sábado, 26 de marzo de 2016
Laguna de Vacaras.
En las alturas de Sierra Nevada, cerca del pico Veleta, existió (o quizás existe aún) una honda laguna de aguas heladas y limpísimas. Mucha personas aseguraban que la laguna estaba encantada y que era punto de encuentro para magos o brujas, sucediendo allí cosas tan extrañas que nadie, en su sano juicio, se atrevería a acercarse a ella de noche.
Sucedió que un pastor que buscaba unas ovejas perdidas, llegó un anochecer hasta las mismas orillas de la laguna, cuando le pareció oír fuertes voces. Muerto de pavor por todo lo que de sobrenatural había escuchado acerca del lugar, se refugió tras unas rocas y desde allí pudo ver lo que pasaba.
Dos hombres muy altos y ricamente ataviados, uno de los cuales sostenía en sus manos un libro del que parecía brotar un vivo resplandor y el otro portando una gran red dorada, estaban de pie a la misma orilla del agua. El que sostenía el libro leyó con voz tonante un largo párrafo, en un incomprensible lenguaje y terminada la lectura, dijo a su compañero:
-Ya puedes lanzar la red -.
La red se hundió en al agua y al momento se vio que ya estaba bien cargada. Los dos hombres unieron esfuerzos sacándola a la orilla. Para asombro del pastor, la red contenía un brioso caballo negro. El hombre del libro dijo:
-"No, este no es. Echemos de nuevo la red"-.
Y la red volvió al agua y como la vez anterior enseguida se notó que estaba llena. Fuera del agua, los hombres vieron un caballo variegado, con mejor estampa que el anterior pero que tampoco pareció satisfacerles así que volvieron a echar la red al agua. Y ahora, un hermoso caballo blanco de finas patas y espesas crines, se mostró ante sus ojos.
-Este es el caballo que buscamos- dijo el hombre que había rechazado a los anteriores. -Ya podemos seguir nuestro viaje.
Los dos hombres, susurraron por turno unas palabras al oído del caballo, que asentía con la cabeza y subieron sobre el blanco animal surgido de las aguas. Durante unos momentos el caballo caracoleó alegremente y después de un breve trotecillo, se elevó en el aire como si no soportara ningún peso, describió un gran círculo sobre la laguna y en menos tiempo del que se tarda en contarlo desapareció en el cielo.
Muchos valientes subieron a la montaña y muchos tiraron grandes redes al agua, queriendo comprobar y ver lo que el pastor había visto aquel anochecer, pero nadie jamás volvió a ver a los dos extraños hombres ni nadie logró enganchar en sus redes ningún caballo volador.
Autor: Desconocido.
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Aqui llamamos "ibones"a esos lagos de origen glaciar, hay muchos por nuestras montañas y también surgen las leyendas. Muy bonita la que has contado, Piruja.
ResponderEliminarUna hermosa leyenda, que tiene mensaje en su interior.
ResponderEliminarBesos
Preciosa leyenda, me ha encantado. Besitos.
ResponderEliminarUna leyenda muy curiosa.Besicos
ResponderEliminarBonita leyenda como siempre Piruja.
ResponderEliminarBesos.
Pilar, nos dejas una bella historia que nos llena de esperanza y alegría...Hoy es día de Resurrección para todos y ese caballo blanco es todo un símbolo, que yo tomo para agradecer a la vida todo lo que nos ha dado. Mi gratitud a ti por tus hermosas historias que nos hacen soñar, nos llenan de paz y fortaleza para seguir adelante, amiga.
ResponderEliminarFeliz día de Resurrección y mi abrazo grande, Pilar.
Espero que estés mejor y sigas animada.
M.Jesús
Hola Piruja, bonita leyenda, ahhh, si se hiciera realidad ¿hasta donde llegaría la cola de gente esperando para echar la redes?.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Bonito relato, acompasado de instantes de suspenso y emoción. Descriptivo en la locación de la historia y también en la atmósfera que lo rodea. Cada renglón incrementa el interés del lector por saber qué continúa. Y le otorgas un mágico final que le entrega sabor a leyenda a tu impecable obra.
ResponderEliminarMe gustó tu trabajo. Y aunque te he de confesar, que me cuesta bastante pensar que los caballos vuelan, si puedo dar testimonio de que tus letras me hicieron volar por el mundo de la fantasía, porque en tus renglones dorados, pude cabalgar como un Pegaso.
Gracias por este bello momento de lectura.
Que bella leyenda, es que es muy difícil capturar un ser alado y mucho menos si es un hermoso caballo, un unicornio dotado de una maravillosa magia.
ResponderEliminarDebemos llenarnos de imaginación y hasta engancharnos de sus alas maravillosas si es necesario.
Un abrazo x dos y linda semana, Piru.
Espero vayas super mejorada, te debo un correíto, la llamada me fué imposible.
Pero bueno, ya sabes como va mi tiempo.
Cuídate
Bueno desde luego ese lago que cuentas que está en esa montaña nevada tiene que ser la leshe poder ir a visitarlo, no te digo más si encima puedes echar la red, cerrar los ojos y ver como cae en ellas un ser alado que te trasporta en el tiempo. Sueños es lo que mantiene a la gente viva más allá de la fe.
ResponderEliminarBueno se acabó el descanso ajjaja otra vez a la rutina diaria, arrrrggg vaya rollo ejejje
Que tal has pasado estos días? venga a ver si hablamos.
Cuidate mucho besotessssssssssssss para las dos
Que bonito este cuento sobre ese hermoso Pegaso saliendo del lago, lástima que nadie más pudiese repetir la hazaña.
ResponderEliminarBesos, querida Piruja
Me ha gustado mucho esta bonita leyenda .
ResponderEliminarEncantada de leerte.
Un beso grande. Te deseo una feliz semana.
El otro día me acorde de ti al leer que las leyendas son historias pasadas que no se deben contar como realidades, y yo pensé ¿Por qué no?
ResponderEliminarY pensé que en otros tiempos contar ciertas cosas era peligroso, ahora leyéndote he pensado que lo que escribes casi seguro que paso en realidad, ya sabes que la realidad supera más de una vez a la ficción, y de seguro que tu bella historia así fue.
Encantada de leerte amiga mía. Un beso.
Bonita historia, siempre eres bienvenida en los blogs, no he vetado nunca a nadie para que no los vea y te honra el paso que has dado. Un saludo.
ResponderEliminarPor cierto, gracias por desearnos lo mejor, Dany y yo, somos muy felices, ni siquiera lo imaginábamos, yo, al menos, no, le di tu recado a él también.
ResponderEliminarEl pobre pastor se debió de quedar atónito, no así sus vecinos que seguro pensaron que el pobre estaba loco. Lo que no le quitó nadie fue, ver tres hermosos caballos...
ResponderEliminarUn besito
He ido varias veces a sierra nevada y no había oído de esa laguna, la próxima vez.... lo investigaré. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gustó está leyenda de Sierra Nevada, increíble todo lo que hay en torno a los lugares, mucho de ello, lo que se va contando de generación en generación.
ResponderEliminar¡Abrazo grande!
¡Hola Piruja!!!
ResponderEliminarTe había escrito un comentario con mi móvil y no ha debido entrar. Bueno pues aquí estoy de nuevo, y me encanta esta bellísima leyenda; y es que hay personas con una especial mirada... Algo tienen en ella para ver lo que otros no pueden.
Ha sido y es siempre un inmenso placer pasar por esta tu casa donde encontramos algo nuevo algo bello.
Te dejo mi cálido abrazo, toda mi estima y gratitud.
Se muy muy feliz.
Ya no sé que pensar, ¿Sería cierto que el pastor ha visto todo eso o lo habrá soñado?
ResponderEliminarEn los cuentos todo vale y hasta a mí me has hecho pasar un rato entretenido.
Estoy de acuerdo contigo en lo que me has dicho, en Portugal todo está rico y la cocina es fenomenal.
Cariños en abrazos.
Kasioles
Bueno, sin duda, las leyendas nos ayudan a despertar nuestra imaginación y a evadirnos de la realidad.
ResponderEliminarTe dejo un beso, Piruja.