sábado, 27 de abril de 2019
El Libro Mágico.
Hoy descubrí el libro mágico, me lo enseñó un niño que llegó a mí cansado de correr y me dijo.
-¿No conoces el libro mágico?-
-¡ No! – respondí.
Me desplegó una sonrisa de 7 años y desabotonó su camisa untada con tierra de juegos y sudor de alegría. De allí extrajo un cartón arrugado y mojado en forma de carpeta, que contenía dos hojas llenas de líneas, formas, manchas de grasa, con muchos colores.
Lo colocó sobre mi mesa y esperó a que lo viera bien.
Yo, sorprendida, tenía miedo de preguntar por qué era mágico, lo tomé, lo volteé y miré al niño que se había recostado en mi mesa apoyándose sobre sus codos y cubriendo el costado de su cara con sus manitas, esperaba una respuesta. Le dije entonces.
-Está bonito-
-¿Lo hiciste tú?
Él levantó la mirada hacia mí y me respondió. – No ves la magia ¿Verdad?-
-Lo siento hoy estoy algo torpe y no la puedo ver-
El se incorporó un poco para decirme, -¡Es que no ves bien!
-Colócate los anteojos y vuelve a mirar-
Coloque mis lentes ante mis ojos y pensé, ¿Qué magia será que él quiere que vea?. Los niños tienen una imaginación fructífera y no saben que a veces los adultos perdemos esa capacidad.
Mi cara de incertidumbre le decía que nada, la magia no era descubierta.
Entonces el niño tomo mi mano y la guió por el contorno de una supuesta figura y me dijo.
-Coloca el dedo sobre ésta línea y síguela y dime que ves-
Seguí sus intrucciones y con mucha lentitud seguí con mi dedo el contorno de una línea que a veces se hacía curva otras veces se hacía recta y otras veces se perdía…. Y le dije, por decir cualquier cosa.
-Bueno veo una casita-
El muy emocionado me dijo
-¡Es la escuela está allí!!!!!!
Quitó mi dedo y lo condujo hacia otro contorno.
-¿Y aquí que ves?-
-Un árbol-
-¡¡Es un árbol!!!! Dijo saltando de la emoción- ¿Viste la magia?-
-En éste libro puedo ver lo que yo quiera-
Y así sus manitas fueron trazando figuras de la imaginación en las líneas y las manchas, y diciendo.
-¡Esto es un perro! -¡Esto un gato!
-¡AH, aquí está el trompo con que jugamos ayer!-
-¡Esta es la maestra!
-¡Aquí está mi mamá!.
Y así fuimos construyendo personajes y paisajes de un grupo de líneas, colores y manchas. Él sonreía, sus ojos se iluminaban a cada nuevo descubrimiento imaginativo, hasta que yo le dije en tono de súplica.
-¿Préstame tu libro mágico?-
Me miró, sonrió, dobló su cartoncito lo guardó dentro de su camisa y corrió hacia la puerta diciéndome,
-¡Noooooooo, has el tuyo!!!!!!!-
Y lo vi alejarse, corriendo hacia el mismo lugar de donde había venido, desapareció en el pasillo dejando una estela de colores que se confundían con los rayos inclementes del sol.
Descubrí que la magia era él, su esperanza, su ilusión y sus sueños.
Autor: Arminda Goncalvez.
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Me ha encantado esta historia, Pilar...Es tan importante la imaginación, la inocencia y la ilusión, que debiéramos siempre tenerlas cerca. Nos salvan de las tristezas, de los miedos, de los prejuicios y desesperanzas. Me alegro que hayas elegido esta preciosa historia, que nos deja un rastro de esperanza y de fé en la vida, siempre que la vivamos con ilusión.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Pilar.
Bendita inocencia llena de ilusión , desde luego que la magia la tenemos cada persona , unos las hacen ver a los demás otros todavía no la han descubierto ..
ResponderEliminarPrecioso el cuento ...
Un fuerte abrazo Piruja , gracias por dejarnos estos cuentos maravillosos.
Abrazos!!
Muy bueno!
ResponderEliminarBesos.
Que lindo relato, la magia está en nuestros corazones... más aún en el de los niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me a encantado esta historia. Los niños tienen magia. Y es cierto que nosotros podemos hacer nuestro propio libro mágico......cuestión de imaginar......saludos amiga.
ResponderEliminarhermoso relato... los chicos a veces, muchas veces, nos enseñan cosas...
ResponderEliminarPrecioso relato...he disfrutado como ese niño, y también sorprendido como su maestra...quiero hacerme mi libro.
ResponderEliminarUn saludo.
Bonito cuento, en muchas ocasiones los más pequeños, nos dan una idea de lo que los mayores deberíamos de hacer y en muchos casos tienen toda la sabiduría e inocencia del mundo para acertar en sus sugerencias.
ResponderEliminarBesos
Piruja, qué cuento más precioso. Me ha encantado leerlo.Hay que hacerse niños para descubrir la magia que está dentro de cada uno de nosotros y no la vemos. Voy ahora mismo a hacer mi libro mágico! Te felicito , de corazón.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Maravillosa entrada. A poco que se rasque la magia aflora de dentro de nosotros. Solo se necesita mirar a la vida con la candidez de lo niño que fuimos.
ResponderEliminarBesos.
Que bonita historia, me ha encantado Piruja. Besitos y feliz tarde.
ResponderEliminarHermosa historia,pura ternura,los peques son lo más,abrazos.
ResponderEliminarUn relato mágico y es que la magia tiene algo especial que a todos nos atrae.Besicos
ResponderEliminarUna historia llena de inocencia, ilusión y mágica, los libros siempre vienen cargados de aventuras.
ResponderEliminarUn beso y cariño, feliz domingo!!
Es una preciosa historia.
ResponderEliminarUna maravillosa magia.
Un beso.
Nosotros mismos tenemos que tener esa magia de niños y no perderla nunca.
ResponderEliminarUn abrazooo.
La imaginación no tiene limites. Es hermosos ser imaginativo como un niño aunque tengamos...
ResponderEliminar"Taitantos años"
Un besito
Qué relato tan bonito!!!!
ResponderEliminarPor la magia!!!
Besosss