Una joven beduina de nombre Jasmine, que vivía en el desierto alegre, libre y feliz, para protegerse de los ardientes rayos del sol cubría su bello rostro con cientos de velos de bellos colores.
Y dice la leyenda que un príncipe berebere supo de su historia y al desierto fue a buscarla, la descubrió entre dunas y arenas, caminando con ese porte que solo las diosas emanan al caminar.
Enamorado de aquella misteriosa mujer la pidió en matrimonio, le ofreció su palacio y todas sus riquezas.Ella lo vio tan apuesto, tan gallardo, que acepto su ofrecimiento y se caso con el.
Pero los muros la atraparon entre paredes pintadas, copas de plata y rosas de papel, ¡ se sintió morir dentro de aquella jaula de oropel !
Escapo una noche a lomos de un corcel hasta sumergirse en las arenas del desierto mas cercano, allí se despojo de sus velos y ropajes, y ya amaneciendo expuso todo su cuerpo al sol.El sol descubrió su rostro, y ante tanta belleza quedo prendado, tanta era su hermosura, que la transformo en un bello JAZMÍN.....
Buenas noches Piruja que belleza de leyenda, ese sol quedo prendado de la flor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con todo cariño. Feliz fin de semana.
Es triste que escapando de un encierro caiga en otro de ser una planta, por hermosa y olorosa que sea.
ResponderEliminarBesos.
Me ha encantado esta leyenda, pero además me ha gustado mucho que hayas puesto tres fotos de tres tipos distintos de jazmines.
ResponderEliminarMil besos, guapa.
No conocía esta leyenda. Yo tengo un jazmín en una maceta, está empezando a crecer, los primeros días con el vendaval que había se secaron parte de las flores.
ResponderEliminarAl fin y al cabo siguió prisionera, una leyenda un tanto triste.Besicos
ResponderEliminarPilar, nos dejas una hermosa leyenda este día del libro...El jazmín es una flor muy especial y simboliza la libertad y belleza de la bella beduina, que huyó del palacio, donde se sentía presa...Realmente admirable cómo la sabiduría popular construye las leyendas y de alguna manero casi todas tienen al amor como protagonista.
ResponderEliminarFeliz día del libro, aquí tenemos una tarde fresca de lluvias, amiga.
Te dejo mi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, Pilar.
Leí la leyenda hace tiempo y me traes preciosos recuerdos de aquella época. A mi madre le gustaba el jazmín del príncipe, a mi el blanco, el primero de las fotazas que nos traes.
ResponderEliminarFeliz 23-A.
Un abrazo.
Muy bonita leyenda, aunque me resulta un poco triste, tanta belleza queda en una perfumada flor.
ResponderEliminarSiempre un placer leer lo que traes.
Un abrazo Piruja y buen domingo.
Una leyenda un poco triste Piruja.
ResponderEliminarAbrazos.
Es triste pero bonita.
ResponderEliminarUn beso.
Una bonito a la vez que triste.
ResponderEliminarEl pasar a ser una flor como el jazmín tiene su recompensa con ese olor tan agradable .
Gracias por compartir esa hermosa leyenda
Un abrazo Pili
Puri
Hola Piruja. Un placer saludarte tras una larga ausencia, tus historias son preciosas, esta es tierna aunque triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Bellísima leyenda que nos regalas, Pirujiña! A mí, particularmente me gustan todas las mientras están frescas y aromáticas, pero el jazmín me encanta tiene un aromas exquisito.
ResponderEliminarQue pena que la beduina tuviera un final así, pero sabes, quizás fuera más feliz como jazmín que vivir en una jaula de oro. Siempre sería una jaula…
Un placer leerte, amiga, te dejo mi abrazo cariñoso y fraterno, ojalá que la vida te son siempre. besitos.
Desde luego que los jazmines son una belleza como esta chica. Muy bonito.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Esta leyenda me encanta, me encantan los jazmines. Saludos amiga.
ResponderEliminar¡Qué belleza de leyenda, Piruja! A mí el jazmín me trae recuerdos maravillosos.
ResponderEliminarUn beso.
A las almas libres no les gusta estar entre pareces. Preciosa leyenda y una bellísima flor.
ResponderEliminarBuen fin de semana Piruja.
Un abrazo.
¡¡Qué bonito!!! Con lo que me gusta esta flor... La verdad es que tiene una singular belleza. Besos
ResponderEliminar