Ella llevaba un traje de reina, una corona de oro y un manto de seda marrón con estrellas de oro rojo la envolvía y se arrastraba por el suelo.
Su caballo llevaba adornos de oro y un penacho sobre la cabeza.La doncella se acercó a Finn y con él habló.
- Desde lejos he venido y te he encontrado, Finn, hijo de Cumhal.
- ¿Cuál es tu tierra, doncella, qué es lo que deseáis de mí?
- Mi nombre es Niam la del pelo dorado. Soy hija del rey de la Tierra de la Juventud, y lo que me ha traído hasta aquí es el amor por vuestro hijo Oisin.
Ella giró hacia el joven guerrero y le habló con una voz a la que nadie podía negarse.
- ¿Vendrás conmigo, Oisin, a la tierra de mi padre?
- Allí iré y hasta el fin del mundo.
Entonces la doncella habló sobre su tierra, y mientras lo hacía, una quietud de ensueño inundó todas las cosas.
Ningún caballo se movió, los perros dejaron de ladrar, ninguna ráfaga de viento meció las hojas del bosque.
Los hombres estaban tan maravillados que de todo lo que ella contó, sólo pudieron recordar:
Es una tierra deliciosa por encima de todos los sueños,Más bella que cualquier cosa jamás vista por unos ojos.
Allí todo el año hay frutos en los árboles,
Y durante todo el año las plantas florecen.
Allí los árboles miel salvaje gotean;
El vino y la hidromiel nunca se terminan.
Ningún habitante conoce el dolor ni la enfermedad,
Y la muerte o el decaimiento nunca están cerca de él.
La fiesta nunca empalaga ni la caza cansa,
Ni tampoco para de sonar la música de los salones;
El oro y las joyas de la Tierra de la Juventud
Brillan con esplendor jamás conocido por hombre alguno.
Tendrás perros que corren más que el viento;
Un centenar de guerreros os seguirán en las batallas,
Un centenar de doncellas os cantaran para que durmáis.
Una corona de soberano llevareis en la frente,
Y a vuestro lado un arma mágica siempre estará,
Y seréis el señor de toda la Tierra de la Juventud,
Y señor de Niam la del pelo dorado.
Al terminar la canción, los fians vieron a Oisin montar en el corcel mágico, sostener a la doncella en sus brazos, y desaparecer como un rayo de luz hacia el bosque.
Autor: Desconocido.
Que suerte tienen algunos!!!
ResponderEliminarBesos
Si había batallas no era tan bueno. Un beso
ResponderEliminarEsta leyenda celta pertenece al Ciclo ossiánico de la mitología irlandesa, en el que se narran las aventuras de Oisin, hijo del mitológico héroe Finn McCumail y la dama convertida en cierva por un terrible druida, como se narra en la leyenda Finn y la cacería de la cierva. En La hija del rey de la tierra de la juventud, se relata el encuentro entre una hermosa princesa y el hijo del héroe irlandés.
ResponderEliminarBesos.
Qué sería de una leyenda sin un amor como el que nos cuentas. Me gusto muchísimo, hay amores que nos elevan a los altares.
ResponderEliminarUn besote
Una leyenda aparentemente con final feliz aunque yo no me fiaría mucho de tanta belleza cómo menciona la princesa, lo de las batallas ya no es tan bonito.Besicos
ResponderEliminarTus leyendas son muy bonitas. Feliz semana.
ResponderEliminarBuena leyenda.
ResponderEliminarUn beso.
"Desaparecer como un rayo de luz hacia el bosque" es un fantástico final, me gusta.
ResponderEliminarMuchos besos.
Qué bonitooooo!!!
ResponderEliminarEl nombre de Oisin, me ha recordado cuando mi madre me castigaba y me decía... hoy sin.....
Un abrazoooo.
Suertudo Oisin. Sería un gusto conocer esa tierra.
ResponderEliminarBuen jueves Piruja.
Un abrazo.
Una hermosa leyenda sin nada negativo, es algo raro, pero sigue siendo bonita.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas noches, estimada amiga, después de unos días de inactividad, pasando a visitar a los amigos.
ResponderEliminarPreciosa la leyenda que nos cuentas y además con un final feliz, más no se puede pedir.
Un gran abrazo Piruja.