sábado, 4 de junio de 2022

Leyenda del Arpa Misteriosa.

Dice la leyenda que en un palacio, el administrador encontró un día un documento en el que se decía que en el desván del edificio existía un arpa misteriosa y todos los que la escuchaban entraban en éxtasis. Esto le llamó tanto la atención que  subió al desván  del enorme palacio y buscando y rebuscando encontró un arpa allá en un rincón.

Orgulloso de su hallazgo se presentó ante el rey con el documento y el arpa y le explicó todo lo que había averiguado. El rey no creía mucho todo lo que le estaba contando su administrador pero, como había puesto tanto empeño, le dijo:

- “Muy bien, veamos, organiza un concierto”.

El administrador buscó el mejor músico del reino y organizó un concierto. El auditorio se llenó de gente y cuando el músico comenzó a tocar el instrumento …  ¡nadie entró en éxtasis!.

¡Qué gran frustración! pero, a pesar de ello, nuestro administrador, que estaba convencido de lo que había leído, no se dio por vencido y volvió a insistir al rey, que volvió a darle una oportunidad, que volvió a resultar fallida. Seguía nuestro administrador sin darse por vencido y preguntando e indagando cómo podría hacerse realidad el documento encontrado.

Un día, hablando con un vecino de la comarca, volvió a preguntar si conocía a alguien capaz de tocar el arpa. El vecino le  dijo que, en la montaña, había un ermitaño que podría ser su hombre.

Nuestro administrador, incansable, le comunicó al rey lo que había averiguado  y éste, resistiéndose mucho, le autorizó a organizar otro concierto.

-  ¡Nunca bajaba a la ciudad pero … era una invitación real! así que, accedió.

Organizado el concierto, el auditorio se volvió a llenar de la gente más importante del lugar, ataviada de sus mejores galas.

 El ermitaño llegó de forma natural, tal cual vestía en la montaña, y se sentó junto al instrumento en silencio, entonces empezó a tocar el  arpa y, según iba saliendo la melodía de su cuerdas, el auditorio fue quedándose extasiado.

Al terminar el concierto, todos preguntaban a nuestro ermitaño:

- Pero… ¿Cómo lo has conseguido? ¡otros grandes músicos antes lo habían intentado y no lo hicieron!

El sencillo ermitaño sólo podía dar una respuesta:

 - ¡Sólo la dejé sonar!

Dejarle que suene.

Dejad que vuestro corazón suene.


Autor: Desconocido.

12 comentarios:

  1. A veces las cosas más sencillas son las que nos cuesta más trabajo creer. Otra bella leyenda que nos dejas en esta caso en madrugada , Un besote grande .

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  2. Que sencillo y que profundo es.
    Besos.

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  3. El ermitaño los obnubiló, la mente humana puede ser mágica.
    Un abrazo.

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  4. En la sencillez del ermitaño está la esencia de todo incluída la música del arpa.Besicos

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  5. Ah que bonito. Una leyenda con mucha esencia.
    Me encantó, como todas las leyendas que traes a tu blog.
    Un cálido abrazo y que tengas un buen domingo.

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  6. ¡Dejar que suene! Qué bella leyenda y que buen consejo.
    Muchos besos.

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  7. Preciosa leyenda, hay cosas, que solamente se hacen si salen del corazón.
    Besos.

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  8. ...Y es que hay que poner el corazón en todo lo que hacemos para emocionar a los demás...La magia es el sentimiento, que nos eleva con la música a otras dimensiones.
    Te dejo mi gratitud y mi abrazo entrañable por tus buenas leyendas e historias, Pilar.
    Feliz mes de junio y mucho ánimo, amiga.

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  9. Preciosa esta leyenda. Todo lo que sale del corazón es bello.
    Un beso.

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  10. Que bonita, me ha encantado. Muchos besos Piruja.

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  11. Otra preciosa leyenda, que solo supo resolver la sabiduría de un ermitaño, que siempre han sido grandes pensadores y filósofos.
    Un beso, amiga Piruja.

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  12. Muy bonita leyenda Piruja. Gracias.

    Abrazos.

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