sábado, 1 de enero de 2022

Leyenda del Muérdago.

Con la llegada del Cristianismo esta planta y sus leyendas fueron consideradas simbologías paganas y cayeron en desuso, salvo en lo que se refiere a la tradición romántica, que desde el mundo angloparlante se extendió, de besarse bajo las ramas colgantes del muérdago para hacer una declaración de amor y que con su influencia mágica prospere y no se sea rechazado. En el siglo XVIII, la joven que recibía un apasionado beso iniciaba un romance, mientras que si una mujer no era besada por ningún joven bajo el muérdago significaba que no se casaría ni encontraría el amor durante todo aquel año.

Esta tradición viene a través de una antigua leyenda de la mitología nórdica sobre el dios Balder (Baldr, en nórdico antiguo) segundo hijo de Odín, que dice así:

Cuando Balder era apenas un niño comenzó a soñar cosas oscuras, de modo que su madre Frigg, que sabía leer los sueños, vio que su hijo iba a morir. Preocupada ante esta amenaza, Frigg convocó una reunión en el Gladsheim de los dioses y allí hicieron una lista de los medios posibles que podrían matar a Balder. Terminada la lista, Frigg fue a todos los rincones de los nueve mundos haciendo prometer a cada uno de los que estaban en la lista que no le harían daño a su hijo, a todos menos al múerdago que era muy joven y que consideró inofensivo.

El malvado dios Loki logró descubrir quién era el único ser vivo que no había jurado no hacerle daño a Balder y lo utilizó contra él. Balder, por su parte, creyéndose invulnerable a todo mal, ideó un juego pidiendo que los dioses le arrojaran objetos dañinos y así fue como, durante el juego, Loki le dio con su lanza o flecha hecha con muérdago atravesándole el pecho y Balder murió en el acto, cumpliéndose así la profecía.

Frigg, en el intento de recuperar a su hijo, fue a ver a Hela, la diosa del inframundo y ésta la informó que si todas las cosas lloraban por Balder ella le dejaría volver.

Y así lo hicieron, todas las cosas lloraron excepto una giganta llamada Thok, que resultó ser el malvado Loki que se había disfrazado y al que después los dioses dieron caza y castigaron, como también castigaron a la planta del muérdago haciéndola parásita y dependiente de otras para vivir.

El pequeño Balder volvió a la vida en brazos de su madre mientras lo besaba amorosamente y así fue como se ordenó que cada vez que una pareja pasase bajo la rama del muérdago, debía besarse para perpetuar el amor verdadero en la tierra”.

Así nació la tradición que ha llegado hasta nuestros días, y por ello siempre hay muérdago en nuestras casas por Navidad, para protegernos y ayudarnos a salir de los trances de la vida, así como a besarse cuando se pasa bajo el muérdago.



13 comentarios:

  1. Menuda leyenda más chula.
    Solo sabía lo besarse bajo un ramo y que siempre ha de ser regalado, nunca comprado.

    Besitos.

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  2. Una bonita leyenda con final feliz.Besicos

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  3. Bellísima esta leyenda sobre el muérdago, la conocía, pero me ha encantado volverla a recordar ¡y la cuentas tan bien!
    Mil besos, Piruja y feliz 2022.

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  4. Es muy bonita, y como dice Montse también la conocía. Besos y buen año nuevo.

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  5. Como siempre leyendas dejando enseñanzas...

    Y yo por aquí dejándo un abrazo y mis mejores deseos

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  6. Esta leyenda es muy bonita, siempre me a gustado. Saludos amiga. Te deseo lo mejor en este Nuevo Año.

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  7. Muy bonita leyenda.
    Te mando un beso. Feliz 2022.

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  8. Preciosa leyenda.
    Feliz Año 2022, que sigas contándonos leyendas tan singulares.
    Besos

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  9. Me ha gustado Piruja. Gracias.

    Besos.

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  10. Una leyenda muy bonita Piruja, no la había oído nunca, pero sí lo de besarse debajo del muérdago, de verlo en las películas, :))).
    Un abrazo y Feliz 2022.

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  11. Todos los años le mandan a mi hijo desde Barcelona, sus compañeras de empresa, unas ramas de Muérdago y que to cuido con esmero...este año no ha llegado...
    Un besito amiga mía.

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  12. Preciosa leyenda, querida Pilar.
    Deseo que este nuevo año sea muy bondadoso contigo y todos tus seres queridos. Que tengas mucha salud y por consiguiente, felicidad.
    Fuerte abrazo.

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