Un día Ramani le preguntó a su padre:
— Papá, ¿qué es la verdad?”
Esta pregunta tomó al Rajá por sorpresa, respondiéndole a su hijo:
— Te contestaré, pero debes darme algunos días para hacerlo.
Pasadas algunas lunas, el Rajá le dijo a Ramani que lo acompañara, y lo llevó a un ojo de agua. Ahí se encontraban un elefante y cuatro ciegos.— ¿Qué tienen que ver ellos con la verdad? — preguntó el muchacho.
— “Pues, tu pregunta es difícil, pues la verdad no es algo que todos los hombres conocen, por lo tanto, te voy a mostrar qué es la verdad, y así podrás conocerlo tú también — respondió el Rajá
De manera que él Rajá se acercó a los ciegos, diciéndoles:
— Vosotros estáis frente a un elefante, y ya que no pueden verlo, os acercaré para que lo toquen y sepan cómo es este animal tan majestuoso.
Agradecidos, los ciegos se dejaron conducir por el Rajá.
El primero de los ciegos, el Rajá lo condujo hacia una de las patas del elefante. — “Estas patas parecen columnas” — dijo el ciego.
Luego tomó al segundo, esta vez conduciéndolo a otra parte del animal, la panza. El ciego dijo: — “Esto es muy redondo, como una gran esfera”.
Al tercer ciego el Rajá lo condujo a que tocara la cola, que es larga, con pelos al final, tan duros como un alambre: — “Me recuerda a un cepillo” dijo el ciego.Por último, llevó al cuarto ciego, que era una mujer, hacia la cara del elefante. Y al tocar sus grandes colmillos, la mujer se asustó: — “Ha de ser un gran depredador, el elefante”.
Rama ni se impacientaba, por lo que le preguntó a su padre: “Bueno, ¿cuándo habrás de decirme qué es la verdad?”
El llamó a los ciegos y les preguntó:
— Ustedes, que han conocido lo que es un elefante, ¿cómo creen que es?”
— El elefante tiene grandes patas como unas columnas, por lo que debe ser muy alto” — dijo el primer ciego.
— No, el elefante, en realidad, es un animal redondo, como una gran pelota” — dijo el segundo.
— Más bien. creo que el elefante es un animal delgado, con pelos al final de las extremidades, pues eso sentí — dijo el tercero— Se equivocan todos, pues el elefante es un depredador de grandes y aterradores colmillos — dijo la cuarta ciega.
Después de escucharlos, el Rajá preguntó a su hijo: “¿Ya sabes qué es la verdad?”
— Lo único que he aprendido es que ninguno de los ciegos llegó a alcanzar la verdad completa de qué es un elefante. — respondió Ramani
— La verdad es que cada uno de ellos tiene una versión parcial de lo que es un elefante, todos tienen algo de razón y a la vez no lo tienen. Pues, cada uno de ellos conoció una parte del elefante, y hablan en base a lo que conocieron. De esta misma forma ocurre con todos los seres humanos. Cada quien tiene una verdad parcial, basada en lo que conoce, en su propia perspectiva. Esto no significa que la verdad de alguien más no tenga validez, solo significa que conoce algo distinto… y esto, hijo mío, esto es la verdad.
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