sábado, 7 de enero de 2023

Artabán, el cuarto Rey Mago.

Como cada año se espera la llegada de los tres Reyes Magos para la madrugada del 6 de enero.

Cuenta la tradición que los reyes viajaron desde el lejano oriente guiados por una estrella y cargados con regalos para ofrecer al Mesías que nacería en Belén.

Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron a tiempo al pesebre donde nació Jesús y entregaron los regalos que traían para adorarlo: Oro, incienso y mirra.

Sin embargo, pocos saben que en realidad eran cuatro los reyes magos que debieron haber llegado aquella noche a Belén, pero, ¿Qué pasó con el cuarto rey mago? Artabán era el nombre del rey que jamás conoció a Jesús.

Su historia se encuentra en algunos textos antiguos que dan cuenta del largo camino que recorrió buscando a Jesús para entregarle el regalo que debió haberle obsequiado la noche en que nació.

Artabán junto con Melchor, Gaspar y Baltasar, habían hecho planes para reunirse en Borsippa, una antigua ciudad de Mesopotamia desde donde iniciarían el viaje que les llevaría hasta Belén para adorar al Mesías.

El cuarto rey mago llevaba consigo una gran cantidad de piedras preciosas para ofrecer a Jesús, pero cuando viajaba hacia el punto de reunión encontró en su camino a un anciano enfermo, cansado y sin dinero. Artabán se vio envuelto en un dilema por ayudar a este hombre o continuar su camino para encontrarse con los otros reyes. De quedarse con el anciano, seguro perdería tiempo y los otros reyes le abandonarían. Obedeciendo a su noble corazón, decidió ayudar a aquel anciano.

El tiempo había pasado y en el punto de reunión no encontró más a sus tres compañeros de viaje.

Decidido a cumplir su misión, emprendió un largo camino sin descanso hasta Belén para adorar al niño, pero al llegar, Jesús había nacido y José y María estaban rumbo a Egipto, escapando a la matanza ordenada por Herodes.

Artabán emprendió entonces un viaje en el que, por donde quiera que pasaba, la gente pedía su auxilio, y él, atendiendo siempre a su noble corazón, ayudaba sin detenerse a pensar que el obsequio de piedras preciosas que cargaba, poco a poco se reducía sin remedio. En su andar, Artabán se preguntaba: ¿Qué podía hacer si la gente le suplicaba por ayuda? ¿Cómo podría negarle ayuda a quien la necesitaba?

Así pasaron los años y en su larga tarea por encontrar a Jesús ayudaba a toda la gente que se lo solicitaba.

Treinta y tres años después el viejo y cansado Artabán llegó por fin a donde los rumores le habían llevado en su larga búsqueda por Jesús. La gente se reunía en torno al monte Gólgota para ver la crucifixión de un hombre que, decían, era el Mesías enviado por Dios para salvar las almas de los hombres. Artabán no tenía duda en su corazón, aquel hombre era quién había estado buscando durante todos esos años.

Con un rubí en su bolsa y dispuesto a entregarla joya pese a cualquier cosa, Artabán encaminó sus pasos hacia aquel monte, sin embargo, justo frente a él apareció una mujer que era llevada a la fuerza para ser vendida como esclava para pagar las deudas de su padre. Artabán la liberó a cambio de la última piedra que le quedaba de su basto tesoro.

Triste y desconsolado, nuestro cuarto rey mago se sentó junto al pórtico de una casa vieja. En aquel momento, la tierra tembló de forma brusca y una enorme piedra golpeo la cabeza de Artabán. El temblor aquel anunciaba la muerte de Jesús en la Cruz.

Moribundo y con sus últimas fuerzas, el cuarto rey imploró perdón por no haber podido cumplir con su misión de adorar al Mesías. En ese momento, la voz de Jesús se escuchó con fuerza: Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste. Artabán, agotado, preguntó: ¿Cuándo hice yo esas cosas? Y justo en el momento en que moría, la voz de Jesús le dijo: Todo lo que hiciste por los demás, lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos.


Autor: Henry van Dyke.


19 comentarios:

  1. Es preciosa la historia, el próximo año le pido las cosas a Artabán a ver si me trae las cosas que pido ya que Melchor, Gaspar y Baltasar no me hacen ni pizca de caso.
    Un beso querida Piruja.

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  2. Que bonita y tierna, toda una lección de amor al prójimo.

    Abrazos.

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  3. Me ha encantado el cuento, no lo conocía.
    Buscando información he encontrado que la historia pertenece al cuento de :
    Artabán es un personaje del cuento navideño The Other Wise Man (El otro rey mago), escrito en 1896 por Henry van Dyke (1852-1933), teólogo presbiteriano estadounidense.
    Cuenta el relato que Artabán era el cuarto Rey Mago que encaminó sus pasos hacia Occidente, siempre guiado por el fulgurante mapa celestial, en busca del Niño Jesús.

    De Wikipedia.
    Besos.

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    1. Gracias Jubi, ya lo he actualizado poniendo su autor como corresponde:)

      Besos.

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  4. Es preciosa e impactante la historia. Besos

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  5. Maravillosa historia, bien contada para valorarla más y mejor.
    Conocía esta leyenda del cuarto rey mago y no se sí contada por ti. ¿Puede ser?

    Besos!

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    1. Hola Alfred, Puede ser, ya que casi todos los años la pongo por reyes:)

      Besos.

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  6. No me canso de leer esta historia del cuarto rey, es bellísima y siempre me emociono cuando la leo. Pienso que este Rey eligió el mejor camino en la búsqueda de Jesús: ayudar a los demás pues en cada persona que ayudaba ahí estaba Él recibiendo la ayuda.Besicos

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  7. Felices Reyes, lo mejor de ellos que todavía a pesar de la edad nos siguen llenando de alusión. Un fuerte abrazo , preciosa historia.

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  8. Una bonita historia para comenzar el año.
    Abrazo.

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  9. Es preciosa, aunque ya la conocía. Gracias por ponerla. Besos Piruja.

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  10. Es una historia preciosa, me ha gustado mucho.
    Feliz 2023, amiga Piruja!

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  11. Esta historia es muy buena y linda.
    Me encantó recordarla.
    Un beso. Feliz 2023.

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  12. !Holaa, Piruja¡

    Qué preciosidad de historia nos regalas, amiga, Artabán con su gesto hermoso nos dejó un lindo mensaje de vida para nuestro comportamiento ante los más vulnerables.
    Ha sido muy placentero leerte, Pirujiña.

    Te dejo mi abrazo fraterno, mi gratitud y bendiciones.
    Se muy, muy feliz.

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  13. Que leyenda más bonita,cariños.

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  14. Me ha encantado leerla Piruja. No conocia esa leyenda. Buen uso hizo del regalo que llevaba. Gracias.
    Un abrazo.

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  15. Qué bonita historia, Piruja. Hermosa de principio a fin, No la conocía y me ha encantado leerla aquí.
    Abrazo!

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