Cuentan los chamanes que a las puertas del pueblo indio llamado Luna Fértil, nació un bebé al cual se le atribuyeron unos poderes, ya que nació cuando el eclipse solar. Nació en el momento en que el día se transformó en noche. Su madre venía de un lugar muy lejano llamado Luz de Fuego. Y al llegar a Luna Fértil en las mismas puertas del poblado tuvo a un bebé precioso. Una niña de pelo negro y piel aceituna y la llamó Nube sin Rumbo, porque ciertamente viajaba sin rumbo fijo. Nube no se dio cuenta de sus poderes hasta cumplir los 19 años. Tenía el don de comunicarse con las fuerzas de la naturaleza, y el don de cambiar los corazones indomables y malignos por belleza y bondad.Pero Nube no era feliz. Sentía que le faltaba algo y no sabía muy bien qué. Decidió viajar en busca de la felicidad hacia otras tierras. Con la bendición de su madre y de los ancianos de la tribu partió al amanecer. Nube viajó muchísimo, visitó otras tribus e hizo a muchas personas felices. Sin darse cuenta era vigilada por las hadas de el bosque, quienes extrañadas por tanta belleza en una mortal, tramaron algo indebido y digo indebido puesto que las hadas no son así.
Pero mientras, ella seguía sintiendo que le faltaba algo. Y viajaba y viajaba sin descanso soportando sola las inclemencias del tiempo. Pero siempre vigilada por esas hadas...
Pasaron 10 años y Nube no era feliz. Tenía un espíritu inquieto que no la dejaba descansar. No terminaba de encontrarse a si misma. Un buen día llegó a una tribu que no conocía de antes. Se presentó al jefe de la tribu, el cual quedó admirado por la valentía de la joven. Le propuso que se quedara y le ayudara a dirigir a su pueblo. Ella, resignada, aceptó. El jefe de la tribu se llamaba El Que Pinta En El Agua porque tenía aquel don. Él se enamoró locamente de Nube, pero Nube seguía encerrada en sí misma. Pero él era muy paciente y sabía esperar.
Un buen día Nube empezó a caminar hacia el bosque buscando hierbas para sus rituales y se perdió. Se le echó la noche encima y no pudo volver. Sin saber que hacer se limitó a buscar un poco de luz pero aquella noche no había luna. Encendió una pequeña hoguera y se quedó dormida.Mientras, El Que Pinta En El Agua fue en su busca... Nube se despertó sobresaltada, alguien le tocaba la cara y se asustó. Era el espíritu de su madre que le hablaba con estas palabras: Nube, hija, no busques más. Lo que buscas no está en sitios extraños y lejanos. Está muy cerca de ti hija. Está en tu corazón. Tienes el don de cambiar los corazones de los demás, pero el tuyo está duro y frío como una roca. Mira dentro de ti hija, sólo dentro de tu corazón y de tu alma está la felicidad. Quítate la venda de tus ojos, porque estás ciega y no ves el amor que te rodea.
Aprovechando tal situación, las Hadas entonaron un cántico secreto para los mortales. Sí, las hadas llenas de envidia ya, porque al ver un mortal que poseía tanta hermosura, aún más que las mismas hadas, decidieron hacerle adormecer eternamente y esa canción llegó a oídos de Nube... Nube escuchando estas palabras y esa tonada escondida, se quedó dormida.
Durmió durante 5 años debido al embrujo de las hadas del bosque que tenían envidia de su belleza. El Que Pinta En El Agua la acompañó durante esos 5 años y la lloró día y noche. El espíritu de Nube seguía errante viajando por los confines de la tierra...Hasta que cansado volvió al cuerpo de Nube. Cuando Nube despertó y vio a quien tenia al lado se asombró. Él, en un arrebato la besó, un largo y cálido beso que la envolvió. Nube abrió los ojos y vio todo claro. Sintió una gran paz interior y una felicidad única. Pero el cuerpo de Nube estaba muy débil y enfermo. Nada pudieron hacer por ella.
Los pocos días que le quedaron fueron los más felices de su vida. No le importaba morir porque ya se había encontrado con el rostro de la verdadera felicidad.
La noche que murió, El Que Pinta en el Agua fue hasta el lago y no paró de pintar lágrimas en él. Lágrimas y lágrimas de dolor. Ante tanto amor los dioses se compadecieron de él y decidieron hacer a Nube inmortal. Y fueron felices.Y cuenta la leyenda que cuando él murió... Nube decidió que su espíritu le acompañaría para siempre...
Y hasta hoy mismo sus espíritus están unidos...y dependiendo de su estado de ánimo, llueve o hace sol.
Sólo el verdadero amor hace cambiar el corazón de las personas.
Autor: Desconocido.
¡Qué preciosa historia de amor!
ResponderEliminarBesitos.
Las leyendas siempre llevan algo de verdad y por qué no creer en esta tan bella que nos dejas en tu entrada. Un fuerte abrazo y cuídate mucho .
ResponderEliminarPreciosa la lejenda...Gauuuu...ME ENCANTA
ResponderEliminarEra tan hermosa, que hasta las hadas la envidiaron. Pero el amor la hizo inmortal y supo que la felicidad está dentro y no en lugar ajeno.
ResponderEliminarMuy bella leyenda, querida Pilar. Muchas gracias.
Un abrazo grande.
Un amor en estado puro.
ResponderEliminarBesos.
Muy bonita la leyenda de hoy y su final feliz me ha encantado.Besicos
ResponderEliminarBonita leyenda. El amor todo lo puede.
ResponderEliminarBesos
Muy bonita leyenda.
ResponderEliminarNo la conocía.
Saludos.
Bonita historia!
ResponderEliminarEl alma al descubierto y lo que refleja es el sentimiento puro de amor eterno.
ResponderEliminarDeseo que estés bien...un beso querida amiga.
Hola Piruja.. Que historias más curiosas, rebuscadas pero hermosas. El amor lo puede todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bonita Piruja. Besos.
ResponderEliminarHola Piruja, muy bonito este relato. El amor mueve montañas.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Un abrazo.
Qué bonitooooooo!!! Me encanta la última frase. Mientras lo leía se me ponía la carne de gallina.
ResponderEliminarUn abrazooo.
Como Nube errante a veces tenemos la felicidad cerca y no la valoramos. Menos mal que por fin se dio cuenta de que tenía el amor y todo lo que necesitaba. Una leyenda,que muestra la realidad del ser humano, que pasa muchos años buscando y buscando, hasta que comprende que el amor todo lo ennoblece y lo trasforma. Todo está en nuestro interior y en la actitud que tenemos.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo entrañable por tus buenas historias.
Feliz fin de semana, Pilar.
A Nube le pasó lo mismo que a la Bella durmiente, pare ser que en aquellos tiempos de las hadas las hacían dormir por años. Claro que no dieron conmigo que duermo más que las mantas.
ResponderEliminarBromas aparte, la historia es muy bonita.
Un beso guapetona, me encanta el color de tu pelo
Asi es mi amiga, el amor lo puede
ResponderEliminartodo, a veces cuando amamos mucho
a una persona no lo valora y cuando
lo pierde se da cuenta de todo lo bello
que tuvo y lo dejo escapar.
Besitos dulces
Siby