No pasó lo mismo con Clara, su otra hija, que a la hora de contraer matrimonio, eligió con el corazón, y provocó tanta ira en su padre, que la desheredó y le prohibió acercarse a la casa donde había nacido.
Clara y su esposo vivían pasando mucha necesidad, y aunque Inés deseaba ayudar a su hermana, el temor a su padre le impedía hacer nada.Cuando el labrador murió, Inés intentó de nuevo favorecer a Clara de alguna manera, pero ésta vez, fue su marido quien le prohibió hacerlo. Se desesperaba viendo la pobreza de su hermana, pero no veía modo de remediarlo.
El día que se celebraba la misa por el alma de su difunto padre, rogó Inés con toda su alma para que Dios le permitiera encontrar el modo de favorecer a Clara, y en eso estaba cuando de pronto sintió un gran peso sobre su cabeza.
Levantó la mano y una mariposa se elevó en el aire. No pudo creer que fuera el pequeño insecto el que provocaba aquella sensación hasta que el fenómeno se repitió varias veces.Al acabar la misa, le contó a su marido lo que le había pasado, pero éste no le hizo el menor caso. Sin embargo, a los pocos pasos, fue el marido quien levantaba la mano hacia su cabeza por el gran peso que sentía sobre ella y quien veía elevarse una mariposa ante sus ojos.
La mariposa estaba constantemente presionando la cabeza de uno u otro de los esposos, hasta que Inés insistió tanto en que era una señal que se les enviaba para que ayudaran a Clara, que su marido accedió a repartir la cuantiosa herencia de su suegro, con sus cuñados.Así se hizo, y ya restablecidos cariñosamente los lazos entre las dos familias, vieron una mariposa revolotear alegremente ante ellos y luego volar muy alto, muy alto.....
Una bobita leyenda donde nos dice que no hay mejor riqueza que esa que compartimos con nuestros seres queridos. Un besote grande Piruja. Te deseo una muy feliz Semana Santa muakis.
ResponderEliminarBonita historia con final feliz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bonita, me ha gustado mucho. Besos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un beso
ResponderEliminar¡Qué bella historia! Nos hace pensar que es posible que tengamos una mariposa que cuida de nosotros aunque no lo sepamos ver.
ResponderEliminarMuchos besos.
Ay que ternura de leyenda. Me encanta su final, todo quedó como tenía que haber sido al principio.
ResponderEliminarUn abrazo Piruja.
Curiosa y simpática leyenda, con un final feliz.
ResponderEliminarBesos.
Hola
ResponderEliminarBonita leyenda, no la conocía.
Saludos
Que bonita historia y las mariposas le dan vida.
ResponderEliminarMe encantan las historias con final feliz.Ya estoy de vuelta y te deseo una feliz Semana Santa.Besicos
ResponderEliminarMuy bonita y reflexiva leyenda amiga. Saludos.
ResponderEliminarHola Piruja, una bonita leyenda, con un final feliz.
ResponderEliminarQue tengas una buena semana.
Un abrazo
Muy buena leyenda .
ResponderEliminarLinda y con un final feliz.
Un beso.
Bien se hizo notar la mariposa. Para que todo terminara felizmente. Gusta leer historias que tienen buen final.
ResponderEliminarBuena Semana. Piruja
Un abrazo.
Al final el peso de la conciencia se impone.
ResponderEliminarFeliz semana.
Feliz semana santa ^^
ResponderEliminarPrecioso!!!
ResponderEliminarEn mi familia hay un montón que se llaman Claras (mi hermana, sobrina, tía, primas....).
Feliz semana santa y cuidadín con las acrobacias, ja ja ja.
Un abrazooo.
Como siempre hermosa leyenda Piruja. Gracias.
ResponderEliminar¡Feliz Semana Santa!
Pilar, recupero esta leyenda asturiana de la mariposa. Es una preciosura, la mariposa era una enviada divina, que recordaba al matrimonio lo que debían hacer, hay tantas cosas, que son mensajes y señales y sin embargo pasan inadvertidas, amiga.
ResponderEliminarTe diré que mi hijo el alemán ha estado en casa varios días y ahora voy recuperando, con más tiempo, tus historias y otros posts, amiga.
Mi abrazo entrañable por tu buen hacer y tu cercanía, Pilar.