sábado, 11 de marzo de 2017
Leyenda del Río Hablador.
Hace mucho, pero mucho tiempo, vivía en la cima celestial el dios sol, conocido también como Inti. Un joven de gran postura y sumamente bondadoso llamado Rimac, quien de cuando en cuando bajaba al mundo de los humanos a contarles bellas historias, por lo que era muy querido y reverenciado.
Un día que acompañado de los demás dioses miraba hacia la tierra por las ventanas del palacio dorado, vio que los llanos junto al mar eran azotados por una grave sequía, las hierbas, las flores y los árboles se marchitaban y los hombres y animales morían de sed.
Los dioses se alarmaron y acudieron al dios Inti, su padre, a pedirle que librase a los hombres de la costa, de aquella horrenda sequía. Pero el Inti les dijo que era imposible, pues según las leyes celestiales solo sacrificando a uno de ellos en el altar de fuego podrían conseguir agua.
Los dioses callaron, sin embargo ante la sorpresa de todos, Chaclla, la mas bella y virtuosa de las hijas del sol, poniéndose delante de su padre se ofreció valientemente ante el sacrificio. Rimac que adoraba a su hermana, se arrodilló implorándole y pidió a Inti que lo sacrificase a él en vez de ella, pero Chaclla, aun cuando agradecía su gesto, no aceptó aduciendo que los hombres echarían de menos las bellas historias que aquel sabía contarles.
Mas Rímac insistió, finalmente a ruego de ambos y ante la resignación de Inti, los dos se dirigieron al altar de fuego para el sacrificio. El dios sol pudo así hacer llover la tierra. Agradeciendo a los cielos, los yungas, así llamados antiguos hombres de la costa, recibieron el agua jubilosos.
Rimac y Chaclla, envueltos en infinidad de gotas caían sobre las montañas cercanas al gran valle de Lima, y convertidos en un tormentoso río corrían, jugando y riendo, hacia el mar. Una vez allí, elevándose en forma de nubes, persiguiéndose, llegaban al cielo para vaciarse de nuevo. Pero eso duró solo cuarenta noches, al cabo de los cuales, Chaclla quedó convertida para siempre en lluvia y Rimac en el mas bullicioso río de la costa peruana.
Cuenta la leyenda que quienes suelen sentarse a orillas del río Rimac y se ponen a escuchar con atención perciben claramente el murmullo de sus aguas como se disuelve en una voz humana que cuenta bellísimas historias de este y de antiguos tiempos, por eso se le llama “Río hablador”.
Seamos amigos, conóceme y será tuyo mi saber, cuidemos la naturaleza y el agua que es fuente de vida y alegría en el mundo.
Autor: Desconocido.
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La Naturaleza siempre ha hablado por si sola, algunos tenemos la gran suerte de escucharla. Besos Pili y pasa un lindo fin de semana.
ResponderEliminarBonita forma de comenzar la mañana.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana!
La Naturaleza, aún con lo mal cuidada que le llevamos, ella siempre brota, en cualquier lugar.
ResponderEliminarBienvenida! siempre.
Es un lujo siempre venir a leerte.
Un besazo Piruja.
Preciosa leyenda peruana, del elemento vital. Me he despertado y a leerte. Qué más podría pedirle a esta mañana tan linda?
ResponderEliminarBesos.
Preciosa leyenda, Pilar...Los hijos del dios Sol se ofrecieron en sacrificio para que la naturaleza, hombres y animales tuvieran agua...Realmente el agua es una bendición y tiene su propia alma, como los árboles y las plantas...El agua nos canta siempre antiguas historias y nos trae a la memoria bellos recuerdos, que nos relajan y nos dan paz y serenidad.
ResponderEliminarGracias por tus bellas historias, amiga.
Mi abrazo y mi cariño.
Feliz fin de semana, Pilar.
Me pregunto de dónde sacas tanta leyenda preciosa.
ResponderEliminarMe gusta el nombre Inti.
Besos.
¡ Pero que historias tan bonitas, nos cuentas ! Buena tarde.
ResponderEliminarMuy bonita leyenda y muy acorde a como estamos ahora tan faltos de lluvia, a ver si aparecen por aquí estos buenos hermanos y nos dejan los ríos con abundante agua, pero ojo, que no se desborden.
ResponderEliminarUn besito
Buenas noches, guapa.
ResponderEliminarQué bonito es leer estas leyendas tan fantásticas que nos regalas. Son realmente preciosas y muy reflexivas.
Un beso grande. Y muy feliz semana.
Soy yooo. Google no pone mi imagen. Jajaja
ResponderEliminarHola corazon
ResponderEliminarLo lei en facebook y lo he vuelto a leer aqui. La verdad es que en esta ventanita tuya se pasan ratitos agradables y ayuda a distraer tu cerebro de cosas que no te hacen bien
Gracias por ello
Un besito para las dos
Hola Pili!!!!!
ResponderEliminarPreciosa historia nos cuentas, sobre la Naturaleza y el sacrificio. Una hermosa enseñanza en estos tiempos de tanto egoísmo.
Un abrazo enorme!!!!
Me alegra volver a leerte aquí!!!!!!
Como siempre nos traes una preciosa leyenda. Con unas imágenes que alegran la vista.
ResponderEliminarUn beso Piruja.
Todo tiene su misterio Piruja, y es verdad que el agua siempre nos susurra o a veces nos grita, es bueno estar atenta para poder oír leyendas tan bonitas como las que tu nos cuentas. Ahora llevo dos días encerrada junto al mar que no me deja salir ni a la puerta de la calle con tantas olas y viento. Un beso amiga.
ResponderEliminarY yo soy de las que me creo que las aguas hablan, que tienen musicalidad y que sólo necesitamos un tiempo para dedicarles y saber escuchar.
ResponderEliminarQuizás tu historia de hoy, de autor desconocido, tenga relación con la lluvia, los ríos, los campos y el mar que hoy vemos y disfrutamos.
Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Hola Piruja: hermosa leyenda nos traes, gracias a los dos hermanos y su buen corazón, Rimac y Chaclla continúan dejando su lluvia y un caudaloso y hermoso río.
ResponderEliminarBesos.