-Tu fortuna está en Persia, en Isfaján, vete a buscarla.
A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos, de los idólatras, de los ríos, de las fieras y de los hombres.
Llegó al fin a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio de una mezquita. Había, junto a la mezquita una casa, donde una pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, las personas que dormían se despertaron pidiendo socorro. Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea.El capitán hizo registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo y lo llevaron a la cárcel. El juez lo hizo comparecer y le dijo:-¿Quién eres y cuál es tu patria?
El hombre declaró:
-Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es Yacub El Magrebí.
El juez le preguntó:
-¿Qué te trajo a Persia?
El hombre optó por la verdad y le dijo:
-Un hombre me ordenó en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que la fortuna que me prometió ha de ser esta cárcel.
El juez echó a reír.-Hombre desatinado -le dijo-, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo, en cuyo fondo hay un jardín. Y en el jardín un reloj de sol y después del reloj de sol, una higuera, y bajo la higuera un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, has errado de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no vuelva a verte en Isfaján. Toma estas monedas y vete.
El hombre las tomó y regresó a la patria. Debajo de la higuera de su casa (que era la del sueño del juez) desenterró el tesoro. Así Dios le dio la bendición, lo recompensó y exaltó.
Autor: Desconocido.
Curiosa y bonita leyenda.
ResponderEliminarMuchos besos.
Bonita leyenda, feliz sábado.
ResponderEliminarUn abrazo
Esto me dice que hay que creer en los sueños. Me encantan las historias que nos dejas nos haces soñar amiga. Un gran abrazo y besote para ti .
ResponderEliminarUna historia estupenda. Una de mis Evas sueña cosas que pasan luego. Menos mal que no es muchas veces, porque volvería loca a las otras.
ResponderEliminarUn beso soñador.
Toma yaaa!!! Qué suerte tuvo al final. A ver si tengo yo algún día un sueñecico de esos, ja ja ja.
ResponderEliminarFeliz finde y un abrazoooo.
Hola Piruja. Curiosa historia. Hay ocasiones que los sueños tienen que ver con realidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues si no llega a ir a Persia nunca se hubiera enterado del tesoro que habñia en su propia casa.Besicos
ResponderEliminarEsta leyenda me ha encantado. Besos y feliz domingo.
ResponderEliminarSiempre me gusta leerte,cariños.
ResponderEliminarOtro que no conocia, Gracias aiga, saludos.
ResponderEliminarUn sueño fantástico que le solucionó la vida. Una leyenda preciosa que me encantó leer.
ResponderEliminarBuen domingo Piruja, y un abrazo.
Una gran leyenda. Muy bella.
ResponderEliminarUn beso.
Muy linda y curiosa leyenda, siempre un placer leerte amiga Piruja, un abrazo.
ResponderEliminarPilar, espero que todo vaya bien, amiga...La leyenda que nos dejas nos deja algunos mensajes. Los sueños a veces son premonitorios y lo que nos ocurre en la vida no es casual, tiene un sentido siempre, que hay que buscar y encontrar. Muy bueno, Pilar.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo entrañable y mi ánimo.
Así es Piruja, como "El Alquimista" de Paulo Coelho se busca lejos lo que se tiene al alcance de la mano. Un beso.
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