Un día que iba al bosque por leña, se le apareció el diablo. La muchacha no se asustó. Por el contrario, se mostró con él muy amable y le preguntó por qué ningún muchacho quería hacerla su esposa.
El diablo se echó a reír- y contestó:
-Yo sé de un hombre que anda enamorado de ti. Si sigues mis consejos, tendrás pronto un buen novio.
La doncella contestó que estaba dispuesta a hacer todo lo que se le mandase.Lo primero que le impuso el diablo fue que matara a su padre. Al principio la joven dudó, pues le parecía una condición demasiado cruel; pero al fin, cegada por sus deseos, consintió en darle muerte.
Un día que volvía a casa con su padre por la orilla del río, fingió tropezar con unos troncos de árbol y empujó a su padre, logrando que cayera al agua. El padre murió ahogado. En seguida se le apareció el demonio.
-Está bien -dijo- ahora haré con tu padre un precioso instrumento de música, que te ayudará para conseguir un novio.Y haciéndolo como lo decía, convirtió a su padre en una caja de violín.
-Tendrás que matar a tu madre, para hacer de ella el arco -dijo el demonio.
Aquella condición le pareció imposible de cumplir. Pero un día que su madre estaba junto al fuego, haciendo la comida, el diablo tentó de nuevo a la muchacha, exigiéndole el sacrificio de la madre para conseguir su deseo. Esta no pudo resistir la tentación y empujó a su madre hacia el fuego. Se hizo unas quemaduras tan graves, que pronto murió.
Enseguida se le acercó el demonio.-Está bien -dijo-. Con tu madre haré el arco para el violín, pero de nada te servirá tener esto si el violín no tiene sus cuatro cuerdas. Para conseguirlas tendrás que sacrificar a tus cuatro hermanos.
Una noche, mientras dormían, decidió matarlos, y así lo hizo. Al momento se le apareció el diablo, que transformó a los cuatro niños en cuatro cuerdas de violín, pudiendo de esta manera completar este maravilloso instrumento.
-Ahora tócalo -dijo a la doncella-, y verás cómo en seguida un hermoso joven te quiere hacer su esposa.
Tan pronto tuvo el violín en las manos, empezó a tocarlo. Era tan maravillosa y tan dulce su música, que un hombre que pasaba se detuvo a escuchar. Al ver a la linda muchacha que tocaba aquel extraño instrumento, se enamoró de ella. Esta le correspondió, pues el pretendiente era un hermoso joven.La joven se sentía feliz; no se acordaba para nada de sus padres y hermanos, y decidió casarse en seguida.
La víspera de su boda iba con su novio por el bosque, tocando el violín que le diera el diablo, cuando de repente se le apareció éste. La joven, asustada, le preguntó qué deseaba.
-Vengo por ti y por tu novio -contestó-. Te di lo que querías, y ya lo tienes; ahora ven a pagar tus crímenes.Y cogiéndolos por el brazo, se precipitó con ellos en el infierno,
Al poco rato pasó por allí un gitano y vio en el suelo un extraño instrumento de música. Era el violín que hiciera el diablo. Empezó a tocarlo, y fue tan maravillosa su música, que en poco tiempo se hizo célebre en todo el mundo.
Los gitanos lo tocan con verdadera pasión y creen a pies juntillas que sólo el diablo pudo ser el inventor de su querido violín.
Autor: Desconocido.
Hola Piruja.. Una cruel leyenda, dicen que quien algo quiere, algo le cuesta, pero a veces el coste de la posible felicidad es tan alto, que es mejor, virgencita mía que me quede como estoy..
ResponderEliminarUn abrazo..
Hola Piruja , un relato un poco duro, lo que es capaz la gente ,por conseguir algo.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo
Las cosas que se obtienen de ese modo no tienen un buen fin, al final la maldad se cobra sus victimas. Un beso Piruja y buen sábado.
ResponderEliminarUna leyenda terrible donde la maldad es la protagonista.Besicos
ResponderEliminarVaya crueldad y pobre violín que queda como instrumento del mal.
ResponderEliminarBesos.
Gran relato. Faltó la pregunta para la muchacha: ¿Valió la pena?
ResponderEliminarSaludos!
Cruel leyenda, diablos con el Diablo y con la muchacha que le siguió en lo que le decía.
ResponderEliminarBesos
Pilar, el diablo es traicionero...Por eso hay que rechazar el mal siempre, porque nos lleva directos al infierno...Y todo lo que damos vuelve, sin duda alguna...Muy interesante esta leyenda gitana, amiga.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo entrañable por tus buenas historias.
Feliz finde, amiga.
Tremenda leyenda! El diablo siempre está al acecho, pero hay que resistirse para no acaber siendo víctima de tu propia maldad.
ResponderEliminarUn beso grande.
Muy desalmada la chica. Pobrecillo violín, que por su dulzura parece más de ángeles más que del mal,
ResponderEliminarCuriosa leyenda.
Fuerte abrazo!
Esta leyenda siempre me a gustado mucho, saludos amiga.
ResponderEliminarUna leyenda bastante triste. Besos.
ResponderEliminarQue feo lo de esa chica, la verdad
ResponderEliminares muy triste, ese demonio para
en todas partes, hay que tener cuidado.
Besitos dulces
Siby
Un poco tétrica la historia pero al fin y al cabo bonita. Y sí, tienes razón, los gitanos lo tocan muy bien.
ResponderEliminarUn beso.
Una leyenda bastante trágica y con ese final que sorprende. El violín al final fue a parar a buenas manos para deleitarnos de su música.
ResponderEliminarUn abrazo Pili
Puri
Saludos desde Brasil.
ResponderEliminarUna leyenda interesantísima. Me recordó algo: ¿Viste la película EL VIOLÍN ROJO?
Qué amarga e impactante leyenda!.
ResponderEliminarEsa cruel maldad...
Un beso.