Tisbe, temblando aún de miedo pero no queriendo defraudar a su amado, se acerco con precaución y busco ansiosamente al joven, deseosa de contarle el peligro del que había escapado, cuando llegó al lugar vio que el color de las moras era distinto.

Se sobresaltó y tan pronto reconoció a su amado gritó, se golpeo el pecho y abrazo su cuerpo exánime derramando lagrimas sobre su herida y besando sus fríos labios. Llamo a Píramo y cuando la escuchó este abrió los ojos, pero los volvió a cerrar.

Ella vio su velo manchado de sangre y la vaina de la espada vacía  "Has muerto por tu mano y por mi causa", dijo, "yo también puedo ser valiente y mi amor es tan fuerte como el tuyo, te seguiré  y la muerte, la única que podía separarnos no evitara que me reúna contigo. Y vosotros, nuestros desdichados padres, no neguéis nunca nuestra unánime voluntad. Puesto que el amor y la muerte nos han unido, permitid que reposemos en una sola tumba, que tus frutos árbol  conserven siempre la marca de nuestra sangre y sirva para recordarnos". Entonces se hundió la espada en el pecho.

En ese momento se transformaron en dos gusanos de seda que acabaron tejiendo juntos en las ramas de aquel majestuoso árbol. A partir de entonces a aquel árbol se le llamó “morera”, puesto que “morera”(sāng) suena parecido a “muerta”(sàng). Desde entonces los frutos de la morera son purpura como lo fueron aquel día.


Autor: Desconocido.



10 comentarios:

  1. Trágica relación a lo Romeo y Julieta.
    Besos.

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  2. Que leyendas más lindas. La vida siempre nos está sorprendiendo y aún siendo una fantasía porque no creer que pudo ser real, Un besazo mi querida amiga ,

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  3. Que triste leyenda con ese final tan horrible.Besicos

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  4. Una leyenda preciosa, me ha gustado mucho.
    Mil besos.

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  5. Es una leyenda bonita pero muy triste. Besos.

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  6. Que bonita historia. Ya no criamos gusanos de seda. Pero si muchos años cuando los niños eran pequeños,entonces no conocía esta leyenda. Gracias Piruja.
    Un abrazo.

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  7. Me encanta leer historias de ese tipo, incluso las leo con una voz interior especial, es como la historia de los volcanes o montañas, sabe qué pasé pero son casi todas historias de amores imposibles, creo que eso nos reina desde tiempos inmemorables.

    Te dejo un abrazo con aroma a café recién molido.

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  8. Qué historia más chocante!!! Me ha gustado mucho y las moras también, ja ja ja, qué ricasssss.
    Feliz verano y un abrazoooooo.

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  9. El amor y la naturaleza siguen estando juntos, Pilar...Las moras y su color rojizo son todo un símbolo, que nos recuerda esa lucha de amor, que los llevó a la muerte.
    Mi abrazo entrañable y agradecido por tus buenas historias, amiga.

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