sábado, 5 de diciembre de 2020

El Espejo (Leyenda Japonesa)

Había una vez en Japón, hace muchos siglos, una pareja de esposos que tenía una niña. El hombre era un samurai, es decir, un caballero, no era rico y vivía del cultivo de un pequeño terreno. La esposa era una mujer modesta, tímida y silenciosa que cuando se encontraba entre extraños, no deseaba otra cosa que pasar inadvertida.

Un día es elegido un nuevo rey. El marido, como caballero que era, tuvo que ir a la capital para rendir homenaje al nuevo soberano. Su ausencia fue por poco tiempo, el buen hombre no veía la hora de dejar el esplendor de la Corte para regresar a su casa.

A la niña le llevó de regalo una muñeca, y a la mujer un espejo de bronce plateado (en aquellos tiempos los espejos eran de metal brillante, no de cristal como los nuestros). La mujer miró el espejo con gran maravilla: no los había visto nunca. Nadie jamás había llevado uno a aquel pueblo. Lo miró y, percibiendo reflejado el rostro sonriente, preguntó al marido con ingenuo estupor:

— ¿Quién es esta mujer?

El marido se puso a reír:

— ¡Pero cómo! ¿No te das cuenta de que este es tu rostro?

Un poco avergonzada de su propia ignorancia, la mujer no hizo otras preguntas, y guardó el espejo, considerándolo un objeto misterioso. Había entendido sólo una cosa: que aparecía su propia imagen.

Por muchos años, lo tuvo siempre escondido. Era un regalo de amor; y los regalos de amor son sagrados.

Su salud era delicada, frágil como una flor. Por este motivo la esposa desmejoró pronto, cuando se sintió próxima al final, tomó el espejo y se lo dio a su hija, diciéndole:

— Cuando no esté más sobre esta tierra, mira mañana y tarde en este espejo, y me verás. Después expiró. Y desde aquel día, mañana y tarde, la muchacha miraba el pequeño espejo.

Ingenua como la madre, a la cual se parecía tanto, no dudó jamás que el rostro reflejado en la chapa reluciente no fuese el de su madre. Hablaba a la adorada imagen, convencida de ser escuchada.

Un día el padre la sorprende mientras murmuraba al espejo palabras de ternura.

— ¿Qué haces, querida hija?, le pregunta.

— Miro a mamá. Fíjate, No se le ve pálida y cansada como cuando estaba enferma: parece más joven y sonriente.

Conmovido y enternecido el padre, sin quitar a su hija la ilusión, le dijo:

— Tú la encuentras en el espejo, como yo la hallo en ti.




21 comentarios:

  1. Preciosa leyenda, me ha gustado mucho.
    Un beso enorme.

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  2. Hermosa leyenda, muy conmovedora, muchas gracias por compartir amiga Piruja, me encanto, ten un buen fin de semana

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  3. Unaleyenda muy bonita y esa respuesta del padre me ha parecido muy tierna y llena de amor a su hija.Besicos

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  4. Qué leyenda más bonita!!! Feliz puente. Bss

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  5. Hola Piruja.. Dicen que las personas cuentan sus historias tantas veces que al final se convierte en esa historias y sigue viviendo cuando ya no está. De esta forma se hace inmortal.
    Un abrazo.

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  6. Que preciosa leyenda llena de amor e inocencia. El espejo no engaña mucho ya que la hija era el reflejo de la mama. Gracias piruja siempre aciertas a darnos en la fibra sensible. Un besazo

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  7. Encantadora leyenda dulce y tierna que me ha encantado leer.
    Un abrazo.

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  8. Bello y enternecedor relato, feliz fin de semana

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  9. Preciosa leyenda, no la conocía.
    Un abrazo

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  10. Confieso que esta leyenda me hace llorar, me a llegado al alma. Saludos amiga.

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  11. Awww me emocionó tu post, me hizo recordar a mamá, a veces me veo y pienso en ella, nos encontraban muy parecidas siempre. Que tierna historia. Un abrazo

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  12. Que maravillosa leyenda. Es tan dulce, inocente y llena de amor, que me quedo con la sensación alegre.
    Y creo que nuestros padres son un espejo donde mirarnos.
    Hermoso realmente.
    Saludos

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  13. Es muy dulce y llena de ternura esta leyenda.
    Me ha gustado mucho.
    Un besito.

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  14. Preciosa y tierna leyenda Piruja, el amor del padre le quiso quitar la ilusión a su hija.

    Besos.

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  15. Hola Pili,que bonita y cariñosa la actitud del padre hacia su hija:) me ha gustado mucho esta leyenda:)Muchos besos linda amiga:)

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  16. Bella historia. No hay mayor regocijo para un padre que poder recrearse viendo en su hija el rostro de su esposa. A través del espejo, el recuerdo fue eterno.
    Me encanto la leyenda amiga.
    Un abrazo y cuídate mucho.

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  17. Conmovedora historia de amor.
    Es preciosa.
    Besos

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