- "Hijos míos: cansados ya como estamos de tantos escándalos en los que los nuevos sacerdotes se ven envueltos, hemos decidido hacerles un examen especial, para probar su resistencia hacia las tentaciones de la carne. Para empezar, desnúdense."
- "El padre Humberto va a pasar entre ustedes con unas campanillas. Tome cada uno de ustedes una de ellas, y átenlas al pene."
Una vez preparados los seminaristas, entra al salón una bailarina de baile árabe vestida en forma muy sugerente. Inmediatamente empiezan a sonar las campanillas de la mitad de los seminaristas: "¡Tilín, tilín, tilín!"El padre superior les ordena salir del salón diciéndoles:
- "Hijos míos, lo siento pero ustedes no están preparados todavía para salir al mundo.
Que continúe la prueba." La bailarina empieza a hacer su show. Cuando se va quitando velos del vestido: "¡Tilín,tilín, tilín!" se oyen las campanillas de la mitad de los que quedan, estos son retirados del salón.
La bailarina continúa. Cuando se quita el brassiere, "¡Tilín, tilín, tilín!" suenan casi todas las campanillas.Se retiran los "campaneros"... y sólo quedan tres seminaristas todavía en el salón... pero no por mucho tiempo.
Cuando la bailarina sigue quitándose mas velos, dos campanillas suenan: "¡Tilín, tilín, tilín!"
Queda un seminarista, imperturbable. A una señal del padre superior, la bailarina se le acerca, y lo acaricia, silencio absoluto, se le sienta encima.
Silencio.- "¡Basta!" Dice el padre superior.
- "Hijo mío: tu has sido el único de tu generación en haber superado tan difícil prueba. Estás listo para salir al mundo. Dame un abrazo de despedida....
"¡Tilín, tilín, tilín, tilín, tilín!"
Autor: Desconocido.
Esta vez no hay romanticismo, solo carnalidad pura y nadie se salva ;))))
ResponderEliminarBesos.
El mariquita se peina
ResponderEliminaren su peinador de seda.
Los vecinos se sonríen
en sus ventanas postreras.
El mariquita organiza
los bucles de su cabeza.
Por los patios gritan loros,
surtidores y planetas.
El mariquita se adorna
con un jazmín sinvergüenza.
La tarde se pone extraña
de peines y enredaderas.
El escándalo temblaba
rayado como una cebra.
¡Los mariquitas del Sur,
cantan en las azoteas!
El mariquita de Federico García Lorca
Besos
La carne lo puede todo, Un problema ya no hay vocaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un buen sistema para ver ese celibato que tal lo llevan,
ResponderEliminarMucho mejor sería que tal cosa la dejaran a un lado y se centrarán en como esas personas que por sus estudios están más que cualificados pueden ayudar a los demás, les dejaran libre deseo si casarse o mantenerse solteros, sería una manera de no fomentar tanto el escandalo sexual que tiene entre conventos y clero.
Un abrazo y besote, te deseo un bonito finde.
No se trata de. Que no sientan nada, sino de que se controlen. Un beso
ResponderEliminarMuy significativo y bueno.
ResponderEliminarUn beso.
A cada le suena la campanilla cuando le suena, jajaja.
ResponderEliminarMil besos.
Jajaja, muy simpático este relato. Y una triste realidad que la iglesia como institución podría solucionar permitiendo el matrimonio, aunque no sé si daría resultado...
ResponderEliminarUn abrazo Piruja y buena semana.
Muy bueno este relato jajaja. Besos.
ResponderEliminarSonrío, me lo estaba imaginando.
ResponderEliminarMe iré al pueblo a pasar el fin de semana, el calor en la ciudad es insoportable.
Te dejo un fuerte abrazo y agradezco tus letras.
Kasioles