Orgulloso de su hallazgo se presentó ante el rey con el documento y el arpa y le explicó todo lo que había averiguado. El rey no creía mucho todo lo que le estaba contando su administrador pero, como había puesto tanto empeño, le dijo:
- “Muy bien, veamos, organiza un concierto”.
El administrador buscó el mejor músico del reino y organizó un concierto. El auditorio se llenó de gente y cuando el músico comenzó a tocar el instrumento … ¡nadie entró en éxtasis!.
¡Qué gran frustración! pero, a pesar de ello, nuestro administrador, que estaba convencido de lo que había leído, no se dio por vencido y volvió a insistir al rey, que volvió a darle una oportunidad, que volvió a resultar fallida. Seguía nuestro administrador sin darse por vencido y preguntando e indagando cómo podría hacerse realidad el documento encontrado.Un día, hablando con un vecino de la comarca, volvió a preguntar si conocía a alguien capaz de tocar el arpa. El vecino le dijo que, en la montaña, había un ermitaño que podría ser su hombre.
Nuestro administrador, incansable, le comunicó al rey lo que había averiguado y éste, resistiéndose mucho, le autorizó a organizar otro concierto.
- ¡Nunca bajaba a la ciudad pero … era una invitación real! así que, accedió.
Organizado el concierto, el auditorio se volvió a llenar de la gente más importante del lugar, ataviada de sus mejores galas.El ermitaño llegó de forma natural, tal cual vestía en la montaña, y se sentó junto al instrumento en silencio, entonces empezó a tocar el arpa y, según iba saliendo la melodía de su cuerdas, el auditorio fue quedándose extasiado.
Al terminar el concierto, todos preguntaban a nuestro ermitaño:
- Pero… ¿Cómo lo has conseguido? ¡otros grandes músicos antes lo habían intentado y no lo hicieron!
El sencillo ermitaño sólo podía dar una respuesta:
- ¡Sólo la dejé sonar!
Dejarle que suene.
Dejad que vuestro corazón suene.
Autor: Desconocido.
A veces las cosas más sencillas son las que nos cuesta más trabajo creer. Otra bella leyenda que nos dejas en esta caso en madrugada , Un besote grande .
ResponderEliminarQue sencillo y que profundo es.
ResponderEliminarBesos.
El ermitaño los obnubiló, la mente humana puede ser mágica.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la sencillez del ermitaño está la esencia de todo incluída la música del arpa.Besicos
ResponderEliminarAh que bonito. Una leyenda con mucha esencia.
ResponderEliminarMe encantó, como todas las leyendas que traes a tu blog.
Un cálido abrazo y que tengas un buen domingo.
¡Dejar que suene! Qué bella leyenda y que buen consejo.
ResponderEliminarMuchos besos.
Preciosa leyenda, hay cosas, que solamente se hacen si salen del corazón.
ResponderEliminarBesos.
...Y es que hay que poner el corazón en todo lo que hacemos para emocionar a los demás...La magia es el sentimiento, que nos eleva con la música a otras dimensiones.
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud y mi abrazo entrañable por tus buenas leyendas e historias, Pilar.
Feliz mes de junio y mucho ánimo, amiga.
Preciosa esta leyenda. Todo lo que sale del corazón es bello.
ResponderEliminarUn beso.
Que bonita, me ha encantado. Muchos besos Piruja.
ResponderEliminarOtra preciosa leyenda, que solo supo resolver la sabiduría de un ermitaño, que siempre han sido grandes pensadores y filósofos.
ResponderEliminarUn beso, amiga Piruja.
Muy bonita leyenda Piruja. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos.