martes, 1 de marzo de 2016
La Rosa Blanca.
Hola amigos, después de llevarme un susto grande y estar ingresada, quiero compartir con vosotros esta leyenda que hoy en día yo le veo y doy mucho valor, tenemos que valorarnos y querernos también a nosotros mismos, como me ha dicho muchas personas queridas a las que nunca he de olvidar todos sus bonitos gestos de cariño lo cual agradezco de corazón, algunos de vosotros ya sabéis quien sois y por eso con todo mi corazón, os quiero mucho y......GRACIAS:)
En un jardín de matorrales, entre hierbas y maleza, apareció como salida de la nada una rosa blanca. Era blanca como la nieve, sus pétalos parecían de terciopelo y el rocío de la mañana brillaba sobre sus hojas como cristales resplandecientes. Ella no podía verse, por eso no sabía lo bonita que era. Por ello pasó los pocos días que fue flor hasta que empezó a marchitarse sin saber que a su alrededor todos estaban pendientes de ella y de su perfección, su perfume, la suavidad de sus pétalos, su armonía. No se daba cuenta de que todo el que la veía tenia elogios hacia ella. Las malas hierbas que la envolvían estaban fascinadas con su belleza y vivían hechizadas por su aroma y elegancia.
Un día de mucho sol y calor, una muchacha paseaba por el jardín pensando cuántas cosas bonitas nos regala la madre tierra, cuando de pronto vio una rosa blanca en una parte olvidada del jardín, que empezaba a marchitarse.
–Hace días que no llueve, pensó – si se queda aquí mañana ya estará mustia. La llevaré a casa y la pondré en aquel jarrón tan bonito que me regalaron.
Y así lo hizo. Con todo su amor puso la rosa marchita en agua, en un lindo jarrón de cristal de colores, y lo acercó a la ventana.- La dejaré aquí, pensó –porque así le llegará la luz del sol. Lo que la joven no sabía es que su reflejo en la ventana mostraba a la rosa un retrato de ella misma que jamás había llegado a conocer.
-¿Esta soy yo? Pensó. Poco a poco sus hojas inclinadas hacia el suelo se fueron enderezando y miraban de nuevo hacia el sol y así, lentamente, fue recuperando su estilizada silueta. Cuando ya estuvo totalmente restablecida vio, mirándose al cristal, que era una hermosa flor, y pensó: ¡¡Vaya!! Hasta ahora no me he dado cuenta de quién era, ¿cómo he podido estar tan ciega?
La rosa descubrió que había pasado sus días sin apreciar su belleza. Sin mirarse bien a sí misma para saber quién era en realidad. Si quieres saber quién eres de verdad, olvida lo que ves a tu alrededor y mira siempre en tu corazón.
Autor: Rosa María Roé
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Bueno pequeña saltamontes pues ha sido un placer hablar contigo y ver que poco a poco te vas recuperando como esa rosa blanca. Fijate que, como te dije, ajjaaj acababa de llegar a casa y me metí en el orde y veo ajjaja ala si ya ha publicadoooooo y digo a llamar urgentemente a darle la vara un rato jejeje.
ResponderEliminarCreo que la vida nos pone a prueba y solo los fuertes, sobre todo de corazón, son los que consiguen superarse día a día sin más interes que el de ser mejor para los demás y hacerse un hueco en los corazones. Tu lo tienes en el nuestro y nuestro cariño va para ti.
Ala saca el mantel jajajaj que yo voy a seguir escuchando a Metallica.... a no que ha cambiado a Ozzy Osbourne jejeje
Besotesssssssssss y mazapanes para ese que está tan........ jajajaj
ah y para la prince que no se me olvide
Lo siento que hayas estado ingresada y me alegro que sólo haya sido un susto.
ResponderEliminarTe deseo una buena recuperación.
Lo mío no fue susto, pero también ya casi ha pasado.
La leyenda de la belleza de la rosa, es una buena moraleja la belleza de dentro, profunda en el alma cuando se refleja en el rostro da felicidad y alegría a todo aquel que la observa.
Un abrazo.
Ambar
Pilar, siento lo que te ha pasado y espero que ya estés bien, vivita y coleante...La verdad es que te echaba de menos y me alegro verte de nuevo por aquí...Nos dejas esa preciosa rosa blanca, toda una metáfora de nosotros mismos...A veces no somos conscientes de nuestra valía hasta que alguien nos pone frente a nosotros mismos en el cristal de la vida...Entonces comenzamos a valorarnos y a querernos como lo que realmente somos...Personas únicas y genuinas.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo, mi cariño y mi ánimo siempre, amiga.
Cuídate mucho y espero que te recuperes del todo.
M.Jesús
Hola preciosa, me alegra que todo haya sido un mal sueño, esa Rosa blanca somos todos, no nos damos cuenta del Amor que llevamos dentro que es el que nos hace hermosos y pasamos la vida, llorando, odiando, malhumorados. Y cuando vemos la muerte de cerca nos damos cuenta que hemos desperdiciado tantos momentos que podían haber sido maravillosos y que han quedado en el pasado sin haberlos ni siquiera saboreado.
ResponderEliminarUn besazo amiga.
Querida amiga, solo espero que estés bien y mejorada cien por cien. No sé que te habrá ocurrido, pero te mando todo mi apoyo. En cuanto a la leyenda, volveré a leerla en otro momento, solo espero que recibas mi abrazo sincero. Cuídate querida amiga.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que estés mejor, estos sustos suelen ser avisos para que nos cuidemos mejor. Cuídate mucho Pilar. Besetes.
ResponderEliminarLamento que hayas estado ingresada, espero y deseo que ya te encuentres bien. Una historia preciosa.Cuantas personas vamos por la vida sin apenas conocernos porque somos incapaces de mirar a nuestro corazón.Besicos
ResponderEliminarLo siento mucho y espero ya te encuentres muy bien.
ResponderEliminarCuídate. Un besito con cariño.
Hola amiga, siento que hayas estado enfermita, y menudo susto te darías, si ahora has mejorado me alegro mucho. Te mando un beso.
ResponderEliminarSupongo que ya estarás recuperada de tu dolencia, de todas maneras ¡¡Animo!!
ResponderEliminarLa leyenda de tu flor es preciosa, nunca nos damos cuenta de como somos, siempre queremos ser más guapos, mejores personas y que todo lo bueno nos venga a nosotros, lo mejor de todo, es estar contentos con lo nuestro.
Deseando que sigas bien, te mando un beso con todo mi corazón.
Hola Piruja,siento mucho el que hayas estado enferma y me alegra mucho saber que ya estás mejor.Y al igual que la rosa debemos mirarnos un poquito más para darnos cuenta que debemos amarnos como amamos a los demás.
ResponderEliminarBesos y más besos!!
Vaya... siento no haberme enterado, Piruja. De todas formas, me alegra enormemente que ya estés en casa, un lugar donde generalmente uno se encuentra mejor.
ResponderEliminarEn cuanto a la rosa... Uno no siempre es consciente de su propio valor y necesita señales que le indiquen lo contrario.
Te dejo un beso grande.
Piru, de verdad siento no saber que estuviste maluca, no haberme enterado para al menos mandarte mi apoyo, pero lo importante es que ya vas bien, sabes entro muy poco según me permita el tiempo y el ánimo, para qué decir lo contrario, hay momentos que solo abro el escritorio del blog y de ahí no paso.
ResponderEliminarEn fin, espero estés totalmente bien.
En cuanto a la leyenda de la rosa blanca, a veces pasa, definitivamente así es.
Mi abrazo siempre
Hola Piruja, buenas tardes,
ResponderEliminarque linda historia,
un poquito de amor propio como para levantar nuestra autoestima.
Espero que ya estes mejor,
a veces la distancia no permite conocer todo del otro, pero bue... a acharle ganas
un beso y un cálido abrazo
Es una historia preciosa, que nos enseña algo esencial; ese saber valorarnos. Todo en la vida va mejor cuando nos queremos, todo fluye como la seda, porque el amor llama al amor.
ResponderEliminarMe alegra que te hayas recuperado y de que sólo fuera un susto. Ahora, ¡a seguir con tu inspirador blog!
Muchos besos :)
Me alegro de que estés de nuevo como las rosas de las fotos.
ResponderEliminarUn beso.
Es la rosa más preciosa. Inigualable. Un abrazo.
ResponderEliminarMi niña ¡y yo sin saber nada de que habías estado ingresada!
ResponderEliminarPor lo que cuentas, debió de quedarse todo en un susto, de lo cual no sabes bien lo mucho que me alegro.
Es cierto, y aunque sea de una forma un tanto fría, el caso es que, semana tras semana, con estos comentarios que nos vamos enviando, un día descubres que has cogido cariño a esa persona a la que te has acostumbrado a que te deje unas letras en tu espacio.
No quisiera perderte, amiga mía, tus leyendas, siempre amenas y de las que se sacan lecciones de vida, van marcando una huella en la blogosfera y hacen que se te quiera. Cuídate mucho.
Hoy quisiera enviarte una rosa blanca, así de bonita, como lo es tu corazón.
Cariños en un abrazo muy especial.
Kasioles
Vengo a desearte un buen fin de semana esperando que vaya todo muy bien.
ResponderEliminarPreciosa entrada, Pilar. Te deseo que después de tu ingreso, ya todo vaya bien. No vine antes porque no tuve Internet por 2 meses, no me hubiera ausentado de no ser por eso.
ResponderEliminarTe dejó un gran abrazo con mis mejores deseos para ti.